La carta enviada al presidente de EEUU, vuelve a colocar en manifiesto a un sector de la población de Bolivia que quiere volver a ser colonia. La misiva expresa el pensamiento de una oposición embelesada en su vocación de súbdito. Sobran ejemplos para describir la naturalización de la cultura de la sumisión y la injerencia […]
La carta enviada al presidente de EEUU, vuelve a colocar en manifiesto a un sector de la población de Bolivia que quiere volver a ser colonia. La misiva expresa el pensamiento de una oposición embelesada en su vocación de súbdito.
Sobran ejemplos para describir la naturalización de la cultura de la sumisión y la injerencia en nuestra historia, entre los más recientes se podría señalar a Carlos de Mesa que el 18 de diciembre de 2003 envió una carta al Congreso de la nación, solicitando inmunidad para los ciudadanos norteamericanos; al General Marcelo Antezana, Comandante del Ejército Boliviano, entregando a EEUU, 37 misiles que el país había adquirido para su defensa.
El 14 de diciembre de 2006, el capitán Reyes Villa, en un lapsus linguae proclamó: «Adelante Santa Cruz con su independencia». El psicoanálisis considera que los actos fallidos o lapsus linguae, son efectivamente lo que el interlocutor piensa en su yo interior.
La última semana de septiembre de 2008, Alberto Melgar, presidente del comité cívico de Beni, refiriéndose a gestiones que habrían realizado los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, declaró: «Hemos solicitado un protectorado ante la eventualidad de que el gobierno quiera arremeter contra las regiones autonomistas» sostuvo. El Código Penal Boliviano, en su artículo 110, establece que «El que realizare actos tendientes a someter total o parcialmente la Nación al dominio extranjero o a menoscabar su independencia o integridad, será sancionado con treinta años de presidio».
«Proclamaremos la independencia y fundaremos un nuevo país», sostuvo el 8 de septiembre de 2008 en su última entrevista, Eduardo Rózsa Flores, poco antes de partir desde Croacia hacia Bolivia. «Ellos» me llamaron para organizar la defensa de Santa Cruz, sostuvo en referencia a quienes lo convocaron para organizar grupos armados y crear otro país.
El 1 de abril, los legisladores de oposición Amílcar Barral, Carmen Eva Gonzales, Norma Piérola, Susana Campos, María Calcina y Agustín Condori, entre otros, firmaron una carta dirigida al Presidente norteamericano Donald Trump, en la que solicitan, «tenga a bien interceder en América Latina y evitar que Evo Morales vuelva a postularse a la Presidencia».
Sin embargo, oficialistas y opositores condenaron la carta enviada al presidente norteamericano, los principales líderes de la oposición, entre ellos Carlos Mesa, Doria Medina y Oscar Ortiz, calificaron la petición de «inaceptable». Ante la ola de críticas, Amilcar Barral y María Calcina, ambos militantes de Unidad Demócrata (UD), anticiparon que «solicitarán la anulación de sus firmas en esa carta».
«Mr. President Donald Trump, enviamos una carta para denunciar a Evo Morales y sus aliados», señala la nota de la vicepresidenta de la ONG Dark Horse Political, Eva Sara Landau, que realiza gestiones para que EEUU sancione al Gobierno de Bolivia.
En repetidas oportunidades el exministro de gobierno, Carlos Sánchez Berzaín, asilado en EEUU, expresó: «Bolivia representa una amenaza para el mundo… no solo para la región o para Estados Unidos, sino para el mundo entero».
Estos testimonios contra el país, no son los únicos y seguramente no serán los últimos.
El 20 de enero de 1839, el vicepresidente, José Miguel de Velasco, al enterarse de la derrota de los ejércitos bolivianos, ante los tropas de Chile y Perú en la batalla de Yungay; felicita al general chileno Manuel Bulnes, por haber derrotado al ejército boliviano.
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