Bolivia vive un momento histórico: la convocatoria al referéndum para un estado autonómico y la Asamblea que creará una nueva Constitución se deben al empeño del vicepresidente, que reclama un estado indígena con todas las consecuencias: «Sin indios en el poder, la democracia en Latinoamérica es una caricatura»
Matemático, sociólogo e intelectual marxista, pasó cinco años en la cárcel por liderar el Ejército guerrillero Tupak Katari, en lucha por un gobierno indígena. Lo que no logró con las armas lo ha ganado en las urnas. En esta entrevista aclara los objetivos de su Gobierno y sus propósitos sobre la petrolera Repsol.
Pregunta.- ¿Es un marxista utópico, un guerrillero reciclado o la versión intelectual de Morales?
Respuesta.- Quizás todo eso. Bebo de El Capital, tengo una lectura marxista del mundo y del comunitarismo indígena. Mi política es el idealismo utópico, expresado en defender la importancia de que los indios gobiernen Bolivia. Sin indios en el poder, la democracia en Latinoamérica es una caricatura. El poncho y la corbata aún no valen lo mismo.
P.- Le comparan con Stalin.
R.- Yo me veo como uno de los últimos jacobinos de la revolución francesa, y a Morales como Robespierre (risas).
P.- Hablan de refundación del país. ¿Qué defectos tiene la Constitución?
R.- Muchos. El mayor, que se redactó sin las mayorías. La primera Constitución se hizo con abogados reciclados de la colonia. De los 110 líderes guerrilleros, participaron dos. El resto estaban muertos. Y los indios no eran ciudadanos: fueron los invitados de piedra, aunque entonces sumaban el 90% de la población. En las siguientes 11 constituciones ningún indígena participó. Este es el momento histórico en que la gente quiere participar y firmar el «acta de armisticio» de confrontación de las fuerzas sociales.La Asamblea Constituyente puede cambiar todo, hasta la bandera.Vivimos una revolución democrática descolonizadora.
P.- ¿Hacia dónde van los cambios?
R.- Hay que garantizar que la propiedad del gas y del petróleo, en boca de pozo y bajo tierra, es estatal. El modelo económico será posneoliberal, basado en la economía familiar y comunitaria tradicional de Bolivia, y regulada por el Estado. Hay que ampliar los derechos sociales, y combinar autonomías provinciales con autonomías étnico-culturales.
P.- Pero los 36 pueblos indígenas exigen autodeterminación. ¿Cómo se conjuga con la autonomía provincial?
R.- No entendemos autodeterminación como separación. Proponemos un estado autonómico mixto, territorial y cultural-lingüístico, como el belga o el indio. Son autonomías federales que combinan territorialidades con identidades culturales, cosa que hay en Bolivia. Aquí tienes nueve provincias y también grandes grupos étnicos: aymaras, 25% de la población; quechuas, 30%; y guaraníes, trinitarios, etc, 7%. Tendrán autonomía territorial los departamentos que voten sí en el referéndum. Y la Asamblea Constituyente debe descolonizar el Estado: todas las etnias tendrán iguales derechos, y representación proporcional en los ámbitos de decisión estatal.
P.- ¿Nacionalizar los hidrocarburos significa recuperar el 51% de las acciones de las petroleras?
R.- En aquéllas donde Bolivia participa al 50%, caso de Repsol, se trasladarán las acciones estatales de la sociedad en fideicomiso en las AFPS (Administradora de Fondos de Pensiones) al Estado.Y hay que comprar el 1% a Repsol para garantizar la mayoría estatal.No se va a expropiar. Que el estado sea accionista mayoritario, es garantía de la seguridad jurídica y la estabilidad de Repsol, y el mejor blindaje para la inversión. En las petroleras como Petrobrás, donde el estado no es accionista, participaremos en la industrialización, distribución y comercialización.
P.- ¿Desconfían de Repsol?
R.- No. Esperamos llegar a un acuerdo societario. Sí, se ha debilitado la credibilidad de Repsol al sobredimensionar sus reservas. Eso ha dado una muy mala señal internacional. Para pronunciarnos en el presunto delito de contrabando de crudo y falsedad en documento aduanero que se investiga, necesitamos el veredicto judicial.Entonces ejecutaremos con firmeza lo que tengamos que hacer.
P.- El Gobierno español dice que el arresto de directivos de Repsol y el allanamiento de su sede no inspira confianza en la seguridad jurídica de las empresas.
R.- Es un tema judicial. El Gobierno ni interviene ni presiona.Pero estamos verificando que no haya excesos en el uso de las atribuciones legales. Lo garantizamos. Le hemos dicho a Moratinos que aguardamos el informe final. Morales no da instrucciones al poder judicial, porque eso es ilegal.
P.- ¿Pueden asociarse con una empresa a la que acusan de contrabando?
R.- Quizás no lo haya. Esperamos que los tratos con Repsol no se vean estorbados por el veredicto.
P.- A Enarsa, la petrolera estatal argentina, le ofrecieron iguales proyectos que a Repsol.
R.- Es bueno diversificar aliados para no depender de ninguno: de todos recogeremos algo. Con Repsol hay la voluntad de cerrar acuerdos muy pronto. Queremos aliarnos con Repsol, nos parece muy buen socio, pero no el único. La visita de Brufau [presidente de Repsol] fue alentadora, por su disposición para trabajar.
P.- ¿Qué prioridades han transmitido a Condoleezza Rice?
R.- Ampliación de preferencias arancelarias, preservación de nuestros mercados en la comunidad andina, alianza contra el narcotráfico.
P.- ¿Firmarán el Tratado de Libre Comercio con Washington?
R.- Si nos demuestran que es bueno para Bolivia, no hay por qué decir no. Pero respetando los acuerdos con la Comunidad Andina de Naciones, lo que no ha hecho Colombia [con la venta de soja] y Perú a medias. Lo ideal hubiera sido una negociación conjunta del TLC por la Comunidad Andina.
P.- ¿Habrá gas boliviano para Chile?
R.- Es una posibilidad.
P.- ¿Cómo interpreta la acogida a Morales en Chile?
R.- Evo es un líder continental. En su sencillez y hábito campesino genera expectativas de liberación.