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Biopiratería de plantas medicinales

Un laboratorio francés intenta patentar conocimientos y saberes ancestrales

Fuentes: Rebelión

El laboratorio francés Expanscience inició un trámite ante la Oficina Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) para patentar el uso cosmético de la quinua (Chenopodium quinoa) o arroz del Perú, «una planta originaria de las orillas del lago Titicaca, cuyo empleo está ampliamente difundido en sus diversas variedades y genotipos, y no solo en el Perú»; […]

El laboratorio francés Expanscience inició un trámite ante la Oficina Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) para patentar el uso cosmético de la quinua (Chenopodium quinoa) o arroz del Perú, «una planta originaria de las orillas del lago Titicaca, cuyo empleo está ampliamente difundido en sus diversas variedades y genotipos, y no solo en el Perú»; así lo denunció el investigador peruano Ángel Mujica, informaron hoy medios locales.

El investigador de la Universidad Nacional del Altiplano de la región de Puno dijo que los expertos de esta empresa francesa «han concentrado los ácidos grasos del grano (de quinua) y, con eso, están preparando un producto cosmético para uso humano».

Por su parte, quien se presenta como «inventor» en la solicitud de patentes FR 2910815 (A1) ante la oficina de patentes francesa y la WO 200/080974 A1 ante la Oficina Mundial de Propiedad Intelectual es el Doctor Philippe Msika director del centro de Investigación y desarrollo del mencionado laboratorio galo.

La quinua es de dominio público en el Altiplano peruano y boliviano existiendo conocimientos y saberes ancestrales sobre su utilización y sus más de tres mil parientes silvestres para fines alimenticios, curativos, terapéuticos y cosméticos.

Mujica ha investigado las propiedades de este cereal durante tres décadas y advirtió que si la empresa Expanscience obtiene la patente, cualquiera que quiera usar la quinua con fines cosméticos tendría que pagar una regalía al laboratorio francés.

En 1994, un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado (EE.UU.) obtuvo una patente sobre las plantas masculinas estériles de una variedad corriente de quinua en Bolivia, pero, tras las protestas de los agricultores bolivianos, el centro de estudio renunció a la patente cuatro años después.