Igual que el 71, con Banzer-Selich, pero ahora con Marinkovic y Costas, denuncia el gobierno. Prefectos promueven la toma de instituciones, pero se descarta la militarización. Cochabamba ya no sigue a Santa Cruz. La derecha más rabiosa divide a la oposición parlamentaria. El 19 de agosto de 1971, el coronel Andrés Selich y sus bandas […]
Igual que el 71, con Banzer-Selich, pero ahora con Marinkovic y Costas, denuncia el gobierno. Prefectos promueven la toma de instituciones, pero se descarta la militarización. Cochabamba ya no sigue a Santa Cruz. La derecha más rabiosa divide a la oposición parlamentaria.
El 19 de agosto de 1971, el coronel Andrés Selich y sus bandas paramilitares asaltaron los sindicatos y la universidad cruceña, en el inicio del golpe que entregó el poder a Hugo Banzer y derrocó el general J. J. Torres, asesinado durante la dictadura banzerista, que también hizo desaparecer al propio Selich y a cientos de ciudadanos. 37 años después, otros grupos enardecidos de la derecha ya insurreccionados contra el Estado de derecho intentan «descuartizar» a Bolivia, alertó el gobierno en las últimas horas.
La sedición es ahora encabezada en Santa Cruz -aunque no seguida con la misma reciedumbre en otras regiones-, por dos de los terratenientes más cuestionados del país, el empresario Branco Marinkovic y el prefecto Rubén Costas, que han puesto por delante, «como carne de cañón» y fuerza de choque, a bandas de matones y hampones allegados a la virulenta Unión Juvenil Cruceñista, discapacitados en sillas de ruedas y mujeres en punto de histeria ligadas a otras facciones de la derecha más recalcitrante, según denuncias oficiales corroboradas por videograbaciones de prensa.
Los grupos de exaltados tomaron este fin de semana la oficina cruceña de la Policía donde golpearon al comandante departamental y otros agentes del orden, en coincidencia con recientes arengas de Costas para tener bajo sus órdenes a una jefatura policial al margen del Poder Ejecutivo.
El Prefecto y sus adictos llamaron a un paro y concentración este martes 19, a fin de que los cruceños -que si bien le han ratificado un mayoritario apoyo, han otorgado asimismo un 40 % de respaldo regional al presidente Evo Morales-, sigan sus planes de instaurar una ilegal Asamblea Departamental, para la cual convocaron a elecciones de unos 400 subprefectos y corregidores, que sustentarían la creación no solo de una policía regional, sino agencias tributarias y otros organismos al margen del Estado boliviano.
La exaltada dirigencia empresarial, mediática y cívica desafió también al mandatario a llevar a votación electoral los estatutos autonómicos frente al proyecto de Constitución que aprobó el MAS en Oruro, lo cual fue considerado en La Paz, como «una trampa» en la que no deben caer las autoridades, puesto que con el voto legalizarían y legitimarían en el nivel regional los cuestionados estatutos, adquiriendo un rango legal que hasta ahora les ha sido rechazado.
Igualmente, se observaba con preocupación los derechos civiles, libertades y garantías de unos 268 mil electores cruceños y sus familias que pese a las intimidaciones y golpizas de los «unionistas» optaron por el Si a Morales, constituyendo el 40 % de respaldo que alcanzó el mandatario en todo el departamento.
La situación era particularmente crítica en la ciudad de Santa Cruz, donde se temía que las cuadrillas para-militares y para-policiales tomaran represalias contra 142 mil electores que en esa urbe respaldaron la continuidad del Presidente.
Histeria, rabia y desbande
La mezcla de sobriedad y firmeza presidencial contrató este fin de semana con la expresiones de ira y soberbia que caracterizaron los ataques de Costas a la dignidad del Presidente de la República y la magestad del cargo que ejerce en nombre de la ciudadanía.
