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Referéndum: los errores del MAS

Fuentes: Rebelión

El Movimiento al Socialismo (MAS) y el diputado socialista, Jerjes Justiniano, sostienen que la ampliación de los contratos de exportación de gas a Brasil y Argentina dependerán de la nueva Ley de Hidrocarburos. Lo anterior es falso, ya que el Presidente Carlos Mesa ampliará esa venta inmediatamente después del referéndum del 18 de julio. Según […]

El Movimiento al Socialismo (MAS) y el diputado socialista, Jerjes Justiniano, sostienen que la ampliación de los contratos de exportación de gas a Brasil y Argentina dependerán de la nueva Ley de Hidrocarburos. Lo anterior es falso, ya que el Presidente Carlos Mesa ampliará esa venta inmediatamente después del referéndum del 18 de julio. Según Mesa, la Ley de Hidrocarburos de Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL) estará vigente hasta que sea promulgada la nueva ley que la reemplace. La discusión en el Parlamento puede prolongarse tres semanas, tres meses o tres años, lo que no le impedirá firmar nuevos contratos, respaldados en la Ley de GSL y en  el referéndum vinculante.

    Los Comités Cívicos de Tarija y Santa Cruz y las petroleras están movilizados para respaldar el cuestionario. Tal apoyo provino también, hace pocas horas, del Presidente Lula del Brasil, vocero de Petrobrás. De los Presidentes del BID y de la CAF, Enrique Iglesias e Enrique García, respectivamente. El Presidente  Kirchner, de la Argentina, no pudo llegar a Bolivia, pero comparte el anhelo de los personajes citados. El Banco Mundial ha condicionado un préstamo de 120 millones de dólares a la misma respuesta. El FMI ha sostenido que no habrá estabilidad en el país sin exportación del gas. El círculo se ha cerrado con el arribo de jefes militares de EEUU, que, según dijeron, están a la espera de la misma respuesta.

    Mesa anunció que después del referéndum (no de la nueva ley) la exportación de gas a la Argentina se incrementará de 4 millones a 20 millones de pies cúbicos día. Repsol Bolivia le vende gas a Repsol Argentina a 0.60 dólares el millar de BTU. El país recibe por regalías  0.11 centavos de dólar. Es el precio de la solidaridad de  Mesa no con los argentinos sino con la Repsol, que ha resuelto también la crisis energética chilena gracias a nuestro gas.  En estas condiciones, hablar de industrializar el gas en territorio nacional es una broma de mal gusto. Por tanto, no se trata, como cree el MAS, de marcar unas respuestas «si» y otras «no». Se trata de no avalar un referéndum hecho a la medida de las petroleras que nos asfixian.