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Bolivia: jaque mate a un modelo político

Triunfo histórico de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo con mayoría absoluta

Fuentes: ALAI-AMLATINA/Econoticias

El pueblo boliviano ha dado una ejemplar muestra de ejercicio ciudadano: en las ánforas otorgó el triunfo electoral con un porcentaje superior al 50% al candidato del Movimiento al Socialismo. El candidato indígena y jefe del reformista Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales venció ampliamente las elecciones de este domingo y es el nuevo presidente […]

El pueblo boliviano ha dado una ejemplar muestra de ejercicio ciudadano: en las ánforas otorgó el triunfo electoral con un porcentaje superior al 50% al candidato del Movimiento al Socialismo.

El candidato indígena y jefe del reformista Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales venció ampliamente las elecciones de este domingo y es el nuevo presidente de Bolivia. Según destacan las cadenas más importantes de televisión, la victoria de Morales es inapelable y contundente, en cinco de los nueve departamentos del país y con fuerte votación en los otros cuatro departamentos, tal como lo pronosticaron en su momento informes confidenciales de los organismos internacionales.

Las principales cadenas de televisión dan cuenta que el líder cocalero habría obtenido el 51 por ciento de los votos, superando al ultraderechista Jorge Tuto Quiroga que habría recibido sólo el 31%, con una diferencia de 20 puntos. Estos resultados preliminares confirman las encuestas confidenciales dadas a conocer por esta agencia de noticias y que ubicaba la diferencia entre el primero y el segundo en 17 puntos porcentuales.

Tanto el líder cocalero como el ex presidente Quiroga refrendaron estos datos extraoficiales, el primero saludando la victoria como un gran triunfo del pueblo boliviano y el segundo como una reafirmación de la democracia. Con esta votación, el MAS logra la mayoría en el Congreso, aunque pierde claramente en las elecciones de siete de las nueve prefecturas (gobernaciones), según los recuentos preliminares.

Evo Morales asumirá sus funciones el próximo mes de enero de 2006, sin pasar por el tamiz de una elección congresal que caracterizó los procesos electorales de las dos últimas décadas. El modelo político que garantizaba la gobernabilidad boliviana con base en pactos y cuoteos políticos del poder, ha sufrido un histórico jaque mate.

Se abren nuevos horizontes y el modelo político, hoy colapsado, está tomando de su propia medicina.

Un simpatizante del MAS dijo en Cochabamba: «siempre hemos votado, pero nunca elegimos, hoy hemos elegido»; un analista señaló que «las mayorías desilusionadas por las representaciones políticas hoy decidieron representarse a si mismas».

Se trata de una nueva gobernabilidad basada no sólo en el ejercicio del voto sino en la proyección efectiva de una novedosa e inédita representación política que asegura principalmente una cadena de control social.

Mandar obedeciendo

El nuevo presidente boliviano ha dicho «para nosotros se trata de mandar en Bolivia obedeciendo al pueblo» y esta es una expresión de compromiso que puede marcar la diferencia con la democracia de pactos que olvidaban al ciudadano, que hacían tabla rasa del elector y que echaban al olvido el mandato popular.

Los movimientos sociales han construido surco a surco la nueva voluntad que hoy impone el cambio en Bolivia. Y ellos aseguran nuevas rutas para el presente y el futuro de un país que demuestra al continente y al mundo que los desposeídos son capaces de cambiar su propia realidad aún frente a un sistema político que históricamente les ha negado tal derecho.

Y el propio congreso de la república, al margen de las apretadas diferencias o limitadísimas supremacías tendrá que aceptar también la nueva realidad, que ya tuvo que ser reconocida por los candidatos de la derecha perdedores de la contienda electoral cuando las cifras indicaban que ni aún sumando sus votos se acercaban a los resultados alcanzados por Evo Morales.

