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A 30 días de la asunción de Evo Morales

Un Discurso de Evo: Indígenas y Revolución

Fuentes: Rebelión

«…los vacilantes, los tímidos, por el carácter que toma la lucha nos abandonan. Solo los obreros y campesinos irán hasta el fín, solo su fuerza organizada logrará el triunfo.» Augusto Calderón Sandino.Las Segovias, Nicaragua, 1926 «…en esos años fueron los indígenas los que llevaron hasta las últimas consecuencias sus planteamientos y lucharon con sus ejércitos […]

«…los vacilantes, los tímidos, por el carácter que toma la lucha nos abandonan. Solo los obreros y campesinos irán hasta el fín, solo su fuerza organizada logrará el triunfo.»

Augusto Calderón Sandino.Las Segovias, Nicaragua, 1926

«…en esos años fueron los indígenas los que llevaron hasta las últimas consecuencias sus planteamientos y lucharon con sus ejércitos más de dos años contra poderosos ejércitos españoles…».

Evo Morales Ayma. Oruro, Bolivia, 2006

Transfiguraciones

En el método dialéctico de conocimiento aplicado por Carlos Marx a las ciencias sociales, se destaca la doble acepción que recibe un concepto en vinculación con la relación/contradicción existente en su seno; relación/contradicción que permite al concepto autoimpulsarse, modificarse en calidad, en virtud de fuerzas de acción y reacción existentes en él. Así, una mercancía contiene en su misma acepción dos definiciones: valor de uso y valor. Estas dos definiciones, opuestas y contradictorias pero que conforman una unidad- en este caso la mercancía- se aplican en relación con el pensamiento marxista a todas las ciencias sociales a fín de lograr definiciones mas precisas de la realidad.

Asimismo, la dialéctica marxista tiene en cuenta las transfiguraciones de conceptos, en relación con sus equivalencias, referidas a un tercer concepto( a = a b; b=c; a=c). Así, de acuerdo al trabajo humano medio que insume la producción de mercancías, éstas se homologan en valor. Un kilo de pan, un litro de vino, 2 kilos de papas, de esta manera, serían distintas acepciones para un mismo concepto, mercancía. Sus equivalencias se expresan, como dijimos, en relación con la cantidad de tiempo social necesario para producirlas, y también en su vinculación con una mercancía general, excluida de todas las demás: el dinero, equivalente general de todas las mercancías.

Aplicando lo anterior en términos sociales, los conceptos etnia oprimida y clase social explotada se homologarían en relación con la unidad histórica que los contiene: la explotación capitalista. Sin embargo, esta explotación clasista, en el marco de la etnicidad/culturalidad oprimida como fenómeno evidente, aparece como opresión étnico cultural. De la misma forma en que la plusvalía arrancada por el capitalista al trabajador en el proceso productivo se transfigura en ganancia, que sale a la superficie en el proceso circulatorio de la mercancía, la clase explotada se configura como etnia oprimida. Lo que se vé, lo que aparece, la ganancia, no es lo esencial. Es lo accesorio, lo secundario.

La etnia oprimida o nacionalidad oprimida, para el caso, es [WINDOWS-1252?]una forma particular de presentarse de un sector -mayoritario en Bolivia- de la clase explotada, aunque esa clase no aparezca como «proletaria», ó sea, asalariada., puesto que se halla inserta en el capitalismo de distintas formas, entre ellas la de ejército de reserva o de campesino sin tierra, expropiado en su libertad y su vida por el sistema capitalista.

Creemos entonces que opresión étnica y explotación de clase, en un marco histórico determinado, se constituyen en equivalentes, en dos realidades que conforman una relación-contradicción en el marco de la sociedad capitalista, históricamente determinada. La una se retroalimenta de la otra y viceversa. Una es el sustrato ideológico de la explotación. La otra es la base económica en la que se apoya ese sustrato ideológico

Coincidimos con Héctor Diaz Polanco(«La Cuestión Étnico Nacional», Editorial Línea, México, 1985, página 20) en cuanto a que » una vez conformados los sistemas sociales clasistas, la etnicidad debe ser considerada como una dimensión de las clases o, si se quiere, como un nivel de las mismas». O sea, como una particularidad en el marco de la generalidad clasista que la contiene.