«Vamos a decirle a usted, excelentísimo asesino, presidente de los bolivianos, que usted es el responsable, el verdadero criminal, el que nos confronta y nos desune», vociferó Costas el sábado, enardecido por la victoria masista en el recuento nacional.
«Un segundo pueblo, al que usted odia con tanta saña que se llama la Santa Cruz, le dice que usted tiene que disculparse públicamente, criminal», añadió imitando similares pretensiones de los cívicos de Sucre que en medio de tales demandas humillaron y vejaron antes del referéndum a decenas de campesinos obligados a pedir perdón de rodillas.
La rabia exultada por Costas echa por tierra la supuesta satisfacción con que la derecha acogió en principio el respaldo popular tanto a los prefectos adversos a Morales como al mismo Presidente, aunque con amplia ventaja para el primer mandatario, que vio alcanzados por fin los dos tercios del electorado, necesarios para encarar el referéndum aprobatorio de la Nueva Constitución Política del Estado.
Respecto del 2005, las fuerzas alineadas a Evo Morales ganaron más de medio millón de votos, mientras que la oposición perdió 312 mil electores, por lo que el Presidente sumó victorias en seis de los nueve departamentos del país y le faltaron menos de 400 sufragios para ganar Tarija, según recuento oficial, sumando también una votación cercana al 40 por ciento en Beni y Santa Cruz.
Coincidentes con esas noticias, se confirmaban las versiones de que Podemos, liderizado por Tuto Quiroga, desaparece como partido político, a tal punto que sus parlamentarios y jefes menores estudian otras opciones, una vez que la Corte Nacional Electoral archivó la documentación a través de la cual podía reinscribirse como nuevo partido, aunque no con el mismo nombre.
La información fue conocida el pasado 21 de julio, pero permaneció en reserva para no afectar la participación de esta fuerza a favor del voto revocatorio al Presidente de la República, según fuentes parlamentarias, que observan con expectativa cómo podrán mantenerse unidos los parlamentarios ahora ex «podemistas» y sobre todo cómo evitarán un rompimiento con la exacerbada corriente prefectural, que a su vez los acusa de pactar con los masistas para viabilizar el referéndum y reflotar a Podemos a costa de las regiones.
Entre meditar o morirse de rabia
Una triple entrevista de la agencia ANF a tres dignatarios del estado neoliberal, Carlos Mesa, Víctor Hugo Cárdenas y el ex ministro Jorge Lazarte, del ex presidente Rodríguez Veltzé, destaca también que es Morales quien debe pactar y ceder ante las demandas opositoras.
Sin embargo, a una semana de conocida la contundente victoria de la izquierda, Mesa morigeró su habitual crítica al gobierno y propugnó el uso de la Policía para sofocar las alteraciones al orden, lo mismo que la vigencia, con cambios, de la CPE aprobada en Oruro.
«La solución parte de que el Gobierno recupere la institucionalidad, mediante el Tribunal Constitucional y la CNE; el establecimiento de acuerdos productivos de la nueva Constitución aprobada en Oruro, con cambios de fondo y forma, y la recuperación del imperio de la ley mediante el uso racional de la Policía», dijo.
Moderado en la victoria, el gobierno anunció su deseo de compatibilizar los estatutos autonómicos con la nueva CPE y ofreció incluso un pacto para «constitucionalizar los estatutos», abriendo la posibilidad de negociar la llamada devolución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, que los prefectos mantienen como bandera para su virtual insurrección.
La respuesta que Morales obtuvo, anticipada por La Epoca Digital al concluir la semana, fue la exaltación de los sentimientos regionalistas, la resistencia y el desacato, que se expresan en la nueva ola de violencia desatada en las calles de Santa Cruz y que amenaza con extenderse a otros distritos en una espiral de actitudes sediciosas que el gobierno observa desde La Paz con prudencia, mientras espera que los excesos se vuelvan contra Branco y sus adeptos, unan al país ante los extremos y den paso una oposición más madura y realista.
