El gobierno de Bolivia estableció un programa de atención médica y un subsidio extraordinario equivalente a 258 dólares para madres gestantes o con hijos de hasta dos años de edad, destinados a frenar la mortalidad materna e infantil, que han alcanzado cifras alarmantes. Dos mujeres mueren por día por complicaciones en el parto, y de […]
El gobierno de Bolivia estableció un programa de atención médica y un subsidio extraordinario equivalente a 258 dólares para madres gestantes o con hijos de hasta dos años de edad, destinados a frenar la mortalidad materna e infantil, que han alcanzado cifras alarmantes.
Dos mujeres mueren por día por complicaciones en el parto, y de cada mil nacidos vivos 48 mueren en el primer año de vida en este país que es el más pobre de América del Sur.
El gobierno de Evo Morales, que se define como socialista comunitario, ya había aplicado subsidios, llamados aquí bonos, a niñas y niños en edad escolar y a personas mayores de 60 años.
El Bono Madre-Niño «Juana Azurduy» –en memoria de la líder de la insurrección del Alto Perú contra el dominio español–, fue implementado por decreto supremo y empezó a pagarse el 27 de mayo.
La suma se entrega en cuotas y sólo podrán acceder a ella «las mujeres en gestación o posparto y toda niña o niño menor a un año de edad en el momento de su inscripción, hasta que cumpla los dos años», que no tengan seguro de salud ni acceso a seguridad social, que se inscriban previamente y que cumplan ciertos requisitos de controles médicos.
No es un monto que tenga mucho valor adquisitivo en este país andino de 10 millones de habitantes, donde el salario mínimo equivale a unos 90 dólares. Pero representa un incentivo para que las mujeres de escasos recursos visiten los centros hospitalarios durante el periodo de gestación, en el parto y hasta el segundo año de vida de cada hijo.
Varios programas de atención a los niños y madres se unen para fortalecer el sistema de salud estatal, que el gobierno fortalecerá con recursos financieros y 800 médicos jóvenes para el área rural, informó a IPS el viceministro de Promoción de la Salud, Jonathan Marquina.
«Cada año se registran 318.000 embarazos y sólo 300.000 partos. ¿Qué será de los otros 18.000?», inquirió Morales al inaugurar el programa.
Datos del Ministerio de Salud indican que por cada 100.000 niños nacidos vivos, 230 madres fallecen por año. Esa cifra proyectada a los 300.000 partos registrados por el gobierno, indica que 690 madres mueren al año, aproximándose a las dos muertes diarias mencionadas por Morales en su discurso.
Bolivia asumió el compromiso de reducir la mortalidad materna a 98 fallecimientos por cada 100.000 nacidos vivos antes de 2013, en el marco de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio.
El representante en Bolivia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Gordon Jonathan Lewis, felicitó la iniciativa del gobierno por el impacto que podría alcanzar en la reducción de la mortalidad y de la desnutrición de los menores de dos años.
El bono es una transferencia monetaria condicionada para estimular el contacto de la madre con los servicios de salud y garantizar los controles pre y posnatales, dijo Lewis a IPS.
En Bolivia hubo avances en la reducción de la mortalidad de madres y niños, reconoció Lewis.
El informe las Naciones sobre el Estado Mundial de la Infancia coloca a Bolivia en la posición 61 en mortalidad de menores de cinco años, con 57 fallecidos por cada mil nacimientos en 2007. En 1990, esa tasa era de 125 por cada mil.
Mientras, la mortalidad infantil (hasta el primer año de vida) pasó de 89 por cada mil nacidos vivos en 1990 a 48 por cada mil en 2007.
Pero es preocupante la elevada mortalidad materna y los más de 14.000 niños que mueren anualmente antes de cumplir el primer año, agregó.
La mayoría de los fallecimientos de madres se presentan en las primeras 72 horas después del parto, describió el representante de Unicef.
Es necesario fortalecer los servicios de salud en las zonas rurales y capacitar a los miembros de la comunidad para sensibilizarlos sobre las prioridades de un embarazo y la atención de emergencia, agregó. La esperanza de vida al nacer en Bolivia alcanza a 65 años.
El vicepresidente Álvaro García Linera relató que el proyecto del bono Juana Azurduy nació de un diálogo con Morales, mientras reflexionaban sobre el drama de las madres solteras, abandonadas por sus parejas y tratadas con displicencia en el seno familiar.
«Las madres solteras son las más desprotegidas, abandonadas y marginadas por el esposo o el enamorado, y el Estado debe estar para respaldar a esa mujer», dijo García Linera.
En la ceremonia de presentación del programa, en la ciudad central de Cochabamba, 400 kilómetros al sureste de La Paz, una mujer relató ante Morales la historia de una alumna de noveno grado de primaria, que al quedar embarazada fue expulsada del colegio y aislada por la familia.
«Dos semanas más tarde, apareció muerta. Se había suicidado», expresó la mujer.
Según García Linera, en el primer año del programa, unas 550.000 personas, entre madres y niños del campo y la ciudad, recibirán el bono.
Los primeros 28,4 dólares se repartirán en cuatro cuotas iguales a las mujeres en etapa de gestación y luego del control prenatal obligatorio.
En el momento del parto hospitalario y tras el control posnatal, las madres recibirán 17 dólares y en los siguientes dos años, obtendrán 12 pagos por 17,7 dólares cada uno para beneficio del recién nacido, previo cumplimiento del control bimestral e integral de salud.
El viceministro Marquina aspira a atraer a más población a los centros de primer nivel de salud, actualmente con poca demanda de usuarios, y aplicar programas de fortalecimiento de la infraestructura en coordinación con los 327 municipios de la República.
La cartera sanitaria asignará 1.000 nuevas partidas salariales a las oficinas departamentales de salud administradas por las nueve prefecturas (gobernaciones) con la finalidad de contratar a más personal médico, de enfermería y administrativo.
Las autoridades esperan que así mejore la nutrición general y la cobertura del esquema de inmunización.