«(…) Lo étnico, por consiguiente, no es un elemento extraño a( o incompatible con) lo clasista; y los grupos étnicos no pierden por ser tales su carácter y raíz de clase»( Idem página 21)- sigue Diaz Polanco. Y remata más adelante: «… una nacionalidad constituye una formación clasista que desarrolla una identidad política sobre la base de componentes étnicos y que tiende a definir un proyecto de autodeterminación, precisamente porque se encuentra integrada en su espacio estatal que no acepta como propio; así, pues, su tendencia en cuanto movimiento nacional de crear un Estado-nación distinto».(Idem 27) Lenin sostiene que existen nacionalidades «opresoras» y «oprimidas». Estas últimas pueden contener a su vez nacionalidades «oprimidas» en su seno, que tenderán, por un lado, a participar en la liberación de la nacionalidad oprimida total, y por otro, a lograr su propia autodeterminación en el marco general nacional que las contiene.

De esta conjunción entre nacionalidad o étnia y clase social, entre opresión y explotación; de esta relación /contradicción entre nacionalidad oprimida/ clase(s) explotada(s) nos habla Evo Morales en su discurso del 10 de febrero en Oruro.

Discurso

El 10 de febrero último, el compañero Evo Morales, flamante Presidente de Bolivia, dio un discurso en la sede municipal de Oruro con motivo de celebrarse el levantamiento popular antiespañol de 1781.

En el recordatorio de la gesta popular, el Presidente Evo Morales, haciendo referencia a la lucha de los «pueblos indígenas, originarios; de los mestizos, criollos de nuestro país» sentenció que: «Durante mucho tiempo, esta fecha ha reavivado la memoria de la rebelión criolla, mestizo, popular, que estalló contra el régimen español en esta ciudad, pero que no se ha dado mucha importancia a la rebelión indígena que fue decisiva en los acontecimientos y por la liberación de nuestros pueblos». Obviamente, el calificativo de criollo/mestizo-popular, no sólo hace hincapié en los sectores sociales que participaron en ese momento en la revuelta(clase alta y media) sino en su dirección política clasista: criollos y mestizos/ clases alta y media). Los indígenas, como bien lo dice, que constituían las clases explotadas de la sociedad y a la vez oprimidas(puesto que eran campesinos o pobres de la ciudad e indígenas a la vez) no fueron tenidos en cuenta por la «historia oficial».

En el siguiente párrafo, transcribe en términos de clase lo que anteriormente había sido transcripto en términos étnicos-culturales. «Desde mediados del Siglo XVII, los ricos mineros, los comerciantes criollos de la ciudad de Oruro, empezaron a tener problemas con los españoles por el control del poder local. En ese mismo período, la población popular urbana»( sectores medios) «estaba cada vez más desconcertada porque el régimen colonial había incrementado los impuestos para mejorar los ingresos fiscales de la corona. Y había estallado la sublevación general de indios, que duró de 1780 a 1782, y tuvo un amplio desarrollo dentro del cual se inscribe el levantamiento de los indígenas de Oruro». ( O sea, los pobres ya estaban en pié de guerra contra el Imperio Español cuando los burgueses y pequeños burgueses urbanos comenzaron su lucha contra ellos, y Morales subraya como Tupak Katari en La Paz y Tupak Amaru II en el Perú llamaron a la insurrección a sus hermanos de Oruro, a la que luego se sumaron criollos y mestizos).

