Al finalizar el debate, el público asistente dirige sus inquietudes por escrito. Moderada por José Angel Pescador, ex secretario de Educación, la mesa sobre «Narcotráfico, seguridad nacional e Iniciativa Mérida» contó con la participación del general (r) Francisco Gallardo, el periodista Ricardo Ravelo, los expertos Luis Astorga, Francisco Thoumi y quien suscribe. Transcribo una […]
Al finalizar el debate, el público asistente dirige sus inquietudes por escrito. Moderada por José Angel Pescador, ex secretario de Educación, la mesa sobre «Narcotráfico, seguridad nacional e Iniciativa Mérida» contó con la participación del general (r) Francisco Gallardo, el periodista Ricardo Ravelo, los expertos Luis Astorga, Francisco Thoumi y quien suscribe.
Transcribo una de las que me dirigieron. Dice así: «Río 13: los ríos de sangre y ruido. Aquí, en Culiacán, se vive en el miedo y la impotencia. Miedo a los que en el cine hablan en voz alta. Miedo a los retenes de la policía. Miedo a los vecinos ruidosos (música, gritos, autos sonoros). Miedo a los automovilistas que se atraviesan…»
Continúa: «Impotencia para vivir en confianza mutua. La violencia de la que todos los días acribillan (subrayado «todos los días»). Sus armas suenan en las noches matando a otros. Creo, junto con otros, que legalizando se podría reducir esta impunidad. ¿Es oficial que México está subordinado a Estados Unidos?»
Bienvenidos a Sinaloa. Organizado por RíoDoce, periódico semanal dirigido por un grupo de periodistas totalmente locos, el coloquio reveló mucho más que las valiosas reflexiones debatidas en la Torre Académica de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
¿Dije «locos»? Preciso: enloquecidos por el dolor de vivir en un estado en el que hoy estás, y en fracción de segundo quién sabe. Conscientes, todos ellos, de que en los últimos tres años Sinaloa registra tantas muertes dolosas como las habidas en el Chile de Pinochet durante 17 años de dictadura militar.
A las pocas horas de llegar a Culiacán sentí que el foro internacional sobre «Drogas ilícitas, Iniciativa Mérida y experiencias de despenalización» (29-30 de abril pasados) sesionaría en una ciudad donde sus habitantes han internalizado la pavorosa noción de «vida efímera».
¿Quién mató a quién hoy en horas de la madrugada, al anochecer, hacia el mediodía, al atardecer? ¿Narcos vs. narcos? ¿Militares vs. policías? ¿Narcos vs. ejército y policías? ¿Militares vs. narcos? ¿Jóvenes que viven «a todo pulmón» y con sus AK-47 y AR-15 abren fuego en los restaurantes o contra la multitud que circula por avenida Obregón al compás de un narcocorrido de Rosalino Chalino Sánchez?
Si le interesa el asunto, le sugiero complementar estos apuntes con la excelente crónica de Claudia Herrera Beltrán, publicada en La Jornada el lunes 2 de mayo de 2005. Pero si usted leyó La reina del sur, novela del fantasioso Arturo Pérez Reverté, compárela con la de un escritor de verdad: Élmer Mendoza, autor de Balas de plata (Tusquets, 2008).
A diferencia de tanto rufián mediático, el equipo de RíoDoce (Ismael Bojórquez, Alejandro Sicarios, Javier Valdez Cárdenas) se la juega a diario. Su divisa, insobornable, no es otra que la de Ignacio Manuel Altamirano: «Nada hay tan importante como el acento de la verdad». El periodismo que en México falta. El periodismo que en México urge.
Prólogo del foro. En el penal de Mazatlán, un grupo de reos armados ingresa el domingo 20 de abril al módulo once (de «alta peligrosidad»), y allí asesinan a un ex integrante del grupo de sicarios conocido como Los Zetas. Antes del crimen, delante de 60 testigos, la víctima pierde un ojo, sacado a puntazos.
Cuatro horas después, el Ministerio Público se da por enterado. Cayetano Osuna, corresponsal de RíoDoce en Mazatlán, informa que los testigos no vieron nada. El 24, Jesús Aguilar Padilla, gobernador de Sinaloa (PRI), declara a los medios: «En el penal de Mazatlán hay orden y en todos los penales del estado». Un alivio.
Epílogo. El escritor Carlos Montemayor clausura el foro. Poco más tarde, en la calle Rubí de la residencial colonia de Guadalupe (cercana a la casa de gobierno), tres enfrentamientos entre agentes federales y elementos del Ejército deja un tendal de cinco muertos y varios detenidos del cártel de Sinaloa y el de Juárez, según las autoridades. Se incautan 10 fusiles AK-47, 2 AR-15, seis pistolas, granadas, cargadores, cartuchos, ropa táctica y más de 379 mil dólares.
Alejandro Sicarios, subdirector de RíoDoce, asegura que sólo en el sexenio de Aguilar Padilla (31 de diciembre de 2004/ 31 de marzo de 2008), hubo 2 mil 121 homicidios dolosos. Yovana Gaxiola Aldana, corresponsal de El Universal en Mazatlán, estima en 227 las ejecuciones en los primeros cuatro meses del año, y en 2 mil 183 los homicidios en lo que va del sexenio.
El foro, un éxito, fue poco y nada cubierto por los medios nacionales. Hubo distintas posiciones, no necesariamente encontradas. El consenso fue unánime: la militarización de la lucha contra las drogas es un fracaso total.
Cuna, entre otros, de Julio César Chávez, Inés Arredondo, Lola Beltrán, Pedro Infante, Gilberto Owen, Amparo Ochoa y Jesús Malverde, «el bandido generoso», el dios Coltzin, el «dios torcido» que aparece en el escudo de armas de Culiacán, empieza a extender su maleficio por todo el territorio nacional. Según los entendidos, Culiacán viene de Colhuacan, «lugar donde los caminos se tuercen».