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Software Libre: Contra el Monopolio Tecnológico del Capitalismo

Fuentes: Rebelión

Seminario «Software Libre: Contra el Monopolio Tecnológico del Capitalismo», el día Domingo 14 de Agosto, en la Universidad Bolivariana de Venezuela, en el marco del 16ª Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

Estamos viviendo lo que muchos han dado en llamar la Era de la Información y el Conocimiento, la Era Cognomática, La Tercera Ola, la Era Post Capitalista, la Era Post Moderna, la Era Post Industrial, la Era Superindustrial, el Siglo XXI, el Futuro, la Era de las Comunicaciones, la Era de la Electrónica, la Segunda Revolución Industrial, entre otros términos que se han acuñado para referirse a los nuevos paradigmas que imperan y en los que ya estamos inmersos y que implican un estilo de vida auténticamente nuevo. Esta civilización está basada en nuevos métodos de crear, «explotar» y difundir conocimientos, cuenta con fuentes diversificadas y renovables de energía y con sistemas de producción que dejan anticuadas a la mayoría de las industrias tradicionales. Se ha llegado a este punto gracias al rápido avance científico y tecnológico.

Los avances en la Ciencia y la Tecnología han venido siendo usados tradicionalmente como instrumentos de dominación por parte de las grandes potencias cuyos gobiernos se encargan de velar por los intereses de las grandes corporaciones transnacionales, es decir, son gobiernos netamente corporativos.

Las grandes corporaciones capitalistas han venido controlando políticamente los Estados y de esta manera vemos como la línea entre el ejercicio de los derechos privados y público se ha hecho casi invisible. Así, las empresas han comprado gobiernos para que usen la fuerza y los recursos nacionales para proteger los intereses económicos de esas empresas, muchas veces opuestos al interés público nacional. De allí, la imposición de las injustas políticas de Patentes y Propiedad Intelectual que las grandes corporaciones intentan «Globalizar» para limitar e impedir a la sociedad el acceso a la información y al conocimiento.

Las grandes potencias imperialistas, históricamente han venido violando los más elementales derechos humanos y han basado:

su riqueza, en la pobreza del tercer mundo,

su seguridad, en la zozobra del tercer mundo,

su bienestar en la desgracia del tercer mundo,

su tranquilidad, en el azote terrorista al tercer mundo,

su desarrollo, en el subdesarrollo del tercer mundo, en fin,

su poder, en la división y dominación del tercer mundo.

Para ello han utilizado las herramientas que les proporcionan los avances tecnológicos en cada época y en la actualidad, son las Tecnologías de Información y Comunicación las que están siendo usadas para estos propósitos, específicamente los programas de computación, bajo el modelo de negociación canibalesco del Software Propietario.

Conscientes de que estamos en la era donde las Tecnologías de Información y Comunicación pueden ser usadas para revertir esta tendencia y desempeñar un papel preponderante en la creación y socialización del conocimiento, en el ejercicio de la soberanía y la independencia tecnológica, garantizando la seguridad de Estado y la de los ciudadanos; hemos asumido el compromiso de impulsar políticas tan importantes como el Uso del Software Libre en el Estado Venezolano, a través del Decreto 3.390, promulgado por nuestro Presidente Hugo Chávez, el 28 de Diciembre de 2004.

Pero ¿Qué es el Software Libre y Por qué es tan importante para un Estado Soberano?

El Software Libre es aquel software cuya licencia garantiza a los usuarios acceso al código fuente del programa y le proporciona el derecho irrestricto de usar o ejecutar con cualquier propósito, copiar, distribuir, cambiar y mejorar el software y publicar estas modificaciones en las mismas condiciones de licenciamiento acordadas al programa original, sin que se tenga que pagar regalías a los desarrolladores previos.

El movimiento internacional a favor del Software Libre está cada vez más extendido y tiene un profundo carácter antimonopólico. Este movimiento que encierra toda una filosofía tiene que ser, analizado, comprendido y aprovechado por los partidos de izquierda y las fuerzas progresistas de la humanidad. He aquí su gran importancia de contenido político que no se debe dejar opacar por el componente meramente técnico.

El componente técnico es el relativo al código fuente de los programas, el cual debe estar disponible para todos los usuarios. Se llama código fuente al conjunto de instrucciones entendibles por el ser humano para que funcione un programa, haciendo que la computadora realice las acciones programadas, y esto es lo que los monopolios tecnológicos nunca entregan y mantienen en secreto.

Este movimiento nació hace más 20 años en los EE.UU, por iniciativa de Richard Stallman y otros programadores, quienes decidieron reaccionar contra las empresas privadas que habían patentado el software y cobraban los programas que ellos habían creado. Nace así la Free Software Foundation (FSF) y el Proyecto GNU (GNU’s Not UNIX)(1983) con toda su filosofía antimonopólica, de libertad y de solidaridad. En la década de los 90 se sumó desde Finlandia Linus Torvalds y otros desarrolladores, que decidieron programar y crear el núcleo de un sistema operativo partiendo de UNIX, con código abierto llevando al nacimiento del núcleo (kernel) llamado LINUX (1991), el cual deseaba que fuera abierto y libre para todo el mundo. Es así como en el 1992 se une al Proyecto GNU y se crea el Sistema Operativo GNU/Linux, bajo la Licencia Pública General (GPL).