Jaque al neoliberalismo

A la derrota política del sustento neoliberal deberá sobrevenir en adelante un proceso que mantenga en jaque al neoliberalismo en materia económica. El desafío del MAS es convertir en realidad la propuesta programática de la Bolivia Digna, Soberana y Productiva. El nuevo patrón de crecimiento basado en la nacionalización de los hidrocarburos, la solución del problema de la tierra y la eliminación de los latifundios improductivos, la eliminación de la prebenda y la corrupción, la austeridad estatal, la soberanía nacional, la educación y la cultura, entre otros aspectos, esperan decisiones políticas que se traduzcan en un plan de acción inmediata que tendrá que cristalizar en la refundación de la república boliviana a través de la Asamblea Constituyente.

Las expectativas son grandes pero las esperanzas las superan en amplitud. Cientos de observadores internacionales dan fe de la decisión y del comportamiento ejemplar de los movimientos sociales y de la ciudadanía que hoy ratificaron su decisión de cambiar la historia. Los vilipendiados de siempre y amplios sectores de la clase media dieron su fallo a favor del cambio. ¡Bolivia cambió!

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LUIS A. GOMEZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

Jorge Quiroga, aspirante conservador a la presidencia boliviana por el movimiento Podemos, al momento de reconocer, ayer en La Paz, el triunfo de su contrincante del MAS FOTO Ap

La Paz, 18 de diciembre. Dice que en su gobierno se acabarán la discriminación y la xenofobia en este país para siempre, que da las gracias a su pueblo, Orinoca, y en general al pueblo de Bolivia por esta última sorpresa. «Y quiero decirle a los pueblos aymara, quechua y guaraní que por primera vez vamos a ser presidentes, somos presidente», puntualizó en su discurso un sonriente Evo Morales desde su cuartel general en la ciudad de Cochabamba. Con más de 88 por ciento de las mesas de escrutinio contadas hasta el cierre de esta edición, todo indica que Bolivia tendrá a partir de enero el primer presidente indígena de su historia.

La noche del domingo, mientras los medios de comunicación y las empresas de encuestas trabajaban a toda velocidad, surgió la nota sorpresa de las elecciones generales en este país. Evo Morales, candidato a presidente por el Movimiento Al Socialismo (MAS), alcanzaba 51 por ciento de los votos que lo convierten virtualmente en el próximo gobernante boliviano. De todos modos, y a falta de la información oficial de la Corte Nacional Electoral, Evo Morales fue prudente. «Nosotros no creemos en las encuestas, hay que esperar los datos oficiales», dijo.

Fue una intensa jornada electoral en la que se preparaba «una nueva sorpresa del pueblo boliviano», como afirmó Morales luego de conocer los resultados. Desde las 8 de la mañana los 3.6 millones de bolivianos que se creían habilitados para votar se desplazaron a los recintos de sufragio. Sin embargo, y de acuerdo con informaciones extraoficiales de la Corte Nacional Electoral, alrededor de un millón de votantes fue rasurado del padrón. Por unas horas, el fantasma del fraude voló por los aires, porque en El Alto, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz, miles de personas habilitadas encontraron que en las listas de las mesas su nombre aparecía acompañado de la leyenda «No Votar».

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Bolivianos simpatizantes de Evo Morales, ayer al celebrar en Cochabamba la victoria del líder cocalero FOTO Reuters

Era poco más del mediodía en El Alto. Bajo un sol quemante y un cielo sin nubes, los vecinos del barrio del Villa Ingenio se trasladaban en calma hacia los recintos electorales. En uno, instalado en la escuela pública «Antonio Paredes Candia», decenas de personas expresaron su molestia por no poder votar, habían sido «depurados» del padrón. Por ley, todo ciudadano que no haya sufragado en las elecciones anteriores queda fuera de las listas, pero no era el caso. A las 6 de la tarde eran decenas de miles en todo el país los que denunciaban no poder ejercer su derecho al voto.

