Cuenta Juan G. Bedoya en El País que al principio del cónclave que eligió papa a Joseph Ratzinger, el teólogo y sociólogo José Manuel Vidal escribió desde el Vaticano: «Torquemada no puede ser papa». Como muchos otros periodistas enviados a Roma la primavera pasada, Vidal sostenía que el cardenal alemán «no tenía el perfil adecuado […]
Cuenta Juan G. Bedoya en El País que al principio del cónclave que eligió papa a Joseph Ratzinger, el teólogo y sociólogo José Manuel Vidal escribió desde el Vaticano: «Torquemada no puede ser papa». Como muchos otros periodistas enviados a Roma la primavera pasada, Vidal sostenía que el cardenal alemán «no tenía el perfil adecuado ni cumplía las normas mínimas exigibles» para suceder a Juan Pablo II. Los cardenales le negaron la razón horas después. Ahora, Vidal desvela una parte del complicado proceso interno que condujo a aquella decisión eclesial. El libro, editado por Planeta con el título Benedicto XVI, el Papa enigma (De delfín de Juan Pablo II a Pontífice de la curia), fue calificado ayer por el teólogo Enrique Miret Magdalena como «el mejor de cuantos explican esta elección». «Nadie pensaba que iba a ser elegido el que yo mismo he llamado Gran Inquisidor», dijo Miret en conferencia de prensa.
Sólo cambios cosméticos
José Manuel Vidal (Sobrado del Obispo, Ourense, 1952) desvela a lo largo de 456 páginas por qué los cardenales eligieron nuevo papa en tan poco tiempo y quiénes fueron la alternativa centrista o progresista al muy conservador Ratzinger, y se pregunta si éste será capaz de cambiar su imagen de inquisidor para convertirse en «el papa reformador que tanto necesita la Iglesia del siglo XXI», o si lo intentará, siquiera.
«Creo que no va a acometer cambios serios, sólo cambios cosméticos. Ratzinger va a ser víctima, está siendo víctima de su pasado. No se puede negar la historia ni la memoria. Ha sido el cardenal del niet, del no. Ha dicho no al celibato opcional de los sacerdotes, no al sacerdocio de la mujer, no a la comunión de los divorciados vueltos a casar, no en los temas de moral sexual y matrimonial, no a los homosexuales. Ha dicho no a todo», concluyó Vidal.
El libro abunda en citas y opiniones de autoridad, entre ellas de muchos teólogos españoles, para contestar a la principal pregunta que surgió tras la inesperada elección de Ratzinger: si el papa alemán era sobre todo un Torquemada, «como dicen muchos», o el mejor intelectual de la Iglesia.