Enrique Peña Nieto pondrá en marcha la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional, a partir de siete acciones iniciales especializadas en inteligencia de Estado, cuando asuma la Presidencia de la República, el 1° de diciembre, como lo anuncia en su cuenta de Twitter. Las siete nuevas áreas tienen por objetivo garantizar la seguridad de los mexicanos […]
Enrique Peña Nieto pondrá en marcha la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional, a partir de siete acciones iniciales especializadas en inteligencia de Estado, cuando asuma la Presidencia de la República, el 1° de diciembre, como lo anuncia en su cuenta de Twitter. Las siete nuevas áreas tienen por objetivo garantizar la seguridad de los mexicanos y combatir a los grupos criminales que operan en el país. (El Universal, Francisco Reséndiz, «EPN Creará Centro de Control y Comando», 3/11/ 2012).
Peña Nieto, al dar a conocer el diseño en materia de estrategia de inteligencia y seguridad nacional, asume una decisión institucional estratégica, que define la naturaleza política del gobierno de la república. Máxime si consideramos que la decisión estratégica se toma a sólo unas horas del resultado del «súper martes», independientemente de quién triunfe en las elecciones presidenciales estadunidenses.
La Nueva Estrategia de Seguridad, define siete áreas:
1). Creación del Centro de Control y Comando. Coordinará a las instituciones de seguridad, en tiempo real, para prestar auxilio a la población en caso de emergencias o desastres naturales.
2). Unidad de Fusión de Inteligencia. Integrará, sistematizará, analizará y dará coherencia a la información de inteligencia de las dependencias.
3). Elaboración del Atlas Nacional de la Delincuencia. La geopolítica aplicada a la protección de la sociedad de la violencia y el crimen y persecución del delito.
4). Unidades de Inteligencia Financiera. Dotar de instrumentos de toma de decisión para combatir eficazmente el lavado de dinero.
5). Mejorar la seguridad de las aduanas. Rediseño de operación y control del espacio terrestre, aéreo y marítimo, para cerrar el paso al ingreso de armas y estupefacientes.
6). Mejorar el sistema penitenciario. Dirigido a rehabilitar y reinsertar, social y productivamente a los internos.
7). Fortalecer la cooperación internacional. Mecanismos institucionales de intercambio de información con países y regiones, así como organismos de Naciones Unidas y las instituciones regionales.
En su conjunto, la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional considera una política de eficaz coordinación en materia de inteligencia y de carácter preventiva de naturaleza social, con acciones integrales como son: las escuelas de tiempo completo, el sistema de seguridad social universal, la reparación de unidades deportivas y el rescate de espacios públicos.
La estrategia de seguridad de EPN se concretó a partir del segundo encuentro del equipo de transición con el gabinete de seguridad nacional de Calderón (El Universal, Georgina Olson, 4/10/2012). A la reunión de trabajo asistieron todos los miembros del gabinete de seguridad de Calderón e inclusive funcionarios de las áreas de inteligencia para dar cuenta al equipo de transición de Peña Nieto, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong. La reunión de trabajo se prolongó por cinco horas; las fotos muestran a un rostro tenso de Calderón; éste planteó la continuidad de su estrategia.
En este contexto, los resultados positivos de la gira internacional de EPN, permitieron definir la necesidad, urgente, de mejorar la cooperación regional y particularmente bilateral, en materia de inteligencia de Estado. La prioridad concedida a nuestros vecinos latinoamericanos, quedó plenamente destacada al romper con la rutina de acudir primero a Washington, como lo han hecho tradicionalmente los presidentes electos. En lugar de ello, se optó en la segunda gira por acudir a los países miembros de la Unión Europea, ello permitió retomar y fortalecer los vínculos que unen a México con las potencias europeas. La visita programada de Peña Nieto, está abierta a la agenda del presidente que elijan los estadunidenses.
Las siete acciones de EPN podemos analizarlas desde la perspectiva de un cambio a la estrategia de Calderón y a una nueva fase que ha dejado atrás la agotada geopolítica de la militarización de México y América Latina.
La estrategia estadunidense para América Latina de guerra de bajo perfil, 1995-96, consideraba un solo jugador y la única competencia europea. Dicha estrategia, militarizada, se alteró radicalmente en lo geopolítico como en lo geoestratégico. Estados Unidos no pudo sostenerse como potencia hegemónica y la debacle europea se vio agigantada por la emergencia de nuevas potencias globales que cambiaron el mundo hegemónico a multipolar.
En América Latina, los gobiernos autoritarios y golpistas fueron desalojados por gobiernos de corte progresista en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Argentina y Brasil. Gobiernos de amplia base y sustento popular, se fortalecieron con el ingreso de los integrantes del BRICS a la región como una opción alternativa de inversión, menos onerosa y más equitativa, no son un club de damas de la caridad.
China, la segunda potencia global, es el gran inversionista cuyo poder financiero ha cambiado la ecuación de poder, que favorecía anteriormente a Estados Unidos-Europa y particularmente, España. La opción estratégica de Brasil de integrarse al BRICS, tiene como resultado el salto de Brasil como potencia global, Venezuela está en camino.
El ingreso de Rusia, aliada de Venezuela, junto con Irán, en la frontera de seguridad estadunidense, ha trastornado el espacio geoestratégico del Comando Sur y la Cuarta Flota, ha llevado a buen fin la estrategia de militarización y acotado el espacio de las inversiones y corporaciones, reduciendo la dominación geopolítica que ejercía a plenitud.