Ante el avance del deterioro ambiental, la construcción de un nuevo modelo civilizatorio es urgente. Dos concepciones se enfrentan para alcanzar ese objetivo: El indigenismo y los Estados Continentales. El indigenismo considera que el modelo de Estado-nación es un apéndice del sistema-mundo capitalista y del extractivismo, para luego presentarse como alternativa teórica, política y […]
Ante el avance del deterioro ambiental, la construcción de un nuevo modelo civilizatorio es urgente. Dos concepciones se enfrentan para alcanzar ese objetivo: El indigenismo y los Estados Continentales. El indigenismo considera que el modelo de Estado-nación es un apéndice del sistema-mundo capitalista y del extractivismo, para luego presentarse como alternativa teórica, política y cultural, que consolidará un Estado plurinacional, comunitario y autonómico, única forma de vencer al capitalismo (1) El indigenismo se basa en el concepto de «Vivir Bien», que implica «el acceso y disfrute de los bienes materiales en armonía con la naturaleza y las personas. Es la dimensión humana de la realización afectiva y espiritual. Las personas no viven aisladas sino en familia y en un entorno social y de la naturaleza. No se puede Vivir Bien si los demás viven mal o se daña la naturaleza. A la luz de lo anterior y en sintonía de los pueblos andinos, amazónicos y la gran mayoría de los pueblos originarios del mundo, a los bienes ‘materiales’ se añaden los espirituales, como son todos los intercambios de reciprocidad…. Lo central del desarrollo para vivir y convivir bien ya no puede ser sólo lo económico ni menos el crecimiento y el lucro, caiga quien caiga. Vivimos más bien una doble revolución copernicana en la concepción del desarrollo. Primera: Ya no gira todo en torno al crecimiento económico sino que lo económico gira más bien en torno al crecimiento en la humanidad. Segunda, tampoco la Madre Tierra –el cosmos siendo más inclusivos–, gira en torno al interés sólo de los humanos sino que nosotros nos sentimos también fruto y parte de esta Madre Tierra y cosmos y tenemos que avanzar y convivir juntos de una manera armónica. De la prioridad económica se pasa a la humana y ésta se inserta en lo cósmico, que no excluye lo demás pero le da un sentido más incluyente. Y sólo entonces podemos comprender qué es realmente el convivir bien e intentar realizarlo«. (2)
El Vivir Bien «significará el fin del egoísmo, del individualismo y de la división –el fin del capitalismo–, y el comienzo del comunitarismo, de la solidaridad y de la complementariedad; el fin del «no-tiempo», del tener tiempo para la convivencia, para la vida familiar, para el disfrute de la amistad y del contacto con la naturaleza (3) «Como alternativa a esta economía de devastación, si queremos tener futuro, necesitamos oponer otro paradigma de economía de preservación, conservación y sostenimiento de toda la vida. Necesitamos producir, sí, pero a partir de los bienes y servicios que la naturaleza nos ofrece gratuitamente, respetando el alcance y los límites de cada bioregión, distribuyendo con equidad los frutos alcanzados, pensando en los derechos de las generaciones futuras y en los demás seres de la comunidad de vida. Ella adquiere hoy cuerpo a través de la economía biocentrada, solidaria, agro ecológica, familiar y orgánica. En ella cada comunidad busca garantizar su soberanía alimentaria: Produce lo que consume, articulando a productores y consumidores en una verdadera democracia alimentaria» (4)
La concepción de los Estados Continentales comparte los objetivos de indigenistas y ambientalistas, pero considera un engaño el hacer creer que el cambio de modelo civilizatorio será impulsado por los grandes Bancos, Paraísos Financieros, Transnacionales y Petroleras, que financian a las más importantes Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que patrocinan a indigenistas y ambientalistas y que depredan el planeta y se benefician de la succión de recursos de pueblos sometidos, de la creciente desocupación, de la explotación de trabajadores y que tratan de destruir a Estados in constituidos. Este trabajo busca demostrar este punto de vista.
EL NACIMIENTO OFICIAL DE LAS ONGs
Las ONGs nacieron de manera formal a partir del artículo 71 de la Carta de las Naciones Unidas de 1945, que dice: «El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas podrá hacer arreglos adecuados para celebrar consultas con organizaciones no gubernamentales que se ocupen de asuntos de competencia del Consejo». Como antecedente, se cita las acciones de entidades y organizaciones de beneficencia durante los procesos de colonización, así como a la actividad de la Cruz Roja Internacional. Lo anterior culminó en el establecimiento de la «Cooperative por American Relief Everywhewre» (CARE-Internacional), dependiente del gobierno estadounidense en el marco del Plan Marsall. CARE-International difunde una imagen filantrópica de EEUU. Su acción caritativa forma parte de un plan de propaganda gubernamental. Hoy en día, la rama francesa de CARE sigue cumpliendo la misma función, aunque en escenarios, como es la Palestina ocupada por Israel. Las ONGs están en todo el mundo y en muchos casos se han asociado a transnacionales. Los gobiernos las subvencionan y las empresas las financian porque son una prolongación de sus políticas. La articulación entre grandes ONGs – transnacionales es inseparable. Veamos algunos ejemplos: David Axelrod es un especialista en creación de ONGs a pedido de transnacionales y, al mismo tiempo, consejero de Barack Obama en relaciones públicas y propaganda. En EEUU, la firma ASK Public Strategies se ha especializado en la creación de ONGs por cuenta de transnacionales. En nuestro siglo, se han potenciado los actores ideológicos de la globalización unidireccional, inspirados y remunerados por potencias capitalistas, interesadas en convertir a los gobiernos nacionales en sus cautivos. Los nuevos agentes de este cambio ideológico ya no son solamente partidos políticos y personalidades sino millones de ONGs, que empezaron a crecer como hongos desde la presidencia de Ronald Reagan. En Rusía, por ejemplo, existen 220.000 ONGs registradas y otro tanto no registradas. Las potencias de Occidente están indignadas por el intento de la Duma (Congreso) de calificar de «agentes extranjeros» a aquellas ONGs que «participan en la actividad política y que reciben financiación de otros Estados o sus instituciones. Todas estas organizaciones estarán inscritas en un registro oficial y tendrán que rendir cuentas semestrales al gobierno. Las potencias de Occidente que formularon la denuncia silencian que el proyecto de la Duma es muy similar a la Ley norteamericana FARA (the Foreign Agents Registration Act) respecto a las ONGs, que reciben financiamiento extranjero, sea de gobiernos o entidades particulares. Estas ONGs deben presentar cuatro informes anuales sobre sus actividades, el dinero recibido, forma de distribuirlo y sus beneficiarios. En Israel, la última Ley sobre las ONGs (Law On Disclosure Requirements for Recipient of Support from a Foreign State Etnity), aprobada por el Kneset (Congreso), es mucho más drástica y prohíbe a las ONGs aceptar donaciones del extranjero superiores a 5.000 dólares, a las que impone el 45 por ciento de impuesto estatal. Si lo anterior ocurre en países de tanta fortaleza estatal como Rusia e Israel, imaginemos su influencia en regiones periféricas (5)
No es casual que el Grupo Bilderberg (integrado por las personalidades económicas y políticas más influyentes del planeta, desde la óptica de los centros de poder mundial) analice, a partir del 2005, el cada vez más importante papel de las ONGs en su Plan Global de dominio del mundo. Las ONGs son usadas para desacreditar a quienes generan «acciones populistas» o «tensiones anti sistémicas». Actualmente, el Grupo está creando mecanismos de interconexión entre ONGs locales, nacionales e internacionales, a fin de facilitar la formación de un gobierno global. Por supuesto, entre un total de más de 4 millones de ONGs que existen en el mundo hay un reducido grupo que toma caminos alternativos, con todas las dificultades y sacrificios que esto representa. Sin embargo, las excepciones no invalidan la regla. ¿Cómo diferenciar a las «buenas ONG» de las que no lo son? La respuesta está en las propias ONGs, las que deberían rendir cuentas de sus financiamientos a los Estados y pueblos donde operan, los que deberían tener la facultad de juzgar sus conductas. Por de pronto, no es casual que Bill Clinton declarara en la reunión de Bilderberg del 6 de mayo de 2005, en Rottach Egern, Munich, que «el crecimiento de las ONGs fue una de los hechos más extraordinarios que sucedió en el planeta después de la caída del Muro de Berlín» (6) Por su parte, Julian Assange, quien ha contribuido de manera decisiva a abrir en los últimos años las fronteras de la información, a través de wikilealks, sostiene que si bien EEUU ha dejado de promover y apoyar a dictaduras militares en América Latina, «su influencia ahora se expresa en la financiación de ciertas ONG y grupos por parte de USAID» (7)
LA OIT, LA ONU, EL BANCO MUNDIAL Y LAS ONGs
El fortalecimiento de las ONGs precedió a la renovada ofensiva imperialista en contra de los Estados in constituidos y de sus intentos de avanzar en procesos de integración regional. Esa ofensiva tuvo su punto nodal en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 27 de junio de 1989, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, de 13 de septiembre de 2007. La suscripción del Convenio 169 coincidió con la mayor coordinación entre el Banco Mundial y las grandes ONGs, que se produjo también en la década de los años ochenta. El Banco Mundial ejerció presiones (exitosas en Bolivia, a través de la ONG Conservatión International) para redimir parte de la deuda externa, a cambio de crear parques nacionales y áreas protegidas. De manera paralela, EEUU conminó a América Latina a firmar Tratados de Libre Comercio (TLC) y aplicar políticas de ajuste estructural, diseñadas a partir del Consenso de Washington» y su «Agenda Neoliberal». El 169, es un cambio radial con relación al Convenio 107, de la misma OIT, de 1957, que planteaba la integración entre los Estados Nacionales y los pueblos indígenas. La ofensiva ideológica calificó al 107 de paternalista, asimilacionista e integracionista por haber desconocido los derechos colectivos y consuetudinarios, basados en usos y costumbres. Incluso los defensores del 169, admiten que en su aprobación la participación de los pueblos indígenas fue inexistente.
El 169, todavía se preocupa de explicar que al usar la palabra pueblo en vez de poblaciones y territorios en reemplazo de tierras no existía el peligro de adoptar políticas contrarias a la soberanía de los Estados, dentro del derecho internacional. Sus exegetas advirtieron que el Convenio tenía partes muy genéricas, razón por la que debía adecuarse a las estructuras, historia o características de cada país. Estos escrúpulos fueron eliminados, salvo por su artículo final, por la Declaración de la ONU del 2007. En este contexto, Xavier Albó propuso y logró que la Declaración de la ONU, sin añadir o quitar una coma, se transformara en Ley de la República. Bolivia fue el primer país en adherirse a ese instrumento internacional.
El darwinismo social, después de usufructuar por siglos la supuesta superioridad de unas culturas sobre otras, postula ahora la igualdad de las culturas. Luego de proclamar que el pensamiento occidental es la máxima conquista del pensamiento contemporáneo, afirma ahora que sus fundamentos tienen el mismo valor que usos y costumbres tribales. En realidad, la vieja historia se repite. Las potencias, luego de usar el librecambismo para su despegue económico, hoy, a través del indigenismo y del ambientalismo, impiden que los Estados in constituidos asuman posiciones defensivas. Aprovecharon para ello, la generalizada sensibilidad social que originó la conmemoración de los 500 años de la colonización hispana. Después de haber vertebrado sus territorios con carreteras, ferrocarriles y aeropuertos e instalado miles de industrias, deciden que esa vía de desarrollo ha concluido. A partir del 169, sólo queda analizar las realidades de las semicolonias con los ojos del Banco Mundial y de las ONGs.
