El residente estadounidense, Marko Lewis, denunció que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) financia viajes a Estados Unidos de jóvenes vinculados a grupos de derecha y de prefectos de la denominada «media luna» con fines desconocidos. Afirmó que USAID realizó las gestiones para el viaje de los prefectos de Santa […]
El residente estadounidense, Marko Lewis, denunció que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) financia viajes a Estados Unidos de jóvenes vinculados a grupos de derecha y de prefectos de la denominada «media luna» con fines desconocidos.
Afirmó que USAID realizó las gestiones para el viaje de los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas; de Beni, Ernesto Suárez; de Cochabamba, Manfred Reyes Villa; y de Tarija, Mario Cossío, visitaron Washington para denunciar ante los organismos internacionales, como la OEA y la ONU, supuestos atropellos a la democracia por parte del Gobierno del presidente Evo Morales Ayma.
En ese entonces, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció que el ex embajador de Sánchez de Lozada, Jaime Aparicio, gestionó la visita de los mencionados prefectos ante la OEA y que el ex embajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, haya sido parte de la entrevista con los prefectos opositores.
Por tanto denunció que «está en marcha una conspiración desde Estados Unidos» articulada por gonistas y prefectos de la «media luna» para desestabilizar la democracia y frustrar el desarrollo del juicio de responsabilidades contra Gonzalo Sánchez de Lozada, quien es acusado en Bolivia por la muerte de 68 personas.
El residente estadounidense explicó extrañado que USAID esté usando 14 millones dólares en diferentes programas para financiar algunas actividades, sin embargo no están relacionadas a la cooperación al país.
Antes, en agosto de 2007, ya USAID había sido emplazada por el Ejecutivo en una denuncia que presentó a la prensa el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Entonces, Quintana confirmó desvíos de millonarios fondos para patrocinar acciones de personeros y grupos adversos al Primer Mandatario.
Según la autoridad, hasta esa fecha 89 de 134 millones de dólares provenientes de la cooperación de Estados Unidos, financiaron a sectores opositores.
La respuesta de USAID fue el silencio cómplice y luego la exposición de argumentos que nadie creyó, según encuestas.
A propósito del controversial tema, el propio Jefe de Estado, Evo Morales adelantó que los cooperantes que no quieran transparentar sus donaciones no son bienvenidos.
Asimismo recordó que, durante muchos años, Estados Unidos hizo llegar al país importantes recursos por intermedio de USAID, pero a través de diferentes mecanismos lograba que la mayor parte de ellos retornaran al norteño país.
«¿De qué ayuda se habla cuando los recursos no se quedan en el país, sino a nombre de la colaboración benefician directamente a otra nación? (…). La ayuda incondicional es bienvenida, pero si no nos ayudan a transparentarla, no», enfatizó.
Por otra parte, USAID-Bolivia todavía tiene pendiente la respuesta sobre pagos a asesores de programas como el de Fortalecimiento de Instituciones Democráticas (Fidem), con fines subversivos en el continente.
Entre ellos dos ejemplos: en el tema de las reformas tributarias la representación aquí de la Casa Blanca se dirigió a José A. Nogales, un ex ministro del gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y de Carlos Mesa.
En el caso de las autonomías departamentales, la ayuda en dólares llega a Juan Carlos Urenda, asesor del Comité Cívico Pro Santa Cruz, a su vez coautor del Estatuto Autonómico, que pretende dividir el país.