El 11 de enero en Estados Unidos, con 26 años, se suicidó Aaron Swartz, programador, escritor, activista y uno de los más importantes luchadores por la libertad en Internet. Enfrentaba cargos por 30 años de prisión y un millón de dólares de multas por… copiar archivos científicos. A los 14 años fue coautor de uno […]
El 11 de enero en Estados Unidos, con 26 años, se suicidó Aaron Swartz, programador, escritor, activista y uno de los más importantes luchadores por la libertad en Internet. Enfrentaba cargos por 30 años de prisión y un millón de dólares de multas por… copiar archivos científicos.
A los 14 años fue coautor de uno de los protocolos más utilizados para la difusión de noticias (los RSS) entre muchas otras innovaciones. Pero sus aportes no fueron sólo técnicos, a diferencia de tantos escritores a sueldo sobre tecnología, era muy consciente de que el avance tecnológico no iba a garantizar una mayor democracia de la información, por eso también era activista.» Enfrentó las llamadas «leyes antiterroristas» promulgadas por Bush, se cree que fue colaborador de Wikileaks y sobre todo fue uno de los más importantes líderes en la campaña contra las leyes SOPA y PIPA en EE.UU. [1].
Aaron planteaba «¿Proveer artículos científicos a una élite de universidades del primer mundo, pero no a los niños del sur del mundo? Esto es indignante e inaceptable. (…) No hay justicia en seguir leyes injustas. Es tiempo de aclarar las cosas, en la gran tradición de la desobediencia civil, y declarar nuestra oposición a este robo privado de la cultura pública. Debemos tomar la información, donde sea que esté almacenada, hacer copias y distribuirlas por el mundo.(…) Debemos comprar bases de datos secretas y subirlas a la red. Debemos de descargar publicaciones científicas y subirlas a la redes de para compartir archivos. Debemos de luchar por el Guerrilla Open Access».
Pudo tener una vida cómoda pero optó por poner sus conocimientos para enfrentar el ataque a las libertades en Internet. Por eso le armaron un juicio en el que enfrentaba cargos de más de 30 años de prisión y un millón de dólares en multas, sólo por descargar artículos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y otras acusaciones similares. Aaron no pudo soportar la presión, suicidándose unos días antes del juicio.
El hostigamiento del que fue víctima Aaron Swartz, es parte de una gran campaña por aumentar el control de EE.UU. sobre Internet. Desde su origen el gobierno norteamericano, sus empresas y sus Fuerzas Armadas controlan la infraestructura de la red, pero el crecimiento de su influencia como medio de comunicación hace que intenten avanzar en un acceso más directo sobre los contenidos de la misma.
Aaron tenía muy en claro que esta ofensiva continuaría y así fue. Desde hace unos meses vienen tomando argumentos de defensa de la «Seguridad Nacional». El plan de disminución del presupuesto de defensa a causa de la crisis económica, contrasta con el aumento en cinco veces de las fuerzas destinadas a la seguridad informática. Desde hace unas semanas EE.UU. viene acentuando esta campaña con supuestos ataques de «hackers chinos» o de grupos como Anonymous. La secretaria de Seguridad norteamericana, Janet Napolitano, alertaba sobre un «11S informático inminente», comparando un ciberataque con los atentados a las Torres Gemelas o con un «Pearl Harbor cibernético».
Esto tiene como objetivo ganar apoyo para poder realizar ataques informáticos «preventivos» y para una orden ejecutiva que permitiría el acceso abierto y directo a las bases de datos de las empresas, no precisamente para publicar o cuestionar sus ganancias. Esto permitiría un control sin precedentes de la información a nivel internacional, legitimando un mayor espionaje, no sólo sobre la población, trabajadores y luchadores, sino sobre otros gobiernos y la actividad económica de otros países.
Aaron Swartz era optimista en cuanto a las posibilidades que abren las nuevas tecnologías, pero veía como eran truncadas por sistema político corrupto al servicio de los capitalistas. Como Aaron Swartz, miles de jóvenes salen a luchar en todo el mundo porque ven como las libertades democráticas y expectativas de un futuro mejor son barridas por la crisis económica, que los capitalistas intentan descargar sobre los trabajadores y el pueblo.
Como Aaron, luchamos en defensa de las libertades en Internet y por desarrollar todas sus posibilidades, pero eso no será posible mientras la infraestructura de las comunicaciones esté en manos de las fuerzas armadas y los capitalistas. Esto sólo podremos lograrlo si ponemos en pie una alianza de los usuarios y la juventud junto a los trabajadores de las telecomunicaciones.
Tomemos Internet en nuestras manos. Expropiemos a los expropiadores.
[ 1 ] El año pasado el parlamento norteamericano intentó aprobar estas leyes que permitían la intervención en sitios de Internet en defensa del copyright (derechos de autor). Estas leyes no pudieron ser aprobadas por el amplio repudio generado, de todas formas el FBI cerró el sitio Megaupload como medida ejemplificadora.
Referencias:
Aaron Swartz «How we stopped SOPA»: http://www.youtube.com/
Manifiesto de la Guerrilla por el Acceso Abierto http://
Aaron Swartz, que en paz descanse. Scott Horton, Harpers Magazine, Enero de 2013:http://www.rebelion.org/
Robert Swartz: mi hijo no se suicidó, sino que fue asesinado por el Gobierno: http://www.hispantv.
Internet: Lo llaman democracia y no lo es: http://www.
La SOPA, la PIPA y la decadencia del imperialismo norteamericano: http://www.
Obama asumirá poderes especiales para la ciberguerra http://
Obama actúa para fortalecer la seguridad informática. Financial Times http://www.ft.com/intl/
Link: http://www.contrainformatica.
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