Viernes 3, hace mucho frío en Potosí, 2 grados, son las 4 de la tarde y tal como quedamos me encuentro con César Navarro, alegre, concentrado me invita a su oficina para el reportaje. Recorremos un pasillo largo en la calle Bustillos, frente al mercado, después de subir una escalera entramos a un salón con […]
Viernes 3, hace mucho frío en Potosí, 2 grados, son las 4 de la tarde y tal como quedamos me encuentro con César Navarro, alegre, concentrado me invita a su oficina para el reportaje. Recorremos un pasillo largo en la calle Bustillos, frente al mercado, después de subir una escalera entramos a un salón con una sola mesa y varias sillas, con una decena de hombres hablando. César me presenta y las miradas quechuas y mestizas se hacen amigables, siglos de opresión hacen que aún ellos, los dirigentes del MAS de Evo en Potosí, los ganadores de las elecciones, los que combatieron en las calles tantas veces, desconfíen de los blancos.
La oficina de César no tiene mesa, solo sillas y restos de la campaña electoral. Me cuenta que hace unos días regresó de Cuba donde junto a Evo Morales se entrevistaron con Fidel Castro.
-Cuál es tu visión de la situación en Bolivia después de las elecciones?
Los bolivianos hemos vuelto a reencontrarnos con nosotros mismos. Nunca hubo una polarización política como ahora. No sólo entre izquierda y derecha sino, fundamentalmente, entre pobres y ricos, entre las naciones originarias y los grupos de poder, entre la soberanía nacional y la permanente sumisión al imperialismo. Y ganamos las elecciones, ganamos los pobres, los originarios.
-Algunos pensamos que el triunfo del MAS es un poco el triunfo de los movimientos sociales, esto es así?
Es así. El MAS es, desde el primer momento, no la voz de los sin voz, sino la amplificación de la voz política colectiva que van construyendo los movimientos sociales.
El MAS surge como necesidad de la lucha de los cocaleros que fundan la Asamblea por la Soberanía de los pueblos en 1988. Después de la masacre de Villa Tunari su primer discurso es coca – soberanía, ya que la coca no es solo la identificación cultural del sector andino sino que es sinónimo de soberanía.
Hay un segundo momento, el de la Guerra del Agua. Que no es solo por el agua sino contra las transnacionales que manejaban los servicios básicos y que beneficiaban a los grupos de poder. Ganamos esa Guerra del Agua pero mas que expulsarlos en abril de 20002 nosotros logramos anular un estado de sitio que duró tres días, y derrotamos al ejercito, pero… y después que? Después hicimos un Cabildo en Cochabamba que resolvió orientar la lucha a la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Esa es la segunda propuesta del MAS, Asamblea Constituyente, pero no nace del MAS sino de las luchas de los movimientos sociales.
-Que es entonces el MAS?
El MAS es la amplificación política de la construcción que los movimientos sociales han ido desarrollando en el devenir histórico, en permanente enfrentamiento con el Estado y el gobierno. Eso es el MAS.
Mira, en la Guerra del gas en 2003 todos queríamos nacionalización, el MAS tiene como primer punto nacionalización, todos queremos Asamblea Constituyente, ese es el segundo punto del MAS, los cambá de Santa Cruz piden autonomía, el tercer punto es autonomía. Por eso el MAS tiene como propuesta política el deseo colectivo de poder vivir bien.
-Entonces no piensan, como decía la izquierda, que hay que llevar el programa a las masas para que ellas lo tomen…
No. Mira Evo siempre ha planteado una cosa «vamos a mandar pero obedeciendo». Nunca al margen de los movimientos sociales.
No puede haber ni un dirigente que no haya sido postulado por su organización social, y es a esa organización a la que debe rendir cuentas. En el MAS somos el brazo político de las organizaciones sociales.
