Los prefectos de los departamentos de Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz adelantaron este martes las condiciones bajo las cuales se sentarán a dialogar el gobierno nacional. El Ejecutivo insistió en llamar a una negociación sin condicionamientos.
Las exigencias de los prefectos opositores son: la Iglesia Católica como único mediador, el desconocimiento de la nueva Constitución como base del diálogo y el reconocimiento del referendo cruceño del pasado 4 de mayo. Además, las prefecturas opositoras señalaron que se reunirán con el gobierno después de las consultas populares separatistas, programadas para el 1 de junio en Pando y Beni, y para el 22 del mismo mes en Tarija.
Sin embargo, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, reiteró este martes la disposición del gobierno para un diálogo con agenda abierta y sin condicionamientos.
Quintana recordó que esperan debatir las autonomías departamentales en ese espacio de diálogo y sobre la base de la nueva Constitución Política, aprobada por dos tercios de la Asamblea Constituyente en diciembre del año pasado.
Por otra parte, Quintana expresó que la Iglesia Católica carece de neutralidad como mediadora, luego de la participación en el referendo cruceño del presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Julio Terrazas.
La consulta popular sobre el estatuto autonómico de Santa Cruz fue desconocida antes de su realización por el Ejecutivo, el Congreso boliviano y la Corte Nacional Electoral.
Por último, Quintana expresó que mantienen la convocatoria al diálogo para acordar el llamado al referéndum constitucional en el 2008, pero advirtió que los «tiempos políticos se están cumpliendo».