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Se otorgan concesiones de radio sin acatar la ley

Fuentes: Rebelión

Bajo una extraña interpretación de la ley, las secretarías de Gobernación (Segob) y de Comunicaciones y Transportes (SCT), de Juan Camilo Mouriño y Luis Téllez, respectivamente, han resuelto el refrendo automático de varias decenas de concesiones de radio sin acatar el procedimiento de licitación que determinó la Corte.  El gobierno de Felipe Calderón cumple sus […]

Bajo una extraña interpretación de la ley, las secretarías de Gobernación (Segob) y de Comunicaciones y Transportes (SCT), de Juan Camilo Mouriño y Luis Téllez, respectivamente, han resuelto el refrendo automático de varias decenas de concesiones de radio sin acatar el procedimiento de licitación que determinó la Corte. 

El gobierno de Felipe Calderón cumple sus promesas a empresarios de la radio, pero al parecer violando preceptos establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la sentencia que invalidó algunos artículos que formaron parte de la «ley Televisa».

Desde el pasado 12 de junio, en el marco de una convención del Consejo Consultivo de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), en Monterrey, se hizo el anuncio: se refrendarían 131 concesiones de radio, no como «una dádiva», sino como parte de los compromisos del presidente Calderón, dijo Luis Téllez (EL UNIVERSAL, 13 de junio 2008). Ese día se entregaron los primeros cinco refrendos. El 17 de julio, se otorgaron otros 35 refrendos «con el apoyo del presidente de la República», precisa el comunicado de la SCT, como para que no quede duda del respaldo presidencial.

Dádiva o compromiso, lo cierto es que de los 131 refrendos, sólo en 29 casos procedería el refrendo automático porque el vencimiento de la concesión fue anterior al 11 de abril de 2006, fecha en la que entró en vigencia la impugnada reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión. En los demás casos, los concesionarios tuvieron que someterse a un proceso de licitación, conforme a los nuevos criterios legales. «Para que el refrendo de una concesión y la preferencia que se otorgue a su titular resulten apegados a la Ley Suprema -dice la sentencia de la Corte en la parte en donde se analiza la inconstitucionalidad del artículo 16-, es menester que el titular de la concesión, al término de la misma, compita nuevamente, en igualdad de circunstancias, con otros interesados», pues sólo así se garantiza el respeto a los principios consagrados en diversos artículos constitucionales.

Sin tomar en cuenta lo anterior, el gobierno calderonista avaló los refrendos tomando como base la fecha en la que los concesionarios solicitaron el refrendo y no la fecha del vencimiento de la concesión. Por ejemplo, la XEYF-FM, ubicada en Hermosillo, vencía el 10 de junio de 2008, pero bastó que el concesionario (en este caso la Cadena Regional Radio Fórmula, de Rogerio Azcárraga) solicitara el refrendo el 24 de enero de 2005.

Los 102 concesionarios que hicieron su solicitud en esas condiciones se encuentran, sin duda alguna, en un estado de excepcionalidad, de privilegio, y adquirieron derechos para un refrendo automático con sólo anticiparse a una fecha. Esto significa que los concesionarios que por una u otra razón no hicieron la solicitud del refrendo antes del 11 de abril de 2006, sí tendrán que participar en una licitación, a pesar de que la fecha de vencimiento de las concesiones sea similar a la de cualquiera de esos 102 concesionarios.

Lo ocurrido con estos refrendos resulta también interesante en el sentido de que basta con que cualquier concesionario solicite desde ahora su refrendo para adquirir, desde ese momento, una especie de inmunidad legal y administrativa ante una futura «ley Televisa» recargada o una esperada reforma democrática del sector.

Por si fuera poco, todos estos refrendos se otorgan mientras la Segob continúa sin otorgar su visto bueno para el otorgamiento de decenas de permisos de radio y televisión, entre ellos el del Gobierno del Distrito Federal, aprobados ya por la Cofetel. La dependencia argumenta vacíos jurídicos, los mismos con los que pudo resolver, en una cuestionable interpretación de la ley, el refrendo de las concesiones ya mencionadas.