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Tiempo de repensar la sociedad argentina y la política con un sentido de prosperidad popular

Fuentes: Rebelión

“Los cooperadores no nos limitamos a señalar la profundidad de la crisis que atravesamos, ni de los factores internos y externos que nos han llevado a esta situación. Además, proponemos ante cada alternativa los necesarios cambios que permitan formular primero y avanzar luego, en procura del desarrollo socioeconómico que conduzca a una equitativa distribución de los frutos de los esfuerzos nacionales”. Conclusiones del Seminario Internacional Sobre Cooperativismo y Desarrollo Viña del Mar, Chile, Marzo 24 – Abril 2 de 1985.

“Reconociendo que el cooperativismo, como espacio democrático, no funciona al margen de las condiciones del sistema, es imperioso desarrollar la comprensión de que la dependencia de nuestros países frente a los centros de concentración del poder económico, es una condicionante que limita el desarrollo nacional y por ende, la función que las cooperativas pueden cumplir en un modelo de desarrollo alternativo. Por lo tanto, el problema de la dependencia obliga el movimiento cooperativo a plantearse la necesidad de su incorporación a la defensa de los intereses de las mayorías nacionales; y a redefinir una estrategia amplia de cooperación e integración Latinoamericana”. Conclusiones del Seminario Internacional Sobre Cooperativismo y Desarrollo Viña del Mar, Chile, Marzo 24 – Abril 2 de 1985.

Existen muy pocas dudas sobre el gobierno de Milei en cuanto a que se propone la profundización de la pobreza como estrategia de su batalla contracultural que pretende que la población se resigne a vivir sin derechos, buscan borrar de la memoria y conciencia del pueblo el buen vivir y así bajar las condiciones de vida, pretenden acostumbrar al pueblo a la mísera existencia.

Ahora, el interrogante que surge inmediatamente es: ¿Cuál es el porcentual de pobreza que el gobierno nacional argentino aspira a alcanzar para que sea un factor funcional en su proyecto?

“Durante los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei, la pobreza trepó al 52,9% y alcanzó a casi 25 millones de personas. A la vez, la indigencia escaló a 18,1% y afectó a 8,5 millones de argentinos. Los datos se agravan al observar la incidencia del flagelo en los más chicos: dos de cada tres nenes de entre 0 y 14 años son pobres”.
“Así se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)”.
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*Mario Hernández (https://tramas.ar/2024/10/02/la-pobreza-ha-empezado-a-caer-en-argentina-sic/)

La pobreza produce fractura social, lo hemos dicho en el artículo que titulamos “Enfoques cooperativos, Hoy: Fractura social y pobreza, un método de «dividir para dominar”

La fractura social y la pobreza es parte del cambio cultural que impone el neoliberalismo, y en mayor medida el capitalismo reseteado y reiniciado, podemos concluir que la fractura social y la pobreza es un método de dominio global por su forma y su contenido, donde quiera que sea y consecuente con aquello de “Divide et impera”, frase atribuida al emperador romano Julio César, que resume cuanto podamos decir sobre este tenebroso asunto.

Un pueblo dividido, fracturado, mal alimentado y con mediocre sistema educativo, deprimido, falto de confianza, desorientado y confundido, es fácil tiranizar, dominar. La fractura social y pobreza están en función estratégica y bajo el método de “dividir para dominar”, o expresado en términos casero “no avivar giles”

En este punto se puede develar con toda claridad del porqué adversan políticamente los sectores dominantes y privilegiados al noble cooperativismo, a la cooperación, porque el cooperativismo es el símbolo de la ayuda mutua y el esfuerzo propio, y sobre todo de aquello “La unión hace la fuerza”, la fuerza bondadosa, por cierto.

Esa batalla contracultural impuesta al pueblo es de tendencia fascista como modelo socio-económico e ideológico y para ello profundiza el saqueo por medio de la inserción subordinada en la economía mundial, consecuentemente pérdida de soberanía política, económica y justicia social.

Otra Argentina es posible

Por lo tanto, es tiempo de repensar la sociedad argentina y la política con un sentido de prosperidad popular. Un pueblo raquítico no puede defender sus derechos, un pueblo despojado de su cultura organizativa no está en condiciones de recuperar lo perdido en materia de derechos social y económico.

 El gobierno nacional pretende convencernos que no es posible otro modelo de desarrollo económico, que el actual modelo es lo que hay, desde luego que, en modo alguno compartimos esa entelequia que sólo ellos lo creen. ¡Nosotros apostamos a un modelo de desarrollo humano con prosperidad!

Otra Argentina es posible, a pesar del innegable quiebre político, económico y social en que está sumergido, por tanto, a partir de ese diagnóstico doloroso, se sale de esta ruina argentina como se sale de los laberintos, como dijo el escritor Leopoldo Marechal, es decir, ¡Construir para arriba una Argentina socialmente justa, karajo!

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.