Ante las advertencias del presidente Morales acerca de la necesidad de elaborar textos escolares acordes con el proceso de cambio, un periódico de Santa Cruz se apresuró a indicar que los textos de Editorial Santillana son «made in Bolivia» (sic) en un intento por legitimar la producción de esa empresa y de paso desviar la […]
Ante las advertencias del presidente Morales acerca de la necesidad de elaborar textos escolares acordes con el proceso de cambio, un periódico de Santa Cruz se apresuró a indicar que los textos de Editorial Santillana son «made in Bolivia» (sic) en un intento por legitimar la producción de esa empresa y de paso desviar la atención recurriendo al sentimiento nacional.
Es importante recordar que la firma mencionada es parte del Grupo Santillana, al cual pertenecen las editoriales Alfaguara, Aguilar y Taurus, entre otras. A su vez forma parte de un consorcio español mayor, el Grupo Prisa (Promotora de Informaciones, S.A.) que cuenta con una inmensa cantidad de radioemisoras, canales de televisión y empresas de mercadotecnia y publicidad en más de veintidós naciones. El País, uno de sus periódicos de mayor circulación, se erige en implacable crítico de gobiernos populares latinoamericanos, acusándolos con frecuencia de actitudes dictatoriales y absolutistas. Gran paradoja, si tomamos en cuenta que es precisamente el gigantesco monopolio mediático de Prisa el que mantiene un control férreo de la información a través de sus innumerables tentáculos, convirtiéndose en privilegiado formador de matrices de opinión. El periodista e investigador Pascual Serrano ha realizado sugestivos análisis del fenómeno (se pueden encontrar en www.pascualserrano.net).
En Bolivia
El Grupo Prisa arribó a nuestro país en el marco del «segundo desembarco hispano», en el cual decenas de empresas ibéricas aprovecharon la debilidad y entreguismo de diferentes gobiernos para hacer jugosos negocios en sectores estratégicos de la economía (entre otras, Unión Fenosa, Iberdrola, Abertis, Aena, Agbar, Abengoa, BBVA, Repsol-YPF, etc.).
Prisa-Santillana aterrizó de la mano del Banco Mundial, financiador de la reforma educativa de 1994, y la licitación para la elaboración de «textos oficiales» fue ganada por esa editorial durante el mandato de Hugo Bánzer. Las hijas de los ministros de educación Enrique Ipiña y Tito Hoz de Vila fueron beneficiadas con pasantías de un año en la casa matriz de la firma, en Madrid; fueron las únicas pasantes extranjeras en dicho período.
Por su parte, España ha seguido promoviendo los denominados créditos FAD, que obligan a los países signatarios a adquirir bienes y servicios españoles, en particular materiales relacionados con proyectos educativos que son producidos, y vendidos, por empresas de ese país.
¿Qué es el pensamiento único?
Ignacio Ramonet propuso el concepto hace más de una década para caracterizar la ideología promovida por los centros hegemónicos de poder, y que pretende ser exclusiva, natural e incuestionable. Algunos de sus elementos son la primacía absoluta de lo económico y la propiedad privada, el mercado como mecanismo capaz de corregir cualquier disfunción social, el librecambio ilimitado, la importancia de la competitividad como valor superior, la disminución del Estado, la desregulación, la globalización financiera, la división mundial del trabajo, el darwinismo social de nuevo cuño, etc.
Se trata de una lógica que necesita formular y construir representaciones, imágenes, símbolos, mitos, leyendas, a fin de explicar la realidad, justificar privilegios de ciertas élites y, en lo posible, perpetuarlas. Los medios de comunicación son instrumentos de primer orden para lograrlo, y no hace falta demasiada imaginación para advertir que los libros escolares de texto operan como poderosísimos modeladores de conciencias.
A modo de ejemplo
Tengo a la vista el libro Historia y Geografía 4, edición 2007 de Santillana. El estudiante que me lo prestó es alumno de un colegio particular de Santa Cruz. Hace pocos días fue obligado a participar en las «XI Jornadas Cívicas Juveniles» en instalaciones del Comité Pro-Santa Cruz, donde se le exigió tomar nota de cada una de las tres conferencias impartidas, presentar un trabajo práctico, y someterse a control de asistencia. Una semana antes debió escuchar en su aula las teorías sobre relaciones sexuales prematrimoniales presentadas por la organización Protege tu Corazón, una de las muchas ramas del Opus Dei, que funciona con la secretividad característica de esa instancia ultraconservadora (ni previene a los padres de los alumnos sobre el particular ángulo de abordaje de un tema tan sensible, ni indica abiertamente quién financia, asesora y respalda el proyecto…).
Pero vuelvo al texto. Sin pretender un análisis exhaustivo, que espero sí sea producido por otras muchas personas, apunto algunas características llamativas. En primer lugar hay que reconocer la excelente calidad del papel y la abundancia de imágenes, fotografías, reproducciones y gráficos. Está claro que se dirigen a lectores de una generación marcada por lo visual.
Un aspecto notable es la fragmentación de información al estilo de la peor televisión: temas complejos se resuelven con un bombardeo de recuadros en los que todo parece tener el mismo valor; contienen opiniones, párrafos entresacados de otros textos, preguntas, afirmaciones taxativas. Todo es mínimo, momentáneo…y descartable.
El tratamiento a temas como políticas mundiales de seguridad (pág.190), integración regional sudamericana (pág.186), acuerdos económicos e integración mundial (pág.184), Banco Mundial, FMI, ALCA, OMC, etc. se realiza a partir de la naturalización de procesos, estructuras e instituciones, que el libro asume como realidades incuestionables y carentes de antecedentes e historia. Para no agobiar, termino con la aproximación que el texto hace al tema de la pobreza (pág.144), calificada como «problema», «realidad», «condición», evitando un análisis serio y profundo de sus causas. Las tareas e investigaciones que sugiere ese capítulo se mantienen a nivel de descripciones generales, desarticuladas y descontextualizadas, recurriendo una vez más a lo fugaz y transitorio.
El proceso de cambio que experimenta Bolivia no se nutrirá sólo con ideales éticos hermosos, sino con una paciente labor de crítica, desmontaje y análisis de la cultura hegemónica, en la cual el pensamiento único tiene aún un sitio de privilegio, y también potentes mecanismos e instrumentos operativos.
http://www.alainet.org/active/30926〈=es