La Paz, agosto 30, 2004.- En la segunda semana de protestas sociales por la nacionalización del gas y el petróleo, decenas de miles de campesinos, cocaleros, trabajadores y vecinos de los barrios más pobres, junto a partidarios del diputado cocalero Evo Morales, coparon hoy las calles y avenidas de seis de las más grandes ciudades […]
La Paz, agosto 30, 2004.- En la segunda semana de protestas sociales por la nacionalización del gas y el petróleo, decenas de miles de campesinos, cocaleros, trabajadores y vecinos de los barrios más pobres, junto a partidarios del diputado cocalero Evo Morales, coparon hoy las calles y avenidas de seis de las más grandes ciudades de Bolivia.
«El pueblo se moviliza otra vez para recuperar los hidrocarburos para los bolivianos y porque el gobierno no está respetando ese mandato del referéndum (…) La recuperación es sinónimo de nacionalización. Y para nacionalizar se debe revisar y anular los 78 contratos (de las petroleras)», dijo Morales durante la multitudinaria concentración realizada esta tarde en la ciudad de Cochabamba, el epicentro de la protesta.
Morales y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), que hasta ahora habían sido el principal sostén del gobierno neoliberal y habían respaldado el referéndum del 18 de julio, se han dado la vuelta y acusan al presidente Carlos Mesa de «manipular los resultados de la consulta» y someterse a las transnacionales.
«Advertimos al gobierno que debe respetar la voluntad soberana del pueblo (…) pero la ley que mandó (al Congreso sobre el gas) es copia fiel de la ley de Sánchez de Lozada», agregó.
Las protestas también se sucedieron en las ciudades de La Paz, Sucre, Santa Cruz, Montero, Potosí y Oruro, paralizándose por varias horas el centro citadino. Las consignas que animaron las protestas fueron uniformes: nacionalización del gas y el petróleo, aprobación de una ley de nacionalización, inmediato juicio de responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, rechazo al tratado de libre comercio entre los países andinos y Estados Unidos, respeto a los cultivos de coca y condena a la criminalización de la protesta social.
Casi las mismas consignas que días atrás ya habían enarbolado los sectores populares, los vecinos y la Central Obrera, que se habían opuesto al referéndum, al que calificaron como «tramposo» y en extremo favorable a las petroleras extranjeras. La semana pasada, una huelga del transporte, acompañada de marchas de vecinos de los barrios más pobres, obreros y campesinos sin tierra, había semiparalizado las ciudades de La Paz, El Alto y Cochabamba en demanda del congelamiento de los precios de los carburantes y por la nacionalización del gas.
El viernes, miles de trabajadores fabriles de La Paz habían tomado el centro de la ciudad con una marcha de teas, reivindicando las mismas demandas y un mejor salario.
LA MARCHA COCALERA
En Cochabamba, epicentro de la protesta, miles de cocaleros, campesinos y comunarios marcharon este lunes exigiendo la anulación de los contratos que han permitido que las transnacionales petroleras se apoderen de todas las reservas de gas y petróleo valuadas en más de cien mil millones de dólares.
¡Petróleo sí, yanquis no!, ¡Coca sí, yanquis no!, clamó la multitud. «El 18 de julio el pueblo ha votado y ha decidido, pero el gobierno no ha cumplido con ese mandato», dijo la dirigenta cocalera Leonilda Zurita, quien pidió a gritos el «juicio de responsabilidad contra Sánchez de Lozada, el asesino».
«El gobierno y las transnacionales quieren hacer aprobar una ley que no incluye la nacionalización que por derecho corresponde», dijo, por su parte, el diputado Morales, que horas atrás había llamado a unidad a la Central Obrera Boliviana y a otras organizaciones sociales y populares, de las que se había distanciado por su apoyo al referéndum.
Según Morales, que fue expulsado de la COB por traición al apoyar el referéndum, todos los sectores deberían dejar de lado sus diferencias pasadas y unirse en la lucha contra las transnacionales. «Lo que importa ahora es luchar todos juntos por la nacionalización», dijo, a pesar de que varios dirigentes creen que su «radicalidad» y enfrentamiento con Mesa está motivada sólo por «razones electorales» y los comicios municipales de fin de año.
GREMIALES MARCHAN EN LA PAZ
Esta mañana en La Paz, miles de gremialistas, campesinos, desocupados y trabajadores de diversos sectores marcharon exigiendo la inmediata nacionalización del gas y el petróleo, junto a otras reivindicaciones sectoriales. Zenón Yupanqui, dirigente de los comerciantes minoristas, dijo que la movilización buscaba que el «presidente Mesa cumpla con el mandato popular y nacionalice los hidrocarburos».
De la movilización también participaron partidarios del MAS, que se oponen al proyecto de ley del gobierno que viabiliza los millonarios negocios transnacionales de exportación de gas y que legaliza su control y propiedad sobre todas las reservas de gas y petróleo de Bolivia.
Este proyecto -conocido como la Ley «corta» o de cumplimiento del referéndum- había sido inicialmente rechazado por las organizaciones sociales y por los partidos políticos con representación parlamentaria, lo que ha motivado intensas negociaciones entre el Congreso y el Ejecutivo en las últimas horas.
MARCHAS EN EL ORIENTE
En Montero, a 50 kilómetros al norte de Santa Cruz, centenares de campesinos y comunarios del oriente marcharon en «rechazo al proyecto de Mesa». «Las transnacionales se están enriqueciendo a costa del pueblo (…) Llegó la hora de nacionalizar el gas», dijo el dirigente campesino Rivero, que encabezó la nutrida protesta. En la marcha también participaron los cañeros y productores azucareros que defienden el ingenio de Unagro, que el Gobierno intenta intervenir porque no honró el pago de sus deudas.
En la ciudad de Santa Cruz, campesinos y militantes del MAS marcharon durante la mañana para exigir la nacionalización de los hidrocarburos y el inicio de juicio de responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. La movilización es pacífica, informó Nemesia Achacallo, jefa regional del MAS.
CAMPESINOS EN SUCRE
En la ciudad de Sucre, los campesinos también fueron el eje de la protesta. Wilmer Flores, dirigente agrario de Chuquisaca aseguró que continuarán movilizándose hasta que se dé la nacionalización del gas y hasta que Sánchez de Lozada sea enjuiciado.
«Fuerza, fuerza, fuerza compañeros, que la lucha es dura, pero venceremos», gritaron los campesinos, mientras quemaban un muñeco que simbolizaba al ex presidente Sánchez de Lozada.
Similares protestas se realizaron en los distritos de Oruro y Potosí.