Entre los años 70 y 80, hubo mutuo antagonismo entre el Banco Mundial y las ONGs. En principio, las ONGs vieron al Banco Mundial como objetivo de presiones más que como una fuente potencial de acuerdos, recursos e influencia. A finales de los años 80 y principios de los 90, muchas ONGs empezaron a ejecutar programas de cooperación y se convirtieron en interlocutores en la definición de políticas, especialmente en aspectos de medio ambiente, participación popular y cuestiones de género. Por su parte, el Banco advirtió la capacidad de las ONGs para relacionarse con la sociedad, razón por la que creó un departamento de profesionales procedentes de las ONGs. También se incluyeron especialistas en ONGs en las misiones encargadas de desarrollar proyectos del Banco en el extranjero. En su sede central constituyó un equipo bilateral (Banco Mundial-ONGs) que organizó un trabajo conjunto en las distintas áreas. En 1990, las ONGs sólo formaban parte en un 12% de los proyectos financiados por el Banco. Esta proporción pasó a ser un 30% en 1995, y un 54 % en 1999, participación que en su mayoría corresponde a ONGs que trabajan en países periféricos. El Banco comprobó que las ONG tenían mayor cercanía con los necesitados, ahorraban en generales y poseían más capacidad de innovación. (8)
LAS ONGs Y LA «NACION» MAPUCHE
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Uno de los pueblos originarios más promocionados a nivel internacional es la «nación» Mapuche, la que tiene su sede en 6 Lodge Street, Bristol (Inglaterra) BS1 5LR. «El 11 de mayo de 1996, un grupo de mapuches y europeos, preocupados por la situación de las naciones y pueblos indígenas, en particular del pueblo Mapuche de Chile y Argentina, lanzaron en Bristol, Inglaterra, la organización Mapuche International Link (MIL). La nueva organización reemplazó al Comité Exterior Mapuche (CEM), organización que venía operando a partir de 1978. Desde su base en Bristol. MIL ha desarrollado los principios y objetivos del CEM, a fin de contribuir a la lucha de los pueblos indígenas a lograr mayores niveles de autodeterminación en su proceso de desarrollo. El funcionamiento de esta nueva organización se enmarca en la Década Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, declarada por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es enfatizar a nivel mundial la violación de los derechos de los pueblos indígenas, los derechos humanos, la destrucción de culturas y el medio ambiente, y la permanente lucha de estos pueblos por el reconocimiento de sus territorios ancestrales. Su secretario general es Reinaldo Maniqueo, de origen araucano. Se halla cooperado por Nina Dean, asistente del secretario general; Gerald Confer, tesorero; Colette Linehan, administradora, y Madeline Stanley, coordinadora de voluntarios. El equipo legal lo integran Andrea Rubio, James Watson y Nancy Gallou. La coordinadora con Grecia y la Unión Europea es Bárbara Chambers y sus demás integrantes Katty Brickley, Kitty McCarthy, Heidi Walter Sabine, Patrolin Laetitia y Le Cordier» (9)
La sede de la «nación Mapuche» funciona en el Reino Unido, que tiene vitales intereses geopolíticos en el Atlántico Sur, razón por la que, gracias a su poderío atómico y al de la OTAN, ocupa las islas Malvinas, Sandwinch del Sur y Georgias del Sur, que pertenecen a la Argentina. Cabe añadir los enormes intereses empresariales de EEUU y Gran Bretaña en la región cordillerana, fronteriza entre Argentina y Chile, donde se aplica el tratado de minería, de 24-03-2000, en el que tiene papel importante la canadiense Barrick Gold , que, en un 52 %, está asociada a empresas petroleras que realizan prospecciones en aguas territoriales argentinas. La Barrick Gold desarrolla el proyecto Pascua Lama, uno de cuyos accionistas es la British Petroleum (BP). También está presente en Pascual Lama el Banco Barclays, de Inglaterra, vinculado al gobierno argentino (10). Pascual Lama es un proyecto a cielo abierto que extraerá oro, plata, cobre y otros. Se ha denunciado que su actividad contaminante provocará, inclusive», la cianuración del agua de los glaciares (11) No se conocen denuncias de quienes financian a la «nación» Mapuche sobre los daños ecológicos que provocan las compañías en la región.
Los araucanos, hoy denominados «mapuches», llegaron de Chile a territorio argentino a partir del siglo XVII. Este proceso, conocido como «araucanización de la pampa», ocasionó el casi exterminio de puelches, tehuelches, ranqueles y pampas. Por esta razón, investigadores argentinos, como Estanislao Zeballos, Lucio Mansilla o Manuel Prado, no mencionan en sus libros a los mapuches como pueblo originario de su país. Todo parece indicar que se quiere englobar a los pueblos aborígenes de la región para impulsar una «nación mapuche», en territorios argentinos y chilenos, dentro de los planes trazados en Bristol y apoyados por las Embajadas británicas en Chile y Argentina ¿Cuál sería la reacción británica si el gobierno argentino propiciara en Buenos Aires el funcionamiento de la sede central de separatistas irlandeses del Reino Unido y proyectara sus actividades a territorio británico?
LA HERENCIA AFRICANA DE LAS ONG
Considerar los avances de Europa sólo como producto de sus habitantes y de su historia es tan erróneo como afirmar que todas sus conquistas sólo se deben a sus prácticas colonialistas. La tendencia de las potencias a ignorar la expoliación africana es recurrente, de ahí la necesidad de detenerse brevemente en ella. La palabra balcanización, acuñada por los socialistas alemanes, para describir la política exterior de la Rusia Zarista, a fines del Siglo XIX, adquirió una nueva connotación después de la primera guerra mundial, al describir la división de territorios coloniales en pequeños Estados, con el propósito geopolítico de debilitarlos militar y económicamente. Las potencias promovieron la fragmentación de sus colonias, a fin de que los previsibles procesos de liberación no modificaran la debilidad económica de los nuevos Estados, lo que les permitiría prolongar su dominio, lo cual efectivamente ocurrió.
La nueva connotación de la palabra balcanización fue precedida por lo ocurrido en África, en la Conferencia de Berlín (15 de noviembre de 1884 al 26 de febrero de 1885), convocada por Francia y el Reino Unido y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismark, para distribuirse los territorios del martirizado continente. Como resultado de las negociaciones, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido. La costa oriental fue dividida entre alemanes al sur y británicos al norte. La costa occidental quedó en poder de belgas, franceses y británicos. Los españoles se hicieron con el Sahara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique, mientras los alemanes obtuvieron Namibia (11).
Los acuerdos se suscribieron sin presencia de africanos. En el continente se trazaron fronteras que atomizaron a Africa, hecho que se mantiene hasta ahora.
Al comenzar la Conferencia, el 90 % del África estaba gobernada por africanos. Diez años más tarde, el 90 % estaba gobernada por europeos. Es verdad que el término «africanización» es demasiado genérico, ya que existen grandes diferencias entre los países del norte, especialmente Egipto, Argelia y Marruecos, y los subsaharianos, con excepción de República de Sudáfrica, que emergió unida, gracias al genio de Nelson Mandela, quien, conviene recordarlo, enarboló el mestizaje como arma para quebrar la brutalidad del apartheid. En varias zonas del norte de África, el Islam, al que en Occidente se condena y desprestigia de manera sistemática, eliminó la desnudez y facilitó la organización de entes estatales. En la Sorbona de París, ironiza el investigador francés Jean Pierre Amselle, si algún antropólogo desea adquirir notoriedad, debe «descubrir» o inventar una nueva etnia africana. A diferencia de la casi totalidad de sus colegas investigadores, Amselle encontró sólidas conexiones religiosas y culturales entre comunidades. En efecto, si una tribu sufría una epidemia o una sequía, sus habitantes realizaban rogativas a sus totems para librarse de esos males. Si no eran escuchados, acudían a los dioses de tribus vecinas y, en caso de prolongarse las desgracias, viajaban a lugares más lejanos en pos de totems más eficaces. Al terminar las calamidades, los dioses exitosos se convertían en patrimonio permanente de la tribu agradecida. Así finaliza el cuento de atribuir a cada etnia africana cosmovisión propia y pureza religiosa (12)
En 1884, (inicio de la Conferencia de Berlín), sólo Etiopía era independiente, gracias a la defensa militar de sus fronteras. En la primera década del Siglo XXI, África está atomizada en 55 países. El 9 de julio de 2011, fue creada la República de Sudán del Sur, lo que significa un nuevo triunfo del moderno colonialismo y de sus ONGs. Cada conflicto armado en el África es aprovechado para imponer nuevas balcanizaciones. El analista israelí Mordejai Keidar prevé que Siria se fragmentará en un Estado alauí, en la parte occidental del país, un Estado kurdo en el norte, uno druso en el sur, uno beduino al este y hasta podemos llegar a ver una separación entre Damasco y Alepo (13) La invasión a Libia sólo culminará cuando el país quede fragmentado entre Trípoli y Bengasi.
LAS ONGs EN BOLIVIA
En Bolivia, el indigenismo y el ambientalismo cuentan con el respaldo de Fundaciones y ONG, que dependen del poder mundial. La mitad de los ministros del primer gabinete de Evo Morales trabajó para ONG. El canciller Germán Choquehuanca dirigió la ONG «Nina», dependiente de UNITAS, coordinadora de ONGs en el país. Los directivos más importantes del Centro de Estudios Jurídicos de investigación Social (CEJIS), han ocupado dos ministerios, dos vice ministerios y un cargo clave en la bancada del MAS en la Asamblea Constituyente. Uno de sus directores, Leonardo Tamburini, informó que «el CEJIS es financiado por organizaciones de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania» (14). La Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM), cuyo nacimiento tuvo lugar el 28-XII-02, está financiada por el Instituto para la Democracia Multipartidaria de Holanda y se ha convertido en la punta de lanza de la socialdemocracia europea en Bolivia, la que logró encasillar a todos los partidos políticos con representación parlamentaria, en los moldes de la democracia controlada, alejados de un proceso democrático articulado a avances en la autodeterminación nacional. La petrolera holandesa Royal Dutch Shell tuvo el control de los gasoductos del país. La FBDM se fundó con el concurso del MIR, MAS, MIP, NFR, UCS, MNR, ADN, PS, FRI y MBL. Su primera directiva estuvo conformada por Ignacio Sánchez de Lozada del MNR (hijo de Gonzalo Sánchez de Lozada), Guido Riveros del MIR, Erik Reyes Villa de NFR, Antonio Peredo Leigue del MAS, Felipe Quispe del MIP, Mauro Bertero de ADN y Rolando Morales del PS. Figuró como asesor el economista Carlos Toranzo, vinculado a fundaciones alemanas.
En agosto de 2007, el Senado nacional, a sugerencia de Poder Democrático y Social (PODEMOS), del ex Presidente Jorge Quiroga Ramírez, y del MAS, condecoró a Xavier Albó, fundador del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado ( CIPCA). Esta ONG es la operadora de la Fundación Interamericana (FIA), una agencia oficial del gobierno de EEUU en Bolivia. Entre 1995 y el 2005, el Banco Mundial ha financiado reformas judiciales, del Parlamento y del Poder Judicial e impulsado la Justicia Comunitaria. El Banco Mundial ha firmado acuerdos con la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (CAINCO) y la Nación «Camba», a través de la Agencia Multilateral de Garantías para la Inversión (MIGA). Por su parte, USAID financió la «modernización» de la Corte Nacional Electoral. USAID ha pagado sueldos a los fiscales antinarcóticos. Ha financiado las reformas al Código de Procedimiento Penal. Junto con la petrolera Total, desembolsó los fondos para el Referéndum vinculante del 18 de julio de 2004 (gobierno de Carlos Mesa), sobre el destino de los hidrocarburos. En los gobiernos de Jorge Quiroga y Carlos Mesa, USAID y las ONG, con el permanente respaldo del FMI, han propiciado reformas a la Constitución, las que culminaron en la Asamblea Constituyente, que removió los cimientos del frágil Estado nacional.
CIPCA trabaja con la NED y OXFAM. Esta última, financiada por British Petróleo y las fundaciones Rockefeller y Ford, entre otras. CIPCA Perú recibe apoyo de ENDESA y Repsol de España. Ha suscrito acuerdos con la Fundación «Milenio» de GSL y se respalda en la influencia del Vaticano. Junto a CIPCA se hallan la Fundación «Tierra», de Miguel Urioste, vinculada al Movimiento Bolivia Libre (MBL), que co-gobernó con GSL. Otras ONG de enorme influencia son ILDIS, Qhana, Aclo, Alas, Cepad, Cedoin, IPTK, Centro «Gregoria Apaza» y «Juana Azurduy», además de la Red-Ala. La página de Internet de «Tierra» indica que sus aliados privilegiados son las Iglesias Católica, evangélicas y luteranas. La Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), Federación de Comités de Vigilancia y Federación de Concejales Municipales recibe el apoyo de USAID, CIPCA y otras ONGs (15). Fundaciones de EEUU, Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza, Suecia, Bélgica, Canadá, el Vaticano, Iglesias Evangélicas y otras impiden que Bolivia regule a las organizaciones no gubernamentales, como lo hacen Rusia, EEUU o Israel (16)
«De la mano de USAID llegan otras agencias como la NED, CIA y NSA, para cooperar con las ONG que les sirven de parapeto y desestabilizar a gobiernos que se resisten a las políticas de Washington. El manual de USAID, en su capítulo 101.2, referente a sus responsabilidades primarias, dice: «El Administrador (a) formula y ejecuta las políticas de EEUU para el desarrollo exterior y programas de asistencia económica, con sujeción a la política exterior del Presidente, el Secretario de Estado, y el Consejo Nacional de Seguridad. Bajo la autoridad directa y la orientación de la política exterior del Secretario de Estado, el Administrador de USAID actúa como asesor principal del Presidente y el Secretario de Estado en relación a las cuestiones de desarrollo internacionales. Por lo tanto, la estricta sujeción de USAID ‘a la orientación de política exterior del Presidente de Estados Unidos, su Secretario de Estado, y su Consejo Nacional de Seguridad’ no sólo es real sino además obligatoria. La Ley de Asistencia Exterior de 1961 (Gobierno Kennedy) sirve de base a las políticas de EEUU para la ayuda exterior y sus programas de asistencia. Queda claro, por lo tanto, que la tan mentada asistencia social fue siempre la excusa para el intervencionismo, cuyo objetivo es el control geopolítico de Estados Unidos a partir de la Guerra Fría» (17).
