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Sacramento Residencial y la lucha contra el despojo

Fuentes: Rebelión

Al norte de Hermosillo, Sonora, se ubica la Unidad Sacramento Residencial. Se trata de una colonia fundada a finales de la década de 1980. Desde sus orígenes, sus habitantes son, mayormente, profesores, médicos y burócratas que lograron hacerse de una vivienda en el proyecto ofertado por la constructora y fraccionadora Dinámica del Pacífico. La empresa en cuestión está vinculada a los apellidos Aguilar, Noriega y Astiazarán que en Sonora y en otros lugares del norte del país son bastante conocidos por hacer del despojo territorial su inagotable negocio monetario. En 1987, cuando Sacramento Residencial fue echado a andar, el presidente municipal de Hermosillo era Cuauhtémoc Valderrama Noriega: el segundo apellido del entonces munícipe salta a la vista. Desde aquellas fechas, existió un conflicto de intereses ligado, por añadidura, a un manejo poco transparente de permisos y concesiones. Con todo, por ley, la constructora estaba obligada a destinar y respetar de manera inalienable e intransferible 12% del área vendible a los rubros de equipamiento urbano y áreas verdes, lo que equivale a 3 mil y 4 mil metros cuadrados, respectivamente. En los 3 mil metros señalados, se construyó una escuela y los restantes 4 mil habían sido inicialmente respetados. Sin embargo, con el paso de los años, bajo la lógica del despojo y del dinero, los 4 mil metros cuadrados de área verde fueron lotificados mediante un ilegal cambio de uso de suelo y el empleo de prestanombres que se adjudicaron la pertenencia de los terrenos. 

En ese sentido, apelando a lo establecido por la ley, los vecinos empezaron un proceso de resistencia desde hace 15 años. Fundaron la Unión de Vecinos de Sacramento Residencial A.C., cuya labor ha sido reforestar y, en los hechos, crear y mantener un bosque urbano dentro de la Unidad Sacramento Residencial. Es decir, a través del trabajo y la organización colectiva lograron la existencia del área verde, como original y legalmente se planteaba en el proyecto habitacional. En el bosque urbano fueron sembradas y mantenidas especies de árboles endémicos de la zona. Además, el bosque de Sacramento Residencial es considerado, gracias al constante esfuerzo de los vecinos, como uno de los pulmones naturales de la región norte de Hermosillo. Por supuesto, se trata de un proceso de resistencia complejo que a lo largo de tres lustros ha enfrentado campañas de desprestigio e intimidación, así como una serie de agresiones por parte de los “dueños” del terreno. Dichas agresiones han sido denunciadas por los vecinos en resistencia, sin embargo, las autoridades locales y estatales han hecho oídos sordos. 

El pasado mes de septiembre del año en curso, la Unión de Vecinos de Sacramento Residencial A.C., recibió una notificación de una demanda penal en contra de dos de sus miembros: Alejandro y Jano Valenzuela. La causa penal 5133/2025 acusa a ambos activistas por los delitos de “amenazas” y “daño en propiedad ajena”; el demandante es César Alejandro Pastrana Ramírez. Los dos miembros de Unión de Vecinos de Sacramento Residencial A.C., deben comparecer ante las autoridades el próximo 29 de octubre del presente año. Sin embargo, la demanda tiene una serie de irregularidades e inconsistencias pues su fin no es legal ni legítimo, sino que tiene por objetivo amedrentar a los vecinos que se niegan a dar un paso atrás en la defensa de un espacio tan importante como necesario. En 2021 César Alejandro Pastrana Ramírez se presentó en el bosque urbano de Sacramento Residencial y en calidad de “dueño” pretendió tomar posesión de uno de los lotes, lo cercó y, de paso, destruyó parte de lo sembrado. En aquella ocasión, fue advertido por los mismos vecinos sobre el hecho de que el terreno estaba en litigio y a su alrededor había problemáticas de distinta índole. Pastrana no sólo hizo caso omiso, sino que amenazó y agredió a los integrantes de la Unión de Vecinos. Pocos días después levantó la demanda penal en la que se presenta como víctima. La maniobra es burda y con unos grados de ruindad que debieran avergonzar a cualquiera. Es evidente que existe un trasfondo político y no se trata de un problema jurídico. ¿Por qué si la demanda fue interpuesta en 2021 es apenas en 2025, cuatro años después, que se activa? ¿Por qué si Alejandro Pastrana fue el agresor no es a él a quien se investiga y castiga? Como la propia Unión de Vecinos de Sacramento ha señalado, la constructora y los poderes políticos locales y estatales pretenden amedrentar la resistencia, pero además buscan ganar tiempo en un momento en que en Sonora los permisos y concesiones para la ocupación de territorios es particularmente alarmante.

Debido a dicho contexto, en el que las áreas verdes y el acceso al agua son más que nunca derechos vitales, la lucha de la Unión de Vecinos de Sacramento Residencial A.C., toma especial relevancia. Conviene señalar además que sus integrantes son, en su mayoría, personas de la tercera edad. En estos 15 años han dejado parte de su vida en el bosque urbano sin otro afán más que el de ejercer su derecho a un área verde y dejar un pedazo de futuro con aire limpio al norte de Hermosillo. Sin embargo, con la demanda penal en cuestión y otros artilugios legales, se busca poner fin a su pelea mediante el miedo. En ese sentido, conviene señalar que la lucha de los habitantes de Sacramento Residencial no es, ni mucho menos, aislada ni pequeña. La actual administración federal, con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la cabeza, ha continuado con la misma lógica que sus antecesores. Sonora no es la excepción. El actual gobernador de la entidad, Alfonso Durazo (también del partido guinda), enfrenta otro proceso no menos complejo: el de la cuenca del Río Sonora. Aunque el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, es del Partido Acción Nacional (PAN) actúa en consonancia con los niveles estatal y federal, demostrando así que cuando se trata de favorecer al capital y al empresario, no hay “diferencias” de agenda.

En ese sentido, la resistencia de la Unión de Vecinos de Sacramento Residencial A.C., es ejemplar y merece ser arropada. No está enfrentando únicamente a los poderes políticos locales o estatales, sino que su pelea es contra los empresarios que se creen dueños de todo y de todos, hasta del aire que en Hermosillo y en el resto del país se respira. La solidaridad con la Unión de Vecinos Sacramento Residencial A.C., resulta indispensable. Abonar a su resistencia es abonar a resistir ante la voracidad de los magnates empresariales a lo largo y ancho del país. Es, en otras palabras, contribuir a la lucha por la vida. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.