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Productores campesinos quieren un pacto para solucionar la crisis alimentaria

Fuentes: Adital

La crisis alimentaria que ya causó conflictos sociales en Haití, disminuye la exportación del arroz brasilero y hace subir el precio de los alimentos, en México está afectando la seguridad alimentaria de las poblaciones más pobres; por eso, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de los Productores del Campo (ANEC) mexicano pide que el gobierno […]

La crisis alimentaria que ya causó conflictos sociales en Haití, disminuye la exportación del arroz brasilero y hace subir el precio de los alimentos, en México está afectando la seguridad alimentaria de las poblaciones más pobres; por eso, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de los Productores del Campo (ANEC) mexicano pide que el gobierno y la sociedad hagan un pacto urgente para superar el problema.

Ante la gravedad de la situación, medidas de protección de la seguridad alimentaria de la población se hacen necesarias, pero la crisis de los alimentos no es resultado sólo de escasez de la producción, y sí, fundamentalmente, de la especulación comercial en el precio de las materias primas.

Desde 1995, cuando la Organización Mundial de Comercio combatió la «reserva» de alimentos, la producción de materias primas alimentarias está en las manos sólo de: Cargill, Continental CGC, Archer Danields Midland (ADM), Louis Dreyfus, André y Bunge & Born. Este cartel determina cómo las semillas pueden ser sembradas, la bioingeniería utilizada, y también determina la oferta de los productos en el mercado.

La expectativa de especialistas de la FAO (Food Agreement Organization) es que la crisis se agrave. Así, la ANEC pide la aprobación de la Ley de Planeamiento para la Seguridad Alimentaria y Nutricional -ya votada favorablemente en la Cámara de Diputados pero que está parada desde la gestión legislativa- para establecer un mecanismo de administración de importaciones y exportaciones de granos básicos.

Reivindica además la creación de una reserva alimentaria estratégica; de un programa de agricultura sustentable de largo plazo, que no sea dependiente de insumos como los fertilizantes; un programa de promoción de la producción y de la productividad sustentable y que se establezca un freno en el uso de granos para la producción de agrocombustibles.

Para Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la ANEC, «el gobierno de Felipe Calderón está asumiendo una actitud autista, de avestruz con la cabeza dentro de la tierra, y el Congreso de la Unión es cómplice, pues nada hace. Y los funcionarios del gabinete están en un estado de negación, con un discurso tranquilizante de ‘aquí no pasa nada’ y hacen declaraciones fuera de lugar, demagógicas y falsas».

El precio de productos tales como pollo, leche, pan, arroz, huevo, aceite ya sufrió un aumento en las estanterías del supermercado. Con ello, la canasta básica mexicana subió, entre diciembre de 2006 y marzo de 2008 un 46%. El precio del maíz, alimento fundamental de la alimentación del país, se duplicó en dos años y el del trigo subió 120% en un año. 

La falta de ingresos para tener acceso a los alimentos está profundizando, según Carrera, los procesos de desnutrición, anemia, mala nutrición y, hasta inclusive, obesidad, pues las personas buscan alimentos más baratos, pero con alto contenido calórico, ya que están compuestos principalmente de carbohidratos, grasas saturadas y azúcares.

Además del efecto social, el alza de los precios de los alimentos está afectando la economía del país. La meta de tener una inflación del 3% no será alcanzada, pues está ya en el 4,5%. La situación enfrentada actualmente por México, y demás países latinoamericanos, tiene su raíz en el modelo económico neoliberal, impuesto hace 25 años, en el cual la producción de alimentos por parte de los pequeños agricultores fue cambiada por la importación de alimentos producidos por las multinacionales.

Con la desestructuración del campo promovida por la priorización del agronegocio, la mayor parte de los pequeños agricultores mexicanos se desestabilizó y no está en condiciones de enfrentar la crisis, pues el precio de las semillas, fertilizantes y mano de obra están cada vez más caros.

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]