Breve caracterización del momento político En los últimos años, las luchas y demandas por avanzar en la conquista del manejo institucional del Estado, la inclusión de las mayorías al ejercicio democrático y la nueva construcción institucional del Estado boliviano, ayudan a entender cómo por un lado se posicionaron las demandas populares en la institucionalidad estatal […]
Breve caracterización del momento político
En los últimos años, las luchas y demandas por avanzar en la conquista del manejo institucional del Estado, la inclusión de las mayorías al ejercicio democrático y la nueva construcción institucional del Estado boliviano, ayudan a entender cómo por un lado se posicionaron las demandas populares en la institucionalidad estatal y por otro, cómo en el debate se reabrieron y polarizaron viejas contradicciones para crear otras nuevas en el relacionamiento del poder político. Con estas premisas se puede caracterizar el momento político con el objeto de interpretar las nuevas vías y visiones y reconocer la superación definitiva o extinción plena de algunas contradicciones en el ámbito del debate con miras a las elecciones nacionales de diciembre de 2009.
Las demandas se posicionaron en la institucionalidad estatal a partir de que estas se direccionaron hacia un conjunto de propuestas normativas y al uso de herramientas legislativas parra derruir las bases residuales que sostienen estructuras conservadoras del pasado, y en ese sentido, desde una nueva institucionalidad sellar la factibilidad de innovadoras vías y soluciones diversas como nuevas alternativas a las utilizadas históricamente por la izquierda tradicional boliviana desde dogmas o esquemas sectoriales.
Tendencialmente, las visiones reformistas entre los fines más visibles de una nueva construcción estatal y los eventos políticos sobresalientes esbozan de manera específica el curso de las transformaciones estructurales, sociales, económicas y jurídicas al interior de la sociedad estatal boliviana induciéndola a cambios normativos. La nueva vía que asume la izquierda boliviana, transitoriamente busca acuerdos sectoriales para minimizar los conflictos entre clases sociales y encaminar el proceso eleccionario y cinco nuevos años de gestión gubernamental hacia un equilibrio de oportunidades políticas, pero con una fuerte influencia hacia el logro en la supremacía de mando estatal.
En cierta manera en los años de gestión gubernamental de Evo Morales y de ejercicio democrático de la sociedad estatal boliviana, tanto el posicionamiento de las demandas en la institucionalidad como las visiones mas representativas del periodo, dan continuidad a la nueva experiencia democrática al tiempo de permitir explorar caminos de inclusión desechando la violencia, y sobre todo logrando objetivos para establecer una nueva estructura jurídica en base a la primacía de la nueva Constitución Política del Estado.
Entonces son dos los puntos centrales que se entrelazan para entender el momento político y ante ellos interesa reconstruir los objetivos de las fuerzas de la izquierda boliviana, para liderar y ejercitar el manejo del Estado desde la institucionalidad visional puesta en marcha con el proceso constituyente y también posicionar en el debate y la construcción del Estado a la CPE como norma básica o suprema del Estado Boliviano.
Para la izquierda boliviana es completamente evidente, en el sentido expuesto, que el desarrollo de la democracia boliviana está fuertemente marcada por la nueva Constitución Política del Estado en cuanto se entiende que la nueva CPE es resultado de la praxis de protagonistas concretos y es la materialización de prolongadas luchas, coyunturales victorias y demandas populares, obreras, campesinas y de los pueblos indígenas y originarios. Y es igualmente evidente que las nuevas expectativas que encaran los sectores anteriormente mencionados están en relación proporcional al logro de la subordinación plena de toda demanda y avance político y democrático a la norma suprema o CPE del Estado Boliviano.
Paralelo a lo anterior es evidente que el desarrollo de la democracia está y estará también marcado por la acción parlamentaria del bloque opositor en tanto mediador de la resistencia de los grupos de poder económico y de los sectores políticos conservadores y mas reaccionarios del bloque cívico prefectural a los cambios operados en el curso de gestión gubernamental y de la Asamblea Constituyente, sin embargo en miras a seguir con la lógica del cambio estructural jurídico del Estado Plurinacional es conveniente dedicar un tiempo ha puntear rasgos generales de los roles y aportes de las organizaciones obreras, populares, clases medias, campesinas e indígenas principalmente.