Para la derecha, lo que «se viene es la ofensiva de la nueva Constitución -léase reelección-, con una base popular absolutamente indiscutible», advierte el columnista Cayetano Llobet. Las regiones no logran aún diseñar una estrategia sólida, y por el contrario, están «construyendo un escenario de riesgo incalculable: que las autonomías dejen de ser proyecto, para reducirse a trinchera», agregó el comentarista de Unitel y Cadena A.
Bandidaje y paro
Durante la ocupación del la jefatura policial, el comandante Wilge Obleas «fue emboscado y golpeado por vándalos al servicio de los cívicos, según el reporte de El Deber. «Allí gente en estado de ebriedad y sin reconocer ningún mando, lanzaron piedras y cohetes al edificio, provocando a los uniformados que estaban acuartelados en el lugar» además de golpear periodistas del canal estatal y de redes privadas, informó el diario cruceño.
Entre los atacantes fue identificado el diputado suplente Wilfredo Añez (Podemos) «quien tiene antecedentes por narcotráfico», según el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, que criticó el uso de los discapacitados por la dirigencia cruceña, mientras que la diputada opositora Kathia Romero recordó que trabaja con ese sector desde 2006, de acuerdo a sus declaraciones a El Deber.
«En ningún momento se pensó en la figura de la militarización, el Gobierno descarta esta posibilidad» aclaró también el ministro Rada, pese al insistente rumor de la toma de instituciones por parte de las bandas cruceñistas durante a la concentración de este martes.
El paro era también alentado por algunos prefectos, pero la dirigencia cochabambina se negaba a continuar con el desacato y la resistencia, de acuerdo a posiciones menos beligerantes manifestadas por las instituciones vallunas.
Serenidad
«Algunos prefectos han manifestado que no ingresaré a los departamentos de Beni, Pando, Santa Cruz, pero con el respaldo del 67 por ciento me da más fuerza para entrar a estos departamentos y atender sus demandas», aclaró el domingo el presidente Evo Morales al denunciar que «algunos terratenientes, agroindustriales, autoridades quieren descuartizar a Bolivia como descuartizaron a Túpac Katari el año 1781».
«No somos derrocadores de gobierno ni dictadores», respondió Roberto Gutiérrez, segundo vicepresidente del comité cívico, mientras el líder de los «unionistas» David Sejas, insistió que la Unión Juvenil evitará la llegada a suelo cruceño de ministros de Estado «porque no son bienvenidos a este departamento», y fueron declarados personas no gratas, junto al Presidente.
De acuerdo con El Deber, esta organización tiene un promedio de 5.000 miembros, que están distribuidos en los barrios y distritos, además de las 15 provincias cruceñas
HECHOS Y CITAS
» Hace tiempo que está en marcha un complot para destruir la Policía y sustituirla por la Policía autonómica donde los hampones y paramilitares de la unión juvenil cruceñista tengan el poder. -Raúl Bustamante, ACS-Noticias
» Apenas se conoció el arrollador triunfo de Evo Morales en el referéndum revocatorio, los fundamentalistas de la «media luna» esgrimieron sus consignas más radicales: Devolución total a las regiones del IDH, retiro del proyecto de Constitución del MAS, etc. -Anrés Solíz Rada, Patria Grande
» Así como Pando y Chuquisaca ya tienen mayorías que apoyan a Evo, Santa Cruz, la principal trinchera autonómica, tiene que asumir el casi 40% de masistas. No es el cuadro ideal para las oposiciones regionales… pero, por el momento por lo menos, están obligadas a las tareas de reorganización y de defensa. -Cayetano Llobet, en El Deber.
» Hay grupos de poder interesados en acabar con la vida de Podemos y lo hacen gracias a los famosos analistas, de esos que le hacían los análisis a Sánchez Berzaín y lo llevaron al desastre -Walter Guiteras a La Razón
» El triunfo le dio un impulso a Evo, pero que eso no se convierta en un pretexto para aprobar el texto constitucional. La situación exige una necesaria flexibilización del texto original que fue aprobado