«Tanto el levantamiento de los hermanos Katari como el de Tupac Amaru se iniciaron por el aumento de la explotación de los indígenas, con las reformas borbónicas que incrementaron los tributos, desconocieron a los caciques indígenas legítimos, obligaron a los pobladores originarios a comprar productos europeos, hoy llamada la libre importación, que no necesitaban para entonces, productos que podían ser importados desde afuera. La explotación en el campo, en las minas y en las ciudades…»- sigue Evo. Y recuerda inmediatamente que cuando ya Tupac Karari y Tupac Amaru se habían sublevado, se unieron en Oruro los «criollos adinerados», «mestizos» e «indígenas de los barrios populares e indígenas del campo», en donde «actuaron todos juntos contra los españoles» siguiendo la «consigna» de Tupac Amaru, «que insistió en la necesidad de la alianza….».

«Pero, aunque la alianza logró derrotar momentáneamente a los españoles, después, éstos y criollos se unieron para [WINDOWS-1252?]combatir a los indígenas sublevados». – continuó Evo.

A estas alturas no cabe agregar mucho. El discurso de Evo sugiere una alianza imperial-burguesa en contra de los pobres de aquella época.

Refiriéndose a la muerte de Sebastián Pagador, el mestizo «ligado a la milicia como sargento» personaje reconocido en la historia oficial en relación con el levantamiento del 10 de febrero de 1781, Evo dice: «Cuando estalló el conflicto entre criollos e indígenas, en una situación muy confusa Pagador fue muerto por los pobladores». Y continúa historiando como los criollos(burgueses) se las arreglaron para montarse sobre la sublevación popular y se hicieron nombrar autoridades luego de que los españoles huyeron. «Cuando los indígenas exigieron cambios radicales, (los criollos) se volcaron contra ellos. Después de restaurar el orden en Charcas entre 1782 y 1783, los españoles decidieron escarmentar a los protagonistas del 10 de febrero….». O sea, una vez que los burgueses se hicieron del poder se enfrentaron con los pobres, que querían «cambios radicales». En el marco de este enfrentamiento, los colonialistas españoles volvieron y, ya debilitada la alianza, tomaron presos a los criollos y continuaron explotando y oprimiendo a los indígenas. Estos, habiendo entrado a Oruro el 11 de febrero, habían exigido, entre otras cosas, «que se le suprima inmediatamente el tributo, que se les devuelva el último que habían realizado, que se les entregue tierras y se los acepte como iguales».

«(…) Aunque no se debe desconocer el papel cumplido por criollos y mestizos en el debilitamiento y posterior caida del regimen colonial, que tuvo una importante muestra en Oruro, en esos años fueron los indígenas los que llevaron hasta las últimas consecuencias sus planteamientos y lucharon con sus ejércitos durante más de dos años contra poderosos ejércitos españoles. Aunque la alianza entre criollos, mestizos e indígenas fue un elemento muy particular en la sublevación de Oruro, al final los indígenas fueron reprimidos por el conjunto de los blancos y cuando fueron derrotados volvieron las manifestaciones, de muchas formas, contra la explotación. Sus principales cabecillas fueron perseguidos, se les practicó la tortura y muchos fueron asesinados como Tupac Katari, Tupac Amaru y sus esposas».

Hasta aquí el discurso de Evo es una clásica exposición histórica sobre la lucha de clases local. Los burgueses y pequeñoburgueses luchan contra el poder imperial cuando les toca sus intereses, se unen entonces a los pobres, a los que no tienen más que perder que sus cadenas, que vienen peleando desde antes, desde siempre; cuando derrotan en conjunto a los colonialistas-imperiales, los burgueses se hacen del poder, reprimen a los pobres y todo vuelve a ser como antes. Es una revolución traicionada por la burguesía local, que arrastra tras de sí a la pequeño burguesía mientras desata la guerra contra los indígenas, los pobres, los «proletarios», los sin tierra ni medios de producción, de aquel momento, y permite el regreso, en el marco de una guerra contra las masas populares, de la opresión foránea, que se vuelve a enseñorear en todo el territorio.

