La crisis del corralito que sufrió Argentina el diciembre de 2001 multiplicó las tasas de paro, el cierre de empresas y provocó que miles de personas restaran sin ninguna protección social. La sociedad argentina disfrutaba a los años 1970 de una distribución de la riqueza equiparable a muchos estados europeos, y la diferencia entre los […]
La crisis del corralito que sufrió Argentina el diciembre de 2001 multiplicó las tasas de paro, el cierre de empresas y provocó que miles de personas restaran sin ninguna protección social. La sociedad argentina disfrutaba a los años 1970 de una distribución de la riqueza equiparable a muchos estados europeos, y la diferencia entre los estratos sociales más pobres y los más ricos era de 12 veces. Los datos de 2003 muestran que la diferencia entre los ricos y los pobres en Argentina era 50 veces mayor.
D e este trauma colectivo han nacido múltiples iniciativas populares, entre las cuales destacan las empresas «recuperadas» o «sin patrón», donde los trabajadores tomaron el poder y la gestión de las empresas abandonadas por el capital. Siete años tras la explosión de movimientos e iniciativas populares del 2001, y a pesar de la relativa recuperación económica, las empresas recuperadas han sabido sobrevivir y hacerse día a día más fuertes, constituyendo una alternativa real de vida para importantes sectores sociales.
Actualmente más de 15.000 familias participan directamente del Movimiento Nacional d e Empresas Recuperadas (MNER), siempre bajo el peligro del desalojo, pero que se ha extendido por casi todos los sector productivos, fábricas de cerámica, textiles o gráficas, hoteles y restaurantes, como la pionera Zanon de Neugen, la textil Brukman de Buenos Aires o la imprenta Chilavert, hasta un total de casi 200 centros de trabajo.
Bauen un histórico edificio, un verdadero monstruo de 20 plantas, situado al centro de Buenos Aires, entre Corrientes y Callao. L’ACCENT ha comprobado la hospitalidad de los trabajadores que participan en el proyecto, en la misma sala dónde antes los patrones gestionaban el hotel, y que ahora es el despacho de la comisión de prensa, presidida por las imágenes de Che Guevara, Evo Morales, Fidel Castro, Hugo Chávez y múltiples carteles de convocatorias de los movimientos sociales.
¿Cómo os planteasteis recuperar un hotel como el Bauen?
El hotel Bauen se construyó el 1978, por el mundial de fútbol, durante la dictadura y en convivencia de sus propietarios, la familia Iurovich, con la junta militar. Durante décadas lel estado permitió que los propietarios no pagaran impuestos, y las múltiples irregularidades de la gestión finalmente llevaron al cierre del hotel al 2001 y dejaron 100 trabajadores a la calle.
La mayoría de los compañeros no pudimos volver a encontrar trabajo debido a la crisis que sufría el país, y muchos sobrevivimos gracias al mercado del trueque. Esto hizo decidir a veinte de nosotros, el 2003, a volver a entrar al Bauen por recuperarlo, con el apoyo del MNER. El empresario lo había vendido todo: vajillas, camas, instalaciones eléctricas… Pero estábamos decididos a resistir y nos pusimos a trabajar.
¿Cómo fueron los principios?
Cuando entramos lo primero que nos vino a la cabeza es que nos enviarían la policía, que no nos permitirían recuperar un espacio tan céntrico de la ciudad, e incluso muchos de nuestros compañeros que actualmente están trabajando aquí nos dijeron que estábamos locos, que no lo conseguiremos. Pero la verdad es que no teníamos demasiadas más alternativas, no creímos en la mala suerte, y tuvimos confianza en el apoyo social y en nosotros mismos. Trabajamos muy duro, reconstruyendo lo que los empresarios se habían llevado, y tomando conciencia que ahora éramos nosotros mismos nuestros patrones.
Más allá de nuestro trabajo, la puesta en marcha fue posible gracias a la embajada de Venezuela, que nos apoyó y alojó en el hotel todos sus invitados, como diplomáticos o artistas, dotándonos de unos ingresos por comprar todos los enseres necesarios.
¿Cómo os organizáis?