Resumiendo la caracterización del momento previo a las elecciones de diciembre, se puede decir que en la lucha por el poder político se ordenan la demandas de los explotados, los movimientos sociales y los pueblos y naciones indígenas hacia la consolidación de la nueva CPE y se abren opciones para encontrar vías coincidentes entre las corrientes de la derecha y la izquierda democrática. Igualmente se vislumbra un sentimiento débil de unidad nacional y búsqueda de objetivos comunes de desarrollo económico, social y político entre explotados y clases media.
Esta realidad permite afirmar que el factor importante del presente periodo es velar por el avance democrático de las organizaciones y las instituciones y la construcción democráticas de modelos institucionales como factores preponderantes del proceso de cambio.
Protagonistas de la coyuntura
Los protagonistas de vanguardia de la coyuntura Política son los colectivos organizados cuyo objetivo y acción política se dirigió en un pasado inmediato a revertir las condiciones y las bases de la explotación imperante en las relaciones económicas de producción y marginalidad institucional. Así se puede hacer referencia a protagonismos colectivos que formaron el Pacto de Unidad durante el funcionamiento de la Asamblea Constituyente junto a las organizaciones mineras, fabriles, gremialistas, feministas y otros protagonistas de influencia ideológica y temática normativa.
Desde un recuento de las demandas históricas del proletariado y una revisión del contenido del texto constitucional se identifica una serie de aspectos ideológicos, teóricos y vivenciales que la praxis revolucionaría obrera y campesina incorporó a la CPE. En la conquista principista del proletariado se encuentran todo el marco valórico y los circuitos jurídicos incorporados para legislar y administrar un Estado que pueda superar la explotación inmisericorde e inhumana del trabajo al que están sometidos miles de mineros, obreros fabriles y trabajadores asalariados del campo y la ciudad.
Desde la mirada proletaria aun se avanza para que el Estado Boliviano a través de la nueva estructura de entidades legislativas, gubernativas, fiscalizadoras y administrativas garanticen salarios dignos, educación para todos, salud universal e igualdad de oportunidades. En la lucha del proletariado boliviano y su participación en el proceso de construcción del nuevo Estado boliviano se libra una batalla contra el modelo neoliberal propiciador de las desigualdades sociales, del saqueo de los recursos naturales no renovales y el enriquecimiento desproporcionado de los países industrializados frente a los países no industrializados.
Desde la lucha del proletariado se vive activamente la memoria revolucionaria de más de un siglo de lucha y se da continuidad a la praxis de combatientes sociales que enfrentaron al colonialismo hispano, al imperialismo Ingles y al imperialismo norteamericano abriendo caminos de liberación y consolidando soberanía nacional. El proletariado trae a la memoria la vivencia y la acción revolucionaria de obreros mineros y fabriles, de intelectuales que lucharon en las serranías del Ñancahuazú, los montes y selvas de Teoponte, el altiplano, los llanos orientales y las ciudades de toda Bolivia.
La lucha del proletariado boliviano es y será siempre la lucha del pueblo contra el capital y las relaciones asalariadas de explotación y en pos de un mundo sin opresores ni oprimidos, sin explotadores ni explotados, sin clases sociales ni desigualdades sociales ni económicas.
Pero también el proceso de cambio, además de ser un acumulo de victorias y avances de victorias obreras en contra el capital, recoge la lucha y la victoria de los pueblos indígenas originario campesino. Recoge la demanda de una norma constitucional más democrática e incluyente, recoge la marcha por la vida, la macha por la autodeterminación de los pueblos y naciones que habitan en territorio boliviano, recoge la demanda del cuidado y la protección de la naturaleza, el desarrollo sostenible y la revalorización de la cultura y la historia de los pueblos. La Lucha de las naciones y pueblos indígenas va en busca de la eliminación de formas servidumbrales de producción agropecuaria y de todo tipo de esclavitud. Es la demanda por humanizar el Estado y el desarrollo industrial.
En la lucha indígena originaria está la nueva jurisprudencia plural del Estado Boliviano y la economía alternativa a la economía capitalista y de explotación, están igualmente la dignificación de los pueblos y el enriquecimiento de la sociedad a través de valores y principios ancestrales de igualdad complementariedad, respeto y todo lo concerniente al bien vivir, a la honestidad, al trabajo productivo y al uso y aplicación del conocimiento y la verdad.