Poco después, el compañero Evo sostiene: «Quiero decirles hermanos, hermanas, que la historia a esta altura se repite; la lucha de los pueblos indígenas aymaras, quechuas, sigue vigente, y si bien ganamos estas elecciones, es justamente con el apoyo de la clase media, la clase intelectual, inclusive empresarios. Ojalá esta alianza, como la historia orureña recuerda, no se acabe, y que también algunos sectores se vuelquen hacia los pueblos indígenas, no solamente en Oruro sino en toda Bolivia, y por que no decir en Latinoamérica».

Traduciendo, con todo respeto y humildad, Evo está diciendo que el poder popular, obrero y campesino, transfigurados en indígenas, debe construirse en torno a la hegemonía de éstos y con apoyo de otros sectores que históricamente, por sus limitaciones de clase, no pueden constituirse en dirección de un proceso antiimperialista en transición al socialismo. A esta altura nos permitimos decir que hay espacio en el proceso revolucionario boliviano para transcribir las palabras de Sandino anunciadas en el epígrafe: «Solo los obreros y campesinos irán hasta el fín, sólo su lucha organizada logrará el triunfo…».

Sin retroceso

Nuestro compañero y hermano Evo prosigue así el discurso de Oruro: «…quiero expresar en esta tierra, Oruro, que vamos a garantizar, cueste lo que cueste, esa Asamblea Constituyente para refundar nuestro país….».

En la Asamblea Constituyente, constituida como máxima expresión de poder del pueblo, claro está, se sentarán las bases del Poder Popular que permitirá al gobierno democrático revolucionario de Evo profundizar el proceso democrático, antiimperialista, popular en transición al socialismo, bajo la hegemonía de los indígenas, de los campesinos y obreros, que deberán controlar a su gobernante de no apartarse del camino libertario, tal como lo exige el mismo Evo Morales.

«Pero también estoy convencido que es importante el control del pueblo, es importante las supervisión de nuestras organizaciones, es importante sugerencias, propuestas que vienen de las organizaciones de base. Las formas de importar políticas económicas, programas, proyectos, sea del Banco Mundial, sean del Fondo Monetario Internacional, ya no son una solución para nuestro país. No quisiéramos que esos programas, proyectos, planes que vengan del exterior o desde arriba o fuera, traigan enfrentamientos como en febrero del 2003, o como los grandes enfrentamientos de octubre del 2003. Eso tiene que terminar, sólo se va a terminar cuando los organismos internacionales entiendan la situación económica de las mayorías nacionales. Y si hablamos de Bolivia, esas mayorías nacionales están justamente expresadas en los pueblos indígenas. Si no se resuelve el problema económico-social de esas mayorías nacionales jamás vamos a poder resolver el problema económico-social de nuestro país».- sostuvo poco antes de finalizar.

Mayorías nacionales oprimidas, clases explotadas, campesinos y obreros, cuyo horizonte es el socialismo. Ellas son el país, » las que producen con su trabajo las riquezas, crean los valores, echan a andar las ruedas de la historia…»

La participación popular que reclama Evo es el ejercicio del Poder Popular, organizado y movilizado, para construir Poder Popular.

En un mensaje a los docentes rurales dado ayer, 21 de febrero, Evo demandó que se presione al Congreso para que apruebe la Convocatoria a la Asamblea Constituyente. «El Presidente, dijo, sin embargo, sentirse huérfano porque no tiene el apoyo de las organizaciones sociales para refundar Bolivia, a través de la Asamblea Constituyente. (…) Mostró su preocupación de que cuando los grupos oligárquicos plantean la postergación de la Asamblea Constituyente no haya reacción de movimientos sociales, los que dijo, deberían pronunciarse para garantizar su realización para refundar Bolivia».( Agencia Boliviana de Información, 21 de febrero del 2006).

Se hace necesario difundir y movilizarse por la concreción de la Asamblea Constituyente, expresión del Poder Popular en Bolivia, tal como lo reclama Evo.

A treinta días de la asunción del mando, Apoyo a Evo Morales, solidaridad activa con la Revolución Boliviana.

Hellalla Bolivia, Wanichum yanquis y sus sirvientes!