Recomiendo:
0

Bolivia autonómica

¿Profecía autocumplida?

Fuentes: Rebelión

  Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.Martín Luther King Introducción En este comentario anotaré algunos puntos que se destacan del «escenario autonomista,» de la profecía autocumplida que desde el 2003 (y ¿hasta cuando?) quedamos (y quedaremos […]

 

Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.
Martín Luther King

Introducción

En este comentario anotaré algunos puntos que se destacan del «escenario autonomista,» de la profecía autocumplida que desde el 2003 (y ¿hasta cuando?) quedamos (y quedaremos ¿parece?) atrapados en un falso debate sobre la reforma del Estado y la Sociedad.

Robert K. Merton, indica que «(…) esta validez engañosa de la profecía autocumplida perpetúa un predominio del error. El profeta citará el desarrollo de los acontecimientos como prueba que desde el principio estaba en lo cierto (…)». Este proceso autonomista, donde hoy «todos» mágicamente son autonomistas, pero sin una propuesta debatida por el conjunto nacional, denominado Asamblea Constituyente, sino sobre normas constitucionales confusas y confundidas creadas por el Poder Constituido (Pacto del Palacio Quemado), es una profecía como indica Merton, que «perpetúa el predominio del error».

En nuestro país, el posicionamiento de la profecía autocumplida, adquiere características alarmantes y dramáticas, como resultado de un desarrollo copular, vía ONGs y actores políticos y sociales, en la gestión de proceso democrático.

La tendencia de los grupos que capturan el gobierno  del Palacio Quemado y los que asumen el rol de opositores, establecen una lógica maniquea que mengua la acción política y esporulan la transformación del Estado y  la Sociedad. Así,  el movimiento pendular, es por un lado, centralismo (secante) y por el otro, autonomismo que «autonomiza» cualquier espacio físico y político, lo que hace que sea por demás confuso y diletante el proceso en cuestión. Por otra parte, se aggiorna este falso debate, con  un radicalismo etnonacionalista, así la profecía se cumple, por ello, es necesario recordar lo que expresó Aníbal Quijano, en nuestro comentario de Recuperando la esperanza.

Por el camino y el ritmo que andamos, podemos decir que de la democracia de las calles, se  pasará a la autonomía de las calles.

Péndulo, no dialéctica

En este contexto autonomista, lo pendular asume lo determinante. Bolivia, sigue arrastrando sin necesidad, la lógica histórica ejercida por los factótumes del Palacio Quemado (para sí y su entorno) y la radicalidad de una oposición que confunde al unísono los espacios físicos y políticos, donde su praxis, desplaza (releer la pregunta del referendo para el 25 de enero del 2009) al pueblo, en la construcción dialéctica y directa de la democracia nacional y popular, colocan una realidad distinta a la que exige la realidad concreta.

En febrero del 2001, en un comentario periodístico titulado «Las profecías autocumplidas» anoté como determinadas «elaboraciones» de grupos sin la menor consulta, violan el concepto de la representación del pueblo o del ciudadano, y en una de sus partes, señalo: » El neoliberalismo, instaurado en 1985 con el fatídico 21060, trata de vincular por decreto, nuestra realidad con la economía de mercado, que se instala como lógica conceptual e instrumental de poder único y valor ilimitado; de este modo se autoproclama conductor unilateral de los procesos y las relaciones sociales, económicas, políticas y tecnológicas, con un desprecio ético de la economía, y establece un capitalismo salvaje -vía privatización, capitalización y propiedad y crédito popular- que arremete contra toda racionalidad, porque destruye el tejido socioeconómico e inviabiliza el país y las regiones.»

La profecía autocumplida aparece en este proceso autonomista, sin respetar el debate del Poder Constituyente, sin considerar la soberanía popular que es suplantada por un grupo de iluminados (Pacto de la derecha democrática) que entendieron que es mejor: un «arreglo» cupular que la construcción colectiva, contrariando aquello que señala Rene Zabaleta Mercado» (…) el margen de gratuidad no existe porque no hay posibilidades de salvación individual donde todos pierden (…)»

Creo, como la gran mayoría de los bolivianos, en la impostergable necesidad de conformar un Estado Nacional que parta de nuestra realidad étnica y geográfica, con economía y justicia  social,  pero sin alquimias, ni alquimistas.