En Villa Ingenio, que el 12 de octubre de 2003 vio morir a 27 personas en una matanza que le costaría el gobierno a Gonzalo Sánchez de Lozada, la gente comenzó a protestar en forma airada. Mayoritariamente aymaras, los vecinos de la zona, amenazaron con cerrar la escuela y secuestrar las ánforas si no era resuelto su problema. Los cinco o seis policías que custodiaban el lugar se vieron impotentes ante la manifestación, que culminó con la quema de banderas y propagandas del partido de Jorge Quiroga (Podemos), al que culparon del problema.

Y así, lo mismo en Pongo, una población del altiplano aymara, que en Cuatro Cañadas, en el departamento de Santa Cruz, la gente era marginada del proceso. Curiosamente, muchos de los lugares que denunciaron estas depuraciones son bastiones del MAS. La Corte Nacional Electoral, sin muchos aspavientos, rechazó las denuncias de fraude lavándose las manos. El presidente de la corte, Oscar Haussentaufel, ordenó abrir ventanillas para recibir las denuncias, pero aclaró que «los ciudadanos que tienen estos problemas» ya no podrían votar.

Fue seguramente por eso que Evo Morales, en su discurso, tuvo palabras duras para los funcionarios electorales bolivianos. «En vez de depurar desde la Corte Electoral al pueblo boliviano, el pueblo boliviano debe depurar a los miembros de la Corte Nacional Electoral», dijo el virtual presidente de Bolivia, conminando a los vocales de la corte a renunciar «por moral». Esto fue interpretado como el primer ataque a la vieja clase política de parte de Morales, porque en 2006 la entidad tendrá que regular al menos un par de elecciones, de las que destaca la de los participantes en la Asamblea Constituyente.

Carro completo sin la derecha

El candidato de la alianza derechista Podemos (Poder Democrático y Social) salió a dar la cara poco antes de las 9 de la noche. Jorge Tuto Quiroga, demacrado y visiblemente triste, felicitó a los bolivianos por el ejercicio democrático de votar. Y al hablar de las tendencias del voto que no le favorecían, a esa hora irreversibles, Quiroga no pudo sino confirmar de manera obtusa lo que todos sabían: «Felicito públicamente por su desempeño en la campaña a don Evo Morales», dijo compungido. Minutos antes, en un gesto inédito en la política local, el ex presidente y abogado del libre comercio, había llamado a Morales para felicitarlo y reconocer su derrota.

Igualmente, el tercero en la votación, el empresario Samuel Doria Medina, dio unos minutos más tarde una conferencia de prensa. En compañía de su candidato vicepresidencial, el cruceño y autonomista Carlos Dabdoub, Doria Medina reconoció la victoria de Evo Morales. «Ha habido un ganador nítido en esta elección. No reconocerlo no tendría sentido. Creemos que Evo Morales es el próximo presidente por mandato de los bolivianos», concluyó.

De todos modos, la derecha en este país austral no podrá hacer ya mucho más en este verano de su descontento. El MAS de Morales tendría, según los conteos preliminares, suficientes parlamentarios para dar la pelea en el Congreso nacional, cuando se trate de leyes o debates.

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Imágenes de La Paz tras el triunfo de Evo Morales en la elección presidencial que se desarrolló ayer en Bolivia FOTOS Reuters y Ap

De los 157 legisladores (130 diputados y 27 senadores) que habrán de instalarse el 16 de enero próximo, el MAS cuenta ya con 78 elegidos. Es decir, tendrían que conseguir uno más para controlar el Congreso con mayoría absoluta. Y el Movimiento Indígena Pachakutik (MIP), partido del legendario Felipe Quispe, lo tiene ya asegurado y se espera contar con su voto de ser necesario. Aunque hay que esperar que los votos rurales, con los que el MAS aumentaría muy posiblemente su ventaja.

