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Un jury público a puertas cerradas

Sorpresiva decisión de la justicia en Neuquén

Fuentes: Rebelión

Sin dar mayores explicaciones y sorprendiendo a conocidos y extraños por el modus operandi de la justicia neuquina, el jurado de enjuiciamiento al fiscal de cámara Ricardo Mendaña decidió sesionar en secreto lo que queda de las audiencias y los alegatos finales. La medida levantó una polvareda de críticas por parte de la oposición, desde […]

Sin dar mayores explicaciones y sorprendiendo a conocidos y extraños por el modus operandi de la justicia neuquina, el jurado de enjuiciamiento al fiscal de cámara Ricardo Mendaña decidió sesionar en secreto lo que queda de las audiencias y los alegatos finales. La medida levantó una polvareda de críticas por parte de la oposición, desde donde se insiste que el juicio ya tiene un veredicto cantado, cual es la remoción en su cargo del fiscal que se animó a oponerse a la absolución del gobernador Jorge Sobisch en la mentada causa por intento de cohecho denunciada por el diputado Taylor a través de una cámara oculta al mismísimo mandatario provincial. En los primeros quince días del mes de mayo se conocerá la sentencia, que para muchos ya está cantada.

La reunión entre el presidente del Tribunal Superior de Justicia (y actual titular del jury al fiscal Mendaña) Roberto Fernández con el propio gobernador Sobisch, poco tiempo antes que se decidiera su absolución en la causa de la cámara oculta y otra reunión, entre el diputado acusador Oscar Gutiérrez y los vocales del TSJ neuquino, también poco antes que se decidiera acusar y suspender al fiscal Ricardo Mendaña, son algunas de las revelaciones que molestaron mucho a los miembros del jury, ya que se divulgaron por todos los medios en la provincia. Fue por eso que en una conferencia de prensa el propio Fernández fundamentó la decisión de encerrar las audiencias, no permitiendo ni el acceso de público ni el de los medios «por razones de orden». El presidente del jurado argumentó que necesitaban «tranquilidad» en el tribunal, y que finalmente a lo que se tienen que dedicar es «hacer el trabajo, una tarea muy concreta, que es evaluar las pruebas y emitir un veredicto en relación a los cargos que se han formulado (contra Mendaña) y punto».

Cuando periodistas locales insistieron ante el presidente Fernández para que admita cual es la verdadera razón de la medida, el magistrado argumentó que «no hay que olvidar una cosa: las estrategias son válidas aunque puedan ser cuestionables desde otro punto de vista. El que se está defendiendo se defiende. Pero acá los que integramos el jurado no somos los imputados, no somos los enjuiciados. Acá el enjuiciado es uno solo». El amparo judicial en el cual se basa esta polémica decisión de cerrar el acceso a las audiencias en este polémico juicio es el artículo 23 de la ley de jury, donde se abre esta posibilidad ante «razones de orden o de moralidad». Pero el arco opositor político en Neuquén no piensa para nada en lo mismo. Desde allí se insiste que el resultado es «cortarle la cabeza a Mendaña», como el mismo juez Fernández dijo más de una vez en los últimos tiempos a abogados de la justicia en Neuquén.