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Represión burguesa de Calderón, ¿Podría esperarse otra cosa?

Fuentes: Rebelión

      1. Otra vez Oaxaca, el estado rebelde e indomable. La comunidad solidaria con sentimiento profundo. El pueblo explotado y miserable, pero con la dignidad del tamaño del universo. Los gobiernos del PRI, a través de muchas décadas buscaron someterlo. Los gobiernos de Fox, luego el de Calderón (los dos pertenecientes a la […]

 

 

 

1. Otra vez Oaxaca, el estado rebelde e indomable. La comunidad solidaria con sentimiento profundo. El pueblo explotado y miserable, pero con la dignidad del tamaño del universo. Los gobiernos del PRI, a través de muchas décadas buscaron someterlo. Los gobiernos de Fox, luego el de Calderón (los dos pertenecientes a la derecha panista), los han reprimido con saña. Pero el pueblo indígena, campesino, sus profesores, los luchadores sociales que han surgido de sus grandes batallas, han aprendido que su liberación sólo puede ser obra de ellos mismos.

 

2. Después del desalojo del plantón magisterial el 14 de junio, de la toma del centro histórico de Oaxaca por militares disfrazados de policías el 29 de octubre, de la bárbara represión del 25 de noviembre, así como la detención de dirigentes que continuó hasta diciembre (cuando ya gobernaba Calderón), se creyó que el movimiento oaxaqueño había sido descabezado y destruido. El gobierno ya desconocido por los oaxaqueños del priísta Ulises Ruiz y el del también espurio Felipe Calderón estrecharon sus fuerzas para continuar la ocupación militar de Oaxaca; pero han fracasado.

 

3. El día de hoy, lunes 16 de julio («Lunes del Cerro»), para cumplir con la tradición cultural del festejo anual de la Guelaguetza (que lleva ya muchas décadas) decenas de miles de contingentes del pueblo, en masiva manifestación, se dirigió al auditorio abierto de la Guelaguetza; sin embargo al llegar la avanzada del contingente, policías y soldados del ejército, por órdenes del gobernador y del presidente de la República (impuestos y apoyados por los grandes empresarios) bloquearon el Cerro del Fortín para impedir que se realice aquella festividad popular.

 

4. La realidad es que los gobiernos priístas, así como el gobierno panista de Fox, durante años desvirtuaron esta festividad tradicionalmente indígena en una fiesta para turistas extranjeros ricos que podían pagar y gozar la fiesta. Ésta fue convertida en un verdadero negocio comercial y político en la que el pueblo de Oaxaca tenía muy poca participación. Por eso el movimiento democrático ha buscado recuperarla para el pueblo, que éste vuelva a jugar el papel central, sin hacer a un lado a turistas y otros sectores de la población que quieran gozar del festival.

5. La Guelaguetza anual se realizó en la Plaza de la Danza para evitar otro baño de sangre que el gobierno había preparado con antelación en caso de que el pueblo insistiera en recuperar el auditorio del Cerro del Fortín. Sin embargo algunos contingentes de la avanzada de la marcha quisieron insistir en que les permitieran realizar la actividad cultural en el lugar que le corresponde. La agresión se inicio con el lanzamiento de gases lacrimógenos contra los jóvenes de parte de las fuerzas armadas que rodeaban el Fortín llevando a la confrontación con piedras y diversos objetos.

6. Fueron decenas de heridos, más de cuarenta detenidos y uno que otro desaparecido. Otra vez el ejército y la policía «se cubrieron de gloria» golpeando a jóvenes que sólo quieren un país con justicia social, con democracia y libertad. Mientras tanto el PRI sostiene en el estado de Oaxaca a uno de los gobernadores más corruptos y represivos del país y el PAN, por medio de su presidente, contribuye a mantener las condiciones de represión en México. Pero, ¿puede ser de otra manera frente a gobiernos y partidos que no representan a los trabajadores ni a sectores populares?

 

7. Nada bueno se puede esperar del PAN o del PRI, pero tampoco de la clase política mexicana que antepone sus intereses de poder frente a la movilización de la población. Reclaman el respeto del Estado de derecho porque tras ese discurso se cobija para continuar cómodamente con su dominación. Buscar continuar con una llamada «democracia representativa» que no representa más que intereses de políticos y empresarios, del clero y los medios de información. Tienen miedo a una democracia real en la que el pueblo decida realmente sobre la política y la economía.

8. Parece que la esperanza se encuentra en esos jóvenes que han sido reprimidos con brutalidad en Oaxaca, Guadalajara, Ciudad de México, Cancún, Mérida; pero también en ese sector de la población que ha estado saliendo a las calles al margen de los partidos y los políticos que han hecho del poder un buen negocio. Es importante continuar luchando en las calles pero sin olvidar que la burguesía, además de buscar mediatizar y controlar los movimientos, siempre acudirá a la represión para destruirlos. Pensar de otra manera sería iluso. Ojalá que los lópezobradoristas se deslinden del poder.

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