El joven asesinado por la espalda por miembros del Grupo Albatros de Prefectura en Bariloche había sido acusado por la ministra Patricia Bullrich de actuar dentro de una supuesta formación armada de la RAM. Bullrich había justificado los disparos de los prefectos, asegurando que antes habían sido atacados a los tiros por los mapuches. Las […]
El joven asesinado por la espalda por miembros del Grupo Albatros de Prefectura en Bariloche había sido acusado por la ministra Patricia Bullrich de actuar dentro de una supuesta formación armada de la RAM. Bullrich había justificado los disparos de los prefectos, asegurando que antes habían sido atacados a los tiros por los mapuches. Las pericias realizadas en el Centro Atómico de Bariloche dieron negativas para el residuo de pólvora y ninguna de las pruebas obtenidas por la Justicia indican que haya habido armas, disparos o pertenencia a ningún grupo armado por parte de los mapuches. Y todo indica que los prefectos entraron a los tiros y luego se justificaron con mentiras que la ministra aún sigue avalando pese a las pruebas judiciales.
El informe del Departamento de Caracterización del Centro Atómico Bariloche (CAB) confirmó que Rafael Nahuel no tenía restos de pólvora en sus manos. Esto indica que el joven mapuche no disparó armas de fuego el día que fue asesinado por la espalda por un agente Grupo Albatros.
Aunque aún resta un estudio detallado del informe del C.A.B., que será realizado por peritos balísticos en la provincia de Salta, fuentes con acceso al expediente aseguraron a Nuestras Voces que «las primeras lecturas confirman que de las más de 4.000 partículas analizadas a través de las cintas de carbono en las manos de Rafael Nahuel no hay restos de pólvora».
Lo que se buscó con estos análisis es la presencia de los tres elementos constitutivos de la pólvora: bario, plomo y antimonio. En el caso de los informes correspondientes a las manos de Rafael Nahuel arrojaron un resultado negativo de cero sobre cero.
Por otro lado, los informes de Fausto Jones Huala y Lautaro González -los dos jóvenes que bajaron el cuerpo sin vida de Rafael Nahuel hasta la ruta 40- dieron una mínima cantidad de estos tres elementos -en 4000 muestras analizadas- que no serían consistentes con residuos de disparos de armas de fuego.
Desde el principio los abogados defensores de los jóvenes dejaron constancia en el expediente que Fausto Jones Huala había juntado casquillos de balas 9 milímetros disparadas por los agentes de Prefectura para presentar como evidencia ante el juez. Los letrados consideran que eso podría explicar la escasa presencia bario, plomo y antimonio en las cintas de carbono de Jones Huala.
Con respecto a Lautaro González una sola de las partículas analizadas dio resultado positivo. Los abogados defensores esperan las pruebas de los peritos ya que podría tratarse de un falso positivo dado que González estuvo manipulando herramientas de construcción el mismo 15 de noviembre que asesinaron a Rafael Nahuel.
Los peritos que interpreten los informes serán los que determinarán, finalmente, si las formas que tienen los elementos, la cantidad de metales y cómo fueron ubicados en ambas manos corresponden o no a armas de fuego o se debe a otros elementos.
Cuando se confirme oficialmente este informe del C.A.B. quedará demostrado que no existió un enfrentamiento con armas de fuego tal como sostuvo, desde el principio y en un informe oficial, el Ministerio de Seguridad y, luego, los fiscales Sylvia Little y Mario Sabas Herrera.
También echará por tierra las versiones del diario Clarín que -aún sin el informe concluído por los científicos del CAB- se aventuraban a publicar que «habrían encontrado restos de pólvora en las manos de Rafael Nahuel». Información que, en su momento, fue desmentida por Nuestras Voces consultando al personal del Departamento de Materiales que se encargaron de elaborar los informes que hoy niegan la existencia de cualquier rastro de pólvora en las manos del joven mapuche asesinado.
Julieta Wallace, una de las abogadas que defiende a la familia de Rafael Nahuel, prefirió ser cautelosa con esta información y dijo a Nuestras Voces que «aún no hay nada confirmado» ya que «resta conocer el resultado de la lectura que harán los peritos en la provincia de Salta».
La abogada sostuvo «que sería una buena noticia y que más quisiéramos nosotros que fuera cierta, pero preferimos aguardar los resultados finales para confirmar esa información y no crearnos falsas expectativas».
El rumbo de la causa
El juez Gustavo Villanueva dispuso que, una vez concluidos los informes sobre las cintas de carbono realizados por el C.A.B., estos sean enviados al Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que funciona en la provincia de Salta.
El CIF depende de la Procuración General de esa provincia y posee tecnología de última generación como el microscopio electrónico Zeiss 6 que se usó para analizar las muestras en el crimen de las turistas francesas y, posteriormente, del caso del fiscal Alberto Nisman.
Ese mismo microscopio se utilizó en la investigación del asesinato del quien fuera gobernador de Río Negro y ex jefe de la SIDE Carlos Soria. Causa que terminó con la condena de su esposa, Susana Freydoz.
Según explican los científicos del CIF -en la página web del Ministerio Público Fiscal de la provincia de Salta- «el microscopio funciona a partir del bombardeo de electrones sobre la muestra, lo que hace que la materia de la muestra reaccione y libere a su vez electrones y rayos X característicos, los cuales son analizados por la sonda del microscopio».
Será en este laboratorio donde se llevará a cabo la lectura del informe emitido por el C.A.B. que permitirá dilucidar quiénes fueron los Albatros que dispararon el día de la cacería.
A su vez estas pruebas se entrecruzarán con el resultado del cotejo balístico de las armas secuestradas a los Albatros en comparación con la bala extraída del cuerpo de Rafael Nahuel en la autopsia.
De ese modo se podrá saber de qué subfusil MP5 o pistola Beretta salió el disparo de la bala 9 milímetros que mató al joven mapuche y así conocer la identidad del agente de Albatros -de los 8 implicados- que la disparó aquel 25 de noviembre de 2017.
También restan conocer los resultados de las pericias realizadas sobre los uniformes de los agentes del Grupo Albatros, aunque se cree que estos análisis no revelarán nada fundamental para resolver el caso.
Cabe recordar que para el 9 de abril -en principio iba a realizarse el 12 marzo pero se modificó la fecha- el magistrado citó a prestar declaración testimonial a 14 efectivos de Prefectura.
Ninguno de los prefectos convocados a prestar declaración se encuentra imputado en la causa ya que no participaron de la cacería ni se les secuestraron las armas que portaban en aquel momento pero fueron parte del grupo que se encontraba en Villa Mascardi.
Habrá que esperar la lectura de los informes en Salta y el cotejo de las armas con la bala que le fue extraída a Rafael Nahuel para que el juez cite a los 8 Prefectos que participaron de la cacería; mientras tanto la versión del enfrentamiento instalada por el Ministerio de Seguridad y fogoneada desde el Grupo Clarín va perdiendo fuerza a medida que aparecen las pruebas.