Una apuesta (según la experiencia nacional) por la profecía autocumplida, termina en el enfrentamiento fangoso de la politiquería, o en el mejor de los casos, en una retórica vacua, que nos somete a los intereses externos con igual o mayor violencia que cuando la dirigencia lo hace denostando la patria de manera abierta (desde 1985 al 2006), ver lo que anota Luís Tapia en su trabajo «Presidente colonial».

A tomar en cuenta

De un tiempo a esta parte, en estos tiempos oenegenecistas, la presencia extranjera aparece camuflada bajo el manto de la sociedad civil en las ONGs, para imponer la tesis de que el potencial revolucionario está en lo étnico, como la opción única para forjar la nueva patria.

La concepción laboratorista de las ONGs, insiste en hacernos creer que sus estados nacionales, no tienen turbulencias, son sociedades armónicas y estables en el tiempo ¿Pétreas? ¡Qué olvido! ¿Dónde están las guerras del siglo XX, en sus territorios, en sus ex colonias y los exterminios étnicos en los Balcanes y la Europa de los Urales? ¿Las dos guerras mundiales? ¿Las guerras del petróleo, diamantes? En fin, las guerras y el sometimiento de pueblos por los recursos naturales.

Los europeos de las ONGs, bajo el titular de la «Europa comunitaria», inducen al comunitarismo que no es el comunitarismo como modo de producción y de vida, sino de integración supranacional. Aquí, la «confusión» para los «confundidos» ¿Será…?

La Europa comunitaria, sinónimo de lo europeo, como integración, como patria común, se le cae, todos los días algún pedazo (no interesa decir, si son grandes o pequeños, eso es secundario), la realidad es contundente, ahí tenemos como ejemplo a la ex Yugoslavia (que sigue como asignatura pendiente, porque sigue y suman las incertidumbres), a España con los vascos y catalanes (¿Y qué pasó con las autonomías y las nacionalidades?), Bélgica entre valones y flamencos (¿Más allá del federalismo lingüístico?), Francia entre alsacianos, corsos, occitanos y vascos (¿Unitaria y regional?). Dejamos por razones  de espacio, a los otros europeos.

La ex URSS, heredera del imperio de Nicolás II, que dominó sobre más de 21 millones de Kilómetros cuadrados, y que duró 70 años,  para luego quedar en los 15 millones de Km2 de la Federación Rusa, con grandes espacios de guerras étnicas casi permanentes.

Ni Lenin, ni Stalin, con el marxismo pudieron responder a la cuestión nacional y los etnonacionalismos. La lealtad etnonacional superó la conciencia de clase y el internacionalismo proletario.

A estos temas no escapan árabes, chinos, tibetanos, hindúes y de otras naciones y regiones del mundo.

Los Estados Unidos de Norteamérica, donde su melting pot, ha tenido un cambio radical en estas elecciones del 2008, donde el «Choque de civilizaciones» de Samuel Huntington, requiere una revisión más allá de su consideración de «¿Quiénes somos?»

A este pequeñísimo recuento (histórico) hay que agregar (actualmente) la recepción hostil a los inmigrantes. Constituye una interpretación equivocadísima asumir que sus Estado nación, son  homogéneos, en lo cultural y lo étnico, pero sin embargo, pretenden constituirse en ejemplo de una construcción celestial y su injerencia, indigesta.

El sentido de este tópico está en que sus alabanzas no cuadran a la hora de formularnos propuestas, quizás son mayores los inconvenientes. El mejor camino sigue siendo el de un debate sostenido y franco entre nosotros, sin  el «no me ayude compadre» de las OGNs.

Injerencia vecina
 
No creo que haya pasado desapercibido (para nadie) que Chile tiene una desmedida injerencia en nuestra política interior. Por lo cual, cabe preguntarse ¿Por qué? ¿Es necesario dar sin antes recibir? No hablo de Chile como vecino, como proximidad necesaria de convivencia e integración continental, una vez superado nuestro enclaustramiento marítimo. Sino, de la equivocada actitud que a su turno, determinadas dirigencias nacionales confunden Juana con Chana, por lo tanto, colocan temas y asumen actitudes de la mayor impertinencia.