La lucha de los pueblos indígenas sintetizados en la visión de cambio es la garantía de la continuidad a todo proceso de descolonización y segunda liberación. Es la lucha de los pueblos indígenas de América entera y el mundo.
Junto a la lucha de los pueblos y naciones indígenas originarias, lo decíamos anteriormente, está la lucha del proletariado, y junta a estas dos se desarrolla de manera indisoluble la lucha y la demanda de las poblaciones urbanas; clases medias y colectividades de migrantes de todo el interior de Bolivia, de asentamientos urbanos como resultado de la expansión de la mancha urbana y la migración de las provincias hacia las metrópolis. Sin duda alguna es la comunidad urbana, ante el irracional avance y desarrollo industrial, la portadora de la demanda de mejores servicios de agua, luz, alcantarillado, comunicación, seguridad pública, atención con calidad y calidez en salud y educación. La CPE tiene impreso en este campo un amplio catálogo de derechos y garantías individuales y colectivas, que se constituyen en un mandato para todo legislador y al que ningún candidato puede eludir o negarse a ejercitarlo y plantearlo dentro proyecto de gestión gubernamental.
Contenido del recuento constituyente
Una nueva etapa del proceso de cambio operado a partir de la denominada Revolución Democrática Cultural y la implementación de la nueva CPE obliga a un recuento histórico de prácticas, pensamientos y teorías trazadas a los largo de mas de un siglo de vida republicana para embanderar a manera de síntesis los logros que se los apropia como suyos el pueblo boliviano, en la línea de esta afirmación y desde una profunda reflexión se pone en manifiesto de que ya nada se puede hacer a sus espaldas. La organización del pueblo boliviano se traza en los movimientos sociales, los pueblos y naciones indígenas originarias campesinas, los sindicatos obreros, organizaciones barriales, organizaciones juveniles y movimientos cívicos movilizados en sus propias y particulares modalidades y expectativas plurales y acordes al perfeccionamiento del diseño del Estado plurinacional con autonomías desde espacios de deliberación, organización, planificación y legislación comunes y marcadas en la nueva Constitución Política del Estado.
Ya nada viene al azar ni a caprichos de los grupos de poder, ya nada se puede hacer sin caracterizar el pensamiento y las expectativas de las mayorías y la minorías, es decir sin hacerse incluyentes y plurales, nada se podrá hacer con pesimismo y sin ponerse al frente de desafíos y emprendimientos grandes en el campo de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, nada sin interpretar la realidad de cada uno de los sectores que a lo largo de los últimos años han adquirido experiencia y capacidad política para gobernar y ser gobernados, extinguiendo el monopolio de los grupos de poder para gobernar y de las mayorías para ser excluidas de cualquier beneficio de ser gobernado.
Desde este recuento reflexivo y el análisis rápido de la presente coyuntura se debe empezar una nueva etapa de transformaciones bajo la certeza de que Bolivia se desarrolla desde una fuerte tendencia de cambio revolucionario pos moderno, cincelado por:
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La activa participación de la ciudadanía como diversidades y vivencias particulares de las mayorías y las minorías.
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La ampliación de la democracia participativa y representativa hacia una democracia liberadora comunitaria y deliberativa.
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El acercamiento de las mayorías y minorías hacia coincidentes visiones de país en imagen a la autodeterminación y el desarrollo económico, político y social de manera sostenible y responsable.
Y así como también es claro que ya nada se puede hacer sin el ejercicio democrático de las instituciones y organizaciones en materia de participación, es también claro que cualquier propuesta o proyecto político históricamente viable asentado en la nueva correlación de fuerzas a nivel nacional y mundial encontraran el único terreno de cultivo apropiado acoplándose al proceso marcado por la nueva CPE. Ir en contra es ir contra la corriente del ejercicio democrático conquistado y el proceso de inclusión. Repasando las etapas marcadas durante el proceso constituyente se concluye que cualquier propuesta electoral y programa de gobierno que se desmarque de estas tendencias está destinado a ser acción marginal. Así, toda Agrupación Ciudadana o Partidos Político en la línea conservadora o reaccionaria que se dedique a contener el avance de la democracia oponiéndose a la CPE y negar su avance normativo, está en el grave riesgo de bordear los límites de la marginalidad política y perderse en los laberintos ilógicos de la historia.