Ahora, y poco a poco, el hotel Bauen lo formamos 150 trabajadores, todos cooperativistas, del primero al último. Funcionamos por asambleas y comisiones, (alimentación y bebidas lavandería, recepción,…) y cada nuevo compañero que entra es directamente uno más de la cooperativa, forma parte de los obreros de base que son los que tienen la última palabra a través de las asambleas.
Se debe tener en cuenta que somos personas que hemos aprendido a la práctica y en el día a día a defender nuestros derechos, y así nos hemos politizado, y es que pocos de nosotros tienen una militancia o agrupación anterior al Bauen. Por lo tanto, todo este proceso ha sido un aprendizaje, y hemos ido construyendo este proyecto a base de debatir y discutirnos mucho, aprendiz a solucionar los conflictos que han ido apareciendo.
Hemos dedicado muchas horas, pero sabemos que trabajamos porque las nuevas generaciones, nuestros hijos y limpios, no vivan recogiendo cartones o a la calle, como nos impone el modelo neoliberal. Aquí estamos poniendo nuestro grano de arena a una sociedad mejor, y también es una forma de recordar y dar vigencia a los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos, que fueron muertos precisamente por imponernos la injusticia y el capitalismo salvaje.
¿Qué relación tenéis con el gobierno de los Kirtschner?
Es una relación del que hemos denominado el «ni». Ni nos han atacado frontalmente, como se podía esperar de los gobiernos anteriores, ni hay un apoyo decidido al movimiento d e empresas recuperadas, no hay voluntad política de apoyarnos. Algunos cargos del gobierno han venido a pasar alguna noche al hotel, pero no se atreven a establecer leyes que den cabida a esta nueva realidad social. No entendemos que un gobierno que se llama progresista vuelva la propiedad de las empresas recuperadas a los empresarios que las abandonaron, olvidando que los que las han hecho producir han sido los trabajadores.
Ahora hemos presentado el proyecto de ley de expropiación del Bauen y 2tenemos confianza que, con el apoyo de los movimientos sociales, el gobierno se vea obligado a aprobarla. Hace falta tener en cuenta que la última vez que la jueza quiso desalojarnos marchamos con un millar de personas más hasta los tribunales, para decirlos que no estamos sólo, y nos acompañaron, entre otras personas destacadas, Hebe de Bonafini, el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquievel o el economista Claudio Lozano.
La jueza nos ha propuesto que aceptamos la propiedad del inmueble del empresario a cambio que él nos respete los puestos de trabajo, pero esto es irreal. Nosotros hemos levantado el que este corrupto y especulador trajo a la ruina, y ahora funcionamos en asambleas donde todo el mundo decide: ni el propietario nos querría, ni nosotros podemos volver a aceptar sus órdenes.
¿Qué tipo de actividades han realizado al Bauen además del proyecto de cooperativa de trabajo?
Las empresas recuperadas argentinas son la base para otras experiencias y proyectos sociales y comunitarios, en muchos centros de trabajo sin patrón se han organizado ollas populares, escuelas para niños y adultos o centros culturales y sociales para la comunidad, y el Bauen no somos una excepción. Además de ser un espacio de reunión de múltiples entidades sociales y sindicales, se realizan varios actos, como el que hace poco organizamos por el «día del niño», compartiendo nuestro proyecto, pasando un rato entrañable y haciendo llegar unos regalos a los menores con menos posibilidades económicas. En cada uno de los actos, sobre todo con los niños, los explicamos que están «a la casa de los trabajadores», dónde no hay ningún patrón, y que por lo tanto es la casa de todos.
En todo caso, creemos que el Bauen no es sólo un trabajo, es un proyecto para toda la sociedad. Estamos creando los trabajadores y las personas que cualquier sociedad debería querer para si misma, y es que nos llena de orgullo poder salir a la calle a la manifestaciones y gritar «aquí están, estos son los trabajadores sin patrón».
¿Qué mensaje querríais enviar a los lectores de los Países Catalanes?
Por hacer realidad nuestro proyecto, y por todo el conjunto del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas es muy importante los apyos sociales tanto de Argentina como de otros países. En los próximos meses pondremos en marcha una campaña a nivel europeo de espaldarazo a la expropiación del Bauen, en el que tenemos previsto realizar charlas y actos de difusión de nuestra realidad por todas partes las ciudades europeas.