Andrés Soliz Rada, el 6 de diciembre del 2008 en un artículo titulado Bolivia: Chilenofilia del Vice Canciller, dice: «No es malo que un boliviano sea pro chileno, pro argentino o pro brasileño. Finalmente, ese sentimiento se enmarca en el ideal de la «Patria Grande». Lo de malo es que esos «pro» otro país sean a costa del nuestro. (…) El vicecanciller Hugo Fernández Araoz, ex capo de UNITAS, una coordinadora de ONG, (…) las aguas del Silalala (…) regalo que el vicecanciller prolongará en el próximo lustro, lo que significa 18.000 Mts 3 por día; 6.570.000 Mts 3 por año y 32.850.000 Mts 3 en cinco años. Lo anterior ocurre, después que empresas protegidas por Chile se beneficiaron gratis con 657 millones de Mts3 en los últimos cien años. Entre tanto, el ex capo de UNITAS ordena nuevos estudios, pese a los muchos que existen en Cancillería, además de informes binacionales y de consultorías (…)».

Si recordamos un poco los procesos históricos de Bolivia, esta desubicación de la dirigencia en torno a la política exterior con Chile, es una constante errática, salvo raras excepciones. En 1971, la Asamblea Popular, jaqueó  al gobierno del Gral. J.J.Torres, con el tole tole de establecer relaciones irrestrictas e inmediatas con Chile, ¿Por qué? ¿Por solidaridad ideológica?

Sin responder a los verdaderos intereses de Bolivia, y sin responder el porqué, aquí de vuelta la solidaridad ideológica entre los presidentes del plan Cóndor, el Coronel Hugo Bánzer (Presidente de Bolivia) y el General Augusto Pinochet ( Presidente de Chile) se concreta en  el fatal abrazo de Charaña para Bolivia en 1975 («Chile obtuvo el restablecimiento de relaciones diplomáticas después de 12 años, 9 meses y 5 días» según Jorge Escobari Cusicanqui). Se rompen las relaciones en 1978, dado que la oferta del gobierno de Bánzer  por medio de su canciller Guillermo Gutiérrez Vea Murgia, no llegó con el mar en el bolsillo.

Gonzalo Sánchez de Lozada, se encaprichó, actuando como un regente de un campamento minero,  no como presidente de una República, se entercó salir por Chile con nuestro Gas y realizar las inversiones en territorio chileno y beneficiarlo con las externalidades económicas. Nuevamente los intereses personales, antes que el interés colectivo

Para fiascos, recordar lo que ocurrió, en los años 60. Como resultado del Código del petróleo (Davenport) promulgado por el Presidente Paz Estenssoro en 1956, se construyó el oleoducto  Caranda -Sica Sica, para exportar petróleo desde Santa Cruz (de áreas hidrocarburíferas de Caranda, este acto fue del gobierno nacional) dado que el código antes mencionado otorgó todo tipo de tutorías sobre Bolivia, a la Gulf Oil Company. Aquí otra lección, después del Davenport 1956, el desvío del río Lauca en 1962, alguien podría preguntarse inocentemente ¿Porqué?

La gestión de la realidad nacional y su política exterior en todos sus escenarios parece resumirse en la canción» pa qué, pa qué…». No se sabe que es lo que se esta haciendo, no se expresa el pedido de unidad nacional. Salen al frente actitudes elogiosas, rechazando artículos periodísticos o trabajos mayores, tales como el del norteamericano Marc Falcoff, del chileno Alejandro Pavez Wellmann («Naciones y territorialidad en los Andes Centrales»)  que hacen pronósticos drásticos a la existencia de Bolivia. Sin embargo, la dirigencia  del gobierno y la oposición (a su turno) no se alteran, han perdido la capacidad de asombro.

Podemos concluir que la ausencia de una política exterior, (estable y consistente) hace que los humores personales y no los intereses nacionales sean el hilo conductor de este difícil relacionamiento con Chile. No tener  integración marítima, es un costo muy alto para Bolivia y afecta su relacionamiento externo e interno, por ello, es que toda claudicación es un duro revés a la estima nacional.

Cuando las partes no son el todo

Los tópicos siguientes son algunas referencias a la Bolivia autonómica (que viene y va), y digo así, porque si por algo se caracteriza este periodo neoliberal y «posneoliberal» es la parafernalia autonomista que ha signado al fracaso, el cambio político por el que todos los bolivianos lucharon y sufrieron. Sin embargo, el mito autonomista,  posesionó un seudo-debate, los actores políticos (sociedad política y sociedad civil), apostaban cada vez, mayor capital social a la ruleta autonomista.  