Para la práctica política siempre va ha existir un pasado, una historia política con peso específico potencializador en tanto se pueda entroncar de manera dialéctica los acontecimientos del pasado, la coyuntura política dominante y las visiones a futuro mediato.
El entronque de hechos consolida la victoria.
Una postura racional debe entronca cuatro hechos fundamentales en el cambio democrático y cultural:
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El primero tiene que ver con la demanda histórica del pueblo boliviano plasmada en el proceso constituyente,
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El segundo se refiere a la agenda de octubre,
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El tercero se refiere al avance y la ejecución significativa de la propuesta del MAS presentada al pueblo boliviano el 2005
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La cuarta es la gestión del actual gobierno.
Estos cuatro hechos son necesariamente los hechos históricos mas inmediatos que dan sustento material a la interpretación dialéctica de la realidad para transformarla revolucionariamente. En ese sentido desde los logros obtenidos en la gestión gubernamental, evaluando los avances y logros, y moldeando la realidad buscada a la CPE, se resume en un programa de cambio será exitoso si toma en cuenta las nuevas expectativas nacionales.
Parece importante retomar los ejes programáticos de desarrollo considerados en el programa de gobierno del MAS para pensar en nuevas tareas. Estos ejes son:
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Consolidación democrática del país.
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Igualdad de oportunidades para todos los bolivianos y todas las bolivianas
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Autonomías con democracia, solidaridad y producción basada en la elección de autoridades mediante el voto ciudadano y usos y costumbre.
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Convertir al país en industrial en los próximos cinco años a partir de la industrialización de cuatro materias primas: hidrocarburos, electricidad,
litio, minerales y hierro. -
País estratégico en el abastecimiento energético.
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La Bolivia satelital.
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Modernización y desarrollo de la economía campesina, cooperativa, microempresarial y empresarial. La obtención de mercados externos con apoyo estatal.
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Conformación de una gran red de protección y atención social.
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Subvención en la producción de alimentos básicos para no depender de las fluctuaciones del mercado internacional.
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Consolidar la unidad territorial de los nueve departamentos y los 331 municipios, a través de vías férreas, pluviales y camineras.
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Seguridad ciudadana, reforzar el trabajo policial, endurecer el código penal
Muchos de estos puntos ya empezaron a desarrollarse desde una primera propuesta de programa expuesta ya el 2005 y la gestión pública de Evo Morales, y muchos de las propuestas no han podido desarrollarse por negligencia y la postura reaccionaria y conservadora de los grupos de poder, las logias y la oposición parlamentaria. La oposición desde la mayoría opositora en la cámara de senadores se han opuesto a la Ley Contra la Corrupción, se oponen a la distribución equitativa de tierras fiscales, se esfuerzan por mantener estructuras productivas de explotación y de servidumbre, se oponen a la tecnificación y crecimiento de las empresas estatales que son las empresas de todos los bolivianos, sabotean la nacionalización de los hidrocarburos y se oponen a la libre autodeterminación de los pueblos y naciones indígenas originarios campesino. Esto es en definitiva una vía que solo puede terminar en la marginalidad.
Rasgos de una oposición derrotada.
Las fuerzas opositoras del bloque cívico prefectural mas la oposición parlamentaria del 2006 al 2009 ya fueron derrotadas. Se puede decir lo mismo de las posturas prácticas e ideológicas de Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández, de Samuel Doria Medina, de Víctor Hugo Cárdenas, de Tuto Quiroga, de Ruben Costas y otros tantos que vanamente se disfrazan de exitosos contendientes electorales. Con estas apreciaciones no se trata de ser seguidor o defensor de la postura arrogante de algunos oficialistas, sino de ver las cosas objetivamente.
Las fuerzas reaccionarias libraron a partir del 2006 dos frentes en la contienda política en miras a las nuevas elecciones nacionales, la primera lo hizo oponiéndose al proceso constituyente y perdieron, y la segunda fue entre opositores, de los cuales uno de ellos ganó y los otros perdieron. Ganó Manfred Reyes Villa y perdieron los demás. Es este punto el que interesa ampliar para entender los rasgos de la oposición y el futuro que se está ya transparentando.