El Vicepresidente AGL, con el conocimiento que brinda el ejercicio de siete años en el poder, afirma que «si bien en los países del primer mundo hay ONGs como parte de la sociedad civil, en los países del tercer mundo como Bolivia varias ONGs son realmente ‘Organizaciones de Otros Gobiernos’, es decir un poder extranjero en territorio boliviano que define la temática, el enfoque y la línea de financiamiento desde las prioridades de ese otro gobierno… Podríamos decir que el sistema neoliberal periférico se configuro entre un Estado reducido en sus capacidades y su poder de intervención económica y cultural (procesos de privatización y ‘achicamiento), ONGs que lo reemplazaban en determinadas áreas (social, cultural, lucha contra la pobreza, pueblos indígenas, medio ambiente, etc.), y un sector económico privado extranjero, que se apropiaba de las riquezas públicas. Algunas ONGs en el país han sido el vehículo de la introducción de un tipo de ambientalismo colonial que relega a los pueblos indígenas al papel de cuidadores del bosque amazónico (considerado propiedad extraterritorial de gobiernos y empresas extranjeras), creando de facto una nueva relación de privatización y extranjerización de los parques nacionales y las Tierras Comunitarias (TCO), en las que el mismo Estado ha perdido tuición y control… El verdadero objetivo de la filantropía occidental fue conquistar territorios estratégicos y recursos de la biodiversidad (material genético, minerales, petróleo, gas…) a través de las ONGs. Negociar con un pueblo indígena a través de una ONG local, financiada por otro país, es más fácil que establecer una relación de Estado a Estado. De otra manera (los países capitalistas desarrollados) tendrían que negociar, pactar o incluso enfrentar a otros Estados nacionales para conseguirlos».
La Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) fue la impulsora más importante de la Asamblea Constituyente y de la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE). Sobre esta entidad, AGL anota lo siguiente: «Fue fundada, en 1982, con fondos de USAID y de la Ford Fundation, a través de la ONG Culture Survival. La CIDOB es la máxima instancia organizativa de los pueblos indígenas de Tierras Bajas del país. Aglutina en su seno a 34 pueblos indígenas del Oriente, El Chaco y la Amazonia» (esos 34 pueblos sirvieron de base para el reconocimiento constitucional de las 36 naciones indígenas -asr– ). La CIDOB representa a 11 organizaciones indígenas regionales de 7 departamentos del país: APG, CPESC, CPIB, CMIB, ORCAWETA, CPEM-B, CPITCO, CIRABO, CIPOAP, CPILAP, COPNAG que aglutinan aproximadamente a 700 mil habitantes asentados en 1500 comunidades». Las más de 200 Tierras Comunitarias de Origen (TCO), convertidas en la NCPE en Territorios Indígena, Originario Campesino (TIOC), fueron obra de la ONG DANIDA. «El proceso de delimitación de demandas de TCO´s y el «control social» del posterior proceso de saneamiento a partir de 1996, fueron mayoritariamente financiados por la cooperación bilateral danesa. «Del 2005 al 2009 esta agencia invirtió más de 13,36 millones de dólares, de los cuales 2,4 fueron entregados a un proyecto técnico de la CIDOB, el Centro de Planificación Territorial Indígena – CPTI. En tierras altas, el mismo esquema fue aplicado con la ONG ISALP,que recibió durante el mismo periodo 700.000 dólares. Otras ONG’s como CEJIS y AVSF reciben financiamientos de la ayuda europea». AGL denuncia también que varias ONGs asumen conductas racistas, las que han creado animadversión en pueblos indígenas de tierras bajas contra campesinos de los valles y de las tierras altas. Como ejemplo de lo anterior, revela que ciertas ONGs defienden la «endogamia étnica», «al considerar como «un crimen el hecho de que los yuracarés se casen con los quechuas o los aymaras. Se trata en el fondo, dice, de la falacia colonial de la construcción de ‘razas puras’, dicha ahora con lenguaje posmoderno» (18)
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LAS ONGs, REPSOL Y LOS GUARANIES
Las ONGs en Bolivia lograron que la Asamblea del Pueblo Guarani en Itika-Guazú (APG_IG), ubicada cerca de los yacimientos de gas más grandes del país, se beneficie de un Fondo Financiero de 14.8 millones de dólares, por diez años renovables, pagado por la petrolera REPSOL. La APG-IG explicó, en comunicado público, que los fondos fueron depositados en el Banco do Brasil, convertido en asesor financiero del proyecto. El uno por ciento de la suma citada (alrededor de 148.000 dólares-mes), beneficia a los guaraníes de la zona, el que será invertido en programas de salud, educación y vivienda. El Acuerdo fue aprobado por la APG el 01-XII-2010 y firmado en acto público ante notario, el 29-XII-10. La ONG Nizcor, que opera en 40 países, asesoró a la APG_IG en su negociación con REPSOL, a cuyo acuerdo se sumaron British Petróleum y Pan Américan Energy (PAE), que también operan en los mega campos. El comunicado añade que se trata del primer acuerdo en América Latina entre un pueblo indígena y una multinacional petrolera, por lo que «esperamos que tenga repercusiones en las prácticas de la industria petrolera, siendo también un aporte específico y concreto a las reivindicaciones de las comunidades indígenas bolivianas y latinoamericanas». La información fue difundida por el «El País», de Tarija, en sus ediciones del 8, 9 y 12 de diciembre de 2011.El convenio abrió perspectivas de otras alianzas entre transnacionales y el indigenismo en América Latina. La fundadora y presidenta de First Peoples Worldwide (FPW), Rebeca Adamson, destacó que «El Fondo de Inversión Itika Guasu es un gran logro para todos. Con frecuencia escuchamos a los financiadores decir que no pueden financiar a los pueblos indígenas directamente porque carecen de capacidad. Pasar por alto capacidades y habilidades como las demostradas por los guaraníes de la Itika Guasu debieran llevar al mundo filantrópico a repensar sus propias capacidades y relaciones con las comunidades indígenas, porque ahí fuera hay muchas más experiencias exitosas como ésta» (19) FPW es una de los 28 miembros del Global Philanthropy Committee del Council on Foundations, junto con la Rockefeller Foundation y la Open Society Foundation de George Soros y tiene nexos con las fundaciones Ford y Bush (20).
El convenio, pese a su supuesto carácter público, fue mantenido en reserva hasta que el representante tarijeño en el directorio de YPFB, Luís Lafuente, hizo saber que los guaraníes se oponían a la ampliación del gasoducto Villa Montes (ciudad cercana a los mega campos) y Tarija. El acuerdo APG – Repsol contravino a la NCPE, la que, pese a su carácter indigenista, prescribe que YPFB es la única empresa facultada para ocuparse de la producción y comercialización de hidrocarburos y que no podrá transferir sus derechos u obligaciones en ninguna forma o modalidad, tácita o expresa, directa o in directamente (Artículo 361). Por su parte, el «Defensor del Pueblo de Tarija», Andrés Tablada, advirtió que había surgido en el país una especie de «Super Estado», ya que no se le permitió ingresar a la zona guaraní, por no haber obtenido previamente una autorización de la APG. Las petroleras también lograron acuerdos con indígenas de la amazonía peruana, según reveló Jaime Corisepa, Presidente de la Federación Nacional del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD-PERU), quien declaró que la FENAMAD sancionó a dirigentes que favorecieron a las petroleras Hunt Oil y Repsol-YPF para que ingresen a la Reserva Comunal Amarakaeri (21)
LA OTRA OPCION: LOS ESTADOS CONTINENTALES
Si alguien se atreviera a preguntar, en alguna reunión académica o social ¿cuáles son los aportes de América Latina al pensamiento universal?, provocaría despectivas sonrisas. Todos sabemos, dirían, que Latinoamérica es una región vacía de ideas propias, ya que todo vino de Europa y, en menor medida, de otras latitudes. Luego recordarían que, en los últimos 500 años, del viejo mundo llegó el cristianismo y el ateismo, el liberalismo, el marxismo y el anarquismo, el idealismo, el materialismo y el agnosticismo, el racismo y el indigenismo, el positivismo y el irracionalismo. La enumeración completa sería interminable. Sin embargo, en Occidente se ignoran por lo menos dos aportes importantes: El mestizaje y la propuesta de lo nacional popular. La concepción del mestizaje fue sistematizada por el mexicano José Vasconcelos, en su libro «La Raza Cósmica», la que surge desde la propia originalidad de la América morena, ya que en su suelo se fusionaron tres grandes troncos de la familia humana: La asiática, que al cruzar el estrecho de Bering, comenzó a poblar estas tierras. La africana, con sus miles de esclavos arrancados de sus comunidades y la mezcla europea, seguida de olas migratorias. «La Raza Cósmica» es, en consecuencia, la matriz de una nueva era civilizadora y esperanza de acabar con guerras fratricidas, razón por la que debería convertirse en el deber ser de los seres humanos. Es la raza síntesis o raza integral, hecha con el genio y la sangre de todos los pueblos. Es fusión y puente de razas más sólido que todas las razas anteriores. Vasconcelos recuerda que «en la historia no hay retornos, porque toda ella es transformación y novedad. Ninguna raza vuelve: cada una plantea su misión, la cumple y se va. Esta verdad rige en los tiempos bíblicos y en los nuestros… En el suelo de América hallará término la dispersión, allí se consumará la unidad por el triunfo del amor fecundo y la superación de todas las estirpes» (22).
El libro fue precedido por la convocatoria que hizo Vasconcelos, en 1921, en su calidad de ministro de Educación de su país, al primer congreso mundial de estudiantes, al que asistieron también estudiantes chinos. En la oportunidad, se puntualizó que los latinoamericanos debemos ser tratados como iguales, pero exigiendo el mismo trato para todos los países y culturas. En el congreso se puntualizó que el patriotismo latinoamericano que no esté arraigado en Coauthemoc y Atahuallpa carecerá de sostén, pero, al mismo tiempo, es necesario relacionarlo con su fuente hispana. La visión de «Raza Cósmica» abarca lo económico, ya que las naciones deben disfrutar de sus propias riquezas. El texto se publicó después de la enorme influencia que suscitó el libro «Ensayo sobre la Desigualdad de las Razas Humanas», del Conde Arthur De Gobineau, para quien la historia de la humanidad es la historia de las luchas entre razas superiores e inferiores. El libro de Gobineau se transformó en una de las ideas-fuerza del siglo XX: el mito de la sangre del nacional socialismo alemán. El también francés, Gustavo Le Bon, añadió que peor que las razas inferiores es la mezcla racial. Como es obvio, Gobineau y Le Bon son importantes inspiradores del nazismo (23). Vasconcelos sistematizó aportes de quienes en América Latina ya advirtieron la importancia del mestizaje. Así, por ejemplo, apenas 36 años después del arribo de los españoles al Perú, la proliferación de mestizos alarmó al licenciado Castro, quien, en carta al Rey de España, le decía: «Hay tantos mestizos en estos reinos y nacen cada hora que es menester que Vuestra Majestad mande enviar cédula que ningún mestizo ni mulato pueda traer arma alguna ni tener arcabuz en su poder, so pena de muerte, porque esta es una gente que andando el tiempo ha de ser muy peligrosa y muy perniciosa en esta tierra» (24)
Los productos del mestizaje latinoamericano fueron enumerados por Simón Rodríguez, el maestro del Libertador, de la siguiente manera: «Tenemos huasos, chinos y bárbaros, gauchos, cholos y huachinangos, negros, prietos, serranos, calentanos, indígenas, gente de color y de ruana, morenos, mulatos y zambos, blancos porfiados y patas amarillas, y una chusma de cruzados, tercerones, cuarterones, quinterones y salta atrás, que hace, como en botánica, una familia de criptógamos. Ese mestizaje es, además, un mestizaje de mestizajes. Sus tres ingredientes básicos eran ya mestizos de antemano. Los españoles del Renacimiento eran ya uno de los pueblos más abigarradamente mestizos del mundo. Por suelo español pasaron las más diversas naciones, incluso desde antes de la llegada de los romanos a la península ibérica, y cada una dejó allí su huella biológica y espiritual. El mismo nombre de Iberia, de origen griego, es anterior a la imposición de la lengua latina en el territorio hispánico…
«Mestizos eran también los indígenas que los españoles encuentran del lado de acá de la mar océana. Aztecas, mayas, incas, chibchas, aimaraes, caribes, araucanos… no son sino algunas de las etnias que habitaban nuestro vasto territorio, llegadas a él desde diversos puntos del horizonte, especialmente de regiones asiáticas. Entre muchas de ellas había importantes rasgos diferenciales, incluso de talla y contextura. Como era también variado el nivel de desarrollo que esos pueblos precolombinos habían alcanzado para el momento de la llegada de los europeos a sus costas. También eran mestizos los africanos traídos como esclavos. Los habitantes del África ecuatorial pertenecen a diversos grupos étnicos, con rasgos diferenciales tan evidentes como diversos matices del color de la piel y contrastes en la talla promedio, tan notables que van de tipos delgados y de elevada estatura, a otros retacos, muy bajos de tamaño pero de contextura gruesa. E igualmente eran pueblos con diversos niveles de desarrollo social y cultural .No hay, en fin, en el mestizaje americano una raíz pura e incontaminadamente española, india o africana. Cada una aporta rasgos muy diversos, previamente fundidos, al nuevo tipo, cuyo signo más definitorio es ese plurimestizaje. (25)
La observación anterior, llevó a Simón Bolívar a escribir estas palabras en su famosa Carta de Jamaica, de 1815, su documento más difundido:
«Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares; nuevos en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo viejos en los usos de la sociedad civil. Yo considero el estado actual de América, como cuando desplomado el imperio romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación, o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones, con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios, ni europeos, sino una especial mezcla entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles; en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento, y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar a éstos a los del país, y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallemos en el caso más extraordinario y complicado (26).
