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¿Qué relación existe entre el incremento de la violencia y la Guardia Nacional en Chiapas?

Fuentes: Rebelión

Análisis y propuesta del FNLS en Chiapas

La Guardia Nacional (GN) surge bajo la idea de reforzar «la seguridad» así lo sostiene el gobierno federal y estatal, desde su conformación miles de elementos arribaron a la entidad, sin embargo, la supuesta «tranquilidad» que traería consigo este cuerpo policiaco militar terminó por ser lo contrario, su presencia sirve para reforzar los actos represivos contra el conjunto del movimiento popular.

Su presencia es notable en cada desplazamiento forzado y despojo de tierras que se dan en la entidad en contra de comunidades y colonias populares, en la represión hacia estudiantes normalistas y organizaciones independientes y en el hostigamiento y amenazas de detenciones arbitrarias, por ejemplo, en el municipio de Amatan.

Los mandos de la GN participan en las «mesas de seguridad» que todos los días realiza el gobierno de Chiapas conjuntamente con el Fiscal General y los mandos del ejército y la policía, desde ahí se planean todos los operativos que terminan en graves violaciones a los derechos humanos de miles de chiapanecos, entre ellos, el derecho a la tierra, vivienda, organización y manifestación.

El actuar de este cuerpo policiaco militar no es fortuito, sino que es parte del plan nacional del ejecutivo federal para la imposición de un nuevo ciclo de desarrollo capitalista en el sur sureste del país, en donde el papel de la GN es ser el guardián de los intereses oligarcas e imperialistas.

Los intereses que tiene el capital monopolista trasnacional en Chiapas y que tiene que cuidar el Estado a través de sus cuerpos represivos son fundamentalmente los recursos naturales y energéticos, los atractivos naturales y la mano de obra calificada para echar a andar sus empresas en los diversos sectores de la producción.

La tierra que está en manos de campesinos o colonias son despojadas para beneficiar a caciques, empresas constructoras, mineras, maderera y la agroindustria, el beneficio para estas empresas es millonario, no sucede lo mismo con el pueblo quien hoy vive las consecuencias del desplazamiento forzado y la represión.

Por esta razón existe un mayor descontento popular, rechazo al plan capitalista, y crítica política que da claridad al pueblo sobre las consecuencias del actual régimen de explotación y opresión, las protestas son innumerables, sólo el año pasado a las afueras del Palacio de Gobierno en la Ciudad de México estaba llenó de plantones por diversos problemas acontecidos en Chiapas.

Para la oligarquía esto significa una traba para sus planes, por ello, el movimiento popular es el blanco de la represión en esta administración, las cifras de víctimas lo confirman, para que con ello pueda detenerse y frenar los brotes de protesta.

Ismael Brito Mazariegos expresó que el problema de Chiapas son las organizaciones, bajo esa premisa las mesas de seguridad guía el actuar de los cuerpos represivos incluido la GN, por lo tanto, la violencia institucional que hoy vive la entidad está en estrecha relación con la imposición de los intereses empresariales.

La justificación con la cual el gobierno federal pretende legitimar la presencia de militares en las calles es «la seguridad» en abstracto, no define bien la idea para explicar la realidad, la causa del actuar policiaco militar es la seguridad para la inversión privada y el saqueo de los recursos naturales.

La GN ya forma parte de las fuerzas represivas y del estado policiaco militar, en esencia es el disfraz que adquiere la militarización de la entidad, es la mutación de la Ley de Seguridad Interior, la cual otorga facultades jurídicas al ejército para salir a las calles a realizar trabajos de supuestamente de seguridad pública.

Los índices de violencia no disminuyen, el crimen organizado y narcotráfico siguen intactos, y no es por fallas de una política de seguridad, sino que es expresión del régimen de explotación y opresión que en esencia es violento, que descompone a la sociedad hasta llevarla a la degradación humana. En la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en un bar dos militares en estado de ebriedad dispararon su arma de cargo contra una persona, un claro ejemplo de esa descomposición.

Podrá cambiar la política de seguridad y los resultados serán los mismos, así de predecible es esto, ya que mientras la base económica capitalista no se transforme, la violencia tendrá lugar y se expresará en sus diversas formas.

El trato dado recientemente a los miles de migrantes por parte de la GN y la policía en la frontera sur de México, es expresión de los designios del capital trasnacional, concretamente el de Estados Unidos, quien necesita contener el flujo migratorio que provoca la propia crisis capitalista.

El último evento que podría agudizar aún más la violencia en esta parte del país es la llegada el 23 de enero del General Brigadier José Silvestre Urzúa Pasilla como nuevo jefe de Estado Mayor de la 36a. Zona Militar con sede en el municipio de Tapachula, su carrera militar la llevó acabo en Veracruz e hidalgo, zona de gran interés empresarial y donde los niveles de violencia vistas en fosas clandestinas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales fue elevado.

La represión que hoy se vive en Chiapas sólo podrá frenarse a través de la denuncia y acciones políticas de masas que necesariamente deben trascender la dispersión y dar un salto cualitativo a la unidad todo el movimiento popular y abrazar todos y cada uno la bandera de la lucha contra la política represiva de esta nueva administración.