Manfred Reyes Villa es sin duda en político de la reacción que cuenta con escuela y recursos políticos eficientes para maniobrar en sectores empresariales y clases medias opositoras. Reyes Villa desde la postura marginal al interior del CONALDE, en la campaña por el referéndum revocatorio, empezó a trabajar en aras a comandar el Frente Amplio. Mientras sus amigos del CONALDE meses después del revocatorio buscaban un candidato para encabezar el Frente Amplio MRV visitaba EE. UU y acordaba con el Imperio Norteamericano, Sánchez de Lozada y el zorro Berzaín las estrategias para apoderarse del Frente Amplio.
Cuando MRV propuso o aceptó a Leopoldo Fernández como candidato a la vicepresidencia, fue consciente que golpeaba a sus amigos del CONALDE y de que los despojaba de argumentos para seguir buscando una cabeza para el Frente Amplio, así, mas por exclusión de contrincantes que por decisión consensuada MRV se apoderó del proyecto de la oposición desde la instrumentalización de la demanda de libertad, la fidelidad con el «detenido político» y el sutil chantaje a la conciencia de quienes no gestionaron y no visitaron en su celda al privado de libertad.
Lo que no comprendió Reyes Villa era que el proyecto padecía de imperfecciones que debían superarse en el debate y no en la imposición, la improvisación y el chantaje, por ello como todo «ladrón de proyecto» no encuentra aun la forma de ejecutar el proyecto ajeno.
Volviendo a la consideración anterior, el proyecto de un frente amplio fue y aun es el punto de partida para conformar una oposición, pero a condición de hacerlo bajo las siguientes consideraciones:
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Disputar la contienda electoral con propuestas de aceptación y subordinación a la CPE, la total inclusión de los pueblos y naciones indígenas originaria campesina y la profundización de la democracia.
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Acuerdos justos y leales con el conjunto opositor y alejarse de los grupos radicales y cerrados opositores al proceso constituyente.
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Crear instancias orgánicas intermedia y capacitación de bases y militancia.
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Democratizar sus instancias intermedias y superar la etapa de elección de candidatos a dedo.
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Formular esquemas ideológicos reales a los nuevos cambios ya consolidados por el proceso.
Lo que se afirma con el anterior punteo es que las viejas prácticas caudillista y logieras están fuera de toda opción de poder contra-hegemónico por muchas razones por una errónea interpretación se dejaron llevar una significativa ventaja por el MAS en el ejercicio de la democracia partidista y organización estructural. Para recuperar esta ventaja y para el bien del proceso de cambio, las fuerzas reaccionarias deben pensar como una fuerza demócrata al servicio de las mayoría, y si eso es posible, una Bolivia complementaria, plural y altamente democrática es posible, de lo contrario una Bolivia con sectores radicales con complejos de exclusión será aun una fuerte barrera de democratización del Estado boliviano.
Tarea de la oposición y el oficialismo en la Asamblea Legislativa Plurinacional:
Independientemente de qué fuerza política llegue a ser oficialista u opositora, ya está en curso una serie de cambios y demandas revolucionarias y democráticas, en ese sentido es inevitable abstenerse del desarrollo de la nueva legislación que por mandato constitucional es tarea conjunta de los legisladores opositores y oficialista. Las cinco primeras leyes que se deben trabajar son:
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Ley del Órgano Electoral Plurinacional
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Ley del Régimen Electoral.
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Ley del Órgano Judicial
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Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional
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Ley Marco de Autonomías y Descentralización.
Y frente a este mandato es necesario hacer conocer que los equipos del gobierno y por supuesto del MAS ya vienen trabajando con anteproyectos, debate de propuestas y elaboración de trabajos de investigación que ayudan a completar todo el diseño constitucional y las leyes derivadas de la CPE. Manfred Reyes Villa y Samuel Doria Medina ya tendrían que haber estado trabajando en esta dirección, pero como aun no pisan el terreno adecuado, es más probable que pasen los días y no se esfuercen por hacerlo. Todo hace ver que para la oposición es más importante propiciar eventos donde puedan desgastar al gobierno que aportar significativamente a la construcción del nuevo Estado.
Por ahora y en las condiciones actuales atacar a Evo Morales y a Álvaro García desde la oposición radical (Manfred, Leopoldo y cívico cruceño) es como querer hacer una hendidura al diamante con un retazo de carbón. Y hacerlo desde la oposición conservadora (Samuel Doria Medina, Joaquino, y los otros) es lo mismo querer cambiar el curso del viento con ventiladores. Y es que el problema ya no es Evo y Álvaro, el problema es que la oposición radical y oposición conservadora aun no quieren darse cuenta que su sueño tiene otro libreto, que ya no es puramente liberal y menos neoliberal; cuando atacan a Evo Morales por la gestión deben entender que lo que hacen es atacar lo que la mayoría del pueblo boliviano considera la conquista de los explotados, de los oprimidos, de los privados de oportunidades de desarrollo humano, de los mas desprotegidos, por ello es ir contra la corriente proponer anular lo avanzado y querer volver a la abrogada CPE.
