El centro de la ciudad de La Paz quedó semiparalizada gran parte de la mañana de este viernes por una multitudinaria protesta de maestros urbanos, que rechazan la intención gubernamental de imponer una nueva ley educativa al margen de los educadores y que consideran como una continuación de la actual política neoliberal.«Estamos exigiendo la renuncia […]
El centro de la ciudad de La Paz quedó semiparalizada gran parte de la mañana de este viernes por una multitudinaria protesta de maestros urbanos, que rechazan la intención gubernamental de imponer una nueva ley educativa al margen de los educadores y que consideran como una continuación de la actual política neoliberal.
«Estamos exigiendo la renuncia del ministro (de Educación) Félix Patzi y exigimos la convocatoria a un verdadero Congreso Nacional de Educación, donde realmente se discuta y se defina una ley que permita que los estudiantes alcancen un verdadero conocimiento y no como ahora que sólo repiten de memoria lo que se enseña en las aulas», dijo Wilma Plata, la dirigente trotskysta del magisterio paceño que hoy cumple un paro de 24 horas.
La masiva protesta inició la gran batalla por la educación en la que están enfrentados el gobierno del presidente Evo Morales y los principales actores de la educación urbana, como maestros, universidades y sectores laborales vinculados a la Central Obrera Boliviana (COB). La administración gubernamental cuenta con apoyo de los maestros rurales y sectores campesinos, alineados en torno a una propuesta educativa que tipifican como liberadora, descolonizadora, pluralista y participativa.
Esta propuesta fue aprobada hace un mes en la ciudad de Sucre, en el cuestionado II Congreso Nacional de la Educación, que sin embargo perdió legitimidad y consenso al concluir sólo con el apoyo de los sectores que respaldan al gubernamental Movimiento al socialismo (MAS) y frente al abandono de maestros urbanos, universidades, la COB, la Iglesia y otros sectores.
Los maestros urbanos y los otros sectores que los apoyan creen, por el contrario, que el proyecto gubernamental es de corte neoliberal, que se alinea tras los postulados de los organismos internacionales que sólo buscan formar mano de obra barata y dócil, con un sistema de aprendizaje memorístico, repetitivo y ajeno a la realidad, sustentado sobre una base filosófica indigenista que no se adecúa ni a la actual realidad del área rural ni de las ciudades.
«Estamos llevando dos ataúdes, que representan a las dos leyes malditas, la ley neoliberal de reforma educativa (actualmente en vigencia y que fuera impuesta a mediados de los 90 por el Banco Mundial) y el proyecto del gobierno, que son dos leyes gemelas con las que quieren destruir la educación fiscal», graficó Plata.
‘El Consejo consultivo del magisterio urbano ratificó la defensa de la educación fiscal y gratuita en Bolivia, rechazando los intentos gubernamentales de impulsar la descentralización, municipalización y privatización encubierta’, agregó el profesor José Luis Alvarez.
Otras exigencias del Consejo Consultivo, conformado por delegados de todas las escuelas fiscales de la ciudad de La Paz y sus provincias, son preservar la autonomía universitaria y todas las conquistas sociales y salariales del magisterio, amenazadas de ser eliminadas por el proyecto gubernamental.
Huelga ilegal
Desde la trinchera contraria, el ministro Patzi declaró como ilegal la huelga del magisterio y calificó como injustificadas las protestas.
La autoridad anunció que los directores de establecimientos educativos deberán enviar informes de asistencia de los maestros para sancionar a los huelguistas. «Los maestros huelguistas serán sancionados con el descuento de su sueldo por cada día que paren».
La protesta de los maestros se realizó sin incidentes ni violencia, a pesar de que la Policía abandonó sus labores de seguridad y vigilancia, reclamando un incremento en sus salarios mayor al dispuesto por el Gobierno y que es del 3 por ciento.