El Plenario de la Autoconvocatoria NO al ALCA, reunido esta noche, manifiesta su rechazo al anuncio presidencial de cancelación anticipada de la deuda reclamada por el FMI por 9.810 millones de dólares.El pago nos otorga la razón, en el sentido que en nuestro país existen recursos económicos administrados por el Estado, los que pueden destinarse […]
El Plenario de la Autoconvocatoria NO al ALCA, reunido esta noche, manifiesta su rechazo al anuncio presidencial de cancelación anticipada de la deuda reclamada por el FMI por 9.810 millones de dólares.
El pago nos otorga la razón, en el sentido que en nuestro país existen recursos económicos administrados por el Estado, los que pueden destinarse a resolver la Deuda Interna Social, siendo la desocupación, el hambre y la pobreza los factores más dramáticos de la situación nacional.
En noviembre del 2003, la Autoconvocatoria realizó una Consulta Popular donde 2.300.000 personas se pronunciaron contra el pago de la Deuda Externa. Dos años antes, en diciembre del 2001, más de 3.100.000 argentinos plebiscitaron una propuesta para que no haya ningún hogar pobre en la Argentina.
Proponer la cancelación de la deuda reclamada por el FMI, una mínima porción del total de una deuda pública cercana a los 150.000 millones de dólares, es una forma de anular recursos que podrían destinarse a resolver derechos humanos esenciales como alimentación, salud, vivienda y educación, entre otras que hacen a satisfacer las necesidades de la mayoría empobrecida en la Argentina.
Con este pago al FMI, se continua reconociendo una deuda cuestionada e inexistente; una deuda fraudulenta e ilegítima.
Ratificamos la voluntad de millones de varones y mujeres, representados en la III Cumbre de los Pueblos, que se expresa en la afirmación de que «Nosotros, los pueblos, somos los acreedores». Es la deuda con el pueblo la que el gobierno, y el FMI, deben cancelar.
Buenos Aires, 15 de diciembre de 2005
El pago nos otorga la razón, en el sentido que en nuestro país existen recursos económicos administrados por el Estado, los que pueden destinarse a resolver la Deuda Interna Social, siendo la desocupación, el hambre y la pobreza los factores más dramáticos de la situación nacional.
En noviembre del 2003, la Autoconvocatoria realizó una Consulta Popular donde 2.300.000 personas se pronunciaron contra el pago de la Deuda Externa. Dos años antes, en diciembre del 2001, más de 3.100.000 argentinos plebiscitaron una propuesta para que no haya ningún hogar pobre en la Argentina.
Proponer la cancelación de la deuda reclamada por el FMI, una mínima porción del total de una deuda pública cercana a los 150.000 millones de dólares, es una forma de anular recursos que podrían destinarse a resolver derechos humanos esenciales como alimentación, salud, vivienda y educación, entre otras que hacen a satisfacer las necesidades de la mayoría empobrecida en la Argentina.
Con este pago al FMI, se continua reconociendo una deuda cuestionada e inexistente; una deuda fraudulenta e ilegítima.
Ratificamos la voluntad de millones de varones y mujeres, representados en la III Cumbre de los Pueblos, que se expresa en la afirmación de que «Nosotros, los pueblos, somos los acreedores». Es la deuda con el pueblo la que el gobierno, y el FMI, deben cancelar.
Buenos Aires, 15 de diciembre de 2005