El pueblo boliviano esta transitando por otros caminos y construyendo otros sueños, y lo hace con la convicción de ser guiados por Evo Morales. En momento como este el guía solo puede cambiar de rumbo después de un fuerte fracaso, pero si el fracaso es asumido por el conjunto del pueblo o si el cambio propuesto es impulsado y respaldado con el voto popular, además de ser manejado con el sutil celo político del pueblo, se plantea indirectamente al oficialismo la dura tarea de profundizar mas el proceso de cambio. ¿Hasta donde?
El objetivo visible a mediano plazo en lo económico, social e ideológico es la construcción de un Estado Socialista, basado en el socialismo científico con una economía fuertemente estatizada y con relaciones de producción reguladas por el Estado. El avance de las líneas de acción se apoya en la necesidad de superar el conflicto del que caprichosamente las fuerzas políticas reaccionarias no quieren salir, esto está ocasionando que sectores corporativos y asociados de la mediana y gran industria opten en un principio dejar la radicalidad de grupos políticos y acuerden participar de acuerdos con el gobierno. Definitivamente, para equilibrar el acelerado avance de las tendencias hacia un Estado Socialista, el capital privado y la gran industria se debe acoplar al camino trazado por el nuevo programa del MAS, de lo contrario el pueblo irá pidiendo mayor intervención estatal y con ello propiciando las condiciones para viabilizar como única alternativa una economía estatizada y un Estado Socialista.
Es tarea de la oposición actual al menos esforzarse por entender e interpretar la coyuntura, y trabajar bajo el dominio de la CPE, para encarar el desafío mas grande que el nuevo Estado boliviano le tiene asignado a la empresa privada en pos de generar trabajo y condiciones óptima de desarrollo humano .
El debate entre candidatos.
Finalmente se debe hacer una valoración sobre la solicitada mediática del Candidato a Presidente Samuel Doria Medina para debatir con Evo Morales y la negativa del presidente para hacerlo.
Con lo expuesto mas arriba, es claro que el debate demandado por Doria Medida no persigue intercambiar opiniones ni comparar propuestas, se trata más bien de una consulta que quiere hacerle al Presidente en actual ejercicio. En una solicitada del domingo 11 de octubre Doria Medina hace tres preguntas
¿Por qué ha dado más beneficios a los cocaleros y no ha gobernado para todos por igual?
¿Por qué está siguiendo los pasos de Venezuela y está sometiéndonos a Hugo Chávez?
¿Por qué no hay trabajos?
La primera pregunta está impregnada de extrema subjetividad y no se necesita un debate para explicar una errónea apreciación ya que basta decir que el beneficio del bono dignidad no es solo para los cocaleros, como no lo es el bono Juancito Pinto o el Bono Juana Azurduy y así, es conocido por todos que las asignaciones presupuestarias favorecen de manera proporcional a todos los municipios de Bolivia y a todos los departamentos. ¿Tiene sentido preguntar que si da mas beneficios a los cocaleros? Sería prudente para Doria Medina preguntar sobre los beneficios que reciben las federaciones del trópico, pero también sobre los beneficios que reciben los pueblos indígenas, los campesinos, los gremialistas otras organizaciones incluyendo los barrios y comunidades que se benefician de carreteras y vías camineras.
Cuando pregunta por qué no ha gobernado para todos por igual sin duda que cae en el prejuicio de la oposición cívica prefectural que en septiembre afirmaban que solo gobierna para los cocaleros, los indígenas y originarios, aduciendo a los derechos colectivos que se incluye e la CPE. El Estado y la CPE establece cuidados para los sectores más desprotegidos, y en ese sentido se gobierna ajustado a una norma y la norma constitucional boliviana manda a que el Estado se preocupe por resolver el problema de pobreza desde la generación de riquezas y no resolver el problema de los ricos a costa de crear mayor pobreza. Es eso lo que precisamente se debe demandar a la empresa privada y en particular a la administración de su red de fábricas de cemento.
