Situación terrible en ciertas regiones. Alarmante la tendencia a la represión y la impunidad de la violencia.
Mutuma Ruteere, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el racismo, instó este martes al Gobierno de Argentina a tomar medidas urgentes para hacer frente de forma sostenible la invisibilidad, la marginación y la exclusión sistemática de los pueblos indígenas, uno de los grupos más vulnerables en el país.
El experto en derechos humanos hizo este llamamiento el 24 de mayo al finalizar su primera visita oficial al país sudamericano. La misión oficial la realizó entre el 16 y el 23 de mayo con el objetivo de evaluar, fundamentalmente, la situación de los pueblos indígenas, los afro-descendientes y los migrantes.
El experto onusiano indicó que, «al igual que en otras partes del mundo, las prácticas discriminatorias en el país van dirigidas frecuentemente contra los pobres y, de hecho, contra los más vulnerables» que pertenecen a esos grupos minoritarios.
«Argentina ha desarrollado un marco jurídico amplio para la eliminación de la discriminación racial y la igualdad de derechos para todos los habitantes, que sean argentinos o extranjeros», dijo el experto. Quien destacó «la progresiva ley … que reconoce a la migración como un derecho fundamental e inalienable» y el establecimiento de una serie de instituciones destinadas a promover los derechos humanos y luchar contra la discriminación, como el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Sin embargo, también indicó que, a pesar del detallado marco legal institucional existente, la aplicación efectiva es deficiente y persisten importantes desafíos.
«La situación de los pueblos indígenas en ciertas áreas del país es terrible, ya que viven en la extrema pobreza, en un aislamiento socio-cultural y sin acceso a servicios básicos como la salud, una vivienda decente, e incluso al agua potable», advirtió Ruteere. Quien solicitó a las autoridades argentinas que desarrollen una estrategia nacional multisectorial integral para abordar los derechos de los pueblos indígenas y otros grupos discriminados.
«Resulta alarmante la tendencia a la represión de la que se ha informado en distintas partes del país en contra de la movilización de grupos indígenas para reclamar sus derechos, así como las represalias contra los defensores de los derechos de las minorías y dirigentes, y los miembros de sus familias», subrayó el experto independiente.
«He escuchado acusaciones de discriminación por perfil racial de parte de agentes de seguridad pública, además de violencia contra los migrantes de los países vecinos y de más allá, y que esos actos quedan impunes y que las investigaciones de estos crímenes raramente se concluyen», explicó al señalar que la ausencia de una política eficaz de integración de los migrantes contribuye aún más a la marginalización y la estigmatización de este grupo. Ruteere recomendó también la aplicación de medidas de acción afirmativa para permitir la representación de los grupos minoritarios en posiciones de influencia, como en el sistema educativo, incluido al nivel universitario, en el poder judicial, en las legislaturas y en los cargos ejecutivos.
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