Aparte de eso, en las elecciones de los nueve prefectos (gobernadores), que por primera son elegidos por votación, es muy posible que el MAS tenga tres. Con esto, también el problema de la territorialidad del ejercicio político y administrativo sería menos penoso, aunque los demás tendrá sin dudas adversarios a su gobierno.

Evo da «las gracias»

A las 8:45 de la mañana, cuando emitió su votó en Villa 14 de Septiembre, un caserío en el corazón de la región del Chapare, Evo Morales no soñaba con este resultado. Se trasladó a Cochabamba para seguir de cerca la elección, mientras su candidato a vicepresidente, Alvaro García Linera, cruzaba el país para apoyar la votación en varias ciudades. Nervioso en los primeros minutos de victoria, Morales sin embargo no dejó de recordar a todo mundo en su discurso.

Aparte de dar las gracias a sus compañeros, a los que trabajaron en su campaña y a sus aliados, como el alcalde de La Paz Juan del Granado, Evo Morales tuvo también muchos agradecimientos para sus contricantes, que durante semanas se embarcaron en una guerra sucia para desprestigiarlo. En particular, agradeció a la Red Unitel de televisión, propiedad del empresario de Santa Cruz Fernando Monasterios, en la que desde hace unos días desataron una abierta campaña de descalificación de Morales.

Pero no demostró rencor alguno. Al hablar del movimiento indígena que lo está llevando al poder, Evo dijo que no es excluyente y que «no se vengará de los sectores que se opusieron y postergaron las demandas de campesinos y trabajadores». De hecho, abrió la puerta a aquellos parlamentarios de otros partidos que, sin buscar cuotas de poder, quieran trabajar con el MAS y su gobierno.

Antes de terminar su alocución nocturna, Evo Morales pidió a los intelectuales, a los profesionales y a los artistas que «incondicionalmente se sumaron a la campaña» que no lo abandonen. «Ahora», explicó, «ya no se trata de ganar sino de gobernar… y luego no de gobernar, sino de satisfacer las demandas de la gente».

Finalmente, Morales explicó parte del espíritu que habrá de tener su gobierno. «Para mandar en Bolivia hay que obedecer al pueblo boliviano», puntualizó. Y sí, por supuesto, hubo una vez más mención a Estados Unidos. Entre los vivas que lanzó, Morales repitió su consigna favorita: «Causachun coca, huanuchun yankis» (Por la causa de la coca, mueran los yanquis).

Falta lo que falta

Evo Morales será el primer presidente que, en democracia, ha ganado las elecciones por mayoría absoluta. En consecuencia, el vicepresidente electo Alvaro García Linera no ocultó su entusiasmo y, en un discurso posterior al de su jefe, dijo que «esto es una revolución… Bolivia votó por el cambio». Pero no todo está dicho, a falta de información confirmada, que se espera sea entregada por la Corte Nacional Electoral en el transcurso de los próximos días, García Linera y su equipo esperan hasta que el 13 de enero se entreguen formalmente los resultados.

Y finalmente, de no ocurrir una «depuración» de última hora, el sábado 22 de enero habrá de darse la transmisión del mando. Así que los operadores políticos del MAS, mientras sus líderes se dedicaron a charlar y festejar con sus familiares y allegados, ya comienzan las operaciones de conformación del gabinete.

Luego de las celebraciones en la casa central de campaña en la sede de gobierno, el vicepresidente electo Alvaro García Linera se dirigió a celebrar en la ciudad de El Alto, donde fue recibido por la gente con música y fuegos artificiales. En toda Bolivia la gente salió espontáneamente a las calles para celebrar el triunfo. Inclusive en Quito, donde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador ha salido también a celebrar el triunfo de Evo Morales, o en Buenos Aires, donde radican cientos de miles de bolivianos.

Al final de la velada, en la puerta de la sede del MAS, un joven militante, que apoyó a su partido en labores de seguridad, sintetizó la victoria diciendo: «El pueblo ya hizo su parte, ahora todo está en manos de Evo».