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Profundización y transformación de la democracia liberal

Fuentes: Rebelión

Las decisiones emanadas de una asamblea de ciudadanos en contraposición a las decisiones tomadas por un rey o por un emperador era lo que los griegos llamaban gobierno del pueblo o democracia, y como los atenienses no consideraban ciudadanos a los esclavos ni a las mujeres podemos hablar de una democracia excluyente con contradicciones y […]

Las decisiones emanadas de una asamblea de ciudadanos en contraposición a las decisiones tomadas por un rey o por un emperador era lo que los griegos llamaban gobierno del pueblo o democracia, y como los atenienses no consideraban ciudadanos a los esclavos ni a las mujeres podemos hablar de una democracia excluyente con contradicciones y dinámicas sociopolíticas particulares.

Bolivia a vivido una «democracia» cualitativamente excluyente con semejanzas a la democracia ateniense hasta antes del voto universal incorporado después de la revolución del 52, también con sus propias contradicciones y dinámicas sociopolíticas, económicas y religiosas.

La democracia boliviana ha ido tomando variados rumbos, en muchas etapas comparables con las democracias de sociedades milenarias y en otras con modelos de democracias implementadas en sociedades contemporáneas, hasta llegar, por el mismo desarrollo de la sociedad boliviana a una etapa que demanda incorporar elementos propios del imaginario colectivo y de las prácticas ancestrales de los pueblos originarios.

La incorporación de imaginarios colectivos y experiencias de alto contenido democráticos se ha ido generando a partir de, y generando al mismo tiempo, procesos de demandas reivindicativas económicas, sociales, religiosas, culturales, etc. desde antes y durante la vida republicana, tanto en materia constitucional como en ámbitos de praxis política.

Y esta realidad, la expuesta en el párrafo anterior, es necesaria empezar a procesarla, no como una mera descripción de hechos  sino cualificándolo desde categoría teóricas para entender el estado actual de la democracia en Bolivia. El materialismo histórico como método de análisis nos puede llevar a entender las contradicciones existentes entre organizaciones o agrupaciones conservadoras frente a colectivos críticos de transformación y profundización de la democracia  con objeto de obtener, desde el debate y la deliberación constituyente, más explicaciones y referencias teóricas – prácticas de la democracia en Bolivia

El asunto en cuestión puede partir de la idea de profundización y transformación de la democracia liberal representativa. Entonces ¿Cómo identificar quienes intentan profundizar o transformar la democracia liberal y quienes no?
Un buen indicador para entender la profundización de la democracia puede encontrarse en los imaginarios radicales expuestos en procesos sociales, económicos y políticos que dan fe de una visión de sociedad sin estado; que no es precisamente la visión sacramentada e inmaculada del Estado y la institucionalidad defendida por políticos e ideólogos conservadores y defensores de la democracia representativa liberal. En realidad ya hacemos referencia en este párrafo a dos concepciones claramente representadas en el proceso constituyente en Bolivia. Uno con la reforma superficial a la democracia representativa liberal y otro con la profundización y posterior transformación de la democracia liberal.
Y aunque el imaginario radical, para avanzar en la democracia, como lo decíamos mas arriba, demanda una visión de sociedad sin estado, en un principio no pidamos que se deshagan de la idea del Estado, pero invitemos por un momento a imaginarse una sociedad más democrática que la actual. Invitemos, a radicales y no radicales a que no piensen en potenciar el Estado, sino a que piensen en fortalecer la democracia. ¡Pensemos en algo que profundice la democracia!
Si alguien ha pensado sólo en una proporción numérica como indicador que profundiza la democracia, por favor, esfuércese más, no sea tan simplón y sobre todo no espere que le creamos.

Es difícil imaginarse de un saque, no lo dudamos, pero algunos acercamientos teóricos y testimonios vivenciales comunitarios pueden ayudarnos, no solo a imaginarnos y dejarlos así, sino que nos ayudará a explicar los procesos de la profundización de la democracia representativa liberal.

En ese entendido, a manera de repetir algunas recetas teórica nos adherimos a la ideas de que la democracia representativa puede ser fortalecida desde una democracia directa, algunos mecanismos ya fueron probados en Suiza y Estados Unidos con resultados favorables, y también en Bolivia. (Asamblea Popular, autogestión obrera). Otras experiencias de profundización y superación de la democracia liberal fueron expuestas con la denominada democracia deliberativa que pone énfasis en la deliberación y el debate y no en el sufragio universal. Y podemos seguir recogiendo experiencias democráticas desde el seno de las sociedades liberales, pensemos en una democracia participativa (Audiencias públicas, recursos administrativos más participativos, ombudsman , defensor del pueblo, etc.) o en definitiva pensar en una democracia social basada en instancias organizadas como consejos económicos sociales, diálogo, cumbres sociales, etc.)
Frente a esta gama de posibilidades de democracia, con características coyunturales ligadas inevitablemente al liberalismo representativo, podemos imaginarnos sociedades más democráticas y exponer los indicadores adecuados que nos permitan auscultar los niveles de profundización de la democracia liberal.

