Aunque para muchos son conceptos similares, parecidos o idénticos, hay mucho, mucho de fondo en ambos conceptos y lo que es peor, mucha diferencia en sus planteamientos, sobre todo si lo miramos desde una perspectiva estratégica. El software libre cuida especialmente en eliminar las restricciones a los usuarios y pone el acento en construir sobre […]
Aunque para muchos son conceptos similares, parecidos o idénticos, hay mucho, mucho de fondo en ambos conceptos y lo que es peor, mucha diferencia en sus planteamientos, sobre todo si lo miramos desde una perspectiva estratégica.
- El software libre cuida especialmente en eliminar las restricciones a los usuarios y pone el acento en construir sobre lo que funciona compartiendo esfuerzo: es una estrategia del que utiliza, del que «paga» a quien desarrolla.
- La fuentes abiertas en cambio es más bien una estrategia de la industria tecnológica: compartir el código (compartir esfuerzos y gastos hasta cierto punto) pero permitiendo que cualquiera puede «derivar» un programa y cerrarlo completamente. Esto es lo que la hace interesante para las grandes consultoras y por eso ahora son muchas las que dicen apostar por el software libre, cuando en realidad lo hacen por las fuentes abiertas o.. ni eso.
La fuentes abiertas interesa a las empresas realmente grandes, a las multinacionales, a las que tienen la capacidad de «sprintar» sin despeinarse mientras las de al lado se quedan sin aire para poder competir. El software libre interesa a los usuarios, incluido el Estado, y a las empresas tecnológicas pequeñas porque los protege de las maniobras de cierre.
La fuente abierta interesa a las empresas grandes y enormes es sensato dejar que sean ellas quienes los impulsen porque disponen de los recursos necesarios. Por lo tanto la apuesta de las administraciones públicas, sobre todo de las locales debe ser apostar por la libertad, por la creación de riqueza y no por la gran multinacional o consultora.
Por eso:
«Invertir» en libre es apostar por el método científico.
«Invertir» en abierto es hacer el juego al liberalismo salvaje de los mercados capitalistas, gana siempre Oracle, Microsoft y semejantes. Lo malo no es que ganen, lo pernicioso es que su ganancia se apoya en nuestras pérdidas.
Y como ejemplo, un caso muy reciente: Microsoft usa de forma fraudulenta código abierto