La familia Monasterios, dueña de la red de televisión Unitel, la más crítica al gobierno, obtuvo de manera dolosa unas 40.000 hectáreas en el oriente boliviano, denunció el jefe de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Cesar Navarro. El diputado explicó a la agencia gubernamental ABI que unas 100.000 hectáreas que fueron concedidas de […]
La familia Monasterios, dueña de la red de televisión Unitel, la más crítica al gobierno, obtuvo de manera dolosa unas 40.000 hectáreas en el oriente boliviano, denunció el jefe de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Cesar Navarro.
El diputado explicó a la agencia gubernamental ABI que unas 100.000 hectáreas que fueron concedidas de manera dolosa, mediante tráfico de influencias, al ex ministro de Educación Edim Céspedes bajo el gobierno de Jaime Paz Zamora, fueron temporalmente paralizadas en el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Sin embargo, esas 100.000 hectáreas fueron distribuidas de manera dolosa por Céspedes y 40.000 están en manos de un empresario mediático en Santa Cruz.
‘Hubo tráfico de influencias en el INRA y las autoridades de esta entidad ya han distribuido las tierras a una sola familia, 40.000 hectáreas, de las 100.000 que estaban detenidas’, denunció Navarro.
El diputado sostuvo que la familia Monasterios posee ‘cantidades impresionantes de terrenos en distintos lugares de Bolivia’. Hubo procesos dolosos que muestran que las primeras autoridades del INRA fueron técnicos vinculados a la Cainco y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y que en 10 años sólo sanearon entre el 18 y 19 por ciento de las tierras y se utilizó para ello cerca de 100 millones de dólares.