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Sindicato Mexicano de Electricistas: memoria viva

Fuentes: Rebelión

1914, el 14 de diciembre nace el SME en medio de la revolución mexicana. Venustiano Carranza convoca a las organizaciones obreras del país a integrar los Batallones Rojos, para combatir a Zapata y Villa, el SME se niega. 1916, frente a la caída de los salarios reales, encabeza el movimiento de huelga que exigió que […]

1914, el 14 de diciembre nace el SME en medio de la revolución mexicana. Venustiano Carranza convoca a las organizaciones obreras del país a integrar los Batallones Rojos, para combatir a Zapata y Villa, el SME se niega.

1916, frente a la caída de los salarios reales, encabeza el movimiento de huelga que exigió que el pago a los obreros fuera en oro, y así evitar la devaluación salarial. Ernesto Velasco, dirigente del sindicato es detenido y sentenciado a muerte por el delito de rebelión. Gracias a las protestas, la pena es permutada por 20 años de cárcel, que tampoco se cumplieron. Es liberado en febrero de 1918.

1936, el SME funda la Central de Trabajadores de México (CTM), que después abandonaría por diferencias con la dirección de esta organización. Ese mismo año, de una férrea huelga encabezada por Francisco Breña Alvirez, nace el Contrato Colectivo de Trabajo del SME; con excepción de los servicios básicos, la Ciudad de México se queda sin luz. Los trabajadores electricistas luchan por mejores condiciones laborales y salariales para todos los obreros del país, y ganan el derecho a pensión y jubilación.

1960, se nacionaliza la industria eléctrica, después de años de intensa lucha de los trabajadores electricistas a lo largo y ancho del país.

1968, el SME da todo su apoyo a la lucha del Consejo Nacional de Huelga.

1985, el 19 de septiembre un gran terremoto sacude a la Ciudad de México. Cientos de edificios caen, miles de personas quedan atrapadas en los escombros. Cuadrillas de electricista del SME hacen un enorme esfuerzo para electrificar la Ciudad. En menos de tres días, el 90 porciento del servicio eléctrico es restituido.

1987, una nueva huelga es impulsada por los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, exigen un cambio radical de política económica, abandonar el neoliberalismo y no pagar la deuda externa, usando esos recursos para incrementar los golpeados salarios de los trabajadores del país. La huelga es requisada después de 6 días de resistencia, pero el sindicato gana un buen aumento salarial.

1994, brigadas del SME viajan a Chiapas para solidarizarse con la lucha zapatista. Se tejen lazos de fraternidad con los indígenas alzados en armas contra el gobierno. Algunas zonas de difícil acceso son electrificadas por trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas.

1999, la ofensiva privatizadora ordenada por el Banco Mundial, amenaza la educación pública y la electricidad en todo el país. Estudiantes universitarios y electricistas salen a las calles al grito de «¡no pasarán!» y «SME, UNAM ¡Unidos vencerán!». La Universidad Nacional mantiene la gratuidad, gracias a la huelga sostenida por decenas de miles de estudiantes, apoyada por los trabajadores electricistas y por muchos otros sectores del pueblo; la privatización de la electricidad es entorpecida con más de 10 años de tenaz resistencia de la base trabajadora del SME. Es esta larga lucha en la que la estructura sindical va corriéndose cada vez más a la izquierda, abrazando causas populares y luchas de otras partes del país.

2001, el Sindicato de Luz y Fuerza del Centro apoya de muchas formas, desde propaganda, hasta brigadas, guardias y contingentes a las movilizaciones de la lucha de los campesinos de San Salvador Atenco.

2003, frente a la intentona de arrebatarle a los trabajadores del IMSS su derecho a la jubilación, y en medio de un escenario nacional de despojo de ese derecho a ya varios millones de trabajadores, el SME sale a las calles a solidarizarse, y de hecho haciendo suya la batalla contra el arrebato del derecho a una vejez digna, plasmada en el Régimen de Pensiones y Jubilaciones. Los trabajadores del IMSS finalmente son despojados, y el SME anuncia una resistencia de grandes dimensiones para sostener su cláusula 64, que le garantiza el derecho a pensión y jubilación dignas.

2007 y 2008, en revisión salarial y de contrato colectivo, el ejército es usado para inhibir la resistencia. Batallones asaltan instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, la base trabajadora resiste heroicamente. El gobierno quiere ya la cláusula 64. Los electricistas vencen la ofensiva del gobierno, mantienen su Contrato Colectivo de Trabajo intacto y logran romper, en una pequeña proporción, el tope salarial.

2009, frente a un Sindicato de 94 años de historia, de luchas y de valentía, el gobierno arremete con toda su fuerza. Militares, medios de comunicación y todo el aparato de Estado es puesto en sintonía para extinguir Luz y Fuerza del Centro, derrotar al SME y acabar con su historia. Cientos de miles, en menos de una semana salen a las calles en una multitudinaria marcha, que pasará a la historia como una de las más nutridas y combativas de todos nuestros tiempos. «¡SME, no estás solo!» gritan los contingentes… y a pesar de todos estos gloriosos 94 años de lucha, la historia del Sindicato Mexicano de Electricistas, apenas comienza.