El gobierno ha anunciado la reglamentación por decreto (727/06) de la Ley de Defensa (23.554). Se dice que busca una reestructuración de las FF.AA. dándole el comando efectivo al Estado Mayor Conjunto (EMCO) y mayor influencia civil en el mando de la fuerza. La Ley de Defensa contempla la actuación de las FF.AA. en caso […]
El gobierno ha anunciado la reglamentación por decreto (727/06) de la Ley de Defensa (23.554). Se dice que busca una reestructuración de las FF.AA. dándole el comando efectivo al Estado Mayor Conjunto (EMCO) y mayor influencia civil en el mando de la fuerza.
La Ley de Defensa contempla la actuación de las FF.AA. en caso de agresión externa e impide la intervención de los uniformados en conflictos de índole interno. Según la ministra Nilda Garré, el decreto descartaría la intervención militar ante las hipótesis «referidas al terrorismo, el narcotráfico, el delito organizado» (Clarín 13/06). Presentado como un rechazo a la doctrina militar norteamericana, se oculta que los militares argentinos son parte activa en la defensa de los intereses imperialistas en la región, caso Haití, donde actúan como parte de la fuerza de ocupación. Lo que la ley prohíbe que se haga en Argentina, no tiene valor en Haití donde las tropas actúan en funciones de represión y combate contra la resistencia del pueblo haitiano. Por último, si bien la Ley de Defensa descarta la participación de las FF.AA. en los conflictos internos se deja en pie la Ley de Seguridad Interior (24.059) que es la que rige -en sus artículos 27 a 32- la intervención militar en tales casos. En el artículo 31 precisa que en caso de insuficiencia de las Fuerzas de Seguridad, se puede recurrir a la intervención militar. Esta ley ya fue utilizada para traspasar del ámbito del Ministerio de Defensa al de Interior a la Gendarmería para reprimir los levantamientos piqueteros o, por ejemplo, el reciente conflicto de los petroleros de Las Heras.
La reforma militar seguramente creará resentimientos en las fuerzas, ya que le quita poder a los Jefes de las FF.AA. y concentra el presupuesto en manos del Ministerio de Defensa y el EMCO. El control de las cajas para los amigos de Kirchner y De Vido no es un tema menor, la corruptela es parte del financiamiento de estas FF.AA. que siguen siendo las que contrabandeaban armas a Ecuador y Croacia.
La reforma de las FF.AA. es un intento del kirchenrismo por rescatarlas y restaurar su legitimidad bajo la idea de regirlas por el poder civil. Pero la «nueva» generación militar supuestamente «depurada» de genocidas (algo que los últimos alborotos militares desmienten), incluye a los mismos cuadros que fueron formados e hicieron carrera bajo la dictadura. Ningún curso de derechos humanos cambia esta realidad. La reforma es clave para el estado burgués, que necesita FF.AA. listas para actuar contra los trabajadores y el pueblo cuando estos se rebelen.