He venido comentando aspectos relativos al propósito autonomista del proyecto de la Constitución Política del Estado, que no obedece a la voluntad expresada por el pueblo en sus más de veinte años de lucha por una Asamblea Constituyente, al anhelo de construir la unidad en y con nuestra diversidad étnica; para encontrar valores a compartir, sin renunciar a cada una de nuestra especificidades, esta realidad debió expresarse en el pacto nacional denominado Constitución.

Desde el inicio de la república, no se incorporó, ni se interpretó que para construir el Estado nación, debía considerarse la diversidad étnica. El mayor esfuerzo por no construir la patria, desde los Andes, se concreta con el Presidente Mariano Melgarejo, con la confiscación de las tierras comunitarias, para obsequiarla a la burguesía minera parasitaria.

Tampoco escapa el simulacro de la denominada revolución federal, donde un séquito de la nueva realidad minera del estaño, al mando del General Pando, utilizó el imaginario social boliviano de la unidad nacional en la diversidad, para mantener en el siglo XX (y así, no abandonar el nefasto siglo XIX de exclusión) el desastroso servilismo a los poderes económicos externos (países vecinos y estados extranjeros) que humilló a Bolivia en la revolución del Acre, por la angurria de la Bolivia Syndicate.

La realidad etnonacional, se soslayó intencionalmente, creo que en el caso concreto de nuestro país, es la expresión más acabada del absurdo político, es como si Bolivia debería ser una aparcería minera feudal, hecho que ocurrió y sigue ocurriendo.

El esfuerzo del Presidente Germán Busch Becerra, junto a toda una generación, interpretó y sentó las bases de una nueva realidad nacional, que  surgió de la derrota de la guerra del Chaco, como resultado de una acumulación propia de un país sin amalgama social, ni cultural y menos identidad multicultural aceptada. Los cambios constitucionales, la nacionalización de la Estándar Oil, la retención de las divisas a las exportaciones  mineras y otras medidas, sentaron las bases para los posteriores cambios de los años 1944, 1952, 1969, 1970,  y el actual proceso de cambio de la revolución en democracia.

¿Qué mito pudo concebir que un país ignore su realidad étnica? ¿Qué mito podía concretar una unidad con excluidos? ¿Acaso el mito no debe buscar concordancia con la realidad? No es el mito, sino la mita, el mitaje minero colonial y neocolonial del cual no hemos salido, y no se presenta una salida próxima. El mitaje  que se ejerce es económico y político, además de social.

La Bolivia autonómica no podrá salvar el proceso histórico boliviano de salvaje exclusión, con el establecimiento de nuevas exclusiones, contenidas en la multiplicidad de figuras autonómicas contenidas en el proyecto de constitución. Por lo tanto, caben varias preguntas que necesitan respuestas entre ellas ¿Cambio de mito? ¿La autonomía el nuevo mito? ¿Miliar Bolivia?

Las aspiraciones de cambio, entre las cuales se encuentra la caduca estructura administrativa nacional centralista, no son leitmotiv para instalar una estructura miliar de autonomías. Sabemos que el centralismo no construyó la unidad nacional, que sólo benefició el país de los mineros, que prefirió sumir en la vergüenza a casi todos los bolivianos. Que no benefició ni al 10% de la población boliviana. Pero en función a estos y otros aspectos, muy reales, no puede interpretarse como un permiso a cometer las mismas chambonadas del pasado.

Como señalo en mi comentario El proyecto de constitución ¿Es autonómico?, desagrega la nación y el pueblo boliviano, así el artículo 2 del citado proyecto dice: Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley.»

Del artículo referido (artículo 2) se colige que se garantiza su libre determinación, lo que equivale a tener el derecho de libre determinación (derecho de autodeterminación) para todas las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su alcance es para las autonomías indígena originaria campesina (ver artículos 289 al 305), Este derecho le asiste como parte del Estado emergente del artículo 1,: «Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.»