A las ideas de Bolívar y Rodríguez cabe añadir que existen múltiples y diversos mestizajes generados por el transcurso del tiempo. Cada país latinoamericano tiene su propio mestizaje que ha ido conformando personalidades diferenciadas por matices. Así existe, por ejemplo, «lo caribeño», «lo argentino», «lo venezolano», «lo boliviano» o «lo chileno» que resumen, a su vez, simbiosis de sus mestizajes interiores, que mezclaron a poblaciones prehispánicas, aventureros, empresarios y corrientes migratorias. En las zonas altas de Bolivia, por ejemplo, el traslado de esclavos africanos a las minas de Potosí sólo provocó su extinción, debido a la rudeza del clima. Sin embargo, el hecho de que los españoles hubieran llegado a las regiones mineras sin sus esposas o compañeras aceleró el mestizaje al que aludía el licenciado Castro. Los mestizajes latinoamericanos están unidos por el común denominador del idioma, el que alimenta el proyecto de construir la Patria bolivariana.
LO INDO MESTIZO EN BOLIVIA
La miopía de sus clases dirigentes y la escasez de corrientes migratorias ocasionaron la lenta formación de la ínter subjetividad boliviana. El estancamiento crónico del país acentuó el regionalismo y el racismo. Las movilizaciones de repudio a los gobiernos de la oligarquía minero terrateniente, la Asamblea Constituyente de 1938, el Congreso Indigenal de 1945 y la Revolución del 9 de abril de 1952, que dio acceso a la ciudadanía de todos los habitantes del país, hombres y mujeres, junto a la reforma agraria y el voto universal, generan esperanzas de consolidar la existencia nacional. Tal vez la pregunta pertinente debería ser la siguiente: ¿Cómo explicar que Bolivia continúe existiendo? Su debilidad interna fue de tal magnitud que bastó una batalla, la del Alto de la Alianza, para que Chile nos ganara la Guerra del Pacífico. El país carecía de la fuerza interior para sobreponerse a los contrastes, lo que lo convirtió en presa fácil de agentes de la masonería chilena, vinculada, a su vez, a la Gran Logia inglesa. La Guerra del Acre, pese al despojo de extensos territorios amazónicos, cuyo valor crece con el tiempo, no afectó al eje del funcionamiento del país, que no tenía conciencia de su propia geografía. La Guerra del Chaco fue diferente. A pesar de la extensa pérdida territorial, Paraguay, pese a su sólida unidad nacional, su tradición guerrera y la ayuda logística argentina. no pudo vencer la resistencia boliviana en la decisiva batalla de Villamontes, lo que evitó su polonización, ya que otros países limítrofes se aprestaban a ocupar varias regiones de la heredad nacional ¿De dónde sacó Bolivia la energía suficiente para resistir tres años de ininterrumpidos combates, en una región ajena a la casi totalidad de sus combatientes? La dimensión del drama es aún mayor si se recuerda que miles de indígenas fueron llevados al Chaco mediante la coerción y que la incapacidad y disensiones internas en el gobierno y en los altos mandos militares eran incontrolables. Sin embargo, eran miles los indígenas que trabajaban en centros mineros o eran artesanos o asalariados en las ciudades, quienes conformaban la base del cholaje, de donde emergieron los sargentos y suboficiales, que llevaron en sus espaldas el peso de la contienda. El cholaje articuló sus sacrificios con oficiales y jefes de las capas medias, que conformaron la columna vertebral indo mestiza de sucesivos reclutamientos que terminaron por convocar a casi adolescentes y de personas próximas los 40 años de vida.
Lo indo mestizo está enraizado en las guerrillas indo mestizas de la guerra de la independencia, las que fueron precediditas por la Junta Tuitiva de la Revolución del 16 de julio de 1809, de la que formaron parte representantes aymaras. Con esta premisa, consideramos que «El Diario del Tambor Vargas», hallado por Gunnar Mendoza, y publicado bajo el título «D iario de un Comandante de la Independencia Americana», 1814-1825, es el eje de la historiografía boliviana. El texto demuestra que los líderes guerrilleros sabían que las tropas españolas los aniquilarían en pocos días sin la alianza indo mestiza. «El Diario…» deja constancia que los combatientes del Alto Perú reconocían la autoridad de Buenos Aires, donde el 25 de mayo de 1810, se había proclamado la independencia de Sudamérica. Este el aporte del Alto Perú al proyecto bolivariano. Otro hito de la participación indo mestiza en la historia nacional es la alianza entre el líder aymara, de origen mestizo, Juan Manuel Cáceres, y el Comandante del Primer Ejército Libertario argentino, Juan José Castelli. Después de la gesta de julio de 1809, Cáceres lideró las rebeliones aymaras en Pacajes y otros pueblos del altiplano. Apresado por el Ejército realista, fue liberado por Castelli, a quien escoltó de La Plata a La Paz. Cáceres estuvo junto a Castelli el 25 de mayo de 1811 (primer aniversario de la Revolución de Buenos Aires), cuando el revolucionario porteño anunció el fin de la mita y la servidumbre indígenas, así como la devolución de la tierra a los pueblos andinos. Cáceres formó un frente único de defensa de la Patria naciente con indios, criollos y mestizos. Cáceres y Esteban Arce, el líder guerrillero cochabambino, coordinaron acciones militares, las que estuvieron cerca de permitir el nacimiento de Bolivia sin la falla geológica que significó la ausencia de indígenas y mestizos en la Asamblea Constituyente de 1825 (27).
La esencia indo mestiza de Bolivia tuvo otra expresión en el poeta quechua, Juan Huallparrimachi, quien fuera secretario de Juana Azurduy de Padilla, nombrada, en 1816, coronela de los Ejércitos Libertadores por la Junta de Buenos Aires. Julián Apaza (Tupac Katari), líder aymara de los levantamientos indígenas de 1781 en el Altiplano paceño, estructuró la plana mayor de su ejército con tres coroneles quechuas y dos aymaras. «Organizó también un cuerpo de escribientes, mestizos letrados, quizás tan importantes como los coroneles, in visibilizados por la historia»… Katari dirigió las huestes aymaras apoyado por Bartolina Sisa, su esposa, quien era de familia mestiza muy numerosa, a la que Katari reconocía como Virreina. «Se dice de ella que fue chola intrépida y audaz… tenía don de mando incluso sobre Tupac Katari. La vida de los españoles pendía de su decisión, dictaba órdenes de proscripción o perdón por medio de su secretario Juan Hinojosa, también mestizo. Capturada el 2 de julio de 1781, fue ahorcada después de un fallo sumario, junto a su secretario» (28).
La raíz indo mestiza de la nacionalidad está presente en la Revolución del 9 de abril de 1952, el acontecimiento central de la historia patria, que conquistó el reconocimiento ciudadano a los indígenas, sometidos desde la conquista. Parte importante de ese proceso revolucionario lo conforman la expropiación a los latifundistas, la nacionalización de las minas y la construcción de la carretera Cochabamba – Santa Cruz . Infelizmente, la conducción de la gesta de abril se sometió los destinos de Washington, lo que impidió que la nacionalización de las minas fuera complementada con la instalación de hornos de fundición y que la riqueza gasífera sirviera de soporte a la modernización del país. El proceso Ovando-Torres (1969-1971) fue el mejor intento por reabrir el proceso de abril del 52, pero, una vez más, la oligarquía aliada al imperialismo y la izquierda antinacional frustraron el intento. Los hechos citados forman parte de la historia de Bolivia, en la que abundan también las masacres indígenas, los etnocidios, el trabajo semi esclavo en campos y centros mineros y todas las violaciones imaginables a los derechos humanos. Tomar conciencia de la globalidad de nuestra historia es el requisito previo para consolidar nuestra conciencia nacional.
Los sucesivos fracasos en consolidar la unidad indo mestiza explican el por qué Bolivia fue el país menos preparado para afrontar la arremetida indigenista que sobrevino con la Convenio de la OIT, de 1989, y su proyecto plurinacional. La arremetida se hizo incontenible con el reconocimiento, a partir de 1996 (gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada), de más de dos centenares de Tierras Comunitarias de Origen (TCO), convertidas después en Territorios Indígena, Originario, Campesino (TIOC). Las TCO facilitaron el reconocimiento posterior de 36 naciones indígenas, 62 áreas protegidas y 22 parques nacionales Este el escenario de disgregación acelerada, que, a pesar de vacilaciones y contradicciones, Evo Morales está tratando de detener, lo cual lo llevó a enfrentarse con las ONGs que digitan a la CIDOB, hecho denunciado por el citado libro de AGL.
LO INDO MESTIZO, EL ENEMIGO PRINCIPAL
La NCPE, promulgada el 2009, se basó en el censo de 2001, según el cual el 62.2 % de la población boliviana se declaró indígena. Sobre esta base, Bolivia se constituyó en Estado Plurinacional Comunitario, fundado en la pluralidad y el pluralismo cultural y lingüístico, para citar las características más relevantes de su artículo primero. En el segundo, se destaca la existencia pre colonial de las naciones y pueblos indígena, originario campesinos (IOC), a los que se garantiza su libre determinación, «que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la constitución de sus entidades territoriales». Varios de estos enunciados tienen como antecedente el documento «Emancipación y contra hegemonía en Bolivia: Estrategias para destruir la dominación k’hara» (khara: término aymara que engloba a mestizos, clases medias, medias altas y empresariales). El periódico «Los Tiempos», de Cochabamba (12-03-08), publicó un resumen del mismo, pero lo calificó de apócrifo, advirtiendo que circula en Internet desde hacía más de un año. Seguidamente, dejó constancia que AGL desmintió haber participado en su redacción. Son innegables, sin embargo, las similitudes entre «Emancipación…» y la NCPE. Ambos buscan anular la influencia del mestizaje.
Estas las partes centrales del documento:
«Hoy en día, en Bolivia se ha impuesto una lucha por el poder tanto a nivel material como a nivel subjetivo. Esta disputa parte del reconocimiento de que en Bolivia existe una distribución desigual del poder, en particular, del poder simbólico. En ese sentido, lo que se busca desde una visión indígena es destruir la dominación simbólica del mundo k’ hara, es decir, la legitimidad de la representación subjetiva de lo «boliviano» y lo ‘occidental’. De esa manera, negando la legitimidad de lo boliviano y de todo aquello en lo que se sostiene, se intenta destruir el poder simbólico que hace que los excluidos y marginados acepten el orden de las cosas existente: el estado colonial republicano … No se trata por tanto de una democratización social del poder, sino de que los dominados de antes, hoy en el poder, construyan una red de relaciones que les permitan gobernar de manera absoluta en el tiempo. Los excluidos y dominados pasan a ser los dominadores y los dominadores de ayer pasan a ser los excluidos y dominados del presente . Para ello, a partir de la identificación de los «campos» en los que se asientan las relaciones de poder se busca invertir las relaciones de dominación .Esta operación es global pues abarca los campos: religioso, cultural, económico, político, artístico, científico, salud, intelectual, internacional, entre otros… De este modo, todo símbolo de poder del antiguo régimen debe ser destruido, aniquilado, arrasado, y sus representantes humillados, perseguidos, vilipendiados para mostrar la fuerza del nuevo poder. Se trata entonces de crear en la percepción individual y colectiva, el sentimiento de inevitabilidad del nuevo orden emergente y la consiguiente necesidad de subordinación a las nuevas relaciones de dominación… Bolivia es un Estado fallido pues hasta el momento no ha logrado construir un Estado Nacional. La exclusión de la población indígena es el factor que ha hecho inviable la construcción de un estado nacional en Bolivia. Este hecho no solo responde a que es la población mayoritaria del país, sino a que es también el soporte económico del Estado… (el subrayado es de asr)
«La destrucción del poder simbólico cultural es fundamental para la creación de nuevas relaciones de dominación indígenas… Para ello será necesario debilitar el capital cultural de la sociedad k’ hara: modificar el valor del idioma español, relativizándolo frente a los idiomas indígenas, obligando su aprendizaje en las instituciones publicas, incorporándolo en los medios de comunicación alternativos, atravesando la nueva reforma educativa con sus contenidos (violencia simbólica)… (el subrayado es de asr). Consiguientemente, según los nuevos códigos será mucho más meritorio ser dirigente sindical o social que tener títulos profesionales o de especialización… Este proceso de derrumbe de lo que hasta hay se conoció como la sociedad k’hara tiene un objetivo de poder muy concreto: quitar el alma a la sociedad mestiza y blanca. Los mecanismos utilizados apuntan a desestructurar las bases materiales y subjetivas que lo sostienen, principalmente a aquellos referidos a la valoración de la clase media y de los profesionales… Ser humillados, infravalorados, maltratados económicamente, quitarles sus referentes sociales y culturales, constituyen las piezas del engranaje del poder para quitarle el sentido de vida a la clase media, su sentido de existencia, haciéndolos manipulables y sin identidad. Desconocer la utilidad de sus servicios, conocimiento y experiencia es la mejor manera de matar su alma… La estrategia utilizada para invertir las relaciones de dominación en este campo se desarrollan a través del desmontaje de la democracia, la «criminalizacion de la oposición», la «judicializacion de la política» y la generación de una estructura alternativa para la emisión de información y construcción de sentidos colectivos. La principal tarea para invertir las relaciones de dominación en el campo político pasa por negar los códigos y valores de la democracia occidental. Esta se basa en la fragmentación del poder a través de la formula una persona un voto. Su núcleo es individual Y ese es el principal factor a neutralizarse por parte de la nueva relación de dominación. La democracia por tanto no debe ser individual, sino colectiva, no se legitima por el voto sino por la capacidad de movilización de los movimientos sociales (abolir lo individual para imponer lo colectivo)… La lucha por el poder en Bolivia es total, no solo abarca el control de las instituciones del Estado y de la sociedad, sino que busca el control de la subjetividad de los individuos, el mundo de la construcción de las percepciones colectivas, relaciones de sentido, se trata, par tanto, de una guerra fundamentalmente cultural y simbólica… En esa medida, conquistar el alma de los k’ haras será una tarea ardua, pues estos no renunciaran de manera voluntaria a su forma de vida, a su mundo y sentido de vida. La única vía posible, consiguientemente, es la impulsada a través de la Asamblea Constituyente.
