Mientras el grupo de Nueva Izquierda da como triunfador a su líder Jesús Ortega Martínez, el de Alejandro Encinas Rodríguez, Izquierda Unida, denuncia irregularidades y anuncia que pedirán la anulación de la elección interna nacional del Partido de la Revolución Democrática, PRD. Lo importante por ahora, es refutar a los agoreros de todos los males. […]
Mientras el grupo de Nueva Izquierda da como triunfador a su líder Jesús Ortega Martínez, el de Alejandro Encinas Rodríguez, Izquierda Unida, denuncia irregularidades y anuncia que pedirán la anulación de la elección interna nacional del Partido de la Revolución Democrática, PRD.
Lo importante por ahora, es refutar a los agoreros de todos los males. Más que los catastrofistas los interesados en desacreditar al más significativo partido de izquierda, se quedaron con las ganas de que las elecciones internas generales del PRD se colapsaran por actos violentos a tal grado que tendrían que anularse.
Amplia participación e incidentes menores marcó la jornada electoral del Sol Azteca, por lo que se puede decir que las mismas transcurrieron en paz y por consiguiente los militantes del PRD dieron una muestra de civilidad en todo lo largo y ancho del país.
Según la información dada a conocer por la Comisión Técnica Electoral se logró instalar el 93 por ciento de las casillas, lo cual significa en porcentaje igualdad en elecciones constitucionales.
Entre los incidentes que se han reportado, que de ninguna manera podrían considerarse importantes para anular el proceso electoral interno del PRD, es el robo denunciado de mil 300 boletas, que fueron entregadas en forma anónima al candidato Alejandro Encinas, y que su contrincante de Nueva Izquierda, Jesús Ortega denunciara al autor del hurto como miembro del equipo del primero
En Ciudad Nezahualcoyolt, Estado de México se reportó entrega de despensas a cambio de votos para Nueva Izquierda, en otros lugares se denunció la misma práctica pero a favor de la corriente que encabeza Encinas.
También hubo denuncias de intervenciones en varios estados de la República por parte de los poderes constituidos, tanto de gobiernos perredistas, como fue el caso de Amalia García de Zacatecas a favor de Encinas, como del Partido Revolucionario Institucional en Oaxaca donde se acusó a las huestes del gobernador, Ulises Ruiz de evitar la instalación de las casillas.
La denuncia la hizo el comisionado Edmundo Cancino quien aseguró que «grupos caciquiles» del Ulises Ruiz Ortiz se dedicaron a sabotear la instalación de casillas.
Encinas que había pedido la destitución de la comisionada Graciela Sánchez Mota o cuando menos a «excusarse» debido a las acusaciones de los simpatizantes de Alejandro Encinas de que había tenido comunicación con Graco Ramírez respecto de las boletas sustraídas, fue refutado por la funcionaria electoral.
La inculpada aseguró no haber mantenido ninguna conversación telefónica con los senadores Jesús Ortega o Graco Ramírez para discutir el problema respecto de la imprenta Gamma S.A. de C. V., de donde fueron robadas las mil 300 boletas, y para que no hubiera duda de su desmentido puso a disposición sus celulares, para que las autoridades correspondientes verifiquen que efectivamente nunca marcó los números telefónicos de los senadores citados.
En fin, se habla de quema de 30 paquetes electorales en algunas partes del país y en Ciudad del Carmen, Campeche se reportó un lesionado por rozón de bala.
El presidente de de la Comisión Técnica Electoral, el senador Arturo Núñez, se preció del proceso electoral y afirmó tajante que éstas son válidas y por tanto no había motivos suficientes para anularlas. No presumo de que el PRD haya obtenido un 10 con estas elecciones, pero si puede ser calificado con un 8.
En conclusión, se quedaron con un palmo de narices los agoreros del desastre, que apostaron por el aniquilamiento del partido de izquierda.