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Un mercenario de la CIA radicado en Miami se inventa una «guerrilla bolivariana»

Fuentes: Rebelión

Eduardo Macaya, supuesto especialista en materia de seguridad, que intentó formar un escándalo hace unos días al pretender que existía en Bolivia un grupo guerrillero «bolivariano» entrenándose para matar a un líder opositor, es un ex terrorista de Omega 7 y un ex mercenario de la CIA que hoy vive en Miami de sus inventos […]

Eduardo Macaya, supuesto especialista en materia de seguridad, que intentó formar un escándalo hace unos días al pretender que existía en Bolivia un grupo guerrillero «bolivariano» entrenándose para matar a un líder opositor, es un ex terrorista de Omega 7 y un ex mercenario de la CIA que hoy vive en Miami de sus inventos y fabulaciones.

Macaya formuló su «denuncia» en una entrevista del presentador de televisión peruano Jaime Bayly, que se difunde desde Estados Unidos en varios países de Latinoamérica.

En Bolivia, la Red Uno difundió las imágenes del programa donde Macaya declaró que un grupo guerrillero denominado «Ejército de Liberación» está entrenándose militarmente en el parque Madidi, cerca con la frontera con el Perú, «con miembros de las FARC» e «iraníes», afirmaciones absurdas sin el menor fundamento.

Estos «guerrilleros tendrían la misión de «proteger al presidente Evo Morales con financiamiento del Gobierno venezolano» y de asesinar el político de derecha Samuel Doria, jefe de un partido opositor y empresario boliviano, además del propio presentador Bayly.

De «especialista de seguridad» tiene solo su pasado de colaborador servil de la inteligencia norteamericana en sus planes asesinos contra Cuba y América Latina.

Según el investigador cubano José Luis Méndez, Eduardo Macaya fue parte de las reclutas de las llamadas «Unidades Cubanas» de la US Army, conformadas para la (fracasada) invasión de Playa Girón.

Omega 7 -grupo terrorista donde se manifestó el «especialista» Macaya- se formó en los años 70 con cubanoamericanos, entrenados para operaciones contra Cuba, que se dedicaron a perpetrar asesinatos en territorio norteamericano, como los del diplomático cubano Félix García Rodríguez y del ciudadano cubano-americano Eulalio José Negrín.

Varios individuos como Macaya, adiestrados en el uso de las armas y de los explosivos, reaparecieron en las filas de varias organizaciones terroristas, muchas de ellas claramente apadrinadas por la misma central de inteligencia norteamericana.

Macaya fue empleado en la guerra de Vietnam y en operaciones sucias de la CIA en Centroamérica. En la guerra contra Nicaragua, en la década de los ochenta, perteneció a los «Freedom Fighters», financiados y organizados por la CIA.

Macaya está asociado al llamado Fondo De Ayuda A La Democracia En Cuba de Saturnino Labaut, otro invento miamense usado para recoger dinero para el mayor beneficio de sus accionistas.

En conferencia de prensa, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, descartó que un grupo guerrillero este entrenando en territorio boliviano, tal como denunció Macaya.

El jefe del gobierno boliviano calificó estas declaraciones como «una intromisión y una estrategia de los Estados Unidos» para perjudicar desestabilizar su administración.

En cuanto al presentador peruano Jaime Bayly, se hizo famoso por sus entrevistas «escandalosas». En 1990, apoyó al candidato presidencial de derecha Mario Vargas Llosa.que calificó su ayuda de «invalorable».

En las presidenciales del 2006 Baily publicitó su rechazo al candidato nacionalista Ollanta Humala para favorecer a Alan García. En 2011 se identificó a la candidatura de Keiko Fujimori.

Si hace falta más para describir su opción política: tiene una crónica en el Nuevo Herald de Miami, diario vocero de la mafia cubanoamericana.

Los «guerrilleros bolivarianos» es, de manera cierta, otro falso escándalo generado desde Miami por los servicios especiales norteamericanos, en el marco de su incesante guerra psicológica-informativa contra los países progresistas de América Latina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.