Este escenario permitirá por tanto derrumbar objetivamente los soportes simbólicos de la cultura k’ hara y la forma de organización del Estado y de la sociedad. A partir de esta operación, al menos en teoría, se piensa que se allanara el camino de la conquista de su alma e identidad, se lo hará invisible, no reconocido social, cultural, económica, ni políticamente, se los hará «insignificantes» (29).
EL INDIGENISMO, UNA CONSTRUCCION COLONIAL
El documento «Emancipación…», al igual que su vástago no reconocido, la NCPE, consideran que en Bolivia los indígenas son la mayoría nacional, lo que es falso. El ideólogo aymara, Félix Patzi, sostiene que entre indígenas y mestizos no existen diferencias culturales, ya que advierte que «…la identidad indígena aquí en Bolivia, está definida más a partir de la continuidad biológica, no a partir de los contendidos culturales. En los contenidos culturales, este indígena es totalmente moderno. Ha acoplado operacionalmente toda la globalización, toda la modernidad. Hoy el indígena no habla un idioma (nativo), entonces no puede medirse al indígena a partir del idioma. Ni puede medirse a partir de su poncho o de su vestimenta, ni a partir de su vivienda, ni a partir de su música. El indígena hoy es rapero, rockero, está en la discoteca, con sus cabellos parados, ese es el indígena de hoy. El indígena de hoy no puede ni siquiera autodefinirse. En términos de autodefinición, puede autodefinirse como mestizo, y se autodefine como mestizo, nadie puede definirse como indio ni como indígena. Precisamente el término indígena aquí en Bolivia creo que en toda América Latina, y en el mundo, ha sido totalmente estigmatizado» (30) Patzi ubica la identidad indígena a partir de lo biológico. ¿Pero como hacerlo si la población urbana en Bolivia asciende al 70 % del total, lo que provoca entrecruzamientos, nuevos mestizajes e interculturalidades que se enriquecen cada día? Hablar de continuidad biológica, a la que los nazis contribuyeron tanto a desprestigiar, sólo oscurece el tema.
Los indigenismos pretenden destruir a los Estados nacionales in constituidos. Su capacidad de proponer alternativas viables es nula. Por esta razón, se agotan en la repetición de generalidades, carentes de propuestas concretas. Y es lógico que así sea. En efecto, ¿cómo proponer algo coherente desde visiones atomizadas por cientos de pluralismos, entrecruzados por cosmovisiones incompatibles entre sí? Estas críticas son compartidas por ideólogos de pueblos originarios, como Fernando Untoja Choque, fundador del Katarismo Nacional Democrático (KND), quien anota lo siguiente: «Lo indígena y el indigenismo son construcciones discursivas coloniales, puestas al servicio del colonialismo. El indigenismo es el neo-colonialismo ejercitado por los izquierdistas para gozar del poder en nombre de «sus otros». El indigenismo es la manera de ocuparse del colonizado, ya sea para destruir o conservarlo. Es alienar hasta el embrutecimiento y quitar los valores a una nación, destruir su identidad y hacer que juegue el papel que asigna el colonizador… Otra actitud del indigenismo es proponer la salvación del indígena: ’36 nacionalidades’, ‘defenderlos junto al árbol’, ‘autonomía indígena’ para que no toquen el bosque; pintar su mundo de ‘pobreza’ y llevarles regalos; al mismo tiempo consolarles porque el mundo indígena es el baúl donde se guarda las virtudes de toda la humanidad» (31).
Para Untoja «la identidad es la capacidad de afirmación en el entrecruzamiento entre la cultura, la historia, la técnica y los saberes. Sobre el particular dice: «Actualmente, los blancos-criollo-mestizo, en su versión indigenista y salvadores de los ‘indios’, con la misma mentalidad feudal presentan a Bolivia como un campo de concentración con indígenas clasificados en 36 nacionalidades. El colonizador reconoce a ‘sus otros’ como indígenas, es decir como sus vasallos, esta vez con el nombre de ‘hermano indígena’, éste para ser reconocido debe deambular como un paria en el campo plurinacional y si alguna vez se rebela debe ser castigado o desterrado de su territorio» (32). El dirigente katarista no cree en el indigenismo, pero sí en lo kolla y en lo aymara, a los que considera el eje de la nación boliviana. Por esta razón pone de relieve el empuje empresarial de los aymaras, con estas palabras: «El mundo kolla en su desplazamiento es mercader, artesano, obrero, agricultor, empresario, profesional… etc. En su recorrido, establece posiciones; adquiere cuerpo, crea, traslada su cultura, su música; teje relaciones de parentesco, relaciones culturales, se adapta e impone su habitus. Este avance es el proceso de la dominancia kolla; quien ignore este proceso se encuentra en el mundo de los prejuicios feudales y por tanto niega la identidad boliviana. En la plástica está presente lo kolla, en literatura, música y lenguaje existe el retorno al imaginario y al ritmo cultural kolla, los proyectos, aspiraciones, la rebelión están destinadas a la afirmación de lo kolla; el comercio es el medio que le permite explorar e enraizarse en todos los rincones de Bolivia, Si el 80% de la población cruceña es kolla, lo camba no es nada mas que el deseo kolla de reivindicación regional» (33).
Las incoherencias del indigenismo han sobrepasado lo imaginable. Uno de sus voceros, Raúl Prada Alcoreza, plantea el retorno al Tawantinsuyo, para luego admitir la imposibilidad de conocer el pasado incaico, debido a la carencia de escritura. Sostiene que el problema será resuelto «acudiendo a la imaginación de los antropólogos» (34). El analista portugués, Boaventura de Souza Santos, considera que la NCPE corresponde a un «Estado experimental» y que, ante las dificultades creadas en el país, lo que corresponde es continuar experimentando (35). Quienes nacimos en Bolivia tenemos el derecho de preguntarnos si el impulsor europeo del indigenismo nativo haría también experimentos sociales que coloquen a su país en riesgo de disgregación. Uno de los mayores impulsores del Convenio 169 de la OIT, Rodolfo Stavenhagen, estima que «el indigenismo no tiene que hacer pedazos a sociedades bien integradas» (36). Las sociedades bien integradas son justamente las potencias imperialistas, interesadas en desintegrar a los países periféricos. No será fácil encontrar otra cita en la que un ideólogo del Convenio 169 refleje con mayor nitidez sus objetivos. Al cabo de una década, la manipulación del censo de 2001, que permitió edificar un Estado indigenista que desconoce la realidad mestiza, fue puesta en evidencia por decenas de encuestas nacionales, regionales, municipales y zonales, elaboradas por fundaciones y universidades públicas y privadas, hasta dejar en claro que divorciar lo mestizo de lo indígena en Bolivia es tan absurdo como pretender que un ser humano continúe viviendo separando sus glóbulos rojos de sus glóbulos blancos de su torrente sanguíneo. Esta constatación se produce a diario. Inclusive, el Director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Ricardo Laruta, informó que en el censo piloto (preparatorio al censo nacional), realizado el 13 de junio de 2012, en Guaqui (población rural lacustre del Departamento de La Paz), las personas mayores se identificaron como aymaras, pero sus hijos se declararon mestizos», de donde dedujo la necesidad de incluir la opción mestizo en la boleta censal (37). La ministra de Planificación, Viviana Caro, desautorizó a Laruta con indignación y reiteró que esa opción no será considerada por tener connotaciones raciales. La ministra no pudo salir de su propio enredo mental, al declarar que la opción mestiza será registrada por los empadronadores del censo, pero que no será contabilizada. El mismo día, AGL admitió que «todos somos mestizos» y que «nadie es auténticamente originario», pero que la respuesta sobre el mestizaje «no contribuye a la planificación de los objetivos cruciales del país» (38).
Como puede advertirse, cada «aclaración» del gobierno sólo servía para que se sumergiera de manera cada vez más profunda en sus propias contradicciones. No es posible entender la pregunta más importante en el censo del país, relativa a la auto identificación, se registre, pero que no se contabilice. Cómo se puede comprender que se pretendan planificar los objetivos cruciales de un país, sobre la base de su dispersión étnica. Las 36 naciones indígenas, y no sobre la categoría sociológica que lo unifica, que le da cohesión y continuidad en nuestra historia. Lo cierto es que al pretender ocultar la raiz mayoritaria de la población boliviana, el proyecto político del partido de gobierno (el Movimiento al Socialismo) y la NCPE quedaron flotando en el aire.
Tal conclusión se reforzó con observaciones prácticas. Un sencillo formulario entregado a estudiantes de la Universidad Pública de la ciudad de El Alto (El Alto tiene la población aymara de origen migrante más numerosa del país), por los investigadores René Pereira Morató y Nelson Andrade Lima, demostró en octubre pasado, que el 67.1 % de los jóvenes se declararon mestizos (39). La locura de las 36 naciones llevó a exigir la presencia en la NCPE de pueblos que desaparecieron por invasiones del imperio incaico. Tal la opinión del catedrático de la UMSA, Mario E. Barragán, quien anotó lo siguiente: «Es desde luego evidente que las bases históricas e ideológicas sobre las que se asienta ese instrumento y desde luego su fundamento legal -la actual Constitución Política del Estado (CPE)- tienen muchísimas fallas que son, la mayoría, de carácter intencional y tratan de consolidar la herencia que dejó la invasión y la conquista inca, dando preeminencia a los pueblos que quedaron después del enorme avasallamiento de pueblos y culturas que actualmente evidentemente no existen pero que no dejan de tener presencia. El resultado es que las «naciones» actualmente reconocidas por el llamado Estado Plurinacional son solamente las que, por una u otra razón, respetó la invasión inca, cometiéndose una enorme injusticia con aquellas que fueron sometidas y exterminadas por los invasores incas y, hay que decirlo, sus aliados locales. Éstas tratan de consolidar una aristocracia aymaro-quechua sobre todas las demás, ya que la presencia de las restantes 34 etnias que todavía conservan su idioma dentro del Estado Plurinacional es sólo nominal. En suma, lo que los ideólogos de la NCPE quisieron hacer es tratar de revivir un imperio aymaro-quechua con las mismas bases ideológicas («ama sua’, etc.») y organizativas del primitivo Imperio Inca al que tratan de copiar y emular, manteniendo su dominio sobre las antiguas posesiones incas. Quedan desde luego en el limbo todas las culturas y pueblos que fueron sometidos y exterminados por los incas. Entre ellos hay que contar a los cotas, chuis y charcas que habitaban Cochabamba, los que vivían en toda la zona de Yamparáez, Chichas, Lípez e, indudablemente, conforme se demostró hace poco, de Tarija, con churumatas, moyos moyos y tomatas, todos los cuales fueron barridos por los incas dejando restos que perdieron su base cultural, organizativa, ideológica e, indudablemente también idiomática, base fundamental que se toma en cuenta para su reconocimiento como ‘pueblos originarios’ por la NCPE» (40).
Finalmente, los redactores de la NCPE han puesto énfasis, al igual que los autores del documento «Emancipación…, en la necesidad de debilitar al idioma español, sobre todo a partir del artículo 234, inciso 7, que exige, dentro de los requisitos para el desempeño de funciones públicas, «hablar por lo menos dos idiomas oficiales del país». Los constituyentes tuvieron, felizmente, la precaución de incluir el artículo transitorio número diez, que dice: «El requisito de hablar por lo menos dos idiomas oficiales para el desempeño de funciones pública será de aplicación progresiva de acuerdo a Ley». Apenas promulgado el texto, hubo una fiebre por aprender un idioma nativo, ante el temor de perder la fuente de trabajo o la necesidad de conseguirla, si bien muchos se consolaban pensando que ni Evo y AGL cumplen ese requisito. Pese a una sostenida propaganda en medios de comunicación, al cabo de más de tres años, el temor ha pasado. La asistencia a los cursos en las oficias públicas fue decreciendo, al extremo de que casi no se habla de ellos, sin olvidar que los propios jóvenes aymaras, por ejemplo, y mucho más los de los que dicen pertenecer a las 36 naciones originarias, tampoco hablan el idioma de sus padres.
Los esfuerzos por debilitar al idioma castellano no condicen con los beneficios de hablar una lengua compartida con 400 millones de personas y que permite al acceso de culturas, tecnologías y conocimientos del género humano. Si las ONGs repudian al castellano, ¿cuál será el idioma de la Abla Yala? (término que usa el indigenismo para reconstituir la supuesta unidad de pueblos indígenas que habría existido antes de la colonia. Cuando se realizan convenciones para alcanzar el citado objetivo, ¿en qué idioma hablan sus delegados? ¿Cómo se comunican entre sí quienes forman parte de las 36 naciones indígenas y en que idioma exponen sus demandas? Sobre el tema, el Embajador de la República Popular China en Bolivia, Li Dong, aclaró a un apresurado columnista local la inexactitud de su columna ·Mandarín derrota al Inglés», al advertirle que «El Mandarín no derrotará a ningún otro lenguaje, porque el núcleo de la civilización milenaria representada por ese idioma es la búsqueda de autoperfección y coexistencia armoniosa. No es factible derrotar deliberadamente a los otros en cualquier manifestación cultural. El respetar y conocer constituye la base para superarse a sí mismo, tanto para un país como para cualquier individuo humano» (41). Exactamente lo mismo podría decirse en la relación entre el castellano y los idiomas nativos. El Estado nacional debe crear las condiciones para el desarrollo de todos los idiomas que se hablan en el país y dejar que la realidad concreta determine la sobre vivencia y enriquecimiento de cada uno de ellos.