Gracias a Internet cientos de miles de programadores de todo el mundo se sumaron a la idea de luchar contra la propiedad capitalista del conocimiento y se oponen además al patentamiento de los logros de la ciencia, porque éstos a su vez se basan en conocimientos que son patrimonio universal. (Esto es lo mismo que luchar contra las patentes de los medicamentos o del genoma humano).

Este nuevo modelo de Software ataca el sustento filosófico y ético de la propiedad capitalista del conocimiento y no solo en la teoría sino en la práctica, porque los programas diseñados en Software Libre están a disposición de todo el mundo, sin costo de licencia porque no pertenecen a ninguna empresa y tienen la misma o mejor calidad funcional que los programas propietarios. No pertenecen a ninguna empresa porque estos programas con sus códigos libres y abiertos para todo el mundo son generados por cientos de miles de programadores voluntarios, que trabajan en casi todos los países y coordinan su tarea a través de la Internet.

Este sistema de trabajo es totalmente voluntario y cooperativo, los líderes de cada proyecto son elegidos democráticamente, de acuerdo a sus méritos, por los propios integrantes. Este modelo de trabajo elimina la clásica alienación del trabajador en el sistema capitalista, porque todos están directamente interesados en el producto final, el trabajo es voluntario y no forzado, el producto final les pertenece y además lo donan para toda la humanidad. Esta actitud altruista y humanista de estos programadores libres que priorizan el reconocimiento moral e intelectual de su trabajo antes que el económico, es digna de admiración y de emulación, porque no reciben pago por concepto de licencia, aunque si reciben, como es justo, retribuciones por su trabajo. En realidad, se parece a una gran cooperativa mundial, en la cual todos «depositan» sus conocimientos en forma de programas en un gran repositorio y retiran lo
 que necesitan para ellos mismos o para dar servicios a sus clientes.

Esta filosofía del Software Libre ataca al Monopolio Tecnológico Capitalista porque:

el autor es colectivo,

la obra se perfecciona continuamente en todas partes por medio de otros desarrolladores y

está disposición de todos. Se podría decir que el «gen egoísta» se expresa en este caso como «gen solidario».

Le proporciona a todos la oportunidad de trabajar en el desarrollo y servicio de programas.

Las cuatro libertades en las que se basa la filosofía del Software Libre de Richard Stallman son:

Libertad Cero es la de usar el programa con cualquier propósito. Hacerlo funcionar.

Libertad Uno es la ayudarse, la de estudiar el programa y ver como funciona para adaptarlo a las necesidades de cada uno (para esto debe ser posible el acceso al código fuente).

Libertad Dos es la de ayudar a los demás entregándoles copias del programa.

Libertad Tres es la de ayudar a toda la comunidad, publicando todas las mejoras y modificaciones, para que todos los demás puedan beneficiarse de estas.

Para que estas libertades tengan sentido y se mantengan en el tiempo, es necesario que se cumplan dos condiciones:

Acceso irrestricto al Código Fuente del programa.

Irrevocabilidad de las cuatro libertades mientras el usuario no haga nada incorrecto, como violar los términos de la licencia.

Para que el usuario disfrute de las cuatro libertades, el autor debe renunciar a los derechos que la ley le concede. Es por eso que, haciendo uso de las mismas leyes de derecho de autor, se ha desarrollado una estrategia jurídica basada en un concepto novedoso: el copyleft.

El copyleft sostiene que el titular de los derechos de autor debe renunciar al monopolio de explotación bajo la condición de que las futuras distribuciones de su software, en su versión original o modificada, concedan a los potenciales usuarios las mismas facultades de utilización que él confirió, no permitiéndole a los redistribuidores añadir a su licencia restricciones adicionales a las de la licencia que recibieron. Esto garantiza la perpetuidad de la condición de libertad del software y la imposibilidad jurídica de apropiación del Software Libre.

Basándose en estas cuatro libertades y el modelo de licenciamiento, el crecimiento del Software libre ha sido exponencial, tanto en cantidad como en calidad, llegando incluso a superar a muchos sistemas propietarios. Se ha demostrado que el sistema GNU/Linux es técnicamente superior a Windows de Microsoft, y la creciente difusión y fortaleza que está adquiriendo el Software Libre a nivel mundial es motivo de alarma para los monopolios tecnológicos del Software Propietario.

Los Monopolios capitalistas no quiere nada libre y menos gratis, ni la salud, ni la educación y tampoco el software. Es por esto que las transnacionales han activado estrategias para contrarrestar el avance del Software Libre; y valiéndose de sus instrumentos, la BSA (Business Software Alliance) y la CompTIA (Computing Technology Information Association), arremeten contra los gobiernos y las instituciones que tratan de adoptar el Software Libre en sus sistemas.

