Los días 28, 29 y 30 de agosto se llevó a cabo el XXXIV Congreso General Ordinario del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), por lo cual reflexionaremos algunas enseñanzas de dicho congreso. 1.- No basta quedarnos en el plano de la lucha antineoliberal. En la mesa de política nacional […]
Los días 28, 29 y 30 de agosto se llevó a cabo el XXXIV Congreso General Ordinario del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), por lo cual reflexionaremos algunas enseñanzas de dicho congreso.
1.- No basta quedarnos en el plano de la lucha antineoliberal. En la mesa de política nacional se presentaron diversas ponencias, donde la mayoría coincidía en denunciar y responsabilizar al neoliberalismo y a todas sus políticas por precarizar el nivel de vida de nosotros los trabajadores y de todo el pueblo, así como también algunas hicieron hincapié en denunciar al gobierno de Enrique Peña Nieto por continuar con la profundización del neoliberalismo mediante reformas como la energética, hacendaria, educativa, entre otras. Sin embargo, faltó hacer énfasis en que el neoliberalismo es un modelo económico del capitalismo. Es necesario luchar contra el neoliberalismo, pero para que realmente exista una sociedad justa y digna, donde los trabajadores y el pueblo mexicano decidan sobre su destino y su forma de gobierno, donde no tenga cabida la pobreza, la explotación y el despojo es necesario luchar contra el capitalismo, ya que es éste quien origina todos estos males, en el neoliberalismo y en otros modelos.
2.- Hay trabajadores que exigen un sindicato combativo y no pasivo. También se presentaron ponencias que criticaron al Comité Ejecutivo que encabeza Agustín Rodríguez desde 1994 y a la pasividad del STUNAM. Se mostró preocupación sobre el hecho de que el sindicato se convierta en otro sindicato charro, ya que la dirección del STUNAM ha mantenido una desvergonzada pasividad ante las actuales problemáticas sociales. Ya no es suficiente sacar desplegados, firmar pronunciamientos y movilizar a las bases de repente o en fechas específicas, dichas prácticas son limitadas y pareciera que con ellas sólo se pretende «taparle el ojo al macho».
También se criticó que el STUNAM no promueve entre sus afiliados la participación activa y consciente. Necesitamos salir a las calles y movilizarnos con otras organizaciones sindicales, estudiantiles y populares para defender nuestras conquistas y nuestros derechos junto con todo el pueblo, no sólo movilizarnos por puntualidad sindical. Se manifestó un enérgico llamado a poner alto a las simulaciones, a la solidaridad falsa y a no caminar con el pueblo. Dichos hechos nos demuestra que existen trabajadores que no sólo están cansados de la precariedad de vida que ofrece este régimen antipopular y represivo, sino que están dispuestos a luchar por sus derechos y los del pueblo.
3.- Una dirección sin argumentos reales. En algunos momentos el debate se desarrolló en torno a la actitud del STUNAM en la defensa de los derechos laborales y sociales de sus afiliados y en las diversas luchas populares de los últimos años, sobre si ésta ha sido pasiva o activa. Ante dicho debate hubo dos principales posturas. La primera, sostenía que el STUNAM ha mantenido una actitud pasiva por su poca, tardía o quizás nula participación en contra de las leyes y reformas nocivas para la clase trabajadora, remitiéndose a ejemplos como la poca participación en contra de la reforma a la ley del ISSSTE en 2007, la reforma laboral en 2012 y la reforma educativa y energética en 2013. La segunda postura, la de la corriente mayoritaria dentro del sindicato, la roja, sostenía que el STUNAM ha sido el sindicato que «más se ha movilizado», en el supuesto de que ha mantenido muchas movilizaciones. Ante esta última postura cabe preguntarnos: ¿esas movilizaciones fueron suficientes para evitar la imposición de esas leyes y reformas, o fueron suficientes para echarlas abajo? La respuesta es un evidente no.
La dirección del STUNAM sostuvo que el sindicato «sigue teniendo fuerza» y es un «referente en la lucha sindical» por su participación en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y que su fuerza la demostró con la participación masiva de los trabajadores afiliados en la inauguración del XXXIV Congreso. También se dijo que el STUNAM ha estado presente en diversas luchas y que eso se «garantizaba» por la asistencia de diversas organizaciones sindicales y sociales, como los jornaleros de San Quintín y las madres de los normalistas de Ayotzinapa a la inauguración del congreso. Como vemos, ningún argumento de la dirección del STUNAM se refiere a hechos de lucha que demuestren mínimamente el carácter combativo que debería tener nuestro sindicato.
4.- La participación de las bases es fundamental. En algún momento del congreso, las direcciones de las corrientes de oposición pretendieron claudicar frente a Agustín Rodríguez y salir como una sola planilla (aliándose a la corriente roja), abandonando así el plan de salir en unidad como oposición. En una reunión, las bases de la oposición manifestaron la necesidad de salir en unidad y no aliarse con la corriente roja, aunque no se alcanzara el porcentaje mínimo de 20% de la votación para tener derecho a las «carteras», aclarando que lo importante era sentar la base de la unidad para las próximas votaciones de Comité Ejecutivo, es decir, las bases contradijeron a sus dirigentes y los obligaron a dar marcha a atrás en sus planes de claudicación. Esto nos deja dos enormes enseñanzas: la unidad se construye desde las bases y no en un cuarto cerrado donde sólo participen las direcciones y que la participación de las bases es fundamental en cualquier toma de decisiones.
5.- La unidad es un primer paso, pero hay que seguir avanzando hacia una posición anticapitalista. Después de varios años las corrientes de oposición lograron salir unidas en este congreso, dejando algunas de sus diferencias y sin priorizar la pelea por las carteras, pero en sus posicionamientos aún falta por avanzar. No es suficiente tener un posicionamiento antineoliberal, debemos luchar contra el capitalismo para que este sistema que se sustenta en la explotación del hombre por el hombre desaparezca, es decir, para que en los hechos luchemos por la construcción del socialismo.
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección TRABAJO del No. 11 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 17 de octubre de 2015.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.