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Subte porteño: El amianto es mortal para los humanos

Fuentes: Rebelión

El secretario general del Sindicato de los Trabajadores del Subte y Premetro (metrodelegados), Roberto Pianelli, sostuvo que «continúa habiendo material cancerígeno» en algunas formaciones de ese transporte porteño y afirmó que, «si bien hubo una decisión de la justicia, el gobierno de la Ciudad no cumple los fallos» correspondientes. 

En ese sentido, el dirigente sindical de los metrodelegados, que pertenece a la CTA de los Trabajadores, expresó: «Nosotros no podemos buscar el material cancerígeno en las formaciones, eso lo tiene que hacer SBASE (Subterráneos de Buenos Aires SE) y las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires (Caba), y no avanzan para nada». 

En sus críticas al Gobierno porteño, Pianelli recordó además que «hace un año que le pedimos a SBASE que compre trenes nuevos y ni siquiera llamaron a licitación. Tenemos que decir además que en la línea E también hay trenes con amianto, y cada día que pasa se hacen más muestreos y se descubren más lugares con material cancerígeno». 

«No están haciendo nada para eliminar el material cancerígeno de las formaciones», remarcó el dirigente. 

Sobre esa problemática, el titular del sindicato recordó que«la Justicia le ordenó a (las autoridades de la) Ciudad que haga un plan para detectar y eliminar el amianto y que busque los que trabajaron los últimos 30 años. Y hoy nada se cumple. (Horacio) Rodríguez Larreta no cumple con el fallo de la Justicia que ordena detectar y eliminar el material cancerígeno». 

Además, el metrodelegado indicó que «ni siquiera buscan en la base de datos las personas que trabajaron en décadas pasadas y puede tener patologías vinculadas al amianto». 

«Para nosotros -añadió- el incumplimiento del fallo judicial es responsabilidad del Gobierno de la Ciudad. No tiene nada que ver que esté vencida la concesión». 

Según Pianelli, el futuro de la «concesión en teoría está resuelto porque no hay ningún rival de Metrovías. Solo que no se firma la renovación de la concesión con Metrovías por la pandemia, porque no saben cómo será la nueva normalidad y el negocio en el futuro». 

A partir de la Resolución 823 del ministerio de Salud de la Nación, publicada en el Boletín Oficial el 31 de julio de 2001, se prohibió el uso de una parte del asbesto crisotilo a partir del 1° de octubre de ese año y el resto a partir del 1° de enero de 2003. Los anfíboles, por su parte, fueron prohibidos un año antes, mediante la resolución 845 del año 2000. 

Producto de estudios multidisciplinarios realizados por iniciativa de los propios trabajadores, el 60% de la planta actual (4.260) sufre exposición laboral directa. Sobre este porcentaje, se les ha reconocido el riesgo al 64% (2.550) y se ha auditado el 50% (1.660) de los estudios médicos con la resultante de 27 trabajadores con neumoconiosis por exposición al asbesto y otros minerales y 3 con cáncer de los cuales uno fue operado y se le extirpó un tumor encapsulado

Una breve historia 

El amianto es un grupo de 6 minerales metamóficos y fibrosos compuestos de silicatos de cadena doble. Tienen fibras largas y resistentes para separar y entrelazar, además no se disuelven en el agua, soporta altas temperaturas y son excelentes aislantes térmicos. Es fácil de extraer y se encuentra en grandes cantidades en la superficie terrestre. Se explota a cielo abierto, por lo que resulta muy barato. Su única desventaja: es mortal para los humanos

Se le conoce desde la Edad de Piedra. Los cavernícolas lo utilizaban para fortalecer las macetas de cerámica, pero fue en el siglo XIX cuando comenzó la minería a gran escala. La sociedad empezó a utilizar sus variadas propiedades en la industria de la construcción y en la manufacturera. Desde tejados, baldosas y azulejos hasta productos papel, pinturas, frenos, vagones de metro, tampones para la higiene femenina y talco para niños. 

Desde 1906 las autoridades médicas demostraron el vínculo entre el asbesto/amianto con la aparición de enfermedades graves como la asbestosis y cáncer de elevada mortalidad. Después de la Segunda Guerra Mundial hubo un boom en el uso del asbesto. Los principales proveedores eran la Unión Soviética y Canadá. Ambos extraían el mineral en minas a cielo abierto. 

