Recomiendo:
1

Revertir la explotación monopolista, obra de los trabajadores del mundo

Fuentes: Rebelión

Cada año, el Comité Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, por sus siglas en inglés) elabora un documento respecto al vertiginoso movimiento que arrastra al mundo hacia una oligarquía global, compuesta por unos pocos milmillonarios que poseen y controlan la mayor parte de la economía mundial.

El documento tiene por título Desigualdad S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora. Consta de cuatro secciones con 54 páginas bajo un riguroso esfuerzo de recopilación y análisis de datos, así como propuestas de solución ante el problema planteado. A continuación, apunto algunas ideas ahí expuestas.  

¿Vivimos en un mundo sumido en recesión económica producto de la crisis sanitaria mundial?, ¿cuántas familias mexicanas se vieron en complicaciones económicas en los últimos años? Sorpréndanse, el año 2023 está a punto de batir todos los récords como el más rentable hasta la fecha. ¿Rentable para quiénes?, para los accionistas dueños de las empresas que se han apropiado del 82 por ciento de los beneficios generados por toda la sociedad. ¿Para todos los dueños de empresa? no, únicamente para los que forman parte del núcleo de las grandes empresas, de los monopolios, cuyo poder y peligro nos lo advirtió desde 1916 el gran revolucionario ruso Vladimir Ilich (Lenin) en su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo.

¿Dónde se encuentran los milmillonarios, qué lugares ocupan para hacer crecer sus riquezas? Se ubican como directores ejecutivos o principales accionistas. Por ejemplo, siete de las 10 empresas más grandes del mundo que cotizan en bolsa tienen a un milmillonario como director general o principal accionista. Desde el inicio de esta década de crisis, una fortuna con estas características crece a un ritmo tres veces mayor que la tasa de inflación. El documento nos dice, el 1 por ciento más rico posee el 43 por ciento del conjunto de los activos financieros globales. Recientemente un estudio aplicable a los 24 países más ricos del mundo arrojó que el 10 por ciento más rico de los hogares posee el 85 por ciento de activos de capital, mientras que el 40 por ciento más pobre de los hogares posee solo el 4 por ciento. En 2022, Gabriela Bucher, entonces directora ejecutiva de Oxfam Internacional, refiriéndose a los hombres más ricos del mundo, apuntó que si perdieran el 99,999 % de su riqueza mañana, seguirían siendo más ricos que el 99 % de las personas del planeta.

Entender el funcionamiento de los monopolios es clave para explicar la concentración de riqueza y su consecuente desigualdad. Un monopolio es una empresa con un poder de mercado extenso y duradero, es decir, con la capacidad a largo plazo de incrementar los precios y excluir a los competidores. Ello por sí solo genera resultados sorprendentes. Por ejemplo, las 14 compañías de petróleo y gas monopólicas, obtuvieron ganancias en un 278 por ciento superiores al promedio entre 2018 y 2021; las dos marcas de lujo tuvieron un 120 por ciento superiores a la media entre 2018 y 2021; 22 compañías del sector financiero aumentaron sus beneficios un 32 por ciento en 2023 respecto al promedio de 2018 y 2021.

Una enorme concentración de poder empresarial y monopolístico ha conducido a controlar también las reglas y términos de intercambio en las relaciones con sus trabajadores. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2,3 millones de trabajadores y trabajadoras mueren cada año a causa de accidentes laborales o enfermedades relacionadas con el trabajo y 17,3 millones de personas se encuentran en situación de trabajo forzoso en el sector privado, la mayoría de ellas en cadenas de suministros nacionales y mundiales. Ahora, si observamos el salario y su capacidad de compra, para el caso de México, por ser el país en donde su presidente se ufana de los aumentos al salario mínimo, de acuerdo con el Informe sobre Economía y Desarrollo incluyente, entre el primer trimestre de 2020 y el segundo de 2023, el ingreso laboral per capita en México aumentó 31. 7 por ciento, mientras que el costo de la canasta alimentaria aumentó 30. 9 por ciento; el aumento se diluyó por completo. 

El documento advierte, con algún asombro, debido a su gran desprestigio actual, que la organización sindical puede constituir un importante contrapeso al poder corporativo. No es difícil pensar que el enemigo número uno de los sindicatos son los grandes capitales. Por ello en el análisis realizado por Oxfam a partir de los datos de la World Benchmarking Alliance señala que más de 1600 de las empresas más grandes del mundo pone de manifiesto que solo el 0,7 por ciento de estas empresas cumple plenamente con un requisito global para la negociación colectiva. Por ello los grandes capitales de la mano de los gobiernos liberales no solo tienen que tener el control de los mercados, también deben tener bajo su control el cerebro de los trabajadores. 

Observemos entonces con atención que los milmillonarios no nacen de la habilidad del productor o comerciante para colocar sus mercancías a precios redituables, ni siquiera de las herencias, pues estas tendrían un fin perentorio. Han construido un modelo de producción de mercancías basado en la explotación laboral a cuyo amparo se encuentran los gobiernos. ¿Qué pasará en el mundo si las cosas siguen igual? Se prevé que el número de millonarios aumente en un 44 por ciento de 2024 a 2027, así como también aumentarán los pobres. El poder monopolístico engendra más poder, permitiendo que los monopolios expriman a las empresas y a los trabajadores sin ninguna repercusión.

Los únicos que podemos frenar y revertir el panorama oscuro que nos espera, somos los trabajadores y nuestras familias. Hay que empezar a tomar consciencia de nuestro papel como generadores de la riqueza mundial. Los dueños de los capitales saben que su poder se asienta sobre la base de la explotación del trabajo ajeno, por ello, realizan todos los días una labor intensa de enajenación de cerebros y anhelos que genera desilusión y apatía por el porvenir. Empecemos ahora, de lo contrario mañana lo pagarán nuestros hijos. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.