La estrategia seguida por cada una es diferente, mientras la primera intenta impulsar leyes contra la «piratería», para asegurarse que el Estado les va a cuidar los intereses a las transnacionales, la otra impulsa el concepto de neutralidad tecnológica y pregona que los Estados no deben inclinarse por ningún modelo de software en particular, obviando que la cuestión del Software Libre no es tecnológica, si no que es un modelo diferente de negociación y de producción de conocimiento que tiene profundas implicaciones políticas. Ambas organizaciones nos están tratando de convencer de que ellos nos van ayudar a establecer las políticas apropiadas sobre el uso de software y sobre la migración con el argumento de que ellos son los que saben y que no podemos «crear un caos en el país yendo desde un orden propietario hacia un desorden libre».

Para perturbar las decisiones de las instituciones de ir a Software Libre, se han activado enormes campañas de Temor, Incertidumbre y Duda (FUD por sus siglas en Inglés), vertiendo cualquier cantidad de barbaridades sobre el Software Libre que ponen a dudar a más de un funcionario desprevenido o «ablandado» por la famosa palmadita en la espalda que le produce una hinchazón en el bolsillo.

Existen también empresas transnacionales que han comprendido la naturaleza irreversible del avance del Software Libre y han mostrado su capacidad de adaptación, respaldando un concepto chucuto del Software Libre como lo es el de Open Source, el cual se basa en la apertura del código, más no en las cuatro libertades nombradas anteriormente.

Es así como vemos grandes corporaciones como IBM, Novell, SuSE, Red Hat, HP, Mandriva, que se venden como impulsoras del Software Libre pero realmente lo que hacen es aprovecharse de los desarrollos de la comunidad Libre, les incorporan elementos propietarios, eliminan algunas de las libertades y luego de manera anti ética e inmoral se venden como las únicas opciones válidas a la hora de migrar a Software Libre pero lo que nos venden es otro monopolio, el monopolio en el que incurriríamos si contratamos sus servicios.

Ellos basan su estrategia de venta en la descalificación de las distribuciones GNU/Linux realmente libres esgrimiendo que no son seguras, maduras y que no tienen soporte ni garantía y que sólo la distribución que ellos respaldan tiene todos esos beneficios. Es la estrategia del Monopolio tecnológico. Es decir, debemos tener cuidado en salir de un monopolio tecnológico propietario para caer en otro monopolio «Open Source» también capitalista.

El Plan de Migración a Software Libre que hemos iniciado en Venezuela tiene sus objetivos muy claros, como son:

Independencia Tecnológica y Ejercicio de la Soberanía, para evitar eventos como el sabotaje de PDVSA en el 2002.

Seguridad de Estado

Inclusión Social y Socialización del Conocimiento

Control de la Información

Confiabilidad y Estabilidad de los Sistemas del Estado,

Lucha contra los Monopolios Tecnológicos del Imperio Capitalista, como aporte hacia la construcción del ALBA

En la estrategia del Plan de Migración se establece la creación del Laboratorio Nacional de Software Libre, de la Academia de Software Libre, la cual comienza el período de formación el Lunes 15 de Agosto de 2005, los convenios y acuerdos Internacionales, los acuerdos y convenios con las instituciones de educación superior, el sector productivo y la comunidad de Software Libre.

En el Plan de migración se le da una importancia capital a la fase de sensibilización, capacitación y formación de nuestros funcionarios y el usuario final. Esta fase es tan importante que nos hemos convencido que un fracaso de ella es el fracaso del proceso de migración mismo. Es por este razonamiento que no se deben escatimar recursos económicos para cumplir exitosamente esta fase. Todas las instituciones del Estado y todos los funcionarios públicos debemos contribuir con nuestro granito de arena para llevar a cabo con éxito este proceso de migración. La comunidad de Software Libre tiene un papel histórico que desempeñar en este proceso con la oportunidad de actuar como generadores de propuestas y a la vez fungir como contraloría social, vigilando que no haya desviaciones y que el proceso se ejecute.

Si ya hemos tomado la decisión en dar el salto a la libertad, es menester dar ese salto completo porque llegar hasta la mitad del camino significa la perdición y como nación que está viviendo una revolución que es observada por el mundo entero no podemos darnos el lujo de fallar, porque fallar es fallarle al movimiento libertario mundial, fallar es fracasar en la construcción de un mundo mejor para nuestros hijos, fallar es traicionar a esa colectivo mundial que nos mira con la esperanza de que nuestra revolución se convierta en su revolución libertadora. Es aquí donde cobra vigencia el grito revolucionario de nuestro héroe de la independencia José Félix Ribas, quien antes de la batalla arengaba al ejército de jóvenes y estudiantes, triunfadores en la Batalla de la Victoria, con el gritó: «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer».

Y nosotros venceremos.