El amianto se utilizó ampliamente hasta la década de los años setenta del siglo pasado, cuando los gobiernos empezaron a prohibir su uso. La mayoría de los edificios erigidos antes de 1980 contienen asbesto en una variedad de cantidades y propósitos. Así como también en casas, infraestructuras industriales y sitios de ocio y en el medio ambiente. 

El amianto es la más conocida de las sustancias industriales vinculadas con el cáncer de pulmón. Su exposición causa tres tipos de cáncer: asbestosis, cáncer del pulmón y mesotelioma. No se reconoce una cantidad mínima del agente causal por debajo de la cual un expuesto pueda considerarse seguro. Lo que sí se ha determinado es que el cáncer de pulmón en trabajadores expuestos es 10 veces más frecuente que en la población general

El asbesto enferma cuando es inhalado. Las fibras de amianto son de tamaño microscópico. Se desprenden con facilidad, no se disuelven en agua. Sin embargo, se desplazan por el aire e ingresan en el pulmón con cada inhalación en un ambiente contaminado. 

Las partículas de asbesto no se evaporan ni se disuelven en agua. Permanecen suspendidas en el aire por largo tiempo y son transportadas a largas distancias por el viento. Las fibras y partículas de mayor tamaño tienden a depositarse más rápidamente y no son degradadas a otros compuestos. Permanecen inalteradas por largo tiempo hasta que el viento las levante y se las lleve hasta otra víctima. 

Las enfermedades que produce el asbesto tienen una larga «latencia», el tiempo que transcurre entre la inhalación de la fibra y la aparición de la patología. Pueden pasar 30 años. El uso del amianto se interrumpió en los años noventa; por tanto, se espera el mayor número de enfermos en 2020. En Estados Unidos, fallecieron 1.493 personas por cáncer de pulmón relacionado con la exposición al amianto en el año 2000 frente a 77 muertes en 1968. Asimismo, en España los casos de cáncer de pulmón relacionados con la exposición al amianto han aumentado hasta el medio millar al año a partir de 2015. No existe cura para esta enfermedad y la esperanza media de vida una vez detectada es de nueve meses. 

En los años ochenta la mayoría de los países había ilegalizado el amianto, pero como la enfermedad tardaba en aparecer se actuaba sin responsabilidad social y humana. Se calcula que 100.000 personas mueren cada año en el mundo a causa de enfermedades relacionadas con la exposición al asbesto. Actualmente se registran en España entre 250 y 300 casos anuales de mesotelioma, MPM, un tipo de cáncer de extrema mortalidad, que en un 85% de los casos se vincula a la exposición al amianto. 

En Estados Unidos, casi 50.000 personas por año presentan una denuncia a causa de enfermedades causadas por el amianto. Las empresas aseguradoras gastaron 21.600 millones de dólares en estas enfermedades hasta el año 2000. El asbesto volvió a ser tema de polémica luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001: el derrumbe del World Trade Center liberó varias decenas de miles de kilogramos de amianto pulverizado a la atmósfera.  

En Madrid el gran escándalo ha sido que en los vagones y en las estaciones del Metro hay amianto, aunque cuando se utilizó se sabía su toxicidad, lo que ha provocado la muerte por cáncer de varios ex trabajadores. 

Actualmente, 67 países y territorios (incluido la Argentina) han prohibido el uso de amianto. La Comisión Técnica de la Unión Europea esperó hasta el 4 de mayo de 1999 para aprobar la prohibición de uso de cualquier tipo de amianto que entraría en vigor a partir del 1° de enero de 2005, para los países que todavía no lo habían prohibido. En el año 2006 la UE lanzó una campaña contra el amianto con el lema: «¡El amianto es mortal!». En virtud de la directiva de la Unión Europea, todos los Estados miembros han debido prohibir la comercialización y uso de asbesto aunque no ha ocurrido de manera efectiva. De hecho, la Ciudad de Buenos Aires bajo de la jefatura de Mauricio Macri y Rodríguez Larreta adquirió formaciones de trenes subterráneos contaminados al Metro de Madrid

La Comisión Europea habla de una epidemia de 500.000 muertes en los próximos años por enfermedades derivadas del amianto, una cantidad 10 veces superior a la de accidentes de trabajo. ​Se calcula que el cáncer por exposición al amianto provocará más de 200.000 muertes en la próxima década en el Reino Unido. 

