El gobierno norteamericano, a través de su Fiscal General o secretario de Justicia Michael Mukasey criminalizó en un discurso pronunciado recientemente en San José (California) a quienes emplean la tecnología y pueden «ayudar a un terrorista internacional a desarrollar un cruel complot» señalando que «en algunos casos los grupos terroristas ven los delitos […]
El gobierno norteamericano, a través de su Fiscal General o secretario de Justicia Michael Mukasey criminalizó en un discurso pronunciado recientemente en San José (California) a quienes emplean la tecnología y pueden «ayudar a un terrorista internacional a desarrollar un cruel complot» señalando que «en algunos casos los grupos terroristas ven los delitos con la Propiedad Intelectual como un negocio lucrativo y de bajo riesgo para financiar otras actividades».
Mukasey reafirmó el compromiso de Estados Unidos de «eliminar» a los hackers, quienes durante mucho tiempo se consideraron intocables. Citó como ejemplos algunos casos de personas que provienen de países como Rusia y Rumania.
La estigmatización de actividades relacionadas con la cultura hacking, junto con los llamados delitos de «piratería» y «falsificación de marcas» ha sido una política sistemática implementada por el gobierno Bush para justificar operaciones ilegales o intentos de invasiones como el planificado durante 2003 en la Triple Frontera Argentina-Brasil-Paraguay (al relacionarlas con grupos que financiaban a Al Quaida) y creando presiones comerciales sobre aquellos gobiernos que se aparten de la normativa vigente de propiedad intelectual «en los Estados Unidos de América»