LO NACIONAL POPULAR EN AMERICA LATINA
Lo nacional popular es el segundo aporte más importante de América Latina al pensamiento sociológico, entendido como las experiencias y planeamientos económicos y políticos de los países sometidos, en procura de su liberación nacional. Tiene como objetivo construir un socialismo latinoamericano, enraizado en lo nacional popular, es decir en sus propias características y especificidades. Lo nacional popular se basa en la alianza de conglomerados humanos y clases oprimidas, cuyos perfiles no son precisos debido a que el capital financiero impide su estructuración interna. Lo nacional popular es descalificado por el poder mundial que cuestiona la capacidad de América Latina para dotarse de un pensamiento propio. Este criterio es compartido por la social democracia europea y las internacionales del estalinismo y del trotskismo. Para estas corrientes lo nacional popular es sinónimo de carencia de fundamentos teóricos, desorden, comportamientos anárquicos, promesas demagógicas e irresponsables frente a multitudes insatisfechas. Lo nacional popular, como advirtiera Alberto Methol Ferré, es reducido sólo a lo popular, en tanto que lo «nacional», que determina el enfrentamiento con el imperialismo y sus agentes internos, es cuidadosamente silenciado. La polisemia del término «popular» ha permitido a los medios académicos y de comunicación del sistema equiparar, cuando les conviene, populismo con fascismo, como en los casos de Perón y Villarroel, o comunismo, como ocurrió con Ovando, Jacobo Arbenz y Velasco Alvarado.
En el enfrentamiento entre el capital financiero y lo nacional popular subyace la vieja pugna entre libre mercado e intervencionismo estatal. Para lo nacional popular la única posibilidad de planificar la economía y derivar las ganancias de las empresas a los sectores populares es que el Estado intervenga en la economía, regule el mercado e impida que las grandes empresas se apropien del excedente. Los consorcios, a tiempo de defender el libre mercado, dicen que la intervención del Estado la distorsiona, lo que deriva en autoritarismos antidemocráticos y violadores de derechos humanos. La propaganda neoliberal añade que las ganancias estatales no benefician a sectores populares, sino a cúpulas corruptas y antidemocráticas (42). Una de las mayores hazañas del libre comercio, defendido a ultranza por las potencias coloniales, son las guerras anglo- chinas del opio, las que tuvieron lugar entre 1839 y 1842, y 1856 y 1860. Los conflictos se desataron ante la negativa china de convertirse en mercado del contrabando británico de opio, procedente de la India británica. Los intereses comerciales llevaron al conflicto. Francia luchó al lado de Gran Bretaña en la segunda guerra. Al término de los conflictos, El Reino Unido coaccionó al gobierno de Pekín a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña. Portugal siguió a Gran Bretaña y forzaron términos de intercambio desiguales para China (Tratado de Nankín, cesión de Hong Kong a Gran Bretaña y ampliación de Macao para Portugal) (43).
LO NACIONAL POPULAR Y LA REVOLUCION CUBANA
Lo nacional popular ha tenido difíciles relaciones teóricas y políticas con la Revolución Cubana, que es, sin duda, el acontecimiento más notable de América Latina, en la segunda mitad del Siglo XX. Methol Ferré sostiene que Fidel Castro fue, en los inicios de su lucha revolucionaria, más nacional popular que marxista ortodoxo. Sin embargo, por una necesidad geopolítica, tuvo que apoyarse en el bloque soviético para evitar que la gesta cubana fuera aplastada por Washington. Añade que Fidel tomó el poder reivindicando una identidad nacional popular y que se volvió marxista pro soviético para mantenerlo. Quedan flotando, sin embargo, las siguientes incógnitas: ¿Sin la ex URSS, hubiera sobrevivido la revolución cubana, acosada por un bloqueo implacable, agresiones terroristas y mediáticas y sabotajes internos? Frente a las críticas a Castro en torno a derechos humanos, libertad de expresión y pluralismo político, cebe preguntarse si esos principios ¿podían ser aplicados en medio de la guerra fría URSS-EEUU, que estuvo a punto de desatar un holocausto nuclear? Methol hace notar que en Cuba hubo demora en entender la importancia de los regímenes nacional populares, al considerar que, sólo podían ser revolucionarios aquellos partidos políticos que reconocieran que el camino de los soviet era el único posible para iniciar transformaciones sociales. Sin embargo, la necesidad de enfrentar al imperialismo influyó para que Castro apoyara más tarde a Velasco Alvarado, en Perú, u Omar Torrijos, en Panamá. La complejidad de América Latina influyó, asimismo, para que un gobierno que se proclamó socialista, como el de Salvador Allende, tuviera, al mismo tiempo, fuertes connotaciones nacional populares. Algo parecido sucede hoy con la Venezuela de Hugo Chávez, que combina discursos socialistas con el fuerte asistencialismo que le permite los ingresos petroleros.
La angustia por quebrar su aislamiento, condujo a La Habana, en la década de los sesentas y setentas, a propiciar el foquismo guerrillero, que también negó la importancia de lo nacional popular, al plantear la lucha armada de manera generalizada. Lo nacional popular, por su parte, argumentó que la experiencia de Sierra Maestra era irrepetible y que cada país debía elaborar sus formas de lucha, basadas en sus propias tradiciones y experiencias (44). El foquismo se enajenó a las capas medias, asalariados y, salvo excepciones, conglomerados campesinos, lo que lo condujo a negar, sin matices necesarios, la lucha por conquistas democráticas, los escenarios parlamentarios, los derechos humanos, la libertad de expresión, las huelgas y las reivindicaciones salariales. Lo nacional popular, por su parte, considera que sin articular al conjunto de la nación oprimida, los procesos antiimperialistas no tienen destino. Lo nacional popular, sinónimo de movimientos patrióticos, estima que quienes lo descalificando por no proponer de inicio la hegemonía de la clase obrera, olvidan que la resistencia de los pueblos asume diversas modalidades que no se agotan en esquematismos mecánicos. En Bolivia, por ejemplo, sectores patrióticos de las FFAA abrieron procesos de liberación nacional, al llevar a cabo nacionalizaciones del petróleo en 1937 y 1969. El MNR, que amplió como ningún otro los horizontes de la democracia boliviana, condujo la Revolución del 9 de abril, invocando la figura del Coronel Gualberto Villarroel, quien también como ningún otro que lo precediera, avanzó en la participación indígena en la vida política del país, gracias al primer congreso indigenal. Lo anterior fue logrado por el MNR con direcciones de clase media. El MAS de Evo Morales tiene connotaciones indigenistas en su conducción. Lo importante, en consecuencia, no reside en discutir la forma en que emerge un movimiento patriótico, sino en evitar que claudique ante el imperialismo y sus aliados internos, como aconteció precisamente con el MNR Lo nacional popular cree que la emergencia de militares patriotas en la lucha política debe encaminarse hacia el establecimiento de regímenes democráticos, que fortalezcan la autodeterminación nacional, a diferencias de las democracias neoliberales, utilizadas para prolongar la presencia del capital financiero. Lo dicho es válido también con respecto a la libertad de expresión, la que debe estar limitada a la ingerencia irrestricta del capital financiero en el manejo de los medios de comunicación social.
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LO NACIONAL POPULAR, ESTALINISMO Y SOCIAL DEMOCRACIA
El Estalinismo usó su influencia para someter, a través de políticas pendulares, los procesos revolucionarios del Tercer Mundo a los intereses de Moscú. Sobre el particular, la Izquierda Nacional ha recordado que el Partido Comunista de Cuba formó parte del gobierno de Fulgencio Baptista, con la designación de ministros de Estado como Carlos Rafael Rodríguez y Juan Marinelo (45) El partido comunista argelino estuvo en contra de la guerra de liberación nacional de su pueblo, en concordancia con el Partido Comunista francés que, a su vez, obedecía las instrucciones de la Internacional Comunista (46). La Revista «Correspondencia Internacional», de la Tercera Internacional, calumnió, en 1930, a Augusto César Sandino, al sostener que el caudillo nicaragüense se había dejado comprar por el imperialismo. La ceguera sectaria del estalinismo lo llevó a condenar a dirigentes antiimperialistas como Antonio Guiteras de Cuba y Lázaro Cárdenas de México. Durante casi dos décadas, el PC peruano calificó al APRA, de Víctor Raúl Haya de la Torre, de «Aprofascista». El PC cambió de actitud, en 1935, cuando el APRA había comenzado a abandonar sus postulados antiimperialistas (47). En Bolivia, el PIR, la cara del estalinismo nativo, integró el «Frente Democrático Antifascista que colgó a Villarroel. Luego obtuvo varios ministerios en el gobierno rosquero de Enrique Hertzog. Codovilla y Ghioldi del PC argentino manifestaron su alborozado apoyo a la Junta de Gobierno que ahorcó al presidente mártir de un farol de la Plaza Murillo y Neruda dedicó versos de elogió a los colgadores. Con esos antecedentes, ¿puede extrañar que el PC argentino integrara la Unión Democrática alrededor del Embajador de EEUU en Buenos Aires, Spruille Braden? (48).
El otro adversario de lo nacional popular es la social democracia europea, la que nace en los Congresos de Ámsterdam y Sttutgart (1904 y 1907). En estos eventos, los socialdemócratas europeos, repudiados por Lenin, sostuvieron que podían ser, al mismo tiempo, socialistas y colonialistas, ya que sus metrópolis necesitaban las materias primas de las periferias. En la actualidad, los socialdemócratas se han convertido en neoliberales reciclados (49). Hechos concretos avalan esta afirmación. El ex primer ministro de los Países Bajos, Wim Kok, integró en años precedentes los directorios de los trusts neerlandeses ING, Shell y KLM. Su homólogo alemán, el ex canciller, Gerhard Schróder, incursionó en el ámbito privado como presidente de la empresa Nord Stream AG (joint-venture Gazprom/E.ON/BASF/GDF Suez/Gasunie), consejero del grupo petrolero TNK-BP y asesor para Europa de Rothschild Investment Bank. Antiguos miembros de su gabinete, miembros del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), también cambiaron el traje de funcionario público por el de hombre de negocios: El ex ministro del Interior Otto Schilly asesora al trust financiero Investcorp (Bahréin), donde se encontró con el canciller austriaco Wolfgang Schüssel, el vicepresidente de la Convención Europea Giuliano Amato o incluso Kofi Annan, ex secretario general de la ONU.
Las figuras de mayor relieve del socialismo europeo intervienen actualmente en decisión de poderosas multinacionales: El ex canciller austríaco (1986-1997) Franz Vranitzky, administra el grupo canadiense Magna International (equipamiento para automóviles); el ex presidente del Gobierno español Felipe González lanzó un fondo de capital de riesgo (Tagua Capital) y forma parte del Consejo de Gas Natural; su ministro de Economía, Carlos Solchaga, asesoró a Citigroup y a la agencia de calificación Fitch (grupo Fimalac). Los socialdemócratas escandinavos, a menudo presentados como «modernos», por oposición a los socialistas «arcaicos», no escapan a esta tendencia: Gro Harlem Brund-tland(PepsiCo), Thorvald Stoltenberg (East Capital Management) y Góran Persson (JKL Group, filial de Publicis) pasaron al sector privado antes de recorrer, en algunos casos, el camino inverso. Las finanzas tienen, pues, rostros, nombres y apellidos: Se los puede ver desde hace mucho tiempo en los pasillos del poder, y muchos de ellos son «socialdemócratas» (50).
La principal filial boliviana de la socialdemocracia europea fue el MIR, del ex Presidente Jaime Paz Zamora, en cuya gestión se aprobó sin observaciones el Convenio 169 de la OIT. Hoy, el partido más relevante de la oposición, el Movimiento Sin Miedo (MSM), del ex alcalde Juan del Granado, se identifica con la socialdemocracia (51). Sería un error, sin embargo, confundir gobiernos socialdemócratas con dictaduras, sobre todo en regiones periféricas. La social democracia, si bien enmascara su sumisión a los imperialismos de occidente, al defender, así sea en teoría, la democracia formal, permite, en mayor o menor grado, el ejercicio de derechos humanos y libertades políticas que muchas veces sirven de apoyo para que los movimientos nacionales y populares puedan reabrir los procesos liberadores. Lo nacional popular no rechaza la defensa de la democracia esgrimida por la social democracia. Lo que busca es profundizarla y despojarla de elementos alienantes (uso irrestricto de financiamientos foráneos sin fiscalización alguna), que evitan que se alcance la autodeterminación nacional y latinoamericana que requieren nuestros pueblos. La incomprensión de lo nacional popular alcanza a García Linera, conocido por su inestabilidad ideológica, quien ha afirmado que el nacionalismo revolucionario busca «enterrar con una nueva loza categorial (sic: la palabra categorial no existe) la vigorosa cultura, raíz social y auto identificación de los pueblos originarios» (52). Lo que AGL no dice es que en tanto lo nacional popular y el indigenismo no supeditado a las ONGs estén enfrentados, el proceso de liberación carece de destino. A esta conclusión parece haber llegado el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a quien preocupa la urgencia de «construir ciudadanía en los territorios indígenas…La necesidad de enfrentar los grandes problemas nacionales pasa, dijo la autoridad, por resolver el déficit de estatalidad en los territorios indígenas, éste es uno de los mayores desafíos que tendremos en los próximos 50 años, porque es un déficit de la colonialidad y la república y también es un gran desafío en la construcción del Estado Plurinacional… La estatalidad territorial en territorios indígenas implica una transformación de esta lógica estatal, que se acostumbró a construir ciudadanía en los núcleos urbanos y en las periferias; hoy el gran desafío es construir ciudadanía, construir universalidad cívica-ciudadana en los territorios indígenas; éste será uno de los mayores desafíos del Estado» (53). No importa que Quintana denomine a la construcción de ciudadanía una tarea plurinacional. Lo real es que el Ministro de Evo Morales ha rescatado un importante planteamiento de lo nacional popular en el país.