(El presente informe fue redactado en base a Hernández, Ramón: “España debe retirar más de 3 millones de toneladas de amianto de su vida cotidiana”. Rebelión, 27/08/2020.) 

“La señora Metrobus” nueva titular de SBASE 

Días previos a las declaraciones de Pianelli, Manuela López Menéndez, asumió como titular de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE). Fue la mano derecha de Guillermo Dietrich y una de las principales responsables del Metrobus. Principal autora intelectual del modelo de Participación Público-Privada (PPP) “pensado al servicio de llenarles los bolsillos a los bancos”, según el actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. 

Otra iniciativa fue la Red Expresa Regional (RER), de la cual López Menéndez era la encargada de financiamiento. No se construyó ni un metro pero sirvió para vender importantes terrenos ferroviarios cuyos fondos, en teoría, servirían para su construcción. 

También impulsó la reconcesión a privados de las líneas de trenes Belgrano Norte y Urquiza. Pero sin dudas su gran obra fueron los metrobuses que trasladó al Gran Buenos Aires y otros lugares del país. 

Asume en un contexto de concesión polémica y deficitaria de Metrovías (Grupo Roggio), con una multiplicación de casos de Covid 19 entre trabajadores y denuncias de falta de control sanitario. Y por primera vez en medio siglo no hay ninguna estación ni línea nueva en obra.  

Estado de alerta por Coronavirus y paritarias 

Lo declaró la AGTSyP en todo el ámbito del Subte y Premetro por 119 casos positivos de Covid-19 confirmados, 80 recuperados y cuatro trabajadores fallecidos. Solo uno estaba aislado por ser grupo de riesgo (Julio Escobar, guarda de la línea C). Los otros tres estaban en actividad (Andrés Carrizo, que era mecánico en Congreso de Tucumán. Germán Gutiérrez trabajaba como tráfico de la línea D. Luca Maquiavel, trabajador del sector camionetas asignado a Plaza Miserere). 

El segundo motivo se debe a “la falta de respuesta en relación a la paritaria que está vencida al 1° de marzo, sin ningún tipo de aumento, y hace tres meses el gobierno firmó con la UTA un acuerdo por el cual el 40% del salario pasaba a pagarlo en negro, así se quedaban con las cargas sociales”, afirma la AGTSyP. 

Aunque desde la hora cero de la pandemia el servicio de subterráneos -así como todo el sistema de transporte de corta y media distancia- fue categorizado dentro del conjunto correspondiente a las actividades esenciales, lo cual le correspondió un tratamiento sanitario excluyente, la actitud de la empresa concesionaria Metrovías S.A fue categorizada por los que utilizan la prestación del servicio como exigua e insuficiente. 

Los protocolos de higiene sanitaria distaron de ser los suficientes para aminorar las posibilidades de contagio al convivir cada día con la falta de desinfección y sanitización de los trenes y sectores de trabajo de forma periódica y sistemática. A su vez, los espacios comunes – vestuarios, salas de descanso y comedores- jamás contaron con las condiciones para evitar los contactos estrechos prometidos. Así da cuenta la serie de comunicados que dieron a la opinión pública las y los trabajadores de Metrovías S.A.  

Sobre fines de abril la puja de intereses detonó cuando mediante la acción de la policía de la Ciudad fueron detenidos los delegados de la Línea E, Rocío Córdoba, Walter Cayoso y Maximiliano Barrera producto de la paralización de la Línea luego de un caso positivo de Covid-19 y la falta de protección sanitaria acorde en el servicio esencial.  

Si bien funcionarios afirman desde sus casas que sólo viaja el 6% de la cantidad que lo hacía en momentos de normalidad, las y los trabajadores manifiestan que “cada vez es más difícil viajar sentado y con asiento de por medio, como recomiendan las autoridades”. 

Fuentes: El Destape Radio, Resumen Latinoamericano, Tiempo Argentino, Anred, enelSubte.com, La Izquierda Diario, rebelión.org