El 20 de octubre de este 2020 se cumplió una década del asesinato de Mariano Ferreyra en manos de la burocracia sindical ferroviaria de Pedraza. Mariano, que militaba en el Partido Obrero y solo tenía 23 años, luchaba en contra de la tercerización de los trabajadores del ferrocarril y la Policía Federal dejó la “zona liberada” para que la patota sindical pudiera disparar y escapar impunemente.
Sin mencionar el tercio de trabajadores en negro, la desocupación o la economía atada a la deuda externa del FMI; la tercerización, las patotas sindicales de la burocracia, la connivencia entre la policía y el poder político así como la lucha obrera eran protagonistas de la escena política.
¿Tendría algo que decir el rock sobre esta situación? Y… ¿por qué no? Así como el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán por parte de la policía bonaerense de Felipe Solá y el gobierno de Duhalde operó como un fuerte dador de sentido para el rock de la primera década del siglo XXI, ¿por qué el crimen de Mariano no sería un dador de sentido para el rock en esta nueva década?
Quizá ya no marcada por las rebeliones populares y el “que se vayan todos” del 19 y 20 de diciembre de 2001 pero que, indudablemente, despertó las conciencias de muchos artistas. Un ejemplo es el de Eduardo Graziadei, bajista del grupo punk Cadena Perpetua, que sostuvo que “hubo tres episodios de 2010 que me marcaron profundamente y que incentivaron a que me involucre de otra manera con la política: la toma de escuelas y el reclamo vehemente de chicos de 16 años por derechos primarios como la educación, un encuentro con cuatro obreros de Zanon una vez que fuimos a Neuquén con Cadena, y el asesinato de Mariano Ferreyra. Después comencé a juntarme con los chicos de Las Manos de Filippi, ellos participan de charlas y debates, y surgió lo del ‘frente de artistas’ que acompaña al Frente de Izquierda en las elecciones”.[1] Lo que marca Graziadei se relaciona directamente con la diferencia entre la resignación de aceptar un mundo injusto condicionado por la opresión de una clase sobre la otra y la práctica activa de transformar la realidad a través de la lucha y de poner el cuerpo, como lo hizo Mariano, organizándose e involucrándose en charlas, debates y manifestaciones.
El filósofo marxista francés Louis Althusser (1967) afirma que “cada uno se hace su propia filosofía para soportar un mundo que lo aplasta. Uno individualmente no puede hacer nada para cambiarla”. A través de las letras de las canciones, podemos intuir un poco la filosofía de quien las escribe, pero por más revolucionarias, clasistas y combativas que sean no alcanza para generar una transformación social. Es necesario involucrarse, organizarse y tomar partido por las causas justas, es decir, adoptar una filosofía materialista. Como señala Althusser “el materialismo es una filosofía del trabajo y de la lucha, una filosofía activa” y como canta el “Cabra” de Las Manos en El rey de la autocrítica “Una cosa es con canciones relatar revoluciones / Y otra cosa es militar, volantear, piquetear / Mantener una reunión con contactos semanal”.
El asesinato de Mariano despertó múltiples manifestaciones sociales, políticas y culturales. El 23 de noviembre de 2010, se realizó un festival en la Plaza de Mayo organizado por la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires) y la MUR (Músicos Unidos por el Rock) para exigir juicio y castigo a los responsables de su asesinato. Tuvo una convocatoria aproximada de 70.000 personas y la presencia de bandas de rock como Karamelo Santo, Onda Vaga, Calle 13, Juan Subirá (de la Bersuit) y Las Manos de Filippi.
El miércoles 26 de septiembre de 2012, se llevó a cabo otro Festival por Mariano Ferreyra en la Plaza de Mayo, esta vez convocado por el Frente de Artistas, agrupación que acompaña al Frente de Izquierda en las elecciones, para exigir el juicio y castigo a los responsables. En él participaron varias bandas y artistas de rock como Nonpalidece, Los Gardelitos, Las Pastillas del Abuelo, El Mató a un Policía Motorizado, Shaila, Salta La Banca, Airbag, La Perra Que Los Parió, Las Manos de Filippi, Onda Vaga, Hugo Lobo (Dancing Mood), Cadena Perpetua, Salta La Banca, Bruno Arias, Ayre y Gabriel «Tete» Iglesias (La Renga).
Varios músicos tomaron la palabra y dejaron sentada su posición y su punto de vista. El bajista de Airbag, Gastón Sardelli, opinó que “este asesinato tiene un impacto social más grande porque forma parte de una consecuencia de un sistema que nos somete y por eso apoyamos esta lucha para pedir Justicia por Mariano”[2]. En relación con el punto que tocábamos más arriba, el baterista de La Renga, “Tete” Iglesias, sostuvo que “acá es bueno que el arte sirva para sentar conciencia, para abrir cabezas, pero después lo demás lo tenemos que hacer entre todos”. En esa misma sintonía, el vocalista de Nonpalidece, Néstor Ramljak, afirmó que “una vez más los artistas, como conexión entre una causa y la gente, tenemos que salir a la calle para pedirle a la gente que se entere de lo que está pasando y para que no vuelva a ocurrir” y el cantante y guitarrista de Los Gardelitos Eli Suárez, que es importante el «pedido de justicia y la oportunidad de participar activamente en algo que nos involucra a todos como clase trabajadora, y por el gran respeto que tenemos por la figura de Mariano Ferreyra»[3].
