Bolivia está siendo disgregada por las transnacionales mineras y petroleras, por el Presidente Carlos Mesa y por la oligarquía andino-cruceña, según el prestigioso economista Roger Ortiz Mercado. De sus palabras se deduce que las petroleras han condicionado la sobre vivencia de Bolivia a mantener la letal Ley de Hidrocarburos de Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL). […]
Bolivia está siendo disgregada por las transnacionales mineras y petroleras, por el Presidente Carlos Mesa y por la oligarquía andino-cruceña, según el prestigioso economista Roger Ortiz Mercado. De sus palabras se deduce que las petroleras han condicionado la sobre vivencia de Bolivia a mantener la letal Ley de Hidrocarburos de Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL). Si se la cambia presionarán para que las regiones con gas y petróleo avancen de la autonomía al separatismo. Los 53 Trillones de Pies Cúbicos (TCFs) de reservas de gas boliviano, valen 53.000 millones de dólares sin valor agregado. Pueden valer diez o veinte veces más, transformadas en productos petroquímicos. Las exportaciones mineras del departamento de Potosí, en el 2004, ascendieron a 168 millones de dólares, de los que el gobierno departamental sólo recibió 3 (TRES) millones. En el 2003, la exportación minera de Bolivia alcanzó a 370 millones de dólares, de la que el Tesoro General de la Nación (TGN), obtuvo 7 (SIETE) millones (cedib.org, Petropress, 31-I-05).
Mesa, desde que llegó a la Presidencia, el 17-X-03, ha gobernado con el gonismo y el poder transnacional. José Galindo, su Ministro Secretario, es diputado electo del MNR, designado por Carlos Sánchez Berzaín, el hombre de mayor confianza de GSL. Mantuvo a Alfonso Revollo, personaje clave en la liquidación del patrimonio estatal, como representante de Bolivia en el Banco Mundial, hasta que el clamor público le obligó a reemplazarlo. Javier Nogales, ex funcionario de la misma entidad, fue su ministro de Desarrollo Económico. El gonista Javier Cuevas, fue su Ministro de Hacienda. Ahora es alto funcionario del FMI. Guillermo Torres, hoy Ministro de Minería e Hidrocarburos, fue Superintendente del sector, designado por GSL. El actual Superintendente de Pensiones, Guillermo Aponte, estuvo vinculado a Transredes. Sólo Juan Carlos Virreira, delegado presidencial para revisar la «Capitalización» (o privatización) de las empresas estratégicas del Estado, exigió que la Enron devolviera al país las acciones del gasoducto al Brasil y demandó la extradición de Revollo. Virreira fue desautorizado y reemplazado por Francisco Zaratti, del equipo «Prisma», integrado, `por «gonistas». El canciller de GSL, Antonio Aranibar, del Movimiento Bolivia Libre (MBL) fue su Ministro de Minería e Hidrocarburos. Otros «emebelistas-gonistas», como Alfonso Ferrufino y Luis Fernández Fagalde, cumplieron o cumplen funciones prominentes.
Para beneplácito de la española Repsol, Mesa reinició las ventas de gas a la Argentina a precio «solidario». Quiso perdonar los impuestos que adeudan las transnacionales, pero el Congreso rechazó el atrevimiento. El 24-XII-04 otorgó a las petroleras el derecho de propiedad sobre las tierras en las que están las concesiones de hidrocarburos. La indignación ciudadana le obligó a retractarse. El 18-7-04, convocó a un enredado referéndum, para exportar el gas en forma ilimitada. Ha avanzado en la monetización de acciones de la «Capitalización», atentado que GSL no se había atrevido a ejecutar. Ahora pretende que la nueva Ley de Hidrocarburos mantenga, por 36 años, los contratos con las petroleras. Para contrarrestar un proyecto de ley de corte nacionalista, aprobado por la Cámara de Diputados, ha alentado pronunciamientos regionalistas de Tarija y Santa Cruz. Se desespera por ratificar el Tratado de Inmunidad para las tropas norteamericanas y por suscribir un TLC con EEUU.
GSL, principal exportador de minerales y figura central de la oligarquía andina, continuó recibiendo descomunales beneficios. La oligarquía cruceña ha mantenido a Shell, Enron, Repsol, Total, British Gas, Petrobrás, Maxus y otras compañías dentro de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), desde donde opinan sobre descentralización, autonomías o la futura Asamblea Constituyente. En el cabildo de Santa Cruz, del 28 de enero pasado, ocuparon lugares de privilegio «gonistas» y sus aliados parlamentarios del MIR y de ADN, que aprobaron la Ley de Hidrocarburos de GSL, previo pago de prebendas. La figura central de la entidad denominada «Nación Camba», Carlos Dabdoub, espera ser el primer prefecto cruceño elegido por el voto popular (con el apoyo de las petroleras, toda aspiración parece posible). Sin embargo, en el cabildo había 200.000 personas, la mayor parte de las cuales fueron a repudiar el alza en el precio del diesel y la gasolina y no a respaldar a las petroleras y sus voceros nativos.