¿En qué consiste la libre determinación? Según la doctrina y el derecho emergente de la libre determinación, da la posibilidad de la independencia. En el fuero interno,  la libre determinación es el derecho de una comunidad humana a conformar su organización política de acuerdo a lo que estime más conveniente. En el fuero internacional, resolver libremente si se asocia y de qué manera  y forma con otros  Estados; el  núcleo duro  de este derecho está en su capacidad de  formar parte de un Estado o separarse del mismo (para formar Estado propio o integrarse en otro), estas consideraciones son las posibilidades reales que otorga el derecho a la libre determinación.

El artículo 3 del proyecto constitucional que será sometido a referendo el 25 de enero del 2009, dice». La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos,  las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano.» Se establece que la nación boliviana  se conforma con totalidad de las bolivianas y bolivianos, por lo tanto, las naciones indígena originario campesinos son o no son bolivianas y bolivianos, o es que la inclusión viene por estar en este artículo de la constitución.

Por otra parte, las  comunidades interculturales y las afrobolivianas, constituyen el pueblo junto a los pueblos indígena originario campesinos. ¿Donde quedan las bolivianas y bolivianos? ¿Son otra categoría socio-política o etnonacional? No, porqué al comienzo del artículo dice «La nación boliviana». Acaso, el conjunto de habitantes de un Estado Nación, se entiende y se comprende como el pueblo, pero  entonces… no serían el pueblo las bolivianas y bolivianos, ¿Cómo interpretar? Creo  que lo mejor es ver el proyecto del 15 de agosto del 2007 presentado por el MAS, para seguir este breve comentario. En el artículo 3 de este proyecto dice: (Pueblo Boliviano) «El pueblo boliviano es el conjunto de las bolivianas y bolivianos, pertenecientes a las comunidades urbanas de diferentes clases sociales, a las naciones y pueblos originarios, campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas» De la lectura de este artículo que podemos colegir ¿Una equivocación? Corregida a tiempo.También cabe  ¿Simplemente es un caos terminológico? En la construcción o destrucción de los conceptos de  pueblo y de  nación.

El proyecto de CPE del MAS, del 15 de agosto del 2007 (publicado como separata del Nuevo Día) establece en los dos artículo que están en análisis, modificaciones de fondo y forma. El Artículo 1 decía.- «(El Estado) I. Bolivia es un estado unitario plurinacional comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, social, descentralizado y con autonomías territoriales, se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüistico.» Las autonomías estaban consagradas al decir:» con autonomías territoriales», dado que el derecho autonómico (de autonomías) considera los territorios como factor esencial de su constitución.

Recurramos  a Pierre Bourdieu  para tratar de entender el habitus,  de quienes redactaron el proyecto constitucional, dado que además de modificar el proyecto de agosto del 2007, introducen reformas y amplían en más de 70 artículos. La falta de divulgación permite tener vacíos de  información.

El Habitus de quienes modificaron el espíritu del constituyente (Asamblea Constituyente) muestra que los esquemas generativos de los sujetos sociales y políticos, tienen un modo de percibir la realidad política de manera diletante y  también actúan en ella, obedeciendo a elaboraciones que no son vivencias de nuestra realidad diversa y diferenciada.

La profecía autocumplida bajo los esquemas generativos de los sujetos políticos, ha colocado con demasiada insistencia el etnonacionalismo, en base a la respuesta de una pregunta del censo del 2001, relativa a su identificación étnica, quizás por aquí se debió comenzar. Creo que la aceptación de la identificación étnica, es un elemento favorable y  aglutinador al expresar una relación sentimental y telúrica, que permitiría la construcción del Estado nacional incluyente sin eufemismos ni racismos de uno y otro lado. Cuando se me preguntó a que étnia pertenecía, respondí a la guaraní. No sé cuantos bolivianos lo hicieron, pero la manipulación de conceptos, pensamientos y percepciones, han dado lugar a acciones políticas confrontacionales.  

Como está de moda el «Hip Hop», la actual dirigencia política del gobierno y la oposición,  la asumen para conjuncionar en sus predicciones,el tema de los datos del censo del 2001 y el tema de Yugoslavia (los Balcanes).  Por ello, es bueno recordar que en esta república (creada en 1919) en Belgrado, se manipuló el sentimiento de pertenencia, haciendo que en los datos censales de 1981, no había en Macedonia gente con  sentimiento búlgaro y griego, no se puede negar que  logró  éxito, pero ¿a qué costo?

