“Ser Joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”
Salvador Allende
Queridos lectores una vez más estoy por estos espacios digitales, espero que el presente artículo permita hacer reflexión sobre la actualidad. Quizá sea que el inicio del otoño me ponga más reflexivo de lo normal pero no es para menos. En mi recuerdo de joven aún persiste aquella tarde cuando entre los libreros de la biblioteca municipal encontré un librito que conforme lo iba leyendo se me enchinaba la piel. Aquella tarde salí con la adrenalina a su máximo, leer lo que había acontecido el 11 de septiembre de 1973 en Chile me abrió más el criterio sobre entender este mundo. El libro por si les interesa tiene por nombre se abrirán las grandes alamedas.
Es necesaria la siguiente advertencia para los que critican y no están de acuerdo en observar los hechos históricos como un elemento esencial para entender la realidad. Tal vez les incomode estas líneas que a continuación voy empezar a plasmar, pero no podemos dejar de considerar esta premisa. Para Weber es sin duda “en la historia, es donde conocemos las verdades” que acontecen en la sociedad. Es por eso, la gran importancia de considerar los hechos que han formado la historia de las distintas sociedades para poder comprender e interpretar la realidad.
Escribir sobre la juventud tal vez parezca cliché, parezca que se trata de hablar de inexperiencia y de más descalificativos que el sistema dominante ha tratado de imponer a este sector tan importante. De acuerdo al INEGI los jóvenes representan el 24.9% de la población en nuestro país, es decir hay 30.8 millones de jóvenes contemplados en el rango de edad de 15 a 29 años.
Contextualizando un poco al lector que aún no tiene la oportunidad de dimensionar la importancia de sector juvenil en la vida y desarrollo de la sociedad, permítame comentar la siguiente consideración. La juventud en nuestro mundo ha desarrollado a través de los tiempos un trabajo incansable en la lucha por un mejor entorno. Escribir sobre este sector importante de la sociedad en estas fechas tiene que ver con dos hechos históricos en nuestro querido México y, por otro lado, el cómo desde la organización, participación y praxis en nuestra asociación civil estamos reconstruyendo el tejido social dañado por décadas de olvido hacia ese sector.
El movimiento estudiantil de 1968 aglutinaba a jóvenes estudiantes que pedían mejores condiciones, el próximo 2 de octubre se cumple un año más de la matanza de Tlatelolco, fecha considerada por la historia de nuestro país como el parteaguas de la consolidación del movimiento estudiantil mexicano. Ya que logró establecer las bases para empezar a organizarse ante las políticas que atacaban a la educación pública y gratuita. Ese ataque es permanente y a pesar de los años, sigue vigente la lucha estudiantil en gran parte del país, derivado de que el sistema político no ha solucionado esas problemáticas, pues la actualidad representa grandes retos y los gobiernos han carecido de voluntad y de sapiensa para solucionar los problemas.
La segunda fecha tiene que ver con lo ocurrido en el estado de Guerrero en el 2014. Y quiero empezar este párrafo dando mi más sincero reconocimiento por su firmeza, a las familias de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa. El pasado 26-27 de septiembre se cumplieron 7 años de silencio y opacidad para dar con los normalistas desaparecidos. Una verdad que el Estado trata de ocultar de múltiples formas y maneras, aunque la mayoría de mexicanos sabemos que FUE EL ESTADO el responsable de dichas desapariciones. Desde el corazón que late con fuerza a la izquierda, mando un fraterno saludo y mucha fortaleza a la compañera Hilda Hernández Rivera y al compañero Mario González Contreras padres de Cesar Manuel González Hernández estudiante tlaxcalteca desaparecido la noche del 26 de septiembre de 2014.
Estos sucesos, más los que se suman a través de la historia reciente de nuestro país, han dado paso a que exista el alma revolucionaria en las juventudes. Esa alma busca solucionar problemáticas que el sistema económico y político, por cierto, ya muy viejo, no han podido resolver. Principalmente porque este sistema obedece a la lógica de explotación y miseria para la sociedad. Nos ha dicho la historia que los principales beneficiados son los neoliberales y la clase en el poder que pregona día a día en transformar la realidad mexicana. Dicha transformación no es para cambiar profundamente la estructura social, es para enriquecerse como lo hacía la clase política y económica que estaba antes del 2018 en los pinos y en el congreso de la unión.
