Dos días antes que el Gerente gestionaba la adquisición, el presidente Morales llamó la atención en Chimoré sobre el alza de la hectárea de tierra y la necesidad de 400 hectáreas para la planta de úrea y amoniaco.
El día en que el ex gerente nacional de Plantas Separadoras de YPFB, Gerson Rojas, chocó una vagoneta oficial en el km 94 del tramo Chimoré-Yapacaní, gestionaba la compra, a unos sindicatos cocaleros, de un terreno para la planta de amoniaco y úrea que la petrolera estatal instalará en Bulo Bulo, según sus declaraciones iniciales, antes que las autoridades blindaran de hermetismo las investigaciones.
«Siento que están exagerando al hacer subir a 3.500 o 4.500 dólares. No sé si ha subido tanto o tal vez algunos quieran aprovecharse frente a este tema», decía el presidente Evo Morales el 15 de junio en Chimoré, ante la especulación de precios, que afecta a la instalación de una planta de Urea en la región, por parte de la estatal YPFB.
Dos días después, el domingo 17, y más al este, cerca de Ichilo, el ingeniero Gerson Richard Rojas, todavía Gerente de Plantas de Separación de Líquidos-YPFB chocaba una vagoneta oficial contra dos camiones y una camioneta, desatando la madeja de un escándalo que derivó en su posterior detención y la de su presunto cómplice, Javier Ugarte, miembro de la comisión calificadora del proyecto.
En medio de las pesquisas, al Gerente se le descubrió el alquiler de cajas de seguridad en el Banco Mercantil Santa Cruz de Cochabamba, y el manejo de hasta 390.000 dólares, que originaron un proceso contra ambos por enriquecimiento ilícito.
EL PRESIDENTE
Tras ser detenido luego que se dio a la fuga por el accidente, Rojas afirmó que la vagoneta estaba en función oficial pues gestionaba la compra de un terreno, tarea coordinada con el presidente de YPFB, Carlos Villegas.
«Ese día estaba en una comisión de Bulo Bulo, sobre la compra del terreno para poner tubos para la planta de amoniaco y urea (…) Mi persona coordina toda compra de terrenos directamente con el Lic. Villegas y él mismo con el Presidente de la Nación», dijo.
«El anterior sábado, en una comisión similar se realizó un acta de compromiso con un lugareño sobre la compra de 90 hectáreas a una federación de sindicatos cocaleros, en ese mismo entendido fue esta comisión», agregó Rojas.
«Lamentablemente algunos hermanos están haciendo subir el precio del terreno, me dicen que está costando hasta 4.500 dólares la hectárea, necesitamos como 400 hectáreas para este proyecto», había dicho Evo Morales en Chimoré, el viernes 15 de junio, luego de inaugurar la ampliación de la subestación de energía eléctrica local.
«Asuman su responsabilidad para garantizar las 400 hectáreas para la industria de urea, he explicado la importancia y es responsabilidad del Alcalde y dirigentes sindicales conseguir este terreno», agregó.
En otra parte de sus declaraciones, el ingeniero Rojas enfatizó que desde que inició sus funciones tuvo trato directo con Villegas, incluso por encima del vicepresidente nacional de Operaciones, Mario Salazar. La declaración está firmada por Gerson Richard Rojas Terán, el abogado Líder Guzmán Cabrera, el sumariante Sgto. Gustavo Osinaga y el fiscal de Materia Jaime David Canedo Encinas, según la versión de El Deber.
LIQUIDOS ANTES, UREA Y AMONIACO DESPUES
El escándalo, con implicaciones de corrupción recordó el caso «Catler», hace tres años, cuando en enero del 2009 delincuentes asesinaron al presunto empresario sobornador, Jorge O’Conor Darlach en una calle de La Paz para robarle 435.000 dólares con los que iba a pagar favores de distintos funcionarios, entre ellos, el entonces presidente de YPFB, Santos Ramírez, condenado por ello a 12 años de cárcel.
El proyecto de las plantas separadoras de líquidos en Río Grande, Santa Cruz y Gran Chaco, Tarija, roza una inversión de 600 millones de dólares para separar los líquidos del gas que Bolivia exporta al Brasil y Argentina.
También YPFB informó a principios de julio que cinco empresas estaban interesadas en instalar las plantas de urea y amoniaco en el municipio de Entre Ríos, provincia Carrasco de Cochabamba, en otra inversión estimada en 1.000 millones de dólares: el grupo coreano Hyundai y Samsung, la española Duro Felguera, los consorcios ítalo-argentino Saipen/AESA y el ítalo-español Técnicas Reunidas /Technip.
De acuerdo a cronograma, entre el 9 de julio y el 3 de agosto debía realizarse la calificación de las propuestas para su adjudicación el 21 de agosto y firma de contratos en septiembre.
La estrategia de producción del complejo de industrialización del gas natural en Bulo Bulo tiene por objetivo producir fertilizantes nitrogenados no solo para atender la demanda total del mercado interno y sino exportar los excedentes a mercados externos de gran demanda, razón por la que se pretende producir aproximadamente 650.000 toneladas anuales de urea, a partir del año 2014, reportó a fines del año pasado la agencia AN-YPFB.
«La Planta de Amoniaco Urea va a funcionar en la región de Bulo Bulo, y su producción cubrirá la demanda inicial del 20% mercado interno, demanda creciente y el 80% a la exportación y contribuirá a elevar la productividad del sector agrícola en Bolivia y generara divisas importantes para el país», mencionó el entonces gerente Gerson Rojas al afirmar que este proyecto es intensivo en mano de obra.
Por su parte, el presidente ejecutivo de YPFB estimaba firmar el contrato para que se construya la planta en abril del 2012, «de tal manera que ésta sea entregada a fines de 2014, o primeros meses de 2015».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.