Para que el Frente Nacional recupere el rumbo de la Revolución Nacional (la articulación indo mestiza), los ideólogos del indigenismo deben aclarar su confusión en torno a lo cuantitativo y cualitativo de sus planteamientos. En efecto, si el hablar una lengua diferente es el único requisito para ser nación, ¿puede existir una nación de 500 personas, de 200, de 50 o de 2? ¿Cómo se logrará la delimitación de territorios ancestrales superpuestos con departamentos, territorios indígenas, originarios, campesinos, departamentos, municipios y otras comunidades? Cómo evitar interminables colisiones entre ellas? La pregunta es válida también en cuanto al uso de idiomas, justicias comunitarias, autodeterminación y derechos sobre recursos naturales. Los Estados nacionales, con el reconocimiento pleno de los pueblos indígenas, no dependientes de financiamientos foráneos, es el único escenario capaz de incorporar a la sociedad en su conjunto valiosos aportes del indigenismo, como el «Vivir Bien», la importancia de la reciprocidad, el respeto a la otredad y la preservación del medio ambiente. El caos originado en la Asamblea Constituyente se debió a que no fue precedido de un proceso pre-constituyente, en el que los actores sociales debatan, con profundidad y sin premura, la nueva organización del país. Los debates debieron culminar en acuerdos sectoriales progresivos, hasta contar con un denominador común, que unifique al país y lo proyecte al futuro. Es el momento de rectificar el error y abrir el proceso pre constituyente que las ONGs impidieron que se realizara.
EL PAPEL DE LOS BANCOS
La confrontación entre indigenistas y la corriente nacional popular es simultánea al inicio de la desoccidentalización del mundo, ya que la riqueza ha comenzado a fluir de Occidente a Oriente y de Norte a Sur, lo que está ocasionado el desplazamiento del eje económico mundial del Atlántico al Pacífico y al Índico. Como consecuencia de lo anterior, la proyección militar de EEUU y de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) se ha debilitado, lo que no significa ignorar su poderío y brutalidad. La privatización de las guerras, a favor de contratistas, la creciente dificultad del dólar para mantenerse como moneda mundial, el fracaso de la autorregulación de los mercados, los crecientes problemas de funcionamiento del sistema capitalista mundial, en lo relativo a la provisión de empleo, alimentos y energía y el vaciamiento casi total de contenidos humanos en la actividad política, sobre todo en los centros de poder, los que se aferran sólo a la «real politik», corroboran lo anotado (54).
La situación descrita se ha tornado irreversible debido a que, desde inicios de los ochentas, la burguesía financiera de EEUU, al privilegiar la fabricación de productos de alta tecnología, en desmedro de su producción industrial (lo que pudo hacer de manera simultánea), ha permitido que parte importante de su producción emigre a países del Asia. Si bien ocurrió algo similar en los sesentas y setentas, cuando empresas norteamericanas instalaron factorías en Brasil, Argentina y México, cuya producción fue destinada a los mercados de estos mismos países, la producción trasladada a países de Asia ingresa ahora al mercado de EEUU, lo que agudizó la crisis del imperio y agrava su incontrolable déficit comercial. La idea de Alvin Tofler («La Tercera Ola»), recogida por los sectores de vanguardia de la burguesía estadounidense, obnubilada por altas ganancias inmediatas, causó la crisis estructural del poderío norteamericano, a la que, en mayor o menor medida, fueron arrastradas las economías de Europa Occidental (55).
En este panorama, si bien el indigenismo es la punta de lanza en América Latina del poder mundial, la Banca que lo financia es el obstáculo principal del nuevo modelo civilizatorio. Muchos consideran que plantear la anulación del poderío bancario es una meta muy limitada ya que se demanda de inmediato la instauración del socialismo y la destrucción del sistema capitalista. No debe olvidarse que la Banca es el eje del sistema capitalista vigente. La Banca Mundial gira alrededor del Banco de la Reserva Federal (BRF) de EEUU, que es una asociación de Bancos privados, que, desde 1913, imprime dólares en forma exclusiva, sin fiscalización adecuada, en cantidades que ella decide, arrogándose el derecho de fijar tasas de interés. Los grandes Bancos se fundan, se organizan, se auto financian y se rescatan con dinero de los contribuyentes. Predican el libre mercado, pero planifican en función de sus intereses la economía mundial. Caerán, si cae el sistema, porque son su esencia. Los ocho accionistas mayores del BRF son el Banco Rothschild de Londres y Berlín; el Banco Lazard Brothers de París; el Banco Israel Moses Seif de Italia; el Banco Warburg de Hamburgo y Ámsterdam; el Banco Lehman Brothers de Nueva York; el Banco Kuhn Loeb de Nueva York; el Banco Chase Maniatan de Nueva York y el Banco Goldman Sachs de Nueva York. Estas entidades son dueñas del Sistema de la Reserva Federal a través de aproximadamente 300 accionistas, todos los cuales se conocen unos a los otros y en algunos casos están emparentados los unos con los otros. Nadie eligió a los grandes banqueros para que, en muchos casos, definan el destino de pueblos y países. Son el poder más totalitario y anti democrático imaginable. Todas las monedas del mundo dependen del dólar y el dólar de la voluntad de los banqueros. El BRF emite dólares respaldados por deudas reconocidas por los gobiernos, los que, a su vez, las garantizan con el patrimonio de las naciones. Si incumplen sus obligaciones, se produce fuga de divisas, recesiones, insolvencias y quiebras, con lo que los banqueros se apropian de esos bienes (56).
No obstante, el dólar es una moneda cada vez menos aceptada como divisa en importantes transacciones. China, por ejemplo, viene insistiendo en que a corto plazo realizará sus transacciones petroleras con su propia moneda. Lo mismo ocurre con Rusia. El hecho de que en poder de China se hallen depositadas enormes cantidades de dólares de reserva, dificulta las presiones de EEUU para revertir la situación, en momentos en que sus aliados de la OTAN atraviesan por enormes problemas económicos. En varias latitudes, se ha ubicado también al «enemigo principal». Si en Europa Occidental y EEUU los «indignados» se organizaron a partir del estallido de burbujas financieras que causaron millones de expropiaciones de viviendas, la conciencia de que ese abuso fue digitado por la Banca es irreversible.
Ignacio Ramonet destaca que «el poder ha pasado de los políticos a los especuladores de Bolsa y a una cohorte de tramposos banqueros… Su poderío es tan grande que pueden ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos… cuya impunidad es casi total… En 2001, Goldman Sachs ayudó a «maquillar» las cuentas de Grecia para que pudiese ingresar en el euro, la moneda única europea. Añade que «la realidad estalló como una bomba… Casi un continente sumido en la crisis de la deuda; un país, Grecia, expoliado y de rodillas; recesión, despidos masivos, pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores; reestructuraciones y sacrificios de los beneficios sociales; planes de ajuste y miseria… ¿Qué sanciones recibieron los autores de tan nefasto engaño? Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs para Europa, al corriente por tanto del fraude, fue premiado con la presidencia del Banco Central Europeo (BCE)… Y Goldman Sachs cobró en recompensa, por el maquillaje de las cuentas, 600 millones de euros…»
Luego de recordar los escándalos de Bankia y el de las «participaciones preferentes» que afectó a 700.000 ahorristas en España, de cuyo país fugaron 220 mil millones de euros hasta septiembre de 2012, el analista añade que «el banco HSBC (una de las más grandes organizaciones de servicios bancarios y financieros del mundo, cuya sede central está en Londres), fue acusado de blanquear el dinero de la droga y de los narcotraficantes mexicanos. El JP Morgan se lanzó a especulaciones desmedidas asumiendo inauditos riesgos que le acarrearon pérdidas de 7.500 millones de euros, arruinando a decenas de clientes. Igual le sucedió a Knight Capital que perdió más de 323 millones de euros en una sola noche a causa de un error de un programa informático de especulación automática por ordenador… Pero el escándalo que más está irritando, a escala mundial, es el del Libor. La Asociación de Banqueros Británicos propone cada día un tipo interbancario llamado «London interbank offered rate» o Libor por sus siglas en inglés. El cálculo de esa tasa lo realiza la agencia Reuters la cual, diariamente, pregunta a dieciséis grandes bancos a qué tipo de interés están obteniendo créditos. Y establece una media. Como es el tipo al que se prestan dinero los principales bancos entre ellos, el Libor se convierte en una referencia fundamental de todo el sistema financiero mundial. En particular, sirve para determinar, por ejemplo, los tipos de las hipotecas de las familias. En el mundo, el Libor influye sobre unos 350 billones de euros de créditos… Cualquier variación -por mínima que sea de ese tipo puede tener una incidencia colosal. Varios bancos (de los que sirven de referencia para establecer el Libor) se concertaron entre ellos y decidieron mentir sobre sus tipos, manipulando de ese modo el Libor y todos los contratos derivados, o sea los créditos a los hogares y a las empresas. Y eso durante años. Las investigaciones han demostrado que una decena de grandes bancos internacionales -Barclays, Citigroup, JP Morgan Chase, Bank of America, Deutsche Bank, HSBC, Crédit Suisse, UBS (Union des Banques Suisses), Société Générale, Crédit Agricole, Royal Bank of Scotland- se organizaron para manipular el Libor. Este enorme escándalo demuestra que la delincuencia se halla en el corazón mismo de las finanzas internacionales. Y que, probablemente, millones de familias pagaron sus hipotecas a unas tasas indebidas. Muchas tuvieron que renunciar a sus viviendas. Otras fueron expulsadas de ellas por no poder pagar unos créditos artificialmente manipulados… Una vez más, las autoridades encargadas de velar por el buen funcionamiento de los mercados hicieron la vista gorda. Nadie ha sido sancionado, aparte de cuatro compinches. Todos los bancos implicados siguen haciendo negocios. ¿Hasta cuándo las democracias podrán soportar esa impunidad? (57) Ramonet dice que los «movimientos sociales» pueden ser una respuesta frente al agotamiento de la política. Y es verdad, pero con la condición, añadimos nosotros, que los movimientos sociales no se convierten en apéndices de las ONGs y de los Banqueros, como ha ocurrido con el indigenismo y el ambientalismo en Bolivia.
En América del Sur, los procesos de integración, como el MERCOSUR, la COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES (CAN), el ALBA, la UNASUR y la CELAC, abren perspectivas, aun que limitadas, de un nuevo modelo civilizatorio, debido a que las transnacionales y sus bancos continúen siendo el referente principal de las economías de la región. en tanto no funcione efectivamente el Banco del Sur y los organismos de integración no controlen las áreas estratégicas de la economía, como la Banca, la minería, los bosques, las semillas y el petróleo, los discursos bolivarianos seguirán siendo sólo expresiones de buenos deseos. Por otra parte, es un clamor generalizado el lograr el rescate de la política de manos de los banqueros. La elección de Obama o Romney, Hollande o Sarkozy y Rajoy o Rubalcaba carece de significación, ya que, al margen del resultado, el ganador debe cumplir los mandatos de Wall Street y de la City. Como complemento de lo anterior, los medios privados de comunicación social son cada vez más críticos, sobre todo con los gobernantes identificados con lo nacional popular, pero «prudentes» frente a Banca, lo que no ocurría cuando los gobiernos tenían efectivamente el poder en sus manos. El punto más vulnerable de los Bancos frente al sentimiento popular son los paraísos fiscales, que sirven de cobertura al narcotráfico, trata de personas y fábricas de armas, que son las peores lacras de la humanidad. Detrás de los paraísos fiscales se encuentra siempre al mismo núcleo de banqueros, que, pese a cambios de las coyunturas, tienen una centenaria tradición mafiosa, como Goldman Sachs, UBS, Credit Suisse, Bank of America, Wells Fargo, JP Morgan Chase y sus asociados. Los banqueros son el puntal del neoliberalismo y el neoliberalismo significa, a su vez, el triunfo del mercado sobre el Estado.
La cruzada contra los Bancos tiene como antecedente histórico a la ley Glass Steagal, promulgada por el presidente Franklin D. Roosevelt, para evitar la repetición de la crisis mundial de 1929. Roosevet decía que prefería rescatar a los que producen alimentos que a los que producen miseria. La citada ley impuso la separación entre banca de depósito y banca de inversión (bolsas de valores), así como la creación de un sistema bancario conformado por bancos nacionales, estatales y locales. En consecuencia, los banqueros fueron impedidos de participar en los consejos de administración de las empresas industriales, comerciales y de servicios. La finalidad de estas medidas era que no se pudiera especular con el dinero de los depositantes. Esta separación de funciones contribuyó a limitar el tamaño de los grupos bancarios estadounidenses. La ley, al limitar el poderío de los Bancos en EEUU, debido a la competencia de Bancos europeos y japoneses, que actuaban sin control, fue derogada por Bill Clinton. Desde ese momento, los bancos comerciales de EEUU tomaron más riesgos e incrementaron sus actividades comerciales y de inversión. Son cada vez más numerosas las voces de quienes exigen volver a las regulaciones de la Glass Steagal (58).