Para ayudar a imaginarnos sociedades mas democráticas en márgenes liberales, si entendemos los hechos siguiente como características al mismo tiempo; por ejemplo podríamos, establecer y crear las herramientas e instrumentos que ayuden a determinar, de la manera mas certera posible, si la Constitución Política del Estado controla el funcionamiento formal del gobierno y se constituye en la norma jurídica o Estado de Derecho que facilita el  relacionamiento  político, económico y social.

Igualmente necesitamos entender claramente el rol de los tres poderes de la democracia representativa liberal y su dependencia o de manera contraria establecer con claridad los márgenes constitucionales de su inter- relacionamiento acordado.

Y así, dentro las características o hechos de la democracia liberal debemos valorar el derecho a elegir y ser elegido mediante el voto universal, la protección al derecho de propiedad, la existencia de varios partidos políticos, la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de asociación.

Por todo y algo mas de lo anterior se tiene que empezar o finalmente solo continuar, con la búsqueda de la forma de profundizar la democracia liberal o mejorarla al grado de suponer necesario, en algún momento, su definitiva transformación cualitativa. En si, mejorar ya de por sí es una buena receta o en definitiva la mejor, por usar el criterio de Winston Churchill.

Winston Churchill decia que «La democracia es el peor de los regímenes, con excepción de todos los que se han probado» Esta afirmación puesto en positivo expresaría que «La democracia es el mejor de los regímenes, a excepción de los que no se han probado»  Esta forma de decir es mas alentadora e incitante a probar mas formas de democracia.

Si esa objeción de democracias que hacía mención Churchill la acoplamos a la definición que daba Abrahan Lincoln durante uno de sus famosos discursos  cuando decía que «la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo» se puede afirmar que toda transformación o profundización de la democracia es objeto mismo del quehacer del pueblo. En otras palabras, es el pueblo que transforma o profundiza la democracia, pero no desde las instituciones o desde el estado mismo, sino desde sus prácticas democráticas que intuyen una visión de sociedad con igualdad de derechos y no sólo con la regla de la mayoría y el derecho de la minoría. Sino el principio de la igualdad entre todos.

En esa línea, el de la transformación y profundización de la democracia, la novedad solo existe en la alta creatividad, todo lo demás es camino recorrido.

Lamentablemente desde la implementación y consolidación procesual de una democracia liberal en Bolivia, los sectores dominantes se han esforzado de  manipularlo, conservarlo y decorarlo con adornos modernistas. Uno de los adornos o decorados superficiales de la democracia liberal representativas en la actual coyuntura constituyente es magnificar una relación de proporcionalidad – 2/3 o mayoría absoluta – para interrumpir el renacer de milenarias formas democráticas cualitativamente superiores a la democracia liberal; por decir algo. De la misma manera podríamos tratar el tema de la Capitalidad Plena. En todo caso ambos temas necesitan ser tratados específicamente en al marco del aporte o no a la profundización y transformación de la democracia liberal representativa. De eso también hablaremos en un acápite posterior. Por ahora sigamos el desarrollo del tema apoyándonos ahora en algunas experiencias de democracia en el mundo, ya que para el caso nacional ocuparemos un espacio aparte.

En el siglo XII la liga democrática y constitucional de Haudenosaunnee integrada por las naciones de Séneca, Cayuga, Oneida, Onondaga y Mohicanos consagraron las limitaciones de los poderes  así como la igualdad democrática entre hombre y mujeres.

La soberanía de los pueblos ya fue practicada por las llamadas democracias campesinas en el siglo XII. Estas experiencias fueron recogidas por Rosseau, Locke y Hobbes. Igualmente la escuela de Salamanca atacó la idea del poder de los reyes por designio divino refiriéndose a que el pueblo era el receptor de la soberanía.

La revolución de los comuneros en Paraguay, el año 1735 sostuvo que «la voluntad del común es superior a la del propio rey». En Brasil, las naciones afroamericanas que lograron escapar de las reducciones portuguesas, se organizaron en repúblicas democráticas.

Y en Bolivia, las prácticas democráticas ancestrales son mas variadas y riquísimas, muchas de ellas ya son parte del debate constituyente, pero que  lamentablemente hay quienes creen que eso es volver a los 500 años.

De esto hablaremos mas adelante, ya lo dijimos,  pero para terminar con la idea que empezamos en esta parte, afirmamos que los discursos de profundización de la democracia y estrategias deliberativas que vienen manejando sectores conservadores, sólo buscan poner seguros y candados a la puerta que introducen a los ambientes de la democracia liberal representativa para no «contaminarla» con concepciones que nieguen esta limitada democracia y la trasformen en democracias deliberativas, participativas, directa, populares, comunitarias, asambleístas y otras, que ya han sido expuestas
en varias propuestas en la Asamblea Constituyente.

Pues en última instancia, recurriendo a las variadas formas de organización social de las comunidades bolivianas y de las poblaciones interculturales, es necesario seguir profundizando la democracia representativa en miras a su transformación, pero también es bueno empezar ha hacerlo contraponiéndose a la democracia liberal y partiendo de una democracia comunitaria y asambleísta, para que desde abajo sea posible construir nuevas relaciones democráticas y por ende una democracia superior a todas las conocidas.