La Paz, junio 30, 2004.- El referéndum boliviano posibilitará que la petrolera Repsol YPF gane mil millones de dólares y aumente el valor unitario de sus acciones en 0,85 dólares, pronosticaron especialistas del ámbito bursátil y financiero de España y Europa.Según las estimaciones del banco de inversión suizo UBS, la consulta popular que se desarrollará […]
La Paz, junio 30, 2004.- El referéndum boliviano posibilitará que la petrolera Repsol YPF gane mil millones de dólares y aumente el valor unitario de sus acciones en 0,85 dólares, pronosticaron especialistas del ámbito bursátil y financiero de España y Europa.
Según las estimaciones del banco de inversión suizo UBS, la consulta popular que se desarrollará en Bolivia el próximo 18 de julio supondrá un fuerte impulso a los proyectos de Repsol YPF, consolidando su dominante posición en el país altiplánico al superarse las trabas que tenía la exportación de gas a Estados Unidos y México.
Los expertos financieros y bursátiles han establecido que «la aprobación del referéndum dará fin a los problemas que confrontaba la compañía y el sector hidrocarburífero y permitirá que las acciones de Repsol YPF aumenten su valor unitario en 0,7 euros», que equivalen aproximadamente a 85 centavos de dólar.
Con el referéndum boliviano en puertas y las promisorias perspectivas de encontrar petróleo en aguas profundas de Cuba, los especialistas consideran que la transnacional podría ganar casi 2.700 millones de dólares (1.700 millones por la operación de Cuba y 1.000 millones por el referéndum boliviano).
«Como reflejo de estos dos factores, el banco suizo elevó en un 11% el valor de los títulos de Repsol YPF hasta los 20,5 euros», destaca la información remitida desde Madrid para Econoticias y divulgada por los medios especializados en temas bursátiles.
«Por primera vez desde la devaluación argentina, a finales de 2001, creemos que Repsol tiene una historia de exploración y producción con un potencial favorable significativo», estimó el analista del banco Iain Red.
Hasta ahora, casi una quinta parte de todas las reservas de gas del consorcio hispano argentino estaba concentrada en los reservorios bolivianos, aunque su explotación estaba bloqueada por la oposición de sectores sindicales y sociales que rechazaban la exportación como materia prima hacia los mercados de Estados Unidos y México porque consideraban que Repsol YPF acumulaba enormes utilidades, dejando muy poco para el Estado boliviano.
Sin embargo, los especialistas consideran que con el referéndum todas estas objeciones a la exportación serían superadas, dadas las garantías ofrecidas por el gobierno boliviano para no afectar los intereses de las petroleras y de respetar escrupulosamente los contratos firmados a mediados de la década de los años 90.
A mediados de mayo, según informó la prensa española, el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina, dijo estar confiado de que el referéndum arrojaría un «resultado favorable» para el consorcio petrolero, que ha vuelto a trabajar para impulsar el proyecto de exportación de gas boliviano a México y Estados Unidos.
«Cortina afirmó que tanto el Gobierno boliviano presidido por Carlos Diego Mesa, como las encuestas de opinión se muestran optimistas sobre el resultado del referéndum, en el que se pronunciarán los ciudadanos sobre el futuro de los recursos gasísticos del país».
Repsol YPF controla cerca de un tercio de todas las reservas de gas de Bolivia, país en el que sin embargo hay una creciente oposición de los sectores sociales y populares a la presencia de las transnacionales. Los sindicatos y otras organizaciones demandan la nacionalización de toda la industria petrolera y se oponen al referéndum al que califican de tramposo porque no incluye la nacionalización.
Esto, sin embargo, no parece alterar en nada las previsiones de los especialistas financieros, que creen que el gobierno de Mesa cumplirá sus promesas de garantizar las inversiones petroleras, a la par que mantendrá un ambiente propicio para el desarrollo de la actividad empresarial. Los operadores bursátiles no creen que se repitan los conflictos suscitados en octubre del 2003 y que derivaron en la caída del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en la muerte a bala de casi 80 ciudadanos y en la suspensión de los proyectos de exportación de gas.