Sobre los pasos que sigue a Venezuela, eso no tiene sentido ya que el modelo de desarrollo boliviano por su condición de país no desarrollado tiene al frente no solo a Venezuela sino de muchos otros países que industrialmente han desarrollado tecnología y conocimiento. Lo del sometimiento a Hugo Chávez mas de una vez se ha dicho que no pasa de ser un discurso desgastado y cuyo fin no puede ser otro que criticar el ALBA seguramente con el objeto de proponer que Bolivia se cambie al ALCA y someter a Bolivia nuevamente al capital transnacional.
Por último las razones para generar empleo correspondía a la empresa privada resolverlo, ese es el dogma del neoliberalismo, y pese a ello con apoyo incondicional del Estado no pudieron cumplir con el objetivo trazado de 1989 adelante, por ahora el Estado ha generado empleos en entidades administradas por el Estado y a mejorado las condiciones de apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa a través de créditos blandos. Esa es la forma de cómo el gobierno asume responsablemente el tema de la creación de fuentes de trabajo.
En todo caso el debate que propone Doria Medina desde las preguntas expuestas en la solicitada no abre ningún camino que ya no se haya tocado repetidas veces y sin resultados positivos. En todo caso es recomendable que Doria Medina lea el programa de gobierno presentado por el MAS IPSP y en base a ellos solicite aclaraciones a cualquier candidato a senador, diputado o directivos del MAS. Finalmente puede pedir informes de la gestión gubernamental a cualquier a la institución, esto nadie podrá negárselo en función al derecho ciudadano de tener acceso a la información.
Ahora bien lo que debe hacer Doria Medina es debatir con Manfred Reyes Villa sobre el valor de la democracia y el proceso de cambio, y en la medida en que se interioricen aportar antes que empecinarse en hacerlo abortar.
Dialogar y debatir con el pueblo.
Evo Morales viene debatiendo permanentemente con las organizaciones sociales y los pueblos y naciones indígenas originarias campesinas, esto los opositores le llaman «hacer política», y no es malo que así se diga ya que el momento histórico boliviano se desarrolla desde eventos netamente políticos. Para tener un CPE acorde a los cambios y a la población que se constituyen como Estado boliviano se debe debatir bajo criterios políticos y es aun tarea de primer orden recuperar las expectativas de la población en ese aspecto. Pero si la oposición se niega ha hacerlo es porque no quiere salir de sus viejos esquemas donde la política aun quiere entenderse como atributo exclusivo de los jerarcas de los partidos.
El derecho al ejercicio político es de todos los ciudadanos y es todo el territorio boliviano su espacio de ejercicio legal y de convalidación a su legitimidad, plasmadas en asambleas y cabildos como espacios de deliberación. Se debe asumir nuevas prácticas democráticas que lleven a entender que la exclusividad del debate en un set televisivo no convalida la legitimidad de la demanda del pueblo tal como lo hace el debate al interior de la Asamblea Legislativa Plurinacional o las asambleas o cabildos comunales, regionales o finalmente barriales. La democracia en Bolivia ya no es la de antes del 2009 y la CPE es ya una nueva forma de vivir en democracia.
El debate entre representantes tendría sentido si no se hubiese abierto el debate entre el pueblo y sus representantes. Evo Morales debate con sus seguidores y con sectores que en apertura a los cambios se acerca al MAS. Por ahora hay razones principistas para que Evo Morales no debata con Samuel Doria Medina ni con Manfred Reyes Villa. Cuando lo que se trata es de desprestigiar al candidato un debate entre los candidatos será solo un show mediático y de ninguna manera una alternativa idónea para enriquecer programas de gobierno.
Al terminar este recuento se avizora la derrota de Manfred Reyes Villa debido a una carencia que él mismo se la buscó, su acompañante de fórmula no esta ayudando en nada, es decir que está en cancha con un hombre menos. En cambio en el MAS, hasta el último candidato a senador y diputado apoyan como si fueran los primeros o estuviesen en la franja de seguridad. En definitiva la victoria objetivamente es ya del MAS y bajo estas dos consideraciones de trabajo político una victoria con el 60 % en condiciones sin fuertes variantes políticas a la actualidad es una apreciación racional y sensata a la que puede llegar un analista que utilice herramientas científicas.