-Y ahora que están casi en el gobierno…
Estamos en medio de un choque de culturas, por ejemplo, cuando yo entré al MAS en 2002, fui a dar una charla sobre Asamblea Constituyente y me sacaron casi a patadas porque era blanco, pero es entendible. Mira aun acá, ahora, a los compañeros del campo les seguimos diciendo «compañeritos», es decir, sigue habiendo una estructura mental, una mentalidad neocolonialista en nosotros, y siempre han sido marginados, tomados como peones, como cargadores. Entonces ha llegado el momento, no de su revancha, sino de su posicionamiento histórico y muchos compañeros dicen con justeza: «nosotros hemos puesto los muertos, nosotros los ideales, nosotros las propuestas», entonces puedes entenderlos.
Hemos empezado un proceso desde 2002 de apertura de puertas, de ellos hacia nosotros y de nosotros hacia ellos.
-Algunos pensamos, que este proceso del que hablas, tiene una trascendencia histórica que no llega a percibirse con claridad ni siquiera en la izquierda, ni en intelectuales como Petras…
Eso mismo que tu dices, nos lo dijo Fidel hace unos días. Estamos en un momento de apropiación de las masas sobre el proceso histórico. Por eso planteamos una economía que combine lo estatal con lo privado, pero también con lo comunal, de los ayllu. El sector privado tiene que estar bajo las normas que le impone el estado y, paralelamente, las actividades económicas que los ayllu desarrollen.
No queremos plantear el modelo del 52, donde todo se hizo estatista, con una burocracia que se corrompió y se aprovechó de las empresas estatales, por eso planteamos el control social de la producción, desde los movimientos sociales.
-Que pasa si el sector privado no quiere ese control social, ni la estatización, ni la participación de los ayllu en la economía?
Estamos ahora en una coyuntura en la que hemos logrado un resultado electoral muy importante y vamos a imponer la voluntad popular. De lo que se trata es de lograr consenso con los movimientos sociales, que son los dueños de este momento histórico, y no vamos a aceptar que el sector privado nos imponga sus normas; ya han robado mucho, ya han matado mucho. Queremos inversión privada, pero toda inversión privada tiene que aceptar las normas que nosotros impongamos, y si no quieren… que se vayan.
-La presidencia de Evo Morales, el gobierno del MAS, que trascendencia te parece tiene para América latina?
Evo se ha convertido en un líder muy importante en América latina y el Mundo. Creo que hay dos características que lo hacen así. La primera es un fuerte discurso antiimperialista y la segunda su identidad cultural, por eso el discurso de Evo siempre es «nosotros las naciones originarias quechuas, aymaras, tupi guaraní». Siempre pone en primera persona su identidad cultural. Por eso digo que Evo es un líder político y puede llegar a ser un líder del Cono Sur. Porque no se puede, por ejemplo, comparar la izquierda perfumada de Tabaré Vasquez en Uruguay con la izquierda movilizada y revolucionaria de Bolivia.
-Entonces, podemos acordar que estamos, al menos en Bolivia, en un proceso revolucionario…
Coincidiendo contigo, pienso que estamos viviendo un proceso revolucionario muy, muy, muy importante, y opino que el triunfo electoral en Bolivia va a tener efectos en Ecuador y en Perú. Creo que Bolivia es muy importante en este proceso histórico de América latina, ya que siempre la izquierda vio a los pueblos originarios y al campesinado como un complemento para la revolución, pero nunca como su sujeto, como su protagonista.
Mira, las revoluciones, hasta ahora, estuvieron enmarcadas en un discurso marxista global, pero esta revolución, esta refrendada fundamentalmente por unas identidades que estuvieron permanentemente enclaustradas, que permanecieron subterráneas por mas de 500 años.
Como dice Evo, «tenemos que volver a construir sobre la destrucción que hicieron los neoliberales».
-Por qué eligieron Tiwanaku para la proclamación de Evo como Presidente?
Lo que he visto y aprendido de Evo es el respeto por las autoridades originarias, y también el respeto del territorio, como espacio simbólico de reencuentro con la identidad. Eso va a suceder el 21 de enero en Tiwanaku, que tiene una simbología histórica, también como símbolo de resistencia de los pueblos originarios.
Allí el va a ser proclamado por las autoridades originarias en los escenarios deliberativos que ellos mismos tienen. Es que Bolivia es un país multinacional, existen distintas naciones dentro del estado boliviano.