Sobre el tema en cuestión, tuvo como desenlace que en 1991 (a los 10 años de la manipulación) se conformase la República de Macedonia, con este nombre a tenido problema por la impugnación de Grecia, y otros países; por lo cual, debe asumir el nombre de Antigua República Yugoslava de Macedonia reconocido por las Naciones Unidas en 1993.

No es la búsqueda de una interpretación colectiva, lo que guía a la dirigencia. sino que (en el lenguaje de Bourdieu,) obedece a la capacidad de interpretación de la historia de cada sujeto, lo que suponen  que es la interiorización de la estructura social, del campo concreto de relaciones sociales, es la que el agente social se ha conformado como tal. Por lo tanto, de acuerdo a lo conocido, es una elucubración que no surge de las entrañas del pueblo, (Asamblea Constituyente) sino que es un producto oenegesista, cuyos pensamientos, percepciones y acciones, no tienen el habitus (percepción del mundo), para el propósito transformador que requiere el país, tampoco campo político. Quizás, una travesura del campo «científico», en donde el profeta, autocumple su profecía.

¿Bolivia un hecho incomprensible?

Contestar esta pregunta obliga a formular otra ¿Porqué es un hecho incomprensible? Porque no se puede comprender su proceso histórico, sin observar  el sometimiento de las élites a un modelo exógeno de desarrollo que determina una economía rentista y la construcción un modelo de desarrollo hacia fuera. Es un hecho incomprensible que no haya modelado un Estado nacional incluyente y con capacidad internacional.

Existen posiciones desde distintos lados del calidoscopio político nacional (obvio la dicotomía izquierda y derecha) que defienden posiciones difíciles de defenderse, dado que la dura y cruda realidad nacional demuestra que fallaron en la orientación, en la conducción, en la creación de una nación que incorpore a todas sus etnias y aproveche su geografía (en su posición continental y en su biodiversidad) en la formación de un Estado nacional sólido e incluyente, en el cual las instituciones actúen por encima de las angurrias personales y de grupos. Sin embargo, se buscó establecer un  país hueco, inarticulado.

Marx al defender el derecho democrático de las naciones para decidir su propio destino histórico, en  1867 formuló la defensa de la independencia de Irlanda, por considerarla una condición  necesaria para el triunfo de la revolución en Irlanda e Inglaterra: en carta de Marx a Engels, el 2 de noviembre de 1867 decía «Antes creía imposible la separación de Irlanda de Inglaterra. Ahora la creo inevitable, aunque después de la separación se pueda llegar a una Federación». ¿Qué caminos se van ha experimentar?

La construcción del Estado nación, en nuestro país, obedece a posiciones coyunturales, a intereses de grupos que dejan de lado el conjunto nacional (la gente y su geografía). Se establece por un lado, un falso debate ideológico, entre la defensa de un demo-liberalismo inconsecuente con su teoría, porque su práctica ha sido limitar la institucionalidad que reclama. Por otro lado, una izquierda (no mayoritaria) sin el diagnóstico correcto, que olvida la cuestión nacional (Lenin y Stalin) a la cual ya  me he referido.

El proceso político concreto, debe conducirnos bajo los lineamientos que dice José Carlos Mariátegui: «La historia es duración. No vale el grito aislado, por muy largo que sea su eco; vale la prédica constante, continua, persistente. No vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento.». El proceso democrático desde 1982 hasta hoy, está lejos de haber conformado una historia de larga duración, es una serie de gritos aislados, intermitentes, que no conjugan un concepto germinal.

La idea germinal de Mariátegui, es secuestrada en nuestro país, por el iluminismo de los círculos del poder, que a su turno secuestran al pueblo en el Palacio Quemado, bloqueando la mirada al conjunto nacional, así se posesiona una visión unidimensional, se encapsula nuestra compleja realidad. El último acontecimiento, es la destitución del Poder Constituyente por el Poder Constituido, que despojó la voluntad y la soberanía popular de su pacto nacional constituyente, se abortó la idea germinal mariateguista.