La existencia de la lucha de los jóvenes en el estado de Tlaxcala es sin duda importante para el desarrollo, para buscar una sociedad más justa, más equitativa y con oportunidades para este sector que representa el 26.4% de la población tlaxcalteca, es decir, 354 mil jóvenes de entre 15 a 29 años. En la Asociación Civil Renovemos Juntos Tlaxcala la juventud está en el proceso de renovar la forma de hacer las cosas para lograr mejorar el entorno más inmediato.
Partimos de la necesidad de que las juventudes se organicen, se pongan de acuerdo y se pongan hacer cosas en la práctica, para solucionar los diferentes problemas que los aqueja. Comentarles que se está logrando impulsar la formación política, social, cultural a jóvenes agentes renovadores, esto con el fin de tener a la juventud preparada ante la nueva realidad post Covid. Esta realidad que, sin duda, ha cambiado muchas cosas en nuestra vida. Los Jóvenes renovadores ante esta situación lo van logrando. Cada día el resultado de ese esfuerzo se ve reflejado al ver jóvenes nuevos que se involucren en este proceso.
En nuestra Asociación buscamos defender principios que estén basados en el respeto inalienable de los derechos humanos, de buscar la participación y la organización de jóvenes. Esta acción que estamos logrando desde algunas de las comunidades de nuestro estado, es lo que planteaba Ernesto Guevara y que lo podemos leer en su libro sobre el “…hombre nuevo”, (considerar hombre como ser humano, no al hombre desde una visión patriarcal). El Che, partía de que el cambio debe ser también “desde algo más profundo, desde la conciencia, costumbres, valores y hábitos, de sus relaciones sociales.” El trabajo cotidiano que realizan nuestras juventudes renovadoras, es bajo conciencia, rescatando valores de nuestra sociedad, generando y fortaleciendo nuestra identidad, con un único habito valido por encima de cualquier ideal, lo hacen por amor a Tlaxcala, es una lucha por el bienestar social.
El hecho de que estemos llevando a cabo el cumplimiento de nuestro programa es porque estamos construyendo desde hace 15 años un proyecto político que permita reconstruir el tejido social en nuestra geografía inmediata, acelerando la participación organizada de la sociedad, estando informada e involucrándose en algunas de nuestras tareas estratégicas, esto con el fin de tener un mejor entorno donde se viva en paz, con pleno goce de los derechos humanos y con la satisfacción de necesidades que cualquier sociedad civilizada debería contar.
Desde este contexto particular, las tareas que se concretan en acciones representan en este momento la búsqueda de mejores condiciones para el sector juvenil, impulsar el trabajo político organizativo no sólo en algunas comunidades del estado de Tlaxcala, sino que además se construye en los diferentes municipios. Nuestro actuar desde lo local beneficia directamente a nuestra demarcación y desde lo regional ayuda a la sociedad mexicana en su conjunto.
Para concluir puedo decir que las causas que han dado motivo al deseo de vivir en una sociedad más justa, más igualitaria, con mejores oportunidades y de vivir en paz han sido las banderas de nuestra juventud como eje rector en el cambio profundo que necesita nuestro estado. Siendo además la juventud la vanguardia para estar lo más avanzado y actualizado posible, asumiendo el reto que la nueva normalidad y la realidad lo exige.
Enfrentemos la realidad no desde el discurso de la transformación o de los viejos discursos conservadores, sino desde la acción práctica de poder resolver cosas de manera organizada. Buscamos verdaderamente el beneficio social, motivo por el cual podemos concluir que la lucha y el trabajo de nuestros agentes renovadores jóvenes, y de cualquier movimiento juvenil debe de ser la vanguardia y que debe pregonar en la construcción de una sociedad más plena en el goce de sus derechos más elementales, esto con la finalidad de poder enfrentar el gran reto por el cual estamos aquí en este mundo renovando juventudes.
David Luna Hernández. Secretario General de Renovemos Juntos Tlaxcala A.C.
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