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Racismo

Fuentes: Rebelión

En la última semana de enero aparecieron en la ciudad de Santa Fe «pintadas nazis», «antisemitas» -así definidas por medios de la provincia homónima- disparando airadas reacciones de autoridades políticas (1), algunas instituciones y también asociaciones israelitas que no tardaron en convocar «con carácter de urgente» a un encuentro multisectorial.(2) Sin embargo, no debe pasarse […]

En la última semana de enero aparecieron en la ciudad de Santa Fe «pintadas nazis», «antisemitas» -así definidas por medios de la provincia homónima- disparando airadas reacciones de autoridades políticas (1), algunas instituciones y también asociaciones israelitas que no tardaron en convocar «con carácter de urgente» a un encuentro multisectorial.(2)

Sin embargo, no debe pasarse por alto que los sucesos involucran a un pais en estado de beligerancia, en el que la propaganda no es un dato menor, particularmente para quién sobresale por su capacidad de influencia política y mediática (3), todo lo cual impone examinarlos sobre el telón de fondo de los actos «antisemitas», contemporáneos a otras acciones bélicas, a través de la historia.-

«Cuando se produjeron las masacres de Sabra y Shatila, el escritor Tahar Ben Jelloun escribió: «Hay coincidencias que, a fuerza de repetirse, acaban por convertirse en indicios mayores. Actualmente sabemos para qué sirve un atentado antisemita en Europa y a quién beneficia el crimen: sirve para encubrir una masacre deliberada de las poblaciones civiles palestinas y libanesas. Es constatable que estos atentados han precedido, seguido o coincidido con un baño de sangre en Beirut. Estas operaciones terroristas están organizadas de tal manera y ejecutadas con una perfección tal que han cumplido hasta ahora a la perfección el objetivo político que perseguían: desviar la atención cada vez que el problema palestino gana un poco más de comprensión, de simpatía»».(4)

La nueva ofensiva lanzada en el mismo mes contra la Franja de Gaza, territorio de unos 50 km de largo por otros 10 de ancho, habitada por un millón y medio de palestinos, asume ribetes especialmente dramáticos al clausurar el ejército israelí todos los pasos fronterizos abiertos hasta entonces. Por caso, el combustible, que además proporcionaba electricidad, rápidamente se agotó. Poco se sabe del funcionamiento de los hospitales. Preguntado sobre su escasez, el actual primer ministro israelí Ehud Olmert, respondió: «pueden caminar».-

Por acción de EEUU, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no logró consensuar una declaración de condena al bloqueo. Nada nuevo. Desde el año 1982, EEUU ha vetado 32 resoluciones que eran críticas de Israel, un número mayor que el total combinado de vetos emitidos por todos los demás miembros del Consejo.(5)

Cuando este nuevo «aparheid» reclama la reacción del mundo, en Santa Fe repercuten anónimas «pintadas», suscriptas por una grotesca «juventud fascista» (la originalidad no es virtud que abunde), rápidamente vinculada a un sitio «web» análogo, creado en la misma ciudad.(6)

La comprensible sensibilidad ante este tipo de hechos no debe impedir el prudente análisis, so pena de silenciar, a veces inadvertidamente, políticas de limpieza étnica y racismo explícito.(7)

Que ambas conductas son reprochables es una «verdad de Perogrullo», no obstante, para la mayoría de los medios no es tan obvio. Mónica G. Prieto (diario El Mundo, España) nos da una pista: «Antes del triunfo electoral [de Hamas], la esperanza de los palestinos radicaba en la denuncia de humanitarios y periodistas. Pero la estrategia israelí de propaganda, que reescribe los hechos y encuentra en la prensa un altavoz que distribuye su mensaje sin apenas cuestionarlo, les arrebata ese derecho.»(8)

Las investigaciones pondrán -o no- apellido y nombre a los «pintadas». Mientras tanto, la población de Gaza agoniza, en el sentido más literal de la palabra, demandando respeto a la legalidad, al derecho de autodeterminación y el cese de toda forma de racismo, cuyo padecimiento no es monopolio de la -otrora perseguida- comunidad judía.-

1- http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/01/30/noticia_0025.html ; http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/27783

2- http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2008/01/31/politica/POLI-04.html

3- Petras, James http://www.rebelion.org/noticia.php?id=58993 ; Mearsheimer y Walt, «THE ISRAEL LOBBY AND U.S. FOREIGN POLICY«, March 2006, Harvard University

4- «LOS MITOS FUNDACIONALES DE LA POLITICA ISRAELI«, Roger Garaudy, pag. 94 y ss.

5- Mearsheimer…, obra citada, pág. 3

6- http://www.juventudfascista.com.ar, luego inaccesible.

7- Ben Gurión -citado por Flapan- Nacimiento de Israel, pag. 22; Nahum Godlmann, La Paradoja Judía, pag. 99; Erskine Childers, «El otro éxodo»; Golda Meir y su «célebre»: «there was no such thing as a Palestinian» – («no hay tal cosa como un palestino»)

8- www.elmundo.es/elmundo/2008/01/26/internacional/1201363573.html