El 20 de octubre de ese mismo año, al cumplirse el segundo aniversario del asesinato, se publicó el disco Cuerpo, canciones a partir de Mariano Ferreyra [4], como iniciativa del músico y primo de Mariano, Aitor Graña. Nuevamente, el rock dice “presente” de la mano de bandas y artistas como Vicentico, Manu Chao, Karamelo Santo y 4 Pesos de Propina, entre otros. Pero una canción que se destaca y pone sobre la mesa la responsabilidad política es Kristina, de Las Manos de Filippi, junto a Cadena Perpetua. Con ironía y sarcasmo, critican los aires de “progresismo” del gobierno con la Ley de Medios y 6-7-8, que “nos muestra la libertad”. La letra emula a un fanático kirchnerista en primera persona y dice sarcásticamente “en la comisaría no veo gorilas, ni asesinos, ni torturas, ni a Julio López ni a Luciano Arruga” y luego denuncia con una aguda crítica la “zona liberada para barrabravas / Muchas veces contratada por el mismo Estado / Y el gobierno que hace migas con la mafia más podrida”.
Quedan balas en la cartuchera
¿Qué pasaba con el rock ante el nuevo escenario político que se abrió en 2015? La idea de que Mauricio Macri, hijo del enriquecimiento de su padre durante la última dictadura militar, de la estatización de la deuda privada del Correo y propietario de una ideología conservadora, reaccionaria y de derecha, tomara las riendas del país asustó a algunos políticos y artistas que se recostaron en el voto al “mal menor” que representaba Scioli. El motonauta, a pesar de ser empresario y amigo de Menem, tenía como copiloto a la mano derecha de Cristina, Carlos Zannini, el dardo tranquilizador de sus votantes. En el rock, lo militó la banda La Mancha de Rolando, con la extorsión de que si ganaba Macri se irían a vivir a México. Sin embargo, luego de la derrota de Scioli, el guitarrista y cantante, Manu Quieto, cual político que no cumple su promesa, se quedó en Argentina. Aseguró que fue una frase que soltó casi sin pensar y que a raíz de ello empezaron a sonar más sus teléfonos.
Por otro lado, Las Manos de Filippi decidieron sacar su nuevo disco M.A.C.R.I (Mente Anti Capitalista Revolucionaria Internacional) en cuotas, presentando el primer capítulo llamado La Transición a los pocos meses de la asunción de Macri, con el objetivo de que los cuatro temas que contenía fueran bien actuales. Esto se puede observar desde el primer tema Qué Miedo, donde cantan “que se vaya el gobernador y el gobierno nacional”; más adelante, “reciclaje capitalista / Siempre son los mismos los que están en las listas / Kirchneristas, massistas, macristas / Todos defendiendo la patria contratista” y cierran a un ritmo de marcha cantando “va marchando Macri hacia el ajuste con los ratis / Devaluación, desocupados, son los títeres del mercado”.
En el primer capítulo de M.A.C.R.I, La Grieta es el segundo tema que suena de Las Manos de Filippi pero, en realidad, el relato afirma que “no era tan gruesa la grieta” jugando a continuación con la melodía de El Padrino, película estadounidense que aborda la temática de la mafia italiana. La tesis de la letra reposa en que “el bloque del FpV del Senado fue el que habilitó el acuerdo con los fondos buitre y también quien negoció hasta las comas el proyecto que habilita el blanqueo de capitales y la confiscación de los haberes de los jubilados que tienen juicios contra la ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social)”[5]. Ni hablar del viaje de Massa, actual integrante del Frente de Todos, para acompañar al entonces presidente Macri a Davos para negociar el acuerdo buitre o las empresas offshore de Macri, Massa y Scioli, salidas a la luz en los Panamá Papers. Sin embargo, Las Manos incorporan los argumentos en la canción alegando que «la burocracia (centrales obreras como la CGT y la CTA dirigidas por peronistas) no mueve el upite» cuando «como un bloque (kirchneristas y macristas) votan el acuerdo buitre». Sentencian que “La grieta real fue en el 2001, cuando a un político en la calle lo prendían fuego / La grieta kirchneristas contra los macristas, eso no es una grieta / ¡Qué va a ser una grieta!”.
En abril de 2018 sacaron el último capítulo titulado Fuera Bullrich, consigna que levantó el Frente de Izquierda y varias organizaciones sociales y políticas como el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y la CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), a raíz de la escalada represiva de la ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, responsable de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado y del asesinato de Rafael Nahuel en 2017.
La desaparición forzada de Santiago Maldonado el primero de agosto de 2017 y el consecutivo hallazgo de su cuerpo sin vida el 17 de octubre de ese mismo año constituyó un fuerte dador de sentido para el rock, al igual que el asesinato de Kosteki y Santillán en 2002 y de Mariano Ferreyra en 2010. Tal es así que al mes se convocó a una multitudinaria concentración en Plaza de Mayo por su aparición con vida seguida de múltiples expresiones artísticas y musicales como festivales y actos políticos.