Las movilizaciones sociales contra la Banca, a nivel internacional, tenderán a radicalizarse de manera inevitable. Tal el criterio del ex vicepresidente de la Comisión de DDHH de la ONU, Jean Ziegler, quien propone «ocupar y nacionalizar la Banca», para luego advertir que «vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg». En su último libro: «Destrucción Masiva. Geopolítica del hambre» (Península), plantea «multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y crear un nuevo orden mundial más justo», la que se transformará en un «frente de resistencia intercontinental y en una nueva forma de solidaridad entre todos los pueblos». La neutralización del poderío de los Bancos está asociada a la urgencia de reformas estructurales a la ONU, ente que, dice Ziegler, se fundó «con el objetivo principal de defender el interés general de los pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los Derechos Humanos». Sin embargo, «los mercenarios han pervertido su papel y destruido su credibilidad moral… La refundación de esta organización pasa por imprimirle «mucha más democracia» eliminando el poder de veto de las naciones integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de ‘golpistas’ y eliminando las prebendas del FMI y el BM. El neoliberalismo delictivo, concluye el diplomático, debe acabarse ya». (59)
AMÉRICA LATINA Y BOLIVIA EN EL ESTADO CONTINENTAL
La crisis de los Estados nacionales fue advertida por el geógrafo alemán, Federico Ratzel, a fines del Siglo XIX, al constatar que EEUU se había convertido en el primer Estado Continental y que los demás Estados nacionales no tenían destino sino se agrupaban de acuerdo a regiones geográficas. Los Estados Nacionales emergieron en el Siglo XIX. Los primeros fueron Inglaterra y Francia, seguidos por Alemania, Italia y Japón. Aunque las previsiones de Ratzel, con relación a EEUU se cumplieron sólo al concluir la Segunda Guerra Mundial, quedó demostrado que Europa Occidental sólo podía convertirse en Estado Continente si consolidaba la Unión Europea (UE), la que nació en 1950, a través de la alianza de Francia y Alemania, sustentada en la explotación conjunta de sus yacimientos fronterizos de hierro y carbón. Inglaterra, por su parte, encontró su propio espacio, a lo largo del Siglo XX, al forjar una sólida alianza anglosajona con Washington. Rusia es, por sus dimensiones y población, otra Nación Continente, al igual que China y la India. En el Siglo XXI, en el que EEUU no dejará de ser un Estado Continente, al igual que la UE, si evita que su actual crisis económica la destruya. El Estado Continental Sudamericano es la única posibilidad que tiene Latinoamérica para influir en el mundo actual, el que servirá de base para proyectarlo por el resto de Latinoamérica y el Caribe.
La historia de América Latina ha sido una permanente tensión dialéctica entre monroísmo y bolivarismo. El monroísmo, expresión de la doctrina Monroe, elaborada por el Presidente James Monroe, en 1823, postula la hegemonía perpetua de EEUU sobre América Latina. El bolivarismo anhela, por su parte, la unión del polo hispano latinoamericano, ya que considera que América Latina no es un conjunto de naciones, sino una Nación deshecha (60). El monroísmo buscó consolidarse a través de la Conferencia Panamericana (1899), la Junta Interamericana de Defensa (1942), el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (1947) y la Organización de Estados Americanos (1948). El bolivarismo lo hizo mediante la generación del 900, la fundación del APRA (1924); el intento de Perón de crear la Unión Aduanera entre Argentina, Brasil y Chile (1953), y últimamente, con el nacimiento del MERCOSUR, la UNASUR, el ALBA, la CELAC y el Consejo Suramericano de Defensa (CSD), que concretan decenas de esfuerzos anteriores. El CSD es un hito dentro de los planteamientos bolivarianos. Con la creación del CSD se ha roto el excluyente análisis geopolítico de Occidente con relación a nuestra América. Y sin análisis propio, no hay destino posible. Después de la caída del muro de Berlín, se ha transitado del bipolarismo (Washington-Moscú), al unipolarismo, que EEUU no ha podido consolidar, lo que ha dado paso a la formación de un sistema «apolar» (sin polos hegemónicos, de acuerdo a la expresión de Henry Kissinger), desde donde se avanza al multipolarismo. Con el CSD, América Latina, por primera vez en su historia, busca defender su seguridad y planificar sus propios objetivos, sin la vigilancia de la Doctrina Monroe (61). Por tanto, no es evidente que la humanidad se halle frente a la desaparición de los Estados Nacionales, sino ante el avance de Estados Continentales, consolidados o en vías de formación.
Cuando el indigenismo y el ecologismo predican un nuevo modelo civilizatorio carecen de una explicación racional de las estrategias, metodologías y procedimientos que emplearán para lograr las transformaciones que postulan. La prédica de sus metas genéricas (Vivir Bien, visibilización de pueblos indígenas sometidos por el colonialismo, defensa de culturas e idiomas precolombinos, preservación de la naturaleza o nueva relación entre seres humanos) no incomodan a los centros de poder mundial, razón por la que, inclusive, prefieren financiarla. En cambio, los Estados Continentales que han emergido y otros que avanzan por ese camino si constituyen una amenaza real al poderío de los Bancos y de los centros de poder mundial que los impulsan.
Han sido tres los grandes intentos de América Latina por lograr su unificación. La primera tuvo lugar entre 1520 y 1560, en cuyo período comienza a configurarse un pueblo nuevo, mestizo en la historia. Todas sus partes entran en relación, luego de milenios de dispersión o comunicaciones fragmentarias. En pocas décadas, se funda la red de villas y ciudades esenciales de América, la que incluye a casi todas las que serán sus capitales. El idioma y la religión ayudan a cohesionar regiones dispersas. Antes de este ciclo, sólo se habían configurado los imperios Azteca e Inca, que tuvieron importantes concentraciones poblacionales. Tal situación facilitó la emergencia del mestizaj, salvo en otras latitudes en las que las poblaciones aborígenes fueron exterminadas, al igual que lo ocurrido en las colonias sajonas del norte. El mantener la exclusión indígena, las encomiendas y la mita, sin atender las opiniones del Libertador, junto al fortalecimiento de oligarquías comerciales, digitadas por Inglaterra, in viabilizó la emergencia de burguesías nacionales. En tanto Brasil, debido a su independencia tardía del dominio portugués, conservó su unidad territorial, en el resto de la América del Sur, las Antillas y el Caribe surgieron países deformados por el monocultivo o la mono producción minera, en función de intereses externos, lo que les impidió constituir su mercado interior. En los procesos de independencia se fueron perdiendo los vínculos de cohesión que suministraban la relación con la Metrópoli. Así se creó la alienación propia de las semicolonias latinoamericanas, la mistificación de creerse «naciones» cuando no son más que esquirlas de una gran frustración… Consumada la balcanización, todos somos vecinos de espaldas, hermanos extraños que se desarrollan hacia fuera, divididos y enajenados por la pax británica (62)
El segundo intento comenzó alrededor de 1808 y concluyó hacia 1830, con el fracaso del congreso anfictiónico de Panamá, convocado por Simón Bolívar, quien aspiraba a conformar una «Nación de Repúblicas», el que fue bloqueado por el naciente imperio británico, que pasó a controlar económicamente a las jóvenes repúblicas. La Generación del 900 hizo que Hispanoamérica tomara conciencia de la dimensión de su tragedia, sobre todo a través del argentino Manuel Ugarte, quien sostenía que había llegado el momento para que nuestra América dejara de ser rica para los demás y pobre para si misma (63). El uruguayo José Enrique Rodó, con su libro Ariel, el año 1900, es considerado el pionero de esta corriente, que tuvo también entre sus principales referentes al mexicano José Vasconcelos, al peruano, Francisco García Calderón, al venezolano Rufino Blanco Bombona y al colombiano José María Vargas Vila. La Generación del 900 influyó en la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, en la fundación del APRA, en 1924, gracias a la visión de Víctor Raúl Haya de la Torre, y en el proyecto de unión aduanera de Argentina, Brasil y Chile, propuesta por el presidente Argentino Juan Domingo Perón, en 1953. La Revolución boliviana de 1952, la Revolución cubana de 1959, y el rebrote de movimientos nacional-populares con Velasco Alvarado en el Perú, el proceso Ovando Torres en Bolivia, entre 1969 y 1971 y el triunfo de Salvador Allende, en 1970, crearon las condiciones del «Pacto Andino», antecedente directo de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Ramos y Methol coinciden en que el MERCOSUR es el acontecimiento más importante para América Latina, desde la gesta de Bolívar. La Unión Europea (UE) demostró que sin un eje económico, alrededor del cual gire el resto de los países, la integración regional no pasa de los discursos. Ese eje fue Alemania y Francia en el «viejo» continente y son Brasil y Argentina en Sudamérica. Los dos países más grandes de la región incorporaron también a Uruguay y Paraguay, sabiendo, de antemano, que su gravitación en el acuerdo sería muy reducida. El golpe parlamentario del vicepresidente Federico Franco en contra de Fernando Lugo, en junio de 2012, hizo que el MERCOSUR suspendiera a Paraguay del organismo integrador, cuyo parlamento, controlado principalmente por la oligarquía y terratenientes paraguayos, que había vetado durante una década al ingreso de Venezuela, permitió que este país se incorporara al MERCOSUR, que pasó a tener una influencia geopolítica que abarca de la Patagonia al Caribe. Por otra parte, el MERCOSUR ha sido, al mismo tiempo, el impulsor de entidades integradoras afines, como UNASUR y la CELAC, en tanto Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros países de Centro América y el Caribe formaron la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA).
Sin embargo, la ruta del MERCOSUR hacia el Estado Continental Sudamericano es abrupta y complicada, EEUU, como contrapartida, ha facilitando la estructuración de la «Alianza del Pacífico», integrada por México, Colombia, Perú y Chile. Sus impulsores dicen que se trata de un ente que busca cohesionar a los países más grandes y poblados de la región, con excepción de Brasil. En los próximos lustros, la confrontación entre EEUU y América Latina, por una parte, y entre el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico, por otra, se agudizará de manera sostenida. En ese contexto, el poder mundial ha conquistado importantes posiciones en Bolivia, a través del indigenismo y del ambientalismo. El economista brasileño Luciano Wexell Severo pone de relieve, una vez más, que Bolivia, debido a que su triángulo territorial estratégico, Santa Cruz, Cochabamba y Tarija, es el único que gravita, de manera simultánea, sobre las cuencas del Pacífico, del Plata y de la Amazonía. La Cordillera de los Andes divide a Sudamérica de Este a Oeste, en tanto que las cuencas del Amazonas y del Plata la dividen de Norte a Sur (64). Con una Bolivia fragmentada en 36 naciones indígenas la posibilidad de consolidar al MERCOSUR está neutralizada.
Mario Travassos, en su libro «La Proyección Continental de Brasil», decía que Bolivia era una nación de estructuras centrípetas, razón por la que no había logrado gravitar en ninguno de los espacios geográficos a los que pertenece. La importancia geopolítica de Bolivia fue advertida de manera temprana por sus vecinos los que lograron, desde la década de los 30, conectar a Santa Cruz por vía férrea con Corumbá (Brasil) y Yacuiba (Argentina), en tanto Bolivia fue incapaz de construir el ferrocarril Cochabamba – Santa Cruz, que articulara su territorio. Sendos gasoductos conectan a los megacampos e Tarija y Santa Cruz con Brasil y Argentina y Bolivia carece de gasoductos que lleguen al salar de Uyuni (con su riqueza de litio, manganeso y potasio), con los yacimientos de hierro el Mutún y o con nacientes ciudades industriales, como la del Alto de La Paz.
La pérdida de su extensa costa en el Pacífico, en 1879, originó un complejo de inferioridad en el país, que no ha logrado contener, agravada por sus contrastes en sus conflictos bélicos posteriores con Brasil y Paraguay. Para las oligarquías vecinas y sus burguesías vinculadas al capital transnacional el atraso de Bolivia sigue siendo un negocio rentable, ya que obtienes todas las ventajas que desean. En los últimos años, el gobierno de Evo Morales ha encontrado inmensas dificultades para construir un camino entre Cochabamba y el Beni, proyectado hace 200 años. La indigenista NCPE entraba, aún más, la vertebración del país. Hoy, todos los sectores sociales exigen el cumplimiento de la nueva Constitución, la que no hacerlo por sus contradicciones insalvables. La NCPE no fue suficientemente debatida. El poder mundial y sus ONG la impusieron como un regalo, cuya envoltura no permitió ver su contenido. Sólo ahora hay conciencia de ello. Razón suficiente para rectificar los pasos equivocados. El problema de la NCPE es que no tuvo un proceso pre constituyente, en el que los actores sociales expongan sus demandas y una comisión pluralista vaya tomando nota de los acuerdos progresivamente alcanzados. Ese proceso debe ser cumplido ahora, a fin de que Bolivia cumpla su papel articulador en el Cono Sur, dentro del proyecto bolivariano, en lugar de ser, como hasta ahora, instrumento de su propia disgregación y de quienes lucran con la atomización de nuestra Patria Grande.
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