Este concepto de lo vacío, de lo hueco, se expresa en el establecimiento de un colonialismo interno, que no sólo es en lo étnico, sino también, es geográfico e invertebrado. Las permanentes y encubiertas políticas de no  desarrollar la minería y sus actividades colaterales, ejecutan una política propia de país rentista, que destina sus ingresos en el consumo suntuario, o para importar productos agrícolas que pueden y deben producirse en la zona altiplánica y valles andinos, y se compra con la pasajera bonanza de los precios internacionales altos, chatarras, de la opulencia de los países ricos.

En este contexto, se ha establecido un juego peligroso: el vaciamiento poblacional de nuestra geografía andina. De este modo, sin explicitarse la estrategia, también sin comprenderla, se ejecuta un despoblamiento sistemático, de altos costos para quienes deben asumir el exilio de su medio cultural y económico, y se establece una geopolítica suicida para el país.

Esta política, obedece a la incapacidad de quienes ejercen la actividad minera, que no integran un espacio homogéneo de desarrollo, en torno a esta actividad, integrando verticalmente el proceso productivo y por otro lado, eslabonado este desarrollo con actividades agropecuarias autosustentables.

 La Estrategia Socio-económica de Desarrollo Nacional 1971 – 1991, en el Gobierno del Gral. Ovando Candia, consideró integrar el área rural (comunidades indígenas campesinas) al proceso de industrialización, por medio de establecer actividades de complementariedad laboral.  

Esta política de exclusión y diáspora a los pueblos andinos, está orientada a despresurizar los problemas sociales emergentes de los ciclos de precios bajos de la minería, y especialmente a transferir los costes a lo gente desprotegida, de esto modo se protege, a quienes no han buscado solución en la modernización de la actividad minera. También, hay que anotar que tiende «a corregir» la tenencia de la tierra por la minifundización, aspecto corregible, si acogemos el modelo de la organización social comunitaria, con mejoras tecnológicas y nuevas actividades laborales.

El peligro de esta política minera de jugar a la diáspora de nuestros pueblos; es que continuamente se vacían los espacios geográficos y se pone en riesgo la geopolítica nacional. Por otro lado, los despresurizadores naturales: Buenos Aires y zonas del norte argentino, en la República Argentina y en nuestro país, el departamento de Santa Cruz, en especial su capital Santa Cruz de La sierra, tienen su desarrollo económico con tendencia negativa,  o al estancamiento.

Como se anota en otra parte este comentario, Santa Cruz de La Sierra, es un proceso de urbanización, no un polo de desarrollo industrial, las funestas consecuencias son obvias y predecibles, los futuros conflictos no serán en los términos de autonomía y etnicidad, sino de violencia e inseguridad ciudadana, derivadas de  la angustiante y creciente  pobreza, que acarrea esta situación de dejar pasar y dejar hacer lo político, por el impacto negativo en lo social y la ausencia en la planificación del desarrollo, con la consecuente irracionalidad en la inversión pública y privada.  

Es incompresible, que las ventajas de nuestra diversidad étnica y  geográfica, se hayan  despreciado en la lucha de poder político, para excluir y no construir. Tampoco se debe ignorar que es un espacio geopolítico difícil, pero a su vez ofrece inmensas posibilidades al manejo inteligente, con sentido y sentimiento nacional, para una inserción articular en el continente sudamericano. En mi comentario ¿Bolivia la Hora del cambio? sostengo que «El país que tenemos (como ninguno en Sudamérica) es el resultado de la decantación de una serie de perversidades propias (una dirigencia que no ha querido formar la Nación y el Estado) y otras situaciones provocadas por nuestros hermanos vecinos e intereses imperialistas. Bolivia es el núcleo vital de la dura realidad que nos ha tocado vivir en estos 183 años de vida republicana. Se ha consolidado en lo geográfico algo más que una simple geografía; un espacio cultural y étnico de incalculable valor, pero que sólo tiene futuro en armonía y sin odios. Su ecología es una síntesis de América del Sur. Su biodiversidad representa una geoeconomía de indudable gravitación. «

Retomando el concepto del habitus de las acciones humanas (y políticas),  de las dirigencias, se colige que no son respuestas que aparecen de manera espontánea frente a un estímulo, son por el contrario, el fruto de todo un proceso  histórico de desencuentros, de carencia de diálogo, de falta de una construcción cooperativa de la comunidad boliviana, este habitus, aparece con insistencia dado, que es  un saber que socialmente ha sido adquirido, como indica Pierre Bourdieu, es «un conjunto de relaciones históricas depositadas en los cuerpos individuales bajo la forma de esquemas mentales y corporales de percepción, apreciación y acción»

Conclusiones

Es común el error de asumir que las áreas urbanas más densamente pobladas, de nuestro país, han ingresado a plenitud a la modernidad y que, obedecen a un proceso de industrialización (gradual, incipiente o acelerado). En base a este diagnóstico errado, se formulan hipótesis también erradas. Las tres áreas del denominado eje nacional de desarrollo: La Paz (incluyendo El Alto), Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, se están conformando como sociedades de masas, pero sin industrialización y sin industrias, son grandes procesos de urbanización de la pobreza, en especial en Santa Cruz de la Sierra y El Alto, donde se nota insistentemente  la desigualdad económica. No existe lo que R. Aron señaló para las sociedades industriales: «(…) y organizan una jerarquía de consumidores y productores»

Nuestro relacionamiento internacional, no es compatible con una política que busca acortar las distancias, y acelerar los tiempos históricos para entregar justicia social y desarrollo. Con Brasil, estamos en lo de siempre, cuando nuestra balanza está mejorando (tenemos superávit) nos tenemos que endeudar.

Es una zafacoca extraña lo que les pasa a la gente que se sienta en el Palacio Quemado, hay que quemar las ventajas comparativas momentáneas. Hoy en vez de haber negociado con Brasil, un nuevo precio del gas (obviamente unas nuevas polinómicas, en la fórmula del precio), dado que con Argentina, se había realizado una negociación del gas que supera a lo que tenemos con Brasil. La autocomplacencia ha venido por aceptar que el contrato con Brasil, es anterior al de la negociación con la Argentina; de ser así, no se hubiera podido llevar a cabo, la nacionalización  del petróleo, el 1 de mayo del 2006.

La actual venta de gas al Brasil, se puede resumir de manera muy sencilla: se vende leche entera (con toda su crema) por leche descremada, envileciendo así el precio y, restando capacidad para generar mayor excedente económico, para nuestro desarrollo. Son alrededor de 300 millones de dólares que perdemos anualmente, y espero que no salga un ilustrado, a calcular que es menos, por la drástica reducción  del precio internacional del petróleo  y sus derivados en el mercado mundial, lo cual esta íntimamente relacionado con el precio del gas que vendemos.

El monotema autonomista ha jibarizado el debate político y cuasi paralizado el proceso económico de planificación y gestión. Se hace notar en que las auditorias petroleras, realizadas por el Ing. Enrique Mariaca Bilbao, a las empresas petroleras, se detectó beneficios ilegales por 1.740 millones de dólares, que parece, que han pasado al olvido. El Ing. Mariaca, es un respetable ciudadano y un extraordinario profesional, que ligó su vida a la defensa del petróleo, y conoce desde los inicios a YPFB, por ello, es que llama más la atención el olvido ¿Será uno de los nuevos olvidos autonomistas? Hay que destacar que lo que dejó de percibir el país por reducción impositiva, (50% por 18%) nada tiene que ver con los beneficios ilegales de las auditorias antes citadas.

La profecía autocumplida (autonomista) es una predicción en sí misma, para que se haga realidad, es una autoprotección de sus gestores. Según Merton: «(…) una profecía  autocumplida se autorrealiza al principio, con una definición «falsa» y esta situación despierta un nuevo comportamiento que logra que la falsa concepción original de la situación se vuelva «verdadera». (…) así, si una situación es definida como real, esa situación tiene efectos reales.»

En estos comentarios, he venido señalando la política del tercer excluido, que se practica en nuestro país, de este modo, sólo existe una moneda única, se fusionan las visiones o miradas del gobierno y la oposición, para que no haya debate, para que no surja una posición alternativa que amplíe el horizonte. Ocurre como en el tango, que para bailarlo se necesitan dos, así disciplinalmente se cumple este precepto. Con el tango de Luís Alposta: «De todo y para dos», se refleja la política que señalo. Al inicio y en su parte final dice:

«En nombre del patrón
me permito recomendarle nuestra especialidad.
Es un plato para altos funcionarios
que sólo se sirve en los mejores restaurantes.

Bien Señor!
¡Sí Señor!
Registré su pedido:
de todo y para dos.