Conclusiones: ¿quién puede volver atrás?
Asimismo, no podemos pasar por alto que los más rebeldes y contrahegemónicos terminaron haciéndole propaganda al gobierno capitalista de turno, como La Renga o el “Indio” Solari. Sin embargo, si La Renga transó… ¿ya no queda salvación para el rock nacional?, como afirma un fan con el argumento de que “si los grupos de rock creen que estos son distintos, me cuesta creer que pecan de ingenuidad. Transaron. Se terminó la rebeldía, el disconformismo, el desparpajo, el festejo”[6]. Es un poco la idea que expresa Fito Páez en el tema Se Terminó, de su disco de 2017 La Ciudad Liberada donde canta que “perdieron todas las apuestas los cantores de protesta, al final el reggaetón mueve el mundo”.
Evidentemente, todos estos procesos y acontecimientos contribuyeron a que el rock dejara de ser una expresión contracultural atractiva para las y los jóvenes, que prefieren identificarse con nuevas expresiones inocentes como el reggaetón o el trap. Juan Ignacio Provéndola (2015) señala que en el rock, “el elemento crítico se sigue manifestando como una condición natural del género, independientemente de las ideologías y los colores partidarios” (pág. 184), pero como se decía más arriba, no deja de ser una expresión de la cultura popular inscripta en un campo de batalla donde se disputa el sentido, que en su esencia no es ni autonomía pura y reivindicación de la clase obrera ni encapsulamiento total aislado de la lucha de clases y de las condiciones materiales de producción. Alguien debería avisarle a Fito Páez que con el reggaetón pasa exactamente lo mismo y que ni el rock es símbolo de liberación, ni el reggaetón es sinónimo de opresión y esclavitud.
En definitiva, ¿deberíamos aceptar que, nos guste o no, el trap es “el nuevo rocanrol”[7]?, como señala el freestyler y rapero “atrevido” de 18 años “Trueno”. Bueno, si eso significa llevar la voz de la juventud, rebelarse contra las injusticias y las desigualdades sociales, denunciar las políticas capitalistas, la represión policial y los gobiernos de turno títeres del mercado ¿por qué no? No estaría mal desembarazar al rock de su vínculo con el poder político y resignificar su carácter de combate en sintonía con nuevas expresiones musicales, populares y juveniles. ¿Por qué no dejar que el trap le haga maniobras de resucitación al rock contracultural? Por último, si los casos de Kosteki y Santillán, Mariano Ferreyra y Santiago Maldonado fueron dadores de sentido del rock en su momento, el caso de Facundo Astudillo Castro, joven de 22 años desaparecido el 30 de abril de este año en el marco de la cuarentena por la pandemia del Coronavirus que luego fue encontrado muerto y con la policía bonaerense comprometida, ¿debería ser un dador de sentido para el rock en la actualidad? Desde esta tribuna se espera que el rock abrace esta causa, se solidarice y exija juicio y castigo a los responsables. Las Manos de Filippi marcan el camino [8]. Que al rock y a la política no les importe un pepino[9].
Notas:
[1] Provéndola, Juan Ignacio. «El rock se sienta a la mesa», diario Página12, Buenos Aires, 20 de octubre de 2011 https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-5643-2011-10-20.html
[2] «Festival por Mariano Ferreyra», diario Perfil, Buenos Aires, 26 de septiembre de 2012 https://www.perfil.com/noticias/politica/Festival-por-Mariano-Ferreyra-20120926-0038.phtml
[3] “Festival por Mariano Ferreyra”, portal Otra Buenos Aires, 27 de septiembre de 2012 https://www.otrabuenosaires.com.ar/festival-por-mariano-ferreyra/
[4] Colectivo La Tribu, «Cuerpo – Canciones a partir de Mariano Ferreyra», 1 de enero de 2012. https://fmlatribu.bandcamp.com/album/cuerpo-canciones-a-partir-de-mariano-ferreyra
[5] Solano, Gabriel. “Recalculando. La situación política, después de la debacle del kirchnerismo”, periódico Prensa Obrera, 23 de junio de 2016. https://prensaobrera.com/politicas/recalculando/
[6] «Si La Renga transó ya no queda salvación para el rock nacional», portal web Salta21, 13 de diciembre de 2013. http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:VjDNfAZsjdEJ:www.salta21.com/Si-La-Renga-transo-ya-no-queda.html+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=ar
[7] Daniel Videla. «Las y los atrevidos del «rock and roll», portal web La Izquierda Diario, 28 de julio de 2020. https://www.laizquierdadiario.com/Les-Atrevides-del-Nuevo-rock-and-Roll
[8] https://www.facebook.com/watch/?v=691591614755668
[9] Diálogo con la canción Wanda, del álbum M.A.C.R.I de Las Manos de Filippi, que dice “colegios tomados marcan el camino, aunque lo entienda me